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Estar con Otra Mujer

No creo y nunca crei en las mujeres que dicen no tener fantasias de ninguna clase, tampoco creo que jamas hayan fantaseado con tener una relacion con alguien de su mismo sexo.
Puedo llegar a entender, sabiendo la sociedad pacata en la vivimos, que repriman tan hondamente estas fantasias pero no asi que las nieguen.
Como poder hacerlo, si, intrinsecamente, todos tenemos ambos sexos en nuestro interior, si todos somos hombres y mujeres al mismo tiempo, desarrollando cada uno el costado sexual que mas le place ¿?
Dadas asi las cosas, no creo que les asombre lo que van a leer. Es verdad, una de mis mayores fantasias ha sido siempre estar con otra mujer, como asi tambien formar un estupendo trio con un hombre y otra mujer, pero lo que hoy me ocupa aquí es contarles lo primero, esa vez en la que mi deseo mas intimo se hizo realidad, esa vez en la que, por eleccion absoluta, supe de que se trataba esto de estar con alguien de mi mismo sexo, estar con contacto piel a piel con otra mujer y recorrer la misma geografia que suelo recorrer sola cuando deseo fervientemente lograr momentos de placer ineditos y me masturbo.
Esta otra mujer de la que les voy a hablar se llama Sua, tiene 35 años, es algo mas alta que yo, no tiene una extrema delgadez como se acostumbra a usar ahora sino que, al contrario, luce un cuerpo bien formado, carnoso, pulposo. Tiene un cabello ensortijado color cobre, casi pelirrojo que junto a su altura y generosidad en carnes, llama muchisimo la atencion.
Su piel es blanca como la nieve y sus ojos son marron oscuro. En conjunto, es una mujer que provoca darse vuelta a su paso. Tiene manos grandes, viste siempre de saco y pantalon, es muy formal en sus gestos como asi tambien en sus palabras, tiene una seriedad a simple vista que apabulla pero despues de lo que vivi con ella, pude comprobar que en la vida cada uno cumple diferentes roles de acuerdo a la cancha donde tenga que jugar cada partido.
Con esto quiero decirles que Sua, al menos en la cama, dejaba de lado todo su aplomo y se convertia en una verdadera perra. Agresiva, fuerte, dominante, apasionada, deshinibida, arrolladora, capaz de quitarle el aliento a cualquiera que osara meterse entre sus sabanas y mas aun, entre sus piernas.
En ese mismo lugar ose meterme yo, en ambos lados al mismo tiempo y hoy no se si estoy pagando un precio alto o justo por mi acto de arrojo.
Ella y yo trabajabamos en diferentes areas pero teniamos que vernos al menos dos veces por mes en las reuniones mensuales de la compañía. No teniamos demasiado trato, no eramos exactamente simpaticas al momento de encontrarnos y sabiamos que, en cierta medida, competiamos por el prestigio de nuestros departamentos.
Eso nos ponia en una posicion de enfrentamiento continuo pero no pasaba a mayores nunca, sabiamos mantener cierto equilibrio para tanta competencia.
Cierto dia se nos reune en la sala mas grande de la Empresa para informarnos que estabamos a punto de ganar una cuenta por la cual veniamos trabajando a destajo desde hacia mas o menos seis meses. Desde ya que la adrenalina nos corrio por el cuerpo a todos porque esa cuenta implicaba mucho dinero y prestigio para la compañía, como asi muchas horas mas de esfuerzo y trabajo para dejar todo a punto y que no fallara nada.
Se formaron varios equipos laborales y nos toco a las dos estar en uno de ellos. Ahora que veo las cosas con detenimiento, creo que la atraccion entre ambas siempre estuvo latente, solo que la tapabamos con otras cosas, porque ninguna dejaba de mirar a la otra cada vez que hacia su aparicion en la sala o bien cuando nos cruzabamos por algun pasillo de las oficinas.
Tengo que reconocer que a mi se me escaapaban a veces las miradas sobre su cuerpo …., es que, si bien no soy lesbiana, les conte antes que mi fantasia de estar con otra mujer siempre fue fuerte y esta me atraia en proporciones iguales a las que la rechazaba ( sabiendo despues que eran solo excusas ). Me encantaba como vestia, sus perfumes y esa melena cobre que siempre traia sobre sus hombros, sabiendo que era su carta de presentacion.
Nunca escuche que tuviera novio, marido, pareja o conocido que la rondara pero no me llevo a pensar nada extraño porque con el genio que tenia, era perfectamente entendible que su vida fuera su trabajo y no le dedicara un solo segundo a su corazon.
Bueno, viendo que nos quedaba mas remedio que trabajar juntas, nos acercamos, nos saludamos y quedamos que nos llamariamos al dia siguiente para combinar como encarariamos este tema con el resto del grupo.
Al dia siguiente, a las 9 en punto de la mañana, sono mi telefono directo del despacho y era Sua. Me explico brevemente como estaba conformado el grupo de trabajo y me cito a almorzar a las 13 hs en un restaurante cerca de la oficina.
Asi fue como nos reunimos al mediodia, repartimos las tareas, delimitamos las areas de trabajo de cada una y las que les dariamos a nuestros coordinados y de ahí nos fuimos al hotel donde se haria la presentacion para reservar todo a fin de que no nos agarrara desprevenidas ningun detalle.
Recorrimos las salas de conferencia del hotel y acordamos con la Gerencia que reservariamos para dentro de una semana la sala principal de conferencias y cinco habitaciones dobles, tanto para los dueños de la firma que nos contrataria como para nuestros equipos de trabajo, para dejar las pertenencias hasta tanto terminara la presentacion y para el descanso posterior.
Durante cinco dias completos, Sua y yo trabajamos codo a codo. Nos encontrabamos tempranisimo en la oficina con todos los chicos y cuando ellos se retiraban alrededor de las 6 de la tarde, nosotros seguiamos hasta las 10 u 11 de la noche.
Me llamaba mucho la atencion que nadie la llamara, no recibia llamados personales ni en su directo ni en su celular, parecia vivir en una burbuja, solo en contacto con sus empleados y compañeros de oficina.
Reconozco que en estos dias nos hicimos algo confidentes y mientras mas cosas nos contabamos, mas me acercaba a esa mujer, mas me tentaba la idea de estar con ella, mas deseos me provocaba insinuarle algo.
Lejos habia quedado esa sensacion de rechazo que le tenia y cada vez crecia mas la de encantamiento. Sua sabia ser agradable cuando queria y muy calida si estaba a gusto y evidentemente lo estaba porque mostro su calidez en mas de una ocasión.
La expresion dura que tenia en sus ojos fue suavizandose con el correr de las horas de trabajo y hasta se permitia chistes y contar alguna que otra intimidad, siempre cuando ya nos quedabamos solas.
Una de las tantas noches que nos quedamos en la oficina hasta pasadas las diez y sin que lo esperara, Sua corto en la mitad y me invito a cenar. Acepte aunque he de confesar que me moria de curiosidad, queria saber a que se debia esta sorpresa.
En verdad se trato de una cena muy informal, en un restaurante muy lindo, muy calido, con musica suave y un exquisito aroma a incienso que envolvia el ambiente. Sua parecia estar mas relajada todavía, en varias ocasiones solto una que otra carcajada mientras nos contabamos anecdotas de la adolescencia y parecia muy a gusto en mi compañía.
Creo que, en gran medida, la cantidad de buen vino tinto que tomamos las dos ayudo a crear ese clima distendido que se vivio en esa cena. Tomamos varios cafecitos antes de irnos y al salir, Sua me propuso llevarme a casa en su coche.
Cuando llegamos a la puerta de mi edificio y nos estabamos despidiendo hasta el otro dia, al acercarme a darle un beso en la mejilla, suavemente tomo mi cara entre sus manos y el beso termino casi en la comisura de sus labios.
Me separe un poco de ella, creyendo que no habia sido cierto y la mire con cierta sorpresa.
Después de una fraccion de segundo en la que sus ojos mas oscuros que nunca me miraron fijo, escuche que su voz profunda me decia :
- Me gustas, sabes ¿??
- Ehhhhhh, la verdad es que no se que decirte, Sua.
- Nada, no quiero que me digas nada. Si me he confundido al pensar que era mutuo, te pido mil disculpas.
- No, no ha sido una confusion en su totalidad, tambien tengo una sensación muy extraña hacia vos, siento que me atraes pero mejor seria que cada una se fuera a dormir y cuando estemos mas aliviadas y no tan entonadas, volvamos a hablar del tema, te parece ¿???
- Si, si. Sera mejor de esa forma. Nos vemos mañana en la oficina.
Asi fue como me baje del coche, algo mareada entre el vino que habia hecho sus estragos y el mundo de sensaciones que me habia dejado Sua con sus manos en mi rostro y mi boca casi acariciando de lleno la suya.
Subi a mi casa, me quite la ropa, me di una ducha tibia y me acoste en mi cama. Me costo algo dormirme porque las sensaciones que me embargaban eran muchisimas. La sorpresa de lo que habia sucedido no me dejaba pegar un ojo pero reconozco que, cuanto mas recordaba la escena del coche, mas me excitaba.
Seria posible que estuviera viviendo eso ¿? Seria posible que estuviera a un paso de estar piel a piel con una mujer, si es que la situación de hacia instantes podia vivirse con mas intensidad en otro momento ¿?
De esa forma, pensando y pensando en todo lo sucedido y sintiendo que mi excitación aumentaba, termine la noche acariciandome sola, en medio de la cama, pensando en Sua, en su proximidad, en su aliento cerca de mis mejillas y en ese cuerpazo que me estaba gustando mas de la cuenta.
Antes de rendirme al sueño recuerdo haber tenido un orgasmo maravilloso pensando que podia llegar a repetir cada caricia hecha con mis manos sobre el cuerpo de Sua.
Al dia siguiente, cuando nos encontramos cara a cara con Sua las dos nos miramos con cierta complicidad y seguimos trabajando, sin mencionar expresamente nada de lo sucedido pero quedando claro de que las reglas del juego habian cambiado. Tampoco teniamos demasiado tiempo de hablar porque la presentacion del trabajo seria al otro dia así que nos dedicamos de lleno a ultimar detalles de la campaña.
Al fin del dia cada una se fue sola a su casa y nos encontramos a las ocho de la mañana en el Hotel donde teniamos hechas las reservas para la presentacion.
He de decir con orgullo que todo salio estupendo, duro mas de seis horas pero ganamos la cuenta y en la Compañía quedaron mas que satisfechos con nuestros trabajo.
Tuvimos un almuerzo en el mismo Hotel para toda la empresa y nuestros nuevos clientes y después, tal como estaba previsto, nos acomodamos en las habitaciones que habiamos reservado para descansar y acomodar todos los materiales que habiamos llevado.
Cuando entre a mi habitación, encendi el televisor y decidi que antes de tirarme en la cama, me daria una ducha para poder aliviar las tensiones que habiamos vivido horas atrás.
Estuve un rato jugando en el agua caliente, me relaje con la espuma y cuando senti que me estaba quedando dormida decidi salir de la bañera, me envolvi en una bata de algodón comodisima que tenian en el hotel y me recoste en la cama inmensa del cuarto.
Como la reserva era hasta el dia siguiente, no me preocupara quedarme dormida y pasar la noche alli así que me dedique a disfrutar de los placeres de la victoria.
La verdad es que no se cuanto habre dormido, lo cierto es que entre sueños llegue a escuchar unos leves golpes en la puerta de la habitación y me levante a preguntar quien era.
- Abrime, soy Sua.
Cuando la vi entrando al cuarto no sabia bien si era producto del sueño o de verdad estaba alli. Tenia un ligero vestido de algodón que la mostraba super juvenil, el cabello humedo cayendo sobre sus hombros y el mismo aroma a jabon fresco que me envolvia a mi.
- Te sorprende verme aca ¿??
- Mira, la verdad es que me quede dormida y creo que perdi la nocion del tiempo, vos tambien te quedaste a pasar la noche aca ¿??
- Si, sabia que vos te quedarias y cuando lo confirme, decidi hacer lo mismo, te molesta ¿??
- No, para nada. Pasa.
Creo que la invitacion a que pasara fue solo una formalidad porque ella lo hubiera hecho lo mismo, asi yo no se lo hubiera propuesto.
Se sento comodamente en la cama y me hizo señas de que la acompañara a su lado.
Cuando me sente, me miro fijo a los ojos y me dijo :
- Tenemos una conversación pendiente, no ¿??
- Si, creo que si.
Bueno, en medio de esa conversación fue que confeso que siempre le habian gustado las mujeres pero que en la Compañía habia decidido mantener una actitud de reserva muy especial para no perjudicarse ni perjudicar a nadie mas, que esa noche después del restaurante creia que habia perdido algo los estribos pero que no estaba arrepentida para nada, que yo le gustaba mucho pero necesitaba saber que pensaba de todo eso.
Mientras Sua hablaba a mi se me iba secando la boca lentamente, no podia creer lo que estaba escuchando, no podia creer que una mujer estuviera frente a mi diciendome esas cosas y lo que es peor aun, no podia creer como comence a sentir que sus palabras me excitaban, tanto o mas que su mirada sobre mi bata, su mirada adivinando que debajo de ella no habia nada mas que mi cuerpo, que me estaba marcando cosas que habia deseado desde hacia tanto tiempo.
Aclare mi gargante un poquito antes de empezar y le respondi que no me habia ofendido para nada lo sucedido la otra noche ; quizas me habia sorprendido un poco porque no era esa la imagen que ella vendia pero que no estaba enojada para nada. Le aclare tambien que no era lesbiana pero que siempre habia tenido la fantasia de estar con otra mujer.
- De verdad me decis eso ¿?
- Que ¿? Lo de la fantasia ¿?? Si, es cierto, siempre la tuve.
- Mmmmmmm, que bueno, contame, dale.
No entre en detalles, preferi seguir hablando de lo que nos pasaba a las dos pero parecio que a Sua le dio lo mismo porque a medida que hablaba, se acercaba mas a mi.
Tenia un perfume tan exquisito que de a poco comence a sentirme invadida por el y cuando quise darme cuenta, estaba envuelta entre la bata y ese aroma maravilloso que despedia su piel.
No tengo nocion de la cantidad de minutos o segundos que pasaron entre mis palabras y la sorpresa de sus manos bordeando el escote de mi bata, lo cierto es que el simple roce de la yema de sus dedos sobre mi piel me estremecieron violentamente.
- Si queres, me voy- escuche que me dijo casi burlona.
- No, no quiero que te vayas.
Estaba cumpliendo mi deseo, estaba a segundos de hacer el amor con otra mujer y no tenia planeado desaprovechar esa oportunidad por nada del mundo.
Sin decir una sola palabra, deje que sus dedos recorrieran mi cara y mi cuello hasta donde la bata se cruzaba a la altura de mis pechos. Mientras ella hacia eso, habia tomado una de mis manos y la habia colocado en sus piernas, por encima de su cortito vestido de algodón.
La sensación de mis dedos acariciando la tibieza de esa piel por encima de la tela me encendieron mas de lo normal y por cuenta propia, sin pedir permiso, segui subiendo por su entrepierna.
Mientras ella me besaba levemente los parpados, las mejillas y mi cuello, mis manos se encargaron de acariciar sus muslos de abajo hacia arriba y de acercarme a su vagina lentamente.
Cuando Sua sintio una leve presion de mi palma tratando de encerrar en ella su carne tierna, me miro fijo a los ojos y sin media palabra, me dio un beso.
Fue un beso sorpresivo, invasivo, de la nada senti como su lengua tomaba por asalto mi boca, recorria con la punta de la lengua mis labios y los obligo a abrirse rapidamente.
La verdad es que su lengua hizo desastres dentro de mi boca. Sentia que me violaba y no podia oponer resistencia, no queria que dejara de hacerlo y el unico momento en que separaba su boca de la mia era para dejar que las dos lenguas se juntaran fuera de las bocas, para poder tener la exquisita imagen de nuestras lenguas buscandose fuera de los labios, la imagen de las dos lenguas bailando en el aire, intercambiando nuestras salivas, acariciandose mutuamente, la de ella arriba y la mia abajo para después invertir las posiciones y dejar que la mia fuera la que batallara con la de ella.
Mis manos, a medida que los besos se hacian cada vez mas fuertes, trataban de abrirse camino por entre la tela del vestido y su ropa interior. Los suspiros de Sua me dieron la pauta de que le gustaba lo que estaba pasando así que redoble mis esfuerzos para llegar a donde queria.
Lentamente Sua comenzo a abrir mi bata, a dejar que su boca resbalara desde mi cuello hacia mis pechos y cuando los encontro, no pude menos que echar mi cabeza hacia atrás, porque el contacto de sus labios sobre mis pezones me hicieron estremecer.
Hasta el dia de hoy no conoci hombre o mujer que besara, chupara, mordiera y acariciara mis pechos como Sua. Parecia considerarlos como tesoros porque los tomaba entre sus manos, los lamia una y otra vez con su lengua delicada, después abandonaba uno para dedicarse de lleno al otro, lo manoseaba con delicadeza, lamia suavemente el contorno del pezon y humedecia con su saliva la zona para después apoderarse del botoncito como si estuviera comiendo un manjar unico.
Cada mordisquito que me daba en ellos me hacia pegar un pequeño salto de placer, sentir esos dientes blancos y algo afilados sobre mi carne tierna, me fascinaba mas que cualquier otra cosa.
Mis pechos estaban empapados de su saliva, los sentir frescos, suaves, como si alguien los hubiera untado con una crema refrescante. Se habian hinchado de placer y mis pezones se habian endurecido como nunca me habia sucedido hasta ahora. Todo mi cuerpo estaba en las mismas condiciones y la habilidad con la que habia acariciado la entrepierna de Sua me estaba indicando que ella tambien estaba entregada y completamente excitada.
Con un solo dedo habia el borde de su ropa interior y habia notado la humedad que la invadia y eso me encendio mas aun.
Asi, pegada su boca a mis pechos y mi mano a su entrepierna, nos levantamos del borde de la cama sin soltarnos la una a la otra y mientras ella me terminaba de despojar de mi bata, yo trataba de sacarle el pequeños vestido por su cabeza.
Confieso que me quede sin aliento al ver su cuerpo. Era como se los dije antes, no sufria es delgadez de las chicas modernas, tenia curvas por todos lados, su carne era blanca como la nieve y abundante, tierna, perfumada. Sus pechos se erguian majestuosos, sus pezones eran oscuros, casi del mismo color cobrizo que su cabello y contrastaban perfectamente con la claridad de su piel.
Sin darme tiempo a nada, y queriendo estar en la misma desnudez que yo, se quito la unica parte de su ropa interior que llevaba puesta y asi quedamos ambas, frente a frente, desnudas, midiendonos, recorriendonos con los ojos, tratando de descubrir el cuerpo de quien nos daria todo el placer que las dos eligieramos.
Lo que sobrevino después, fue pasion pura. Sua me tomo de los hombros y me recosto sobre la cama, dejando mi cuerpo laxo sobre ella. Se recosto sobre mi y sentir el peso de su cuerpo sobre el mio, fue explosivo. La piel de esa mujer en contacto con la mia era una fuente de energia insuperable pero lo que mas me enloquecio fue el roce de nuestras vaginas.
Sentir la suya pegandose a la mia casi con desesperación fue maravilloso y mas todavía cuando nuestros flujos comenzaron a mezclarse al tiempo que nos moviamos hacia arriba y hacia abajo. Me encanto liberar mi instinto de esa forma, me encanto que el me guiara en cada movimiento y en cada caricia y la verdad es que no me fallo para nada.
Después de besarnos y de acariciarnos mientras nos manteniamos una sobre la otra, cuando Sua habia comido ( literalmente hablando ) mis pechos, cuando no le quedaba rincón de ellos sin morder ni dejar pequeñas marcas de pasion, su boca fue descendiendo por mi vientre, dejando rastros de saliva al dejar deslizar la punta de su lengua sobre mi piel, convirtiendo a ese pasaje en un sendero de fuego.
A medida que Sua bajaba hacia mi entrepierna, mis manos no podian dejar de apretar mis pechos, de acariciarlos, tenia la imperiosa necesidad de sentir que toda mi piel era tocada al mismo tiempo y para eso debia hacer algo por mi misma, como tantas otras noches lo habia hecho al masturbarme sola en mi cama.
Reconozco que, en cuanto la lengua de Sua toco la cara interna de mis muslos, tuve mi primer orgasmo. En verdad fue el unico que pude contabilizar porque sobrevinieron tantos mientras estuve a su merced que perdi la cuenta.
Su lengua acaricio la cara interna de mis muslos con una delicadeza extrema pero en cuanto sintio mi aroma, mi excitación, el calor que nacia de mi vagina no pudo controlarse y se dirigio a ella sin piedad.
No podia evitar inclinarme hacia adelante para ver la lengua de Sua subiendo y bajando por los labios de mi concha, la imagen de su lengua trabajando en mi me mareaba de placer, me elevaba mas de lo que ya estaba. Su mirada concentrada en mi concha y después en mis pupilas, clavandolas fijamente y buscando mi aprobación para seguir, su mirada que vagaba del permiso a la perversión, me volvia loca.
Cuando se canso de relamerse en mis jugos, cuando sus labios brillaban por la cantidad de flujo que habian sorbido por entre los labios de mi concha cerrados, con sus dos manos los abrio y antes de enterrarse en ella, me miro y con su mejor cara de perra, me dijo :
- Te voy a comer la concha como nunca nadie lo hizo ni lo hara.
Creo que esa frase fue el disparador de mi segundo orgasmo. Ver la imagen de esa mujer que parecia de hielo, con su boca enterrada entre mis piernas, mirandome con ese deseo y prometiendome un momento de lujuria incomparable, me hicieron acabar una vez mas antes de empezar.
Y no mintio. Su boca me enloquecia sin remedio, su lengua recorria los labios internos de mi concha con una dedidacion exclusiva y animal. Sus dedos jugaban con mi agujerito, enloqueciendolo una y otra vez. Cada cosa que le pedia, ella la cumplia con sumo placer.
Lamio mi clítoris tantas veces como se lo pedi, tantas veces como quiso, combino lamidas con caricias. Mientras su lengua subia y bajaba por mi clítoris, sus dedos entraban en mi y parecian abrirse como un abanico en mi interior, tocando paredes y caras internas de mi misma que nunca habian tocado.
Sentia que mi clítoris podia estallar en cualquier momento y cuando sentia que caia en un abismo de inconciencia y placer, volviamos a empezar. Los sonidos de succion de su boca me daban la pauta de que no dejaba de salir flujo de mi interior y eso me satisfacia mas todavía, porque conozco mi cuerpo y se cuanto puedo llegar a dar si estoy completamente excitada, se que mi cuerpo no deja de manar flujo y del mas dulce que alguien pueda probar.
Me enloquecia ver como Sua llenaba su boca con mis liquidos y al inclinarme para mirar su cara enterrada en mi concha, ella suspendia su tarea para mostrarme como se relamia los labios que lucian brillantes, pegajosos y super aromaticos.
El escalon maximo del placer lo alcance cuando Sua alterno su lengua en mi clítoris, un dedo en el interior de mi concha y uno en el agujerito de mi culo. No puedo explicar lo que senti en ese momento, solo se que di un salto hacia adelante y tuve otro orgasmo, solo al sentir como me penetraba con sus dedos por ambos lados.
Cuando logro la comodidad suficiente para moverse, sus dedos entraban y salian de ambos agujeros sin descanso y llego a provocarme un orgasmo mas, regado de flujo cuando senti que por dentro, el dedo de Sua en mi concha lograba tocar el que habia metido en mi culo
Sabia que eso existia pero nunca lo habia experimentado y ella hizo que conoceria esa sensación gloriosa, que me dejo tendida en la cama, presa de una acabada monumental, donde mi cuerpo parecia haberse rendido ante esa hembra caliente que me habia tomado bajo su control por primera vez.
Con suma delicadeza y al ver como habia acabado una vez mas, Sua subio con su boca por mi cuerpo, dandome pequeños besos y acariciandome con sus manos.
Me tuvo abrazada mientras me reponia y cuando sintio que mi excitación no mermaba en lo mas minimo y la de ella se hacia notar cada vez mas, me dijo :
- Ahora quiero que me hagas tuya como quieras.
Asi, con esas simples palabras, Sua se ofrecio a mi por completo. Tomo sus pechos en sus manos y me los ofrecio para que con mi boca, hiciera de ellos un plato mas que sabroso y no la defraude.
Repeti cada caricia que ella le habia regalado a los mios, los mordi, los acaricie con mis manos, con mis labios, los lami hasta enrojecer sus pezones, fue maravilloso sentir el sabor de esos pechos en mi boca, sabian dulces, estaban calientes, tiernos, rendidos a mis caricias.
Cuando me disponia a tomar por asalto las piernas de Sua, esta se dio vuelta en la cama y quedandose en cuatro patas, me ofrecio el panorama maravilloso de su concha y su culo perfecto abiertos ante mis ojos.
Era impresionante la imagen que me ofrecian esos labios empapados en flujo y la posibilidad increíble de poder jugar con esos liquidos entre su concha y su culo y les garantizo que no perdi el tiempo.
Sin necesidad de ningun tipo de suplica por parte de Sua, mi lengua vago de abajo hacia arriba miles de veces, arrastrando sus liquidos por su concha abierta, su culo, sus muslos, mordisqueando su clítoris completamente hinchado. Parecia un capullo abriendose ante mi boca, pidiendo ser comido, anhelando ser saboreado como una delicia exquisita.
Mientras me entretenia con este manjar delicioso, Sua con su cabeza apoyada en la almohada, miraba de costado cada caricia que le daba, con sus ojos llenos de lujuria, con sus labios humedecidos por su propia lengua que no hacia mas que lamerse, como saboreando lo que yo hacia con su sexo.
Sus manos intentaron llegar hasta su clítoris para acariciarlo pero no la deje, no queria que ella se diera ningun tipo de placer, queria ser yo la que la colmara de gozo y de orgasmos, como ella lo habia hecho minutos antes conmigo.
Me produjo a mi misma un orgasmo morder una y otra vez su clítoris y estirarlo entre mis labios, mientras veia como Sua gemia y se retorcia de placer en la cama. Su sabor agridulce me enloquecia, era la primera vez que me comia una conchita y creo que no podia haber elegido mejor, me daba la sensación de que podia quedarme horas lamiendo ese sexo caliente y excitante.
A puro instinto, comence a coger a esa mujer que se me ofrecia como una fruta madura con mis dedos, repitiendo esa union que ella habia hecho en mi , dentro de su cuerpo. Mis dedos parecian tener una velocidad desconocida en su cuerpo femenino a mas no poder, mis dedos parecian conocer de memoria los rincones donde tocar para hacerla saltar y acabar, derramando flujo entre mis manos, bañandolas de sus jugos cremosos y salados.
Interrumpiendo casi maliciosamente sus orgasmos, llene mi boca de flujo, me acerque a ella y le hundi la lengua en la boca, esparciendo su calentura dentro de ella, lo que hizo que se pegara mas a mi, que refregara sus tetas contra las mias, que pegara sus caderas a las mias con sus manos, para después recostarme en la cama una vez mas, dejandome de espaldas a mi y colocando su boca entre mis piernas, ofreciendome nuevamente su sexo y su culo para que terminara lo que, a proposito, minutos antes habia dejado inconcluso.
Asi enredadas en un 69 magistral, las dos nos comimos nuestros sexos sin desperdicio, asi nos regalamos un orgasmo tras otro, asi gozamos de nuestras lenguas lamiendo, de nuestros dientes mordiendo, dejandonos llevar por nuestros gemidos de placer cada vez que encontrabamos un rincón donde acariciar que nos elevara mas todavía.
La combinación de esto mas el roce de sus tetas sobre mi vientre, me hicieron acabar mil veces, llenandole la boca de mis jugos y eso la alentaba a seguir y a dejar escapar mas y mas flujo para mi boca, que queria ser bañada sin cesar por ellos.
Cuando no nos quedo nada por lamer, por comer, por morder, por recorrer, caimos rendidas una al lado de la otra en medio de esa cama inmensa de hotel.
- Estas arrepentida ¿?? Era esto lo que habias fantaseado ¿? Esperabas otra cosa ¿
- Esto es mas de lo que alguna vez pense que podia vivir y no me arrepiento de nada, es mas, quiero repetirlo cuantas veces tengamos ganas las dos de volver a vivirlo.
Con esas ultimas palabras nos quedamos dormidas, una pegada a la otra, con el aire lleno de aroma a sexo femenino, con los cuerpos satisfechos de tanta pasion, sabiendo que no nos habiamos equivocado en nuestras mutuas elecciones.
Cada vez que podiamos nos encontrabamos en su casa o en la mia y cada encuentro era mas perfecto que el anterior. Lo mas excitante de todo eran las caricias furtivas que lograbamos darnos en la oficina y en los cruces que provocabamos cada vez que ibamos al baño de damas de nuestro piso.
Pero eso …., eso quizas convenga que lo cuente en otro momento.


Sabrosa FOTOS

1

Diana on

Que redacción del texto más buena, pondrías a 1000 a cualquier chica heterosexual,uf!

2

Laila on

Sabrosa, ¡quien pudiera saborearte para comprobarlo!
Me ha encantado tu relato, muy bien redactado y muy sensual, has conseguido calentarme a tope.¡Gracias!

Laila

3

Patricia on

Que ricooo...me has provocado unas ricas taquicardias en mi concha

4

chochita on

Hola mami, no te imaginas, estoy en un internet y mi chocho te llama a gritos para que te la comas ehhh
Te imaginaré y mojaré ésta chocho mil veves y mis grnades 38 b se estremecera´n hasta el culo....

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