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Me iniciaron por el culito

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Hola lectores de estos relatos que lo ponen a una bien cachonda y con ganas de encontrar un compañero en la noche. Aprovechando el anonimato de estas historias, y tratando de devolver las ricas noches después de leer estos relatos.  Aquí va el mio.  No es reciente pero es real.   Se remonta a mediados de los años ochenta del siglo pasado,  yo tenía un poco más de catorce, mi familia era chapada a la antigua y el tema sexual no se tocaba nunca, con nadie, era un tabú aún.  Yo era virgen y las pláticas con mis amigas me dejaban cada vez más dudas en cuanto a mi sexualidad, aún el internet estaba en pañales, no teníamos videos porno faciles de conseguir, y lo ùnico que podíamos aveces conseguir eran revistas porno como pimienta, eros y otras que lejos de orientar, eran muy crudas y generaban más preguntas que respuestas.   Mi familia tenía mucha solvencia económica, viviamos en una de las colonias más lujosas de la ciudad  e ibamos al colegio administrado por curas o de monjas.   En ese entonces un primo de mamá llegó a vivir con nosotros.  El tío Alberto, era hijo de una hermana de mi madre, llegaba a estudiar y a trabajar, el tenía en ese entonces 32 años, era un hombre sumamente atractivo, de cabello castaño, pelo en pecho y piernas, de rostro muy bonito y tenía unas ponpas respingonas.   Mis amigas solían visitarme para verlo, me decían que yo tenía suerte de tener a alguien en casa asi y que debía de tratar de conquistarlo.  La verdad es que el tío beto era bello, pero sus costumbres no eran buenas, fumaba, bebía y otras cosas más.   Como solía suceder por la noche, la familia se quedaba a ver television hasta tarde, se acostumbraba que la Tv estuviera en la sala y no en las habitaciones como ahora;  cierta noche, nos quedamos viendo un programa con el tío Beto, los demas se habían ido a dormir.  Yo me quedé dormida sobre el sillón, a un lado del tío.  Yo acostumbrada a usar una pijama de pantalón y camisa floja.  Al principio crei que era un sueño muy real, pero poco a poco me di cuenta que el tío estaba desabotonándome la camisa, para verme mis senos de nena, los cuales tenía con forma de volcancitos, con los pezones carnosos al final.  Me abrió la camisa y con  sus dedos palpó mis senos y pezones,  yo estaba conciente y sentí como él me los  manoseaba.  Mis amigas me habían contado como sus novios  lo hacían con ellas y yo quería experimentar eso, la verdad es que aún no había tenido novio.  Una corriente eléctrica atravesó mi cuerpo, mis pezones se erectaron, el tío me tocaba muy rico, luego tal como me abrió la camisa él me la fue cerrando. Y se retiró a su habitación.  Yo me levanté y noté que tenía acuosa mi cuquita, me había mojado.   Los encuentros nocturnos continuaron  apenas se iban mis padres, yo me hacía la dormida para atraer a mi tío.  El continuaba tocándome los senos y aveces mi trasero sobre el pantalón de la pijama.  A la tercera vez quise ponerle más sabor y esa noche, me puse un blusón flojo que no usaba desde hace varios años, como pijama.  Me puse el calzoncito más sexy tipo bikini de aquella epoca, es decir no tan limitado en cobertura como ahora.  El tío Beto comenzó a tocarme las piernas, (creo que para ese entonces el tío ya sabía que yo no estaba completamente dormida), sus habiles manos recorrían desde mi pantorrilla hasta mis muslos, nuevamente sentí la sensación de calor interno, luego me puso boca arriba, anteriormente yo estaba de lado en el sillón.  Abrió lentamente mis piernas, mi respiración se tornó un poco acelerada, él acercó su rostro hacia mi cuquita cubierta por mi escaso calzón, olió y aspiró el olor de mi cuquita de nena, y luego sus dedos iniciaron a manosear mi conejito, siempre sobre mi ropita, consistía en friccionar sus dedos contra mi sexo, la sensación de humedad en mi vagina se hizo presente de nuevo.  Con los dedos de su otra mano hizo a un lado mi calzón dejandole ver parcialmente mi cuquita peludita.   En eso se oyó un ruido de puerta proveniente del cuarto de mis padres.  El tío rapidamente se incorporó, me cerró el calzoncito y  me cerró las piernas.  Pasaron los segundos y no hubo nada.  Probablemente alguno tropezó con algo.  Pude oir y casi ver que el tío apagó las luces de la sala de estar, yo permanecía acostada en el sillón, luego me tomó en los brazos y cargada me llevó, al principio pensé que sería a mi habitación, pero pronto supe que me llevaba a su domitorio.  Me acostó, apagó la luz de su habitación y prendió la lampara de la mesita de noche.  En ese momento sentí miedo, estaba sola con mi tío excitado y me tenía a su disposición y yo fingiendo dormir.   Lo primero que hizo fue quitarse él la camisa y dejar su torso desnudo.  Luego me subió el blusón y  me abrió de nuevo las piernas,  me empezó a acariciar desde las rodillas, sentí sus manos subir a mis muslos y apretarlos con suavidad por debajo del blusón.  Sus dedos llegaron a mi calzoncito y  tocaron mi conejito por encima, usaba sus dedos de arriba abajo, yo oía que su respiración subía y creo que también la mia.  La excitación nuevamente volvió, yo sentía que me ahogaba.   De pronto, me fue sacando mi calzoncito, tuve la intención de detenerlo, pero aún no sabía que él ya conocía que yo estaba conciente de todo. –que rico se ve esto!!- dijo para si el tío, al ver mi tierna cuquita completa.  Pensé que me seguiría tocando mi coñito, pero el tenía planeado algo mejor,  me puso de lado en posición fetal con mi traserito libre,  se sacó el pene del pantalón, el cual estaba totalmente erecto,  luego comenzó a frotarlo contra mis nalguitas, yo sentí su pedazo de carne tocar mis gluteos, luego lo puso en la rayita entre mis nalgas y lo volvió a hacer,  la cabeza de su pene pasaba frotándome mi anillito del culo, bajaba y se frotaba contra mi mariposita (labios vaginales), al principio lo sentí incomodo, pero conforme pasaban los minutos, me fui excitando de forma que ya era imposible no responder con gemidos.  Para que hubiera un mejor contacto con mi zona intima, el tío levantó una de mis piernitas un poco, de forma que  su miembro viril tuviera contacto con mi clítoris, eso terminó de excitarme y delatarme, mi respiración subió y creo que tuve un pequeño orgasmo, gemí reprimidamente y casi chillé del placer, por su parte el tío Beto también lanzaba jadeos ininterrumpidos. –Ahhhh, ahhh,ahh-.   Luego, sentí algo caliente en mi cuquita, nalgas y entrepierna, el tío acababa de sacar una gran cantidad de semen de su pene, gimió como si tuviera un gran dolor.  Su semen bañó todos mis labios vaginales y también mis nalguitas.  Después de un par de minutos, sin limpiar su venida, me tomó y me cargó, esta vez el rumbo era mi habitación, me acostó en la cama, se reclinó y me dijo al oído –Espero que lo hayas gozado, tanto como yo!!-,  el tío sabia que yo había estado conciente en todo momento.  Sentí vergüenza, me limpie con mi calzoncito mojado con agua,  el semen que me había dejado impregnado mi tío Beto, pero toda la noche soñe este encuentro, tan sensual y caliente.  Me costó dormir esa noche.   Yo estaba totalmente confundida.  No sabía si contarlo a alguien, a una amiga, a mis padres o a algun pariente para orientarme, pero me daba vergüenza hacerlo. Asi que decidí callar.   El tío me veía ahora en forma diferente, ya no era su nena o su sobrina inocente, sino que me miraba con ojos de hombre deseoso.   Tuvimos otro encuentro cuatro días después,  como siempre me hice la dormida, luego que mis padres se marcharon, me tomó en los brazos y me llevó de nuevo a su habitación.   Me acostó y con sus propias manos me desnudó totalmente, quedé en cueros, yo ahora abri los ojos y me tapé mi cuquita con las manos en señal de vergüenza, pero él me calmó diciendo que me véia como una princesa, me dio un poco de confianza y luego abrió mis piernas para degustar mi rajita.  Fue mi primer sexo oral,  tuve que ponerme las manos en la boca para no llenar la habitación de gemidos de placer, en ocasiones agarraba al tio por los cabellos, hasta crei que se los podía arrancar, yo sentía como me mojaba como si estuvera orinando en la boca del tío Beto, me retorcía en la cama, fue increíblemente excitante.   Luego me colocó de lado en posición fetal como la primera vez.   El se colocó detrás de mi y como la vez anterior empezó a sobar y frotar su pija contra mi culito, nalgas y mi cuquita, como en la primera vez no hubo penetración, pero ambos llegamos a un casi ruidoso orgasmo, el segundo para mi,   él tío acabó en mi entrepierna encima de mi culito y de mi vagina.   A diferencia de la vez anterior, se quedó un rato tocándome los senos y besándome la boca,  luego me indicó que yo podía hacer algo por él, me señaló su pene flácido y brillante por el semen embarrado.  Me dijo que quería que se lo chupara un rato, al principio traté de negarme, diciendo que no sabía como hacerlo, pero la verdad es que lo ví con asco.  Pero el intentó disuadirme y finalmente acepté darle algunos besos y chupones allí.  Por primera vez sentí el sabor del semen, era sin sabor casi, solo un poco saladito.  Al ver que mi tío gozaba con eso, traté de hacerlo mejor y engullí su cabezota y parte de su tronco, pronto el tío metía y sacaba su pene de mi boca, cada vez se ponía duro y ganaba tamaño.   Después de un rato el tío se puso como loco y me prensó la cabeza y boca contra su pija,  se movio metiendo y sacandola de mi boca, luego gimió y gritó, sentí como su semen entraba en mi boca y garganta, estaba tibia y espesa, no quiso deternerse hasta que tragué toda su venida.  Luego cayó sobre su cama y se puso a descansar, en mi caso tomé mis prendas y me fui directo al baño de mi habitación para desaguar el semen que tenía dentro de mi boca y labios.  Esa fue mi primera felación.   Los encuentros con mi tio continuaron, solo había sexo oral y luego mi tio frotaba su pija contra mi culito y cuquita y se venía inevitablemente cubriendome de semen.   A los dos meses de iniciada esa aventura, como me había acosejado una amiga, a quien finalmente le confesé mi aventura con mi tío,  le pedí que me penetrara mi rajita, el tío me preguntó si era virgen, le dije que si, que nunca había hecho el acto sexual, que de hecho él era el primero en tocar mi conejito y todo mi cuerpo.  El se quedó pensado mucho eso, me dijo que no quería comprometerse y que si todo esto se averiguara, era seguro que lo primero que harían mis padres era llevarme donde un médico para que verificara si hubo penetración, asi que me dijo que no quería hacerlo, que lo mejor era que tuvieramos sexo atraves de mi ano.  Tal ofrecimiento me dejó nuevamente aturdida y desanimada, en ese entonces el sexo anal no era tan popular como lo es  ahora, de hecho era más que un tabú y solo correspondía a los homosexuales esa forma de tener sexo.   Sin embargo, mi tío me convenció de cogerme por el orto y llegó el momento en que luego del correspondiente sexo oral, me puso en cuatro,  fue a buscar un bote y me dijo que era un ungüento para que me doliera la penetración, me lo colocó afuera y dentro de mi culito, luego se untó un poco en su pene que ya estaba erecto.  Me tomó por las caderas y lo puso en mi colita, empujó con determinación y  mi ano fue cediendo ante la dureza de su pija, al principio  sentí dolor, pero la acción del ungüento impidió que fuera mayor,  luego de unos minutos me tenía la mitad  de su pija entre mi orto.  Más tarde terminó, a través de empujones y vaivenes de clavarmela toda, luego se movio dentro de mi ano, poco a poco la sensación fue cambiando y ahora yo empecé a gemir, pero mis gemidos no eran tan estruendosos como los que daba el tío, él estaba super gozando esto.   Yo no llegue a ningun orgasmo esa vez, pero el tío se vino como si estuviera orinando, la cantidad de semen fue tremenda y toda la echó en el interior de  mi culito,  fui al baño y aún  después de varios minutos me salía semen por mi orificio desflorado.   A partir de esa noche, nuestros encuentros nocturnos tenían sexo oral y sexo anal principalmente.  Ya habían pasado cuatro meses desde la primera vez, y  para ese entonces yo estaba enamorada del tío Beto, él era mi hombre, con quien yo quería estar a todo momento, le hacía mensajitos en papel, dibujos, poemas y lo trataba con muhco amor en la casa, el tío tenía que bajarme de las nubes muchas veces, ya que él decía que mis padres podían sospechar y era cierto.   Las sesiones de sexo anal continuaron, mi culito ya se había adaptado totalmente al grosor del pene del tío, además era común que tuviera uno o dos orgasmos en ese estilo.  Para el día de mi cumpleaños número quince, le pedí como regalo al tío que me la metiera donde debe ser, es decir en la cuquita,  al prncipio quiso negarse, pero yo fui firme y èl me cumplió el deseo, la noche de mi conversión en mujer fue linda,  me besó en todo el cuerpo, comenzando desde los deditos del pie hasta mi último cabello, luego se quedó lamiendo mi cuquita y  me hizo acabar en su boca, después me volvió a untar su famosa crema en mi conejito, metiendolo con sus dedos, luego dirigió su pene a la entrada de mi coñito, lo empujó firme y minutos más tarde estaba yo prendida a su cuerpo y el moviendose dentro de mi rajita, casi no sentí dolor y la gocé estruendosamente, para nuestra suerte, esa noche mis padres habían salido a una cena, asi que mis gemidos y gritos no fueron percibidos por nadie más que nosotros, al fin sentía su dura pija en mi interior, en donde debe ser, en mi rajita.  Lo raro de esa vez fue que mi tío después de cogerme por mi cuquita me la volvió a meter en mi ano, como que prefería ese lugar de mi cuerpo sobre todo lo demás.  Además se veía que gozaba más cuando me poseía por allí.   Si antes estaba perdidamente enamorada del tío Beto, imaginense ahora, después de desflorar mi cuquita.  El era mi todo. No podía estar sin verlo, sin hablarle, sin saber de él  todo  el día.  Las relaciones y encuentros fueron subiendo de frecuencia, inicialmente lo hacíamos una vez por semana, luego subió a dos,  y actualmente tres o cuatro encuentros semanales.   Ahora veiamos juntos algún video VHS  porno en una videograbadora que le prestaban y luego repetíamos alguna cosa que nos hubera llamado la atención.  A raíz de eso un día me pidió que si podía traer a un su amigo y compartirme con él.  Mi primera respuesta fue que no.  Pero luego él a través del chantaje emocional, me convenció, (ya no queria tocarme ni besarme, me decía que ya no quería nada conmigo), finalmente se dio la ocasión, otro día que mis padres no estaban presentes.   El tipo que invitó, que era su amigo, tenía el cabello teñido de güero, eso es normal ahora, pero en aquellos años no lo era,  luego de hacer las presentaciones y que me desnudara frente a ellos,  el otro tipo que llamaremos Hugo,  pidió que yo se la chupara al tío Beto, lo hice y Hugo se regocijaba jalándose el pene, el cual no estaba erecto.  Luego me hicieron acostarme boca arriba,  Hugo me abrió las piernas y se sumergió en mi cuquita, su lengua era más fina y húmeda que la de mi tío.  El tío tomó su verga y mientras me la chupaban yo le mamaba su pija dura.   Poco a poco fui perdiendo el miedo, era muy erotico tener a dos hombres en la cama para mi, era muy excitante.  Yo me mojaba como nunca.  De pronto perdí al tío, me sacó la pija de la boca y ya no lo vi, pero los lenguetazos que me daba el otro tipo me arrancaban gemidos de placer.  Tuve un orgasmo brutal con el sexo oral que me brindaba Hugo.  Me desfallecí varios minutos, de pronto yo abro los ojos y  veo que el tío Beto está detrás de Hugo que esta hincado mamandome aún el sexo.   Al principio no me he dado cuenta de la situación, pero conforme que avanzan lo segundos puedo ver el tío se sujeta de las nalgas de Hugo y se mueve como lo ha hecho conmigo, trato de incorporarme un poco, la excitación se va, es increíble el tío esta follando el culo de Hugo!! (como dije ahora esto podrá ser casi normal, pero hace veinte y tantos años eso era depravación), me sentí impresionada con cólera, el tipo estaba cerrando los ojos degustando la pija del tío, me quité de la posición en que estaba y me dio miedo y otros sentimientos repulsivos, no quería estar un momento más allí!!.  Asi que tomé mi poca ropa y salí corriendo de allí, entre a mi cuarto y cerré con llave la puerta.  El tío que me había seguido, estuvo tocando por varios minutos, pero no le abrí, trato de disculparse, pero yo estaba en un mar de lágrimas, sollozando.  Luego se cansó de tocar la puerta y se marchó.   Varios días después, el tio pudo abordarme, porque yo lo tenía odiado y le huía.  Trato de explicarme en vano que él era bisexual al igual que su amigo o novio.  En aquel entonces, eso no era difícil de asimilar, asi que decidí que ya no sería nunca más su amante o novia.  Unos meses después el tío se mudó y creo que fue a vivir a la casa de otro tipo.   Tardé mucho para volver a confiar en otro hombre.  Pero ahora eso es parte de mi pasado y quise relatarselos para desahogarme una vez más..   FOTOS

La chica del tren

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LA CHICA DEL TREN

 

Llevaba viajando en aquel tren de cercanías más de media vida. Había cursado mis estudios a seis estaciones de mi casa y ahora me había tocado trabajar cerca de mi instituto. Cuando llegaba el buen tiempo, teníamos que hacer maravillas para poder entrar en los atestados vagones, ya que la última parada del tren era en una localidad costera y la gente se desplazaba en masa para acudir a la playa.

 

Aquel año me había tocado trabajar todo el verano, aunque al haber muchos clientes de vacaciones no nos lo tomábamos muy en serio. Ese día en concreto fue de los más complicados para hacerse un hueco entre la marea de playeros que llenaba el tren. Cuando salió del andén, con el traqueteo de las vías nos fuimos acomodando todos los que viajábamos de pie como sardinas en su lata. Tras hacer la primera parada pude acercarme al panel que separa el vestíbulo en el que me encontraba, de la zona de asientos. Este panel tenía una altura de casi metro y medio, por lo que llega a la altura del pecho de una persona adulta y resulta un buen punto de apoyo.

 

Al retomar la marcha advertí que me había situado a la espalda de una joven que estaba apoyada en el mismo panel, mirando hacia la zona de asientos. A pesar de los típicos y a veces inevitables roces que se dan en estos lugares tan llenos de gente, en mi condición de supuesto caballero, yo evitaba en lo posible el contacto con su cuerpo, manteniéndome a distancia a base de aguantar los vaivenes con mi brazo apoyado en el panel.

 

Al cabo de un tiempo empecé a notar que de vez en cuando ella apoyaba el pecho en mi dedo pulgar, el único que tenía a este lado del panel. Mi primera intención fue la de cambiar de posición mi mano, pero enseguida pensé que era algo agradable y además, yo no lo había buscado. Era ella la que se movía y me oprimía el dedo.

 

En la siguiente estación aguanté los empujones para no perder mi posición y no mover ni un milímetro mi mano, que ya empezaba a disfrutar de la ocasión. Al reanudarse el movimiento del tren, empezó otra vez a tocar mi dedo con el pecho, pero pronto advertí que ya no sólo lo apoyaba, sino que se movía de lado a lado, poco a poco, con lo que comencé a notar su pezón cada vez más firme a través de la ropa.

 

Esto me reveló que ya no se trataba de un simple roce ocasional, sino que lo estaba haciendo a propósito. Fue algo que no me esperaba y me pilló por sorpresa, incapaz de reaccionar, pero al ver que el contacto era cada vez más fuerte y aquello se ponía más duro, fui moviendo el dedo en sentido contrario a su propio movimiento para abarcarlo en toda su dimensión.

 

Así seguimos un par de paradas más. Cuando el tren paraba y la gente bajaba y subía, permanecíamos quietos, pero en cuanto reanudaba su marcha seguíamos con la lucha entre dedo y pezón. En cierto momento, como ella llevaba un fino vestido de playa con escote, subí el dedo hasta llegar al borde y lo metí bajo él para llegar a donde antes, pero sin ropa por medio. Pasé mi dedo índice a este lado del panel para poder pellizcar suavemente su pezón, que ahora estaba en su máxima firmeza. No creía que nadie me descubriera, ya que su pecho estaba oculto en el rincón del panel. Incluso era de lo más excitante estar haciendo aquello con una desconocida y en público sin que se enterase nadie.

 

Poco después de empezar con aquellos suaves pellizcos, noté cómo su trasero se movía hacia atrás para quedar en contacto con mi entrepierna que, como es de suponer, ya se encontraba en pie de guerra. El meneo del tren me hacía notar el roce alternativo de sus nalgas. Ella se movía discretamente de lado a lado y yo lo hacía de arriba a abajo, ambos adaptándonos al ritmo del vagón, con lo que conseguíamos un movimiento circular de lo más excitante.

 

Perdí la noción del tiempo. Llegó mi parada, pero no pude bajar del tren, no conseguí separarme de aquella sensual hembra que me tenía pegado a su cuerpo. Llevé la mano que tenía libre a su cintura y la fui bajando muy despacio por la cadera hasta llegar al final de su corto vestido. Le acaricié el muslo, primero por el exterior y cuando llegué a su parte interior, noté un dulce temblor que estremeció su cuerpo, que me demostró su grado de excitación y me puso a mi al máximo. Volví al exterior del muslo y subí la mano hasta llegar a sus bragas. Lentamente, fui siguiendo su contorno inferior hasta llegar casi a la ingle. Subí y bajé varias veces y fue entonces cuando ella dio un paso a un costado con el fin de abrir un poco las piernas y facilitar mis progresos. Comencé a acariciar su sexo por encima de las braguitas mientras mi otra mano no cesaba de atender a su pecho. La prenda íntima empezó a humedecerse mientras aumentaba la presión de mis pantalones sobre su culo.

 

De vez en cuando yo echaba un vistazo a nuestro alrededor, pero nadie parecía percatarse del avance de mis manos y de mi pierna central. Aspiré el fresco olor de su pelo y en algún momento creí notar otro aroma más sutil, mucho más sensual. Subí mi mano para meterla por el borde superior de las bragas y llegar a mi meta, a aquel festival de jugos, aquel lubricado refugio para mis dedos. El movimiento de sus caderas era el contrario a mi mano, aumentando su placer y a la vez haciendo que el roce de su trasero me resultara casi insoportable. Noté que su respiración se agitaba, pero ella lo disimulaba poniendo sus brazos sobre el panel y escondiendo su cara entre ellos. Por mi parte, no podía hacer lo mismo, por lo que tenía que aguantar el tipo mirando al frente manteniendo la seriedad, cosa por cierto nada fácil.

 

Me dediqué a recrearme un rato en aquel cálido paraíso hasta que mientras mi dedo salía y entraba hasta el fondo de la cueva, el pulgar acariciaba su botoncito más íntimo. Tras un rato de notar contra mi los temblores de su cuerpo, emitió un suave gemido que varios de los que estaban alrededor escucharon y mis dedos se empaparon de sus calientes flujos que un intenso orgasmo hizo brotar. En ese momento ella quedó como desfallecida, sin fuerzas, de tal forma que tuve que sacar apresuradamente mi mano de allí y sostenerla entre mis brazos para que no se desplomara.

 

Y esto ocurría justo en el instante en que el tren llegaba a la última estación del recorrido, en la que se apeaban todos los pasajeros que quedaban. Varias personas se preocuparon y le preguntaron si se encontraba bien y qué le había pasado. Ella se disculpó diciendo que había sido un mareo transitorio provocado por el calor y les dio las gracias por su interés. Yo, mientras tanto, la había soltado y no sabía dónde meterme, pensando que alguien habría descubierto mis actividades de masajista vaginal, aunque al final, si lo había visto, nadie dijo nada.

 

Cuando el tren se vació me quedé en el andén como alelado tras el calentón y el posterior susto del final y sin asimilar del todo lo que me había pasado. Ella se dirigió a la salida de la estación entre los últimos viajeros y cuando pensé que no volvería a verla, se paró, se giró un poco para mirarme y esbozó una sonrisa que me dijo mucho más de lo que me podrían decir mil palabras. Después se volvió y salió del andén en dirección a la playa. En ese momento supe lo que tenía que hacer. Aquella mirada, aquella sonrisa me estaban llamando, me estaban pidiendo a gritos que la siguiera, que no todo había terminado. Y yo, obediente, así lo hice.

 

A la playa se llegaba tras un agradable paseo de algo más de un kilómetro, siguiendo el borde de una ría y del mar. Como ella no se había parado a esperarme, la seguí unos cien metros por detrás, recreándome con la visión de aquel cuerpo de mujer menuda pero bien proporcionada. En aquellos momentos pensé que todo lo que veía en ella me gustaba. Sus curvas, su trasero, su melena, su forma de andar... Todo me parecía perfecto. Ella no volvió la vista ni una sola vez, pero yo estaba convencido de que sabía que yo la seguía, que me llevaba como si estuviera atado con una correa invisible.

 

Cuando llegó a la playa se dirigió directamente a una fila de casetas de madera de esas que hasta no hace muchos años había en muchas playas y servían para cambiarse de ropa, pintadas a rayas verticales de colores. Al ver en cual entraba, me dirigí allí en línea recta como hipnotizado, como si fuera un zombi sin voluntad. Tras recorrer los cien metros que me separaban de ella llegué ante la entrada que a mi me pareció las puertas del cielo. Apoyé mi mano para empujarla y, como yo esperaba, la puerta cedió al momento.

 

Y si la entrada me había parecido la puerta del cielo, lo que encontré dentro me pareció un ángel del paraíso. Ella me esperaba totalmente desnuda, con sólo su sonrisa puesta. Al verme parado en la puerta, se adelantó para cogerme una mano, empujarme dentro y cerrarla detrás de mi. A partir de ahí todo fue como un tornado de emociones y sensaciones. Mientras yo la besaba y recorría su cuerpo con mis manos, ella me desnudaba apresuradamente, llegando a romper algunos botones de mi camisa. Tras esto, me abrazó y se subió a mi cuerpo rodeando mis caderas con las piernas mientras yo me mantenía de pie. Me sorprendió la facilidad con la que mi miembro entró en ella, pues estaba increíblemente lubricada. Aguanté como un caballero aquella primera embestida mientras ella se deshacía en gemidos y espasmos. Fue una forma de hacer el amor salvaje, impaciente, como si nos habríamos estando deseando durante años.

 

La segunda vez que lo hicimos ya fue muy diferente. Me senté en el único banco que había, ya que las dimensiones de la caseta no daban para permanecer tumbado. Ella se sentó sobre mi y, mirándonos a los ojos, fuimos fundiendo nuestros sexos lentamente, ahora sin ninguna prisa, hasta que llegamos al fondo. Muy poco a poco comenzamos a movernos sin dejar de mirarnos. Descubrí que de esta forma, a la vez que uno mismo va sintiendo aumentar el placer, también lo va notando en el otro, en su mirada, en sus gestos. Y descubrí que viendo el placer que yo estoy proporcionando a una mujer, mi propio placer se multiplica. Para mi, lo mejor del sexo es saber que estoy proporcionando a mi pareja al menos tanto placer como el que yo estoy experimentando en cada momento.

 

Cuando el ritmo fue aumentando vi cómo se le iba nublando la vista y cerraba los ojos. Yo hice lo mismo, pues empezaba a notar el cosquilleo en el estómago de que algo bueno se estaba acercando. Al notar que ella empezaba a experimentar el orgasmo, el mío propio se disparó. Nos abrazamos y seguimos moviéndonos gozando de un placer extremo como, al menos yo, no había tenido nunca. No hay nada más bonito entre una pareja de amantes que llegar juntos al orgasmo. Saber que el otro está gozando tanto como lo está haciendo uno mismo es la mejor experiencia que se puede tener en el sexo.

 

Agotados, descansamos en aquella misma postura, como sin querer separarnos nunca. Después de un rato de agradecidos besos, ella se levantó, se puso el bikini y me dijo una sola palabra antes de salir: “Adiós”.

 

En aquel instante me di cuenta de que no habíamos cruzado ni una palabra antes de aquel adiós. No sabía ni cómo se llamaba. No conocía absolutamente nada de ella. Ni ella de mi. Pero pensé que quizá fuera mejor así. Aquel recuerdo permanecería siempre en mi mente como si habría tenido lugar el día anterior. Cogí mi ropa y salí a una ducha de la playa. No me importó porque mis boxers parecían un bañador. Cuando me vestí completamente la vi adentrándose en las olas del mar y pensé que aquella era mi sirena. Me di la vuelta y no volví más la vista atrás. No la volví a ver más. Desde entonces, para mi ella será siempre “la chica del tren”.

 

 

 

 

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mi primera relacion con un hombre

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ANTES DE EMPEZAR,QUIERO DECIERLES QUE HOY EN LA ACTUALIDAD SE UTILIZAN DOS TERMINOS CUANDO UN HOMBRE HETEROSEXUAL TIENE POR UNA O MAS OCASIONES SEXO CON UN HOMBRE:BISEXUAL Y BICURIOSO; EL PRIMERO DE ELLOS INVOLUCRA SENTIMIENTOS Y EL SEGUNDO TERMINO ASI ME CONSIDERO YO,POR QUE LO HICE POR CURIOSIDAD,COMO MUCHOS DE NOSOTROS NOS HA PASADO,EL SABER QUE SE SIENTE HACERLO CON UNO DE NUESTRO PROPIO SEXO... ME PUEDEN LLAMAR ANGEL,26 AÑOS DE EDAD,NI FLACO NI GORDO,MORENO CLARO,Y PUES LES CONTARE COMO FUE QUE ME INICIE EN ESTE ROL DE BICURIOSO.QUIERO ACLARAR QUE TENGO NOVIA, ME GUSTAN LAS MUJERES, PERO SIENTO CIERTA ATRACCION POR LOS HOMBRES,ESTE ES MI HISTORIA...TENIA 22 AÑOS DE EDAD EN ESE ENTONCES,ME FUI A UN CIBER A DISTRAERME POR QUE ANDABA DEPRIMIDO,UNA VIEJA ME HABIA BATEADO (ME HABIA TRONADO,CORTADO,TERMINADO)ENTRE A UNA PAGINA DE CHAT,Y PUES LO QUE QUERIA ERA QUE ALGUIEN ME ESCUCHARA,QUERIA PLATICAR CON ALGUIEN,A LOS 10 MINUTOS DE HABER ENTRADO SE CONCECTO ALGUIEN DE MI MISMA CIUDAD,LO CONTACTE EN EL PRIVADO Y AHI EMPEZAMOS A PLATICAR,ME DIJO QUE EL ERA HOMBRE Y QUE ERA GAY,YO LE DIJE QUE NO IMPORTABA QUE ME GUSTARIA PLATICAR CON ALGUIEN Y NO ME IMPORTO QUE FUERA GAY,ME DIJO QUE NO ERA AFEMINADO,NI LOCA,NI OBVIO,POR LO QUE ME PARECIO BIEN...TUVIMOS BUENA PLATICA TRIVIAL,Y ME AGRADO EL CHAVO;AL PASAR A TEMAS MAS CANDENTES,ME PREGUNTO QUE SI NO HABIA TENIDO SEXO DE ALGUN TIPO CON HOMBRES A LO QUE LE RESPONDI QUE NO,ME PREGUNTO QUE SI HABIA FANTASEADO SABER QUE SE SENTIRIA HACERLO,EN ESE MOMENTO MI MENTE SE REGRESO A SUEÑOS EROTICOS QUE HABIA TENIDO ANTES CON OTROS HOMBRES,Y ALVOLVER A LA REALIDAD LE PLATIQUE QUE SI,PERO QUE LA VERDAD NO ME ATREVIA POR DIFERENTES CAUSAS:ENFERMEDADES,EL QUE SE LLEGARAN A ENTERAR MIS FAMILIARES, AMIGOS, ETC.ASI SE NOS PASO CERCA DE DOS HORAS PLATICANDO,EL TIEMPO HABIA VOLADO Y YA ESTA POR OSCURECER, A LO QUE ME DIJO QUE SI NOS PODIAMOS VER EN LA NOCHE,QUE QUERIA CONOCERME Y QUE ME INVITABA UNAS CERVEZAS,NO LO PENSE Y LE DIJE QUE SI,NOS PUSIMOS DEACUERDO Y NOS QUEDAMOS DE VER A DOS CUADRAS DE DONDE EL VIVIA.ME FUI A LA CASA CON LA IDEA DEL SABER POR QUE LE HABIA DICHO QUE SI,ME EMOCIONABA LA IDEA DE PENSAR QUE PODIA PASAR...DE TODAS FORMAS ME BAÑE,ME CAMBIE Y ASI SE DIO LA HORA Y ME DISPUSE A IRME A LA DIRECCION QUE ME DIO.ANTES DE LLEGAR A LA DIRECCION,ME COMPRE UN SIX DE CERVEZA PARA DARME VALOR Y NO IRME A LA MERA HORA...LLEGUE,ME ESTACIONE EN LA CAMIONETA,Y LE MANDE UN MENSAJE PARA DECIRLE QUE YA HABIA LLEGADO...PASARON COMO 5 MINUTOS ANTES DE QUE EL LLEGARA,ESTABA CON NERVIO,DIOSMIO,QUE HAGO AQUI...Y DE REPENTE POR EL VIDRIO DEL COPILOTO PASA UN CHAVO,GUAPO,DE MI ESTATURA,BIEN VESTIDO,NALGON BUENO,ERA MEJOR DE LO QUE IMAGINABA...SE DIO LA MEDIA VUELTA Y ME TOCA EL VIDRIO,LO BAJO Y ME PREGUNTABA QUE SI YO ERA EL DEL CHAT,A LO QUE LE RESPONDI QUE SI Y LE ABRI LA PUERTA,NOS SALUDAMOS DE MANO Y LE OFRECI UNA CERVEZA PARA ROMPER EL HIELO,FUE UN ENCUENTRO COMO SI YA NOS CONOCIERAMOS DE TIEMPO,ASI QUE NO NOS COSTO NINGUN TRABAJO PLATICAR...SE TERMINO EL SIX Y FUIMOS A COMPRAR OTRO,NOS FUIMOS A LA PLAZA SIN BAJARNOS DE LA CAMIONETA Y SEGUIAMOS PLATICANDO DE  NUESTRAS VIDAS...CUANDO ME DIJO QUE TENIA GANAS DE ORINAR Y YO LE DIJE LO MISMO,A LO QUE ME DIJO,"PODEMOS IR A UN MOTEL PARA ESTAR MAS TRANQUILOS AHI"A LO QUE LE DIJE QUE SI QUE ESTARIA BIEN,ANTES DE LLEGAR AL MOTEL COMPRAMOS OTRO SIX,CADA QUE NOS ACERCABAMOS AL MOTEL ME  SENTIA MUY NERVIOSO,PERO A LA VEZ EXCITADO,POR LA SITUACION POR EL ALCOHOL,ETC.LLEGAMOS AL MOTEL,NOS ESTACIONAMOS,Y EL SE DIRIJIO PRIMERO A ORINAR Y AL TERMINAR EL FUI YO.DESPUES DE ESO,NOS DIMOS CUENTA DEL CUARTO:PELICULA PORNO,CAMA MATRIMONIAL,LUZ,ALGO TIPICO.EL SE SENTO EN EL SOFA CAMA,Y YO A UN LADO DE LA CAMA,PLATICAMOS DE COSAS CACHONDAS,COSAS EROTICAS...A LO QUE ENSEGUIDA SE PARO,APAGO LA TV.Y SE SENTO EN LA CAMA,ME DIJO PONTE COMODO,ME QUITE LOS ZAPATOS Y ME RECOSTE EN LA CAMA POR COMPLETO...EL HIZO LO MISMO...SOLO CON LA LUZ DEL BAÑO PRENDIDA ME DIJO"ENTONCES QUE,TE PAREZCO,YO LE DIJE QUE SI"Y QUE ME PLANTA UN BESO,PERO LO SENTI TAN RICO,ERA LA PRIMERA VEZ QUE BESABA A UN HOMBRE...TENIA EL BIGOTE Y LA BARBA UN POCO CRECIDA,Y ESO ME EXCITABA MUCHO...FUE UN BESO TAN RICO QUE ENSEGUIDA SE ME PARA LA VERGA,FUE TANTO MI EXCITACION QUE NO SE NI COMO NOS QUITAMOS LAS CAMISAS...LO BESE EN SUS TETILLAS,SU CUELLO,ME LO QUERIA COMER,ERA TANTA MI IMPACIENCIA QUE MI MANO SE DIRIJIO A TOCAR SU PANTALON,QUERIA SABER QUE SE SENTIA TENER UN PENE ENTRE LAS MANOS,A LO QUE LE QUITE EL PANTALON POCO A POCO Y AHI ESTABA,ESA VERGA TAN HERMOSA Y GRANDE QUE LA VERDAD,ESTABA TAN RICA...LE MEDIA FACIL UNOS 18 O 20 CM,MORENITA,POCO PELITO,SABROSA SABROSA...ME LA METI A LA BOCA Y AHI ESTABA SABOREANDOSELA,SE LA MAME MUY RICO,ME METI SUS HUEVOS A LA BOCA,FUE ALGO MUY RICO,A LO QUE EL ME RECOSTO EN LA CAMA Y ME QUITO LOS PANTALONES Y EL BOXER...HIZO LO MISMO CON MI VERGA,ME DIO UNA MAMADA BIEN SABROSA,ROSABA MI PUBIS CON SU BARBA,LA SALIVA ESCURRIA POR MIS TESTICULOS,EN FIN FUE SUPER RICO,SE DIRIJIO HACIA MI Y LE SUSURRE...QUIERO COGERTE....A LO QUE SE PUSO DE CUATRO SOBRE LA CAMA Y ME DIO ESE CULITO PRECIOSO,CON TODO EL ALCOHOL Y LA CALENTURA QUE TRAIA,LE PUSE MI PENE EN SU CULO,A LO QUE POCO A POCO SE LO FUE COMIENDO,ME DIJO QUE LE DOLIA QUE POR QUE LA TENIA GRANDE,ESO ME EXCITO MAS,POCO A POCO LO TENIA MAS Y MAS ADENTRO,Y DE UN JALON SE LA METI TODA...NO MAMEN,SE SENTIA TAN RICOOOO QUE ME LO COGI MUY RICO,SENTIA UN APRETON EN MI VERGA TAN RICA...SENTIA CALIENTITO...EL WEY,NO DEJABA DE GEMIR COMO LOCO,ME DIJO QUE LE ESTABA GUSTANDO.NOS CAMBIAMOS AL MISIONERO,EL ABAJO Y YO COJIENDOMELO,CARA A CARA,ME ABRAZO AL CUELLO,Y ME BESO,ME DIJO QUE ERA DE EL,QUE LO COGIERA,QUE SE LO DIERA TODO,ESO ME PRENDIA CADA VEZ MAS...HASTA QUE LE DIJE"ME QUIERO VENIR TIGRE"Y ME CONTESTO,DAMELO DAMELO ADENTRO,DAME TU LECHITA CALIENTITA ADENTRO DE MI,LA NECESITO NENE,LA NECESITO,PUTA MADRE,ESO ME TERMINO DE CALENTAR MAS Y LE SOLTE TODA LA LECHE,FUE DEMASIADA LA QUE LE AVENTE,ME SENTIA MORIR,FUE ALGO MARAVILLOSO...ME SALI DE SU CULO,Y LA LECHE LE ESCURRIA TODA,NOS LIMPIAMOS,NOS CAMBIAMOS Y ADIVINEN QUE???SI ESO,DESPUES DE TODO LO QUE HABIA DISFRUTADO,ME ENTRO LA CULPA...ME SENTIA CULPABLE POR LO QUE HABIA HECHO,ME SENTIA MUY MAL,EL ME CONSOLO Y ME DIJO QUE ERA NORMAL,Y LE PEDI QUE NOS FUERAMOS...NOS FUIMOS DE AHI Y LO FUI A DEJAR A SU CASA,EN TODO EL CAMINO HABLAMOS MUY POCO,ME SENTIA SUCIO,EXTRAÑO,NO SE COMO DESCRIBIRLES...LLEGAMOS A SU CASA Y SE QUERIA DESPEDIR DE BESO EN LA BOCA A LO QUE ME NEGUE...SE QUE A LOS QUE LEYERON TODO ESTO A ALGUNOS LES HA PASADO,A OTROS NO,PERO SABEN,DESPUES DE ESE ENCUENTRO HAN PASADO CUATRO AÑOS,Y SABEN  QUE...NOS HEMOS VISTO 6 VECES,Y LA ULTIMA VEZ,EL ME COGIO...PERO ESO SE LOS ENCUENTRO PARA LA PROXIMA...SI SE SIENTEN IDENTIFICADOS CON MI RELATO,ME ENTENDERAN,Y GRACIAS A ESO,ME DECIDI A ESTUDIAR SEXOLOGIA,CON CONFIANZA,SI LES PUEDO AYUDAR EN ALGO LES DEJO MI CORREO...ioga83@live.com.mxHOY EN DIA LLEVO UNA VIDA NORMAL,SALUDABLE Y PREFIERO HACERLO Y NO QUE ME CUENTEN... 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Mi compañero fue el Primero en Cogerme y en que Forma

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No había experimentado antes la relación sexual con otro hombre, ni siquiera un acercamiento. Aunque me había sentido interesado por la experiencia, también me daba miedo que me doliera y que se supiera, así que no era algo fácil y pensé que nunca sucedería. Pero estaba equivocado.

En mi trabajo tengo compañeras y compañeros. Con uno llamado “Ber” me empecé a llevar particularmente bien, aunque no éramos de la misma área, en el almuerzo o en las capacitaciones coincidíamos. La verdad no me parecía muy atractivo, pero era simpático y finalmente tiene lo mismo entre las piernas. Además, estaba casado y eso era un indicio de que no pasaría nada. Con la convivencia diaria me di cuenta que en algunos momentos aprovechaba para poner su mano cerca de mi trasero o tocarlo accidentalmente de manera que supuestamente yo no me diera cuenta. Hacía como que no me daba cuenta, pero entonces empecé a pensar que podía haber posibilidades.

Un día le dije que por qué no íbamos al cine, Ver aceptó y nos pusimos de acuerdo.
Le decía en broma que si me asustaba, que me abrazará, él (también en broma) decía que sí.Llegamos al cine, compramos palomitas y refresco y entramos. Era una película de intriga, así que no había razón para asustarse, pero le dije que ya tenía miedo, que si no me iba a abrazar. Lo hizo, con poca confianza, pero como ninguno de los dos dijo nada, cada vez me rodeo con sus brazo con más fuerza y con su mano empezó a acariciar la mía, podía sentir su sudor y nerviosismo. De pronto le llamaron por teléfono y me dijo que se tenía que ir. Me pidió que le diera un beso, lo volteé a ver sorprendido y dijo que en la mejilla. Dude un poco y cuando me acerque a darle el beso, él giró la cabeza y me lo dio en la boca.

Se despidió con naturalidad y dijo que necesitábamos hablar después. Me quede en el cine, pensando mucho en qué iba a hacer después, tal vez fingir que nunca pasó era lo mejor, pero por otra parte era algo que también deseaba experimentar y ya tenía la oportunidad.Cuando nos encontramos en el trabajo, todo fue normal, pero yo no me sentía cómodo con la situación. Unos días después, me llamó en la noche a mi casa, estaba lloviendo, eran como las 9:30 pm. Me dijo “Voy por ti, para platicar”, sabiendo el tema le pregunté “pero ¿dónde?”, respondió “en mi coche, manejo dando vueltas por ahí o vamos a una calle poco transitada”. 15 minutos después pasó por mí.

Seguía lloviendo, empezó a manejar y mientras hablábamos de cualquier cosa del trabajo. Ya tenía el plan hecho y se fue por una calle obscura y sin tránsito. Por la lluvia se habían empañado un poco los cristales y sentía un calor húmedo adentro. Entonces habló claro: “tengo que preguntarte qué piensas de lo del otro día en el cine”, no sabía decir que me gustó o todo lo contrario, qué esperaría Ber como respuesta. Le dije que había sido algo extraño, inesperado, pero un poco interesante. Ver contestó que pensaba lo mismo y que le gustaría sentir más. Hizo el asiento un poco para atrás y empezó a tocarse su bulto en los pantalones. Estiro lentamente su mano para ponerla sobre mi bulto, con temor que me negara. No dije nada y seguí platicando, de hasta dónde podríamos llegar y de qué pasaría si nos descubrieran. Ber seguía tocándose y tocándome. Estaba teniendo una erección y él también, nuestra respiración se empezó a agitar.

Se quitó el suéter y se levanto la playera que llevaba. Vi su pecho y vientre desnudos, con un poco de vellos, después desabrochó su pantalón y se lo bajó. Llevaba un calzón blanco, con elástico a los costados y podía ver todo su muslo. Su pene estaba erecto y podía notarse sus testículos y la forma de su miembro hasta el glande. Sin pensarlo me eche sobre él y le bese el vientre, estaba sudando. Luego baje mis besos hasta su paquete, olía a limpio pero un poquito a almizcle, me exitó mucho. Ya nadie hablaba, sólo dejábamos sentir el calor del otro y nuestras partes. Me incorpore otra vez. Sacó su pene de los calzones y me siguió tocando.

Me desbroche el pantalón y metió su mano, me los bajó con todo y bóxer, mi pene babeaba.
Se acercó y le dio unas pequeñas chupadas, yo sentí un enorme placer que me hizo estremecer sin control. Después jaló mi cabeza hacia su pene, comprendí lo que quería, pues yo también deseaba probar por primera vez el pene de un hombre y Ber me lo estaba dando. Hizo mi asiento para atrás y me empujo sobre él, yo estaba muy caliente e inmediatamente me hinque en el asiento y recargue boca abajo sobre el respaldo hecho para atrás. Ber no perdió el tiempo y se montó atrás de mí, también hincado. “Me da miedo que me lastimes” le dije “No te preocupes, te va a doler un poquito, pero va a ser muy despacio”“Pero mejor sólo un poco, no todo”“ Sí, hasta donde tú me digas”“Usa palabras vulgares, Ber” le pedí.

Inmediatamente comprendió “Entonces dame tu culito para mi verga, cabrón” Con una mano recorría mi espalda y mi trasero, tratando de ir abriendo mis nalgas, con la otra mano me masturbaba. Me echaba un poco de saliva por mi culo y azotaba la cabeza de su verga, era como de 15 cm y muy gruesa, un poco curva hacia un lado. Se quitó la playera y me subió la camisa, podía sentir todo su torso sudando caliente sobre mi espalda.Me metió el dedo y empezó a abrirme, después puso su gran verga y la empezó a empujar hacia dentro. “Me duele Ber, más despacio”, le dije “Tranquilo, duele la primera vez” y seguía lenta pero continuamente penetrándome. De golpe sentí un gran dolor “me lastimas” le grite, se detuvo un poco y me dijo “es para que sientas quién es tu dueño”. Eso me exitó mucho y me abrí lo más que pude para que siguiera, pase mi mano para su trasero y lo empuje hacia mí.

Entró toda, hasta dentro, sentí sus guevos en mis nalgas. Estábamos bañados en sudor y los vidrios totalmente empañados.
Empezó suavemente y después con más vigor, los dos jadeamos como perros (por cierto, estábamos en esa posición) “Que rica verga tienes Ber, es enorme, que hombre eres” aunque era paradójico que le alabara su masculinidad, pero eso lo calentó más. “Es toda tuya” me decía. Echó todo su cuerpo sobre mí, me mordisqueaba las orejas, y de pronto se vino dentro. Sentí su leche caliente a presión recorrer mi ser. Los dos gritamos de placer.Después sacó su verga lentamente y con klinex limpio la leche que escurría del culo. Se pasó a su asiento y se vistió sin decir nada. Me sentí un poco confundido, lo goce mucho, pero me sentía culpable. Me vestí y me llevó a mi casa. Quede dolorido por una semana. En el atrabajo nos veíamos menos y se sentí tensión.  Después de un par de semanas, me abordó y me dijo que qué opinaba de ir a un hotel para pasar un largo rato juntos. Sabía que las cosas iban a funcionar y que esa maravillosa cogida que me había dado en su auto en una noche lluviosa era sólo el principio…Ber fue el primer hombre con el que estuve y me abrió a nuevas posibilidades.


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Me anime al Tantra entre Machos

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Tenía ganas de vivir algo nuevo, distinto. A veces, a pesar de tener ni tantos ni muchos años y una vida sexual intensa sin importar raza, sexo o religión, te hace pensar que todo lo conoces, que todo lo sabes. Pero no fue así. De pronto webeando un día puse una palabra: tantra. No sabía demasiado de que se trataba, y de pronto ante mis ojos apareció un aviso que me dirigió a un blog que me llamo profundamente la atención. Comencé, entonces, a leer un artículo, y otro y otro calentándome como nunca. De solo imaginar que podría suceder en mi cuerpo algo que nunca antes hubiese experimentado, me volvía loco.

Sin dudar demasiado mande un mail. Espere su respuesta que no tardo demasiado en llegar. Llame por teléfono y escuche la propuesta. No voy a decir que no me llene de dudas, pero al final concrete un encuentro a los dos días para las 18 horas. Me sentía realmente raro, con una mezcla de placer contenido y excitación creciente. Por fin llego el momento. Me abre la puerta y lo veo. No muy alto, musculoso, de unos 40 bien llevados. Tipo interesante a simple vista. Nos saludamos y pasamos a su santuario. El lugar muy cálido, en tonos fuertes con luz tenue de velas y una música increíble con sonidos de mar de fondo y algo de jazz. Pasamos al escritorio charlamos un rato de cosas que para él serian importantes pero no tanto para mí. Lo que me quedo picando fue cuando me dijo: tene en cuenta que una sesión y sobretodo la primera, no te da la pauta de lo que es el tantra. Esto va creciendo como una plantita a medida que avanzas las experiencias son mayores y el placer, por ende, más intenso. En eso me dice: …sácate la ropa que te espero del otro lado así, mientras,  voy preparando el lugar. Un agradable aroma comenzaba a surgir, mientras se apagaban las luces y se veía que aparecía, en el lugar, más luz de vela. Ya desnudo y medio al palo aparecí del otro lado. El todavía estaba vestido.

Me moría de ganas de ver ese pecho peludo y musculoso pero sabía que no debía apurarme. Como él me había anticipado, acá te olvidas del afuera y del tiempo, trata que tu cabeza se desenchufe, sino no sirve.Y trate de hacerlo. Me acosté sobre la camilla y comencé a escuchar una meditación que sin darme cuenta logro su cometido: desenchufarme. Me deje llevar por los sonidos del mar mientras sentía que mi pija crecía sin parar.Mi mente volaba, se sumergía en ese mar imaginario, estaba tranquila. Me sentía raro como flotando en esa camilla. Una sensación indescriptible, única. Mi cerebro estaba sin pensar, cosa que para alguien cerebral como yo parecía imposible. Creía que estaba en otro lugar, en otro planeta, en ese lugar en donde toda la paz del mundo aparece y no querrás que se vaya más. De pronto comienza una música suave y siento que me rozan los pies, luego las rodillas, los muslos, la ingle, el pecho, la garganta, los ojos y el pelo. Ahí me dice: ..”Tranquilo, mantené la respiración y seguí con los ojos cerrados…” pero al abrir los ojos lo veo desnudo y los ratones comienzan a aparecer. Qué lindo tipo! Y que agradable su compañía! Siento calor! Sí, me dice, es que te estoy pasando calor por tus chackras! Cuando no aguantes más levanta un dedo. Y así fue hasta que sentí ese calor debajo de mis pelotas. Y su mano diestra acariciándome ahí mismo. Date vuelta. A esa altura no daba más. Me sentía recaliente, con las pulsaciones a mil. Siguió con el calor en el huesito dulce. Nunca creí que ese lugar era tan placentero! Y otra vez su mano acariciándome la zona.

Siguió hasta arriba, hasta la nuca. Desde ahí me dijo: sentate con las piernas cruzadas que te voy a enseñar a respirar. Cuando me levanto mi pija explotaba. Era una sensación rarísima pero muy agradable. Comienzo a respirar como me dijo y siento su mano en mi labio que acaricia y presiona suavemente. Me dice que me baje y cierra la camilla. Pone unas toallas sobre la alfombra y nos sentamos con las piernas cruzadas y juntas. Respiramos forzadamente un montón de veces a lo que me dice: vas a sentir un calorcito que sube por tu columna, no te asustes: es tu energía que sube. Llegan las posturas de yoga tantrico: nos paramos, nos rozamos, respiramos, nos miramos increíblemente, nos calentamos juntos. En otra ocasión ya me hubiese ido en seco pero el flaco era un maestro en el arte de la seducción y contención. Cuando veía que me quería literalmente dejar ir me decía: aflójate, hay tiempo, acá no hay apuro, el tiempo no existe. Y me bajaba a tierra nuevamente.Luego me dice acóstate y ponete de espaldas. Obediente lo hago y siento que me levanta por los hombros y luego su caricia que va subiendo desde mi culo hasta los hombros mientras que su cuerpo va acostándose sobre el mío. Reparamos juntos. Nos sentimos. Su respiración en mi nuca era increíble de un calor sobrenatural. No quería que ese momento pase nunca. En eso siento que comienza a deslizarse hacia atrás. Con sus manos bajando nuevamente por mi espalda. Sintiendo su calor de macho que no hacía más que calentarme.Para mi asombro me dice: te animas a hacerme lo mismo? Y sin dudar dije que sí. Me volvía loco el hecho de solo pensar que me apoyaría sobre ese culo magnifico.Y lo hice y me sentí otra vez en las nubes. Era raro, a veces las palabras no pueden explicar experiencias.Por fin me dice acóstate ahora boca arriba, separa las piernas y dejate llevar.

El se sentó entre mis piernas con las suyas abrazándome. Coloco aceite en mi ombligo y comenzó suavemente a realizar círculos sobre mi vientre que fue extendiéndolos hasta los pies. De ahí los coloco sobre su pecho peludo y comenzó a masajearlos con firmeza. Fue subiendo hasta llegar a mi entrepierna. Relájate me dijo, se notaba que estaba un poco tenso.Sus manos expertas se centraron en mi entrepierna. Los movimientos rápidos pero suaves rozaban mi culo que a esa altura latía de placer. Subía alrededor de mis huevos, rodeaba la pija y seguía serpenteante hasta mis tetillas duras como rocas.En eso me dice; preparate para experimentar la multiorgasmia. Vas a sentir cosas muy raras en tu cuerpo. Cuando llegues a casi sentir un orgasmo apretame una pierna. Respira como te digo y el resto dejamelo a mi.Lleno de inquietudes obedecí a sus palabras. Llego el momento; el movía sus manos impresionantemente bien mientras tocaba con la otra mi culo que cada vez latía mas. En eso siento el primer espasmo y controlo por mi respiración el hecho de acabar. Respira de vuelta y ahí mismo continuo con sus movimientos en mi pija. Y llego otro más y otro más y algo raro empecé a sentir: el primer orgasmo prostático. Ni me había dado cuenta y él tenía un dedo dentro de mi culo acariciándomela. Fue tan suave que ni lo sentí. Además mi relajación era tal que todo se prestaba al placer. En eso siento que me dice preparate que ahora comienzan más intensos. Y en efecto sentí como empezó a vibrar cada uno de mis órganos, cada rincón de mi ser.

Creo que perdí la noción del tiempo y la cuenta que a los machos tanto nos gusta presumir: cuantos polvos te echaste? Si fueron 8 o 18 ni me acuerdo lo que si me acuerdo es el placer del cual  él me hizo saber que puedo lograr una y mil veces.Me dice en un momento date vuelta. Comenzó a masajearme la espalda y sus dedos se entremezclaban entre mis piernas tocando al pasar mi agujero que latía y no dejaba de latir de placer.Después de minutos interminables de ese gustito que te queda en la boca me toma por los hombros, me pone de costado y me sienta. El se coloca detrás de mí y comienza a pajearme mientras me acaricia y pellizca mis tetillas. Siento todo su ser en mi espalda y sin darme cuenta me da vuelta y veo que su pija está bien dura invitándome a pajearse con la mía. Era una visión impresionante. Mezcla de placer con éxtasis y el sentimiento de no querer que ese tiempo pase más.Me pregunto al oído si quería que acabásemos juntos o bien utilizar esa energía para fortalecerme.Estaba tan caliente que le pedí lo primero. Diestramente me fue guiando en una paja interminable en donde acabamos bien juntos y abrazados.Me miro fijo y me engancho un beso apasionado al que no me pude resistir. Para finalizar me susurro en el oído acércate a mi pecho y escucha mi corazón latir así después hago lo mismo con el tuyo. Creo que en ese momento fue la música más bella que pude haber escuchado.De más esta decir que me voy a hacer un tiempo semanal para volver dado que el resultado, al día siguiente debe ser el mismo que el estar en las nubes. Buenos Aires tiene esas cosas que te hacen sentirte vivo. Es una sesión altamente recomendable!  Lionel.

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Mi inicio Bi (PARTE 2)

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A los cuatro días de estar en la casa solos y al habernos recuperado de la noche agitada que pasamos al experimentar esas nuevas y excitantes actividades, Sofía decidió invitar a su prima (Estefanía) y me convenció a invitar a mi primo (Carlos) a pasar dos días en la casa. Sofía salió de compras y yo me quedé en su casa descansando y en realidad un poco nervioso por la visita de Carlos y Estefanía. Yo tenía un poco de miedo de que se volviera una orgia con los primos ya que no sabía cómo iban a reaccionar si hacíamos algo o les decíamos algo de lo que habíamos hecho. Sofía me dijo que como siempre era un poco “gallina” y que veríamos como reaccionaban y hasta donde podríamos llegar con ellos. En realidad me excitaba la idea así que le seguí el juego ya que me había mostrado ser una chica decidida y al parecer con mucha experiencia o con muchas curiosidades y muy liberal.

Llegó Carlos primero como a las 3pm y empezamos a jugar con su PSP. Cuando llegó Estefanía como a las 4:30 me sorprendí al verla ya que con sus 15 años, estaba chulísima. Es bronceada de piel, pelo castaño claro hecho trenza que le colgaba por encima de su pecho derecho. Sus pechos eran pequeños pero bien redonditos, traía unos jeans apretados y sus nalgas eran divinas, el pantalón ajustado le abría un poco la parte inferior de sus nalgas creando la ilusión de estarlas abriendo un poco. Sus ojos son verdes y sus labios gruesos y pintados de rosa claro. Carlos me dijo con señas que estaba “bien buena” y solo me sonreí. Sofía saco unas cervezas y empezamos a tomar un poco platicando de todo y de nada. Nos habíamos terminado las 12 cervezas entre los cuatro cuando Sofía nos invitó a jugar cartas. Cuando estábamos listos en la mesa dijo que el perdedor tendría que quitarse una prenda o contestar una pregunta personal con la verdad y nos hizo prometer que todo lo que pasara esa noche tendría que quedar entre nosotros. La primera en perder fue Estefanía y obviamente escogió “pregunta”. Yo le pregunté que si era virgen y si ya no era con quien había perdido su virginidad. Se sonrojó un poco al principio pero Sofía le recordó de la confidencialidad que habíamos pactado y respondió diciendo que ya no era virgen y que la había perdido con Humberto, su primo de 17 años cuando él tenía 16 y ella 14. 

Yo no lo podía creer pero actuamos todos como si no fuese algo fuera de lo común. Después perdí yo y la mañosa de Sofía me preguntó si alguna vez lo había hecho con un chico y quien era. Yo la miré sin saber que decir ya que mi primo estaba al lado así que decidí mencionar otra ocasión con un amigo y dije que solo nos habíamos masturbado juntos.
Estefanía y Sofía se rieron al ver que me puse rojo y me preguntaron si me había gustado a lo que dije que había sido una experiencia interesante y que me había agradado. Nos dimos cuenta que el juego podía durar toda la tarde y noche y no pasar de preguntas así que Sofía sacó 4 pastillas éxtasis y nos dijo que tomáramos una. Carlos estaba un poco renuente pero Sofía le dijo que era para relajarnos más y que le iba a gustar. Cuando vio Carlos que yo me la tomé, el accedió y todos tomamos una. Decidimos seguir con la preguntas por un rato pero sin jugar cartas así que era por turnos. Carlos le preguntó a Sofía que cuando había sido la última vez que se había masturbado y que diera detalles de cómo fue. Ella respondió que había sido cuando había tomado la ducha esa mañana y que se había metido un par de dedos. Después Estefanía le preguntó a Carlos de que tamaño tenía su pene a lo que Carlos le respondió que como 6 pulgadas lo cual aunque un poco exagerando no estaba lejos de la realidad (en realidad mide 5.5). Seguimos con las preguntas solo un rato y Sofía preguntó si queríamos ver una peli porno. Todos aceptamos y la puso en la tele. Las primeras escenas eran de un chico masturbándose parado en una ventana escondido viendo a su hermana y una amiga desnudas haciendo un 69. Al momento que empezó, las pastillas éxtasis aceleraron su efecto y creo que todos nos pusimos muy calientes. 

Tuve que tomar un cojín para que no se notara mi erección y Carlos hizo lo mismo. Un par de minutos después Sofía nos vio y dijo “mira Estef, ya las han de tener bien paradas” y nos dijo que nos quitáramos los cojines. Carlos traía unos pantalones de jogging así que se le notaba más que a mí ya que yo traía jeans. Yo me quite el cojín y se me notaba un poco y le quité el cojín a Carlos y vimos su pantalón que parecía tienda de campaña. Sofía dijo inmediatamente que se le veía de muy buen tamaño y que no le diera vergüenza ya que ella estaba muy caliente también y que Estefanía de seguro ya estaba bien mojada. Sofía le preguntó a Estef si quería cambiarse a algo más cómodo y se fueron las dos al cuarto de Sofía. Carlos y yo seguimos viendo la tele. De pronto Carlos se mete la mano en el pantalón y empieza a masturbarse diciéndome que ya no aguantaba lo caliente que lo había puesto la pastilla. Yo le dije que se bajara los pants y que se masturbara libremente y yo hice lo mismo. Al verme todo depilado me dijo que se me veía muy bien así y le dije que si quería le podía ayudar a rasurarse también mas tarde y me dijo que sí. Sin pensarlo tome su verga y empecé a masturbarlo y él hizo lo mismo como lo habíamos hecho un par de veces anteriormente. Estábamos gozando nuestra calentura habiéndonos olvidado de las chicas cuando las escuchamos bajar y no tuvimos tiempo mas que de cubrirnos con los cojines. Al llegar se sonrieron y nos dijeron que no fuéramos vergonzosos y que siguiéramos masturbándonos sin saber que lo habíamos estado haciendo mutuamente. Aunque queríamos no nos atrevimos a seguir en ese instante. Se habían ido como media hora en la cual Sofía le había dado un enema a Estef quien traía puesta una tanga y una playera que apenas le cubría el trasero. Estef se veía completamente caliente y respiraba agitadamente, sus ojos se veían medios hipnotizados y se chupaba los labios seguido mordiéndose suavemente el de abajo con frecuencia. Sofía me dijo que le hiciera un enema a Carlos ya que ella y yo nos la habíamos hecho poco antes de que llegaran ellos. Antes de ir al baño nos echamos unas líneas de coca que Sofía había preparado.

Después de eso llevé Carlos al baño y lo desnudé todo explicándole el proceso del enema. Su pene estaba muy parado y mojado de la punta. Sin pensarlo me arrodille y se la chupe un rato, le chupe los huevos y tuve que controlarme para no seguir. El efecto de la coca y la pastilla nos estaba llevando al mundo maravilloso de la falta de pudor y vergüenza. Le rasuré sus nalgas y un poco su área púbica, le quise dejar un poco de pelo ya que no tenía mucho y empecé con el enema. En realidad me excitó mucho el habérselo dado y hubo un momento que sin darme cuenta le empecé a acariciar sus nalgas y le metí un dedo sobándole su próstata o punto G, era un muchacho hermoso y me excitó mucho verlo así y poder acariciarlo. Un rato después su erección se había perdido pero su respiración y gemidos me confirmaban su excitación. Ambos tomamos una ducha donde le metí dos dedos con jabón por atrás y él solo gemía. El me enjabono y después me chupo la verga que se me puso bien parada por un momento y me metió un dedo en el ano que me hizo gemir también. Carlos estaba sumiso como yo lo había estado con Sofía la primera vez y me encantaba estar así. Al salir ambos del baño decidimos ponernos unos shorts solamente y al entrar al salón vimos a Sofía y a Estef besándose. Estef estaba sin calzones y Sofía la estaba masturbando con un dedo. Carlos y yo nos quedamos viendo por unos segundos esa excitante escena. La vagina de Estef estaba rosadita y bien mojada. Cuando se percataron de nuestra presencia pararon las dos aunque por la respiración tan agitada que tenían casi no podían hablar. Con todos los efectos todos respirábamos agitadamente y en un mundo sin igual. Sofía había preparado otras líneas de coca y nos dijo que nos echáramos dos cada uno. 

Seguimos viendo la peli porno y yo ya no aguantaba la calentura. Sofía nos dijo que si nos había excitado verlas besarse y le respondimos que claro. Sofía entonces nos dijo que a ellas también les excitaría vernos besándonos y que era lo justo. Carlos me miro y sin reclamar se acerco a mis labios y yo deje que me besara. Al besarnos Carlos empezó a acariciarme la verga y yo hice lo mismo. Sofía se acercó y me bajo los shorts y me los quitó. Por primera vez estuve desnudo enfrente de ellos. Estef siguió el ejemplo y le quito los shorts a Carlos y después de chupársela lo beso y me beso a mí. Creo que ahí empezó la primera orgía de nuestras vidas. Al estar todos desnudos y con los efectos de las drogas (de buena calidad por cierto) empezamos a tocarnos y chuparnos todos. Le metí un dedo en la vagina de Estef la cual estaba calientísima. Me sorprendí un poco cuando Sofía le empezó a lamer el culo a Carlos y le empezó a meter sus dedos. Uno por uno hasta que le metió cuatro. Yo estaba asombrado a ver a Carlos gemir y gozar tal como yo lo había hecho anteriormente. Sofía le dijo a Estef que me hiciera lo mismo diciéndome que me pusiera en la misma posición que Carlos quien estaba en cuatro patas con sus piernas bien abiertas. Yo me puse igual y Estef empezó a chuparme y meterme sus dedos.

Al estar así escuchamos a Sofía y Estef gemir muy excitadamente al parecer estaban teniendo un orgasmo al estar cogiéndonos con los dedos. Sofía le decía a Estef que tocara hacia abajo una como bolsita con una vena en medio y que masajeara ese punto refiriéndose a mi próstata. No sabía como Sofía sabia tanto al respecto teniendo solo 17 años pero era una bendición tenerla como la maestra de todos. Pararon y nos dijeron que nos querían ver coger. Le dijeron a Carlos que me cogiera primero lo cual hicimos sin ni siquiera pensarlo. Me lubricaron muy bien y resultó ser una cogida fuera de este mundo. Después cambiamos de posición y yo me cogí a Carlos. Sofía sacó un consolador que acababa de comprar de dos cabezas y nos dijeron que nos pusiéramos en cuatro patas pero apuntando a lados opuestos. Mis nalgas estaban casi pegadas a las de Carlos. Nos pusieron bastante lubricante con sus dedos. Esa experiencia fue muy buena ya que se turnaban en tocar los puntos G de ambos y de abrirnos bien el ano con sus dedos. Después de estarnos cogiendo con los dedos por unos minutos, nos introdujeron lentamente el consolador. Una vez metidos empezamos a movernos en ritmo para meternos y sacarnos el consolador que tan rico se sentía. 

Ellas nos masturbaban y nos acariciaban cogiendo el consolador. Nos dijeron que nos volteáramos bocarriba y continuaron masturbándonos, esta vez los dos teníamos nuestras vergas muy paradas y ambos eyaculamos casi al mismo tiempo mientras el consolador estaba casi todo dentro de ambos. Estef recibió parte de mi leche en su mano la cual lamio y me dio un beso para que sintiera el gusto. Al sacarnos el consolador, se lo pusieron ellas y empezaron a cogerse mutuamente. Carlos y yo las acariciábamos y les chupábamos los pechos. Carlos se puso arriba de Sofía y le metió su verga por atrás mientras tenía el consolador por la vagina en posición de perrito. Sofía gritó de placer y tuvo varios orgasmos ahí mismo. Estef estaba también muy caliente y decidí meterle dos dedos en su apretado ano lo cual tuvo un efecto parecido al de Sofía. Paramos para descansar un poco. El tiempo había pasado muy rápido y ya eran como la una y media de la mañana. Tomamos unas líneas de coca más y seguimos viendo unos videos pornos del internet. Al poco rato aunque las mujeres estaban bien buenas y apetitosas, se me antojo cogerme a Carlos y acostándolo bocarriba, le subí sus piernas a mis hombros y empecé a meterle mi verga hasta lo más profundo que pude. Se veía muy excitante la penetración de mi verga en él y su verga bien parada moviéndose al ritmo de mi cogida. Le acaricié sus huevos rosaditos y sin pelo. Me dieron ganas de chuparle la verga y los huevos y paré la cogida solo para hacer eso y aproveché para chuparle el ano mientras que él no paraba de gemir de placer. Sofía y Estef se masturbaban al estar viendo la escena, se acercaron y le tomaron los tobillos a Carlos abriéndole al máximo sus piernas, le metí mi verga de nuevo y todos vimos como mi verga se metía y salía de su lindo culito. Sofía empezó a masturbar a Carlos para ver si se le paraba porque a pesar de estar gozando todo, había perdido su erección. Se la empezó a chupar pero no pudo hacer que se le parara pero Carlos seguía gimiendo y gozando su cogida hasta que me vine dentro de él. Estef siguió chupándole la verga a Carlos hasta que se le paró de nuevo y al sacarle yo mi verga, tomó a Estef y se la cogió por atrás y luego por adelante por un buen rato. Estef tuvo como 5 orgasmos durante esa cogida en la cual cambiaron de posiciones varias veces. Sofía y yo también cogimos un rato casi compitiendo con ellos. Fue una noche donde nos conocimos muy íntimamente todos. El siguiente día nos bañamos y estuvimos cogiendo y gozando nuestras nuevas amistades sin inhibiciones ni prejuicios. Fue algo muy libertador el poder hacer lo que se nos venía a la mente y con quien quisiéramos. No hubo celos ni problemas. Fuimos libres y nuestra sexualidad subió de nivel. Los cuatro hablamos y gozamos el hecho de vivir una bisexualidad abierta (entre nosotros). Gozamos lo mejor de los dos mundos y nunca me arrepentiré de esa hermosa experiencia. Para mí, Sofía es como un ángel que vino a mostrarme el verdadero placer y gozo de este mundo. Espero les haya gustado y puedan liberarse como nosotros.  


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Mi primer Macho

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Siempre fui un hombre hetero, hasta que me divorcie, fue algo que me cambio, todo empezo por curiosidad entrando a los chats bisex, gays, viendo fotos ( me excitaba ver las vergas duras). Tenia en ese entonces un buen amigo al que visitaba frecuentemente a su oficina en las tardes a charlar de todos los temas, amigo de tiempo y de confianza, alto, moreno muy varonil.

Un sabado me invito como siempre a su oficina, platicamos buen rato , el se para al baño y le digo que si puedo usar su computadora para revisar una pagina, a lo cual me dice que si, cual fue mi sorpresa que abro un archivo en la cual tenia fotos bisexuales, deliciosas, tremendas, muy muy calientes, el regresa del baño y me encuentra todo nervioso. Al preguntarme que pasa le dije, que sin querer abri ese archivo, el se puso en un inicio nervioso y pues le dije que no habia bronca, que lo entendia. Me explico que hacia un par de años que le agradaba el sexo con machos, eso me puso super caliente, el oir que tu mejor amigo tenga esa confianza. Me comento como se habia iniciado y eso me super excito, yo tenia la verga dura ( mide 17 cm, es rica, cabezona ligeramente gruesa), el se dio cuenta y me dijo , te excita oir mis aventuras, a lo cual afirme con un movimiento de cabeza. Me cuestiono, diciendo y tu?? ya estas divorciado, no has intentado tener algun encuentro diferente. Le comente que no, le dije que ademas debia ser complicado con tantas broncas de enfermedades, se rio y me dijo, pues si y no.

Se paro de su silla y se acerco a mi, tomo mi mano y me dijo, toca, poniendola sobre su bulto que se empezaba a poner grande, te gusta? fue una sensacion rica, sentir mi primer pene duro, rico.me pidio que me dejara llevar que el haria todo el cortejo, me desabrocho el pantalon y me desnudo, me sentia incomodo estando asi, el me dijo que siempre le habia gustado mi trasero, parado y durito, me rei nervioso, le dije, tu siempre varonil, tambien llama la atencion.

Le comente que siempre oia a las jovenes de su oficina decir que estaba super antojable, se rio y me dio si, lo he notado. Ya desvestido me dijo, deja probar tu verga que la tienes escurriendo.. yo estaba parado solo recargado sobre su escritorio, el se hinco y tomo mi verga dura, y la metio en su boca caliente, humeda , deliciosa, nunca me habian mamado tan rico la verga, mientras hacia esto empezo a jugar con sus manos en mi nalgas, eso realmente me calento, sentir sus manos firmes agarrandolas, apretandolas, dejo de mamarme la verga y se humedecio los dedos de la mano, siguio mamando rico. Con sus dedos ensalivados empezo a jugar alrededor de mi ano, una sensacion electrizante,, sentir como rozaba los vellos de mi culito apretado y virgen ufff me puso mas ardiente, empece a pujar cada que sentia sus dedos, cada que yo hacia esto el mamaba mas rico, bajo su lengua por mis testiculos y siguio bajando hasta lamer la base de ellos.

No supe de lo rico que estaba gozando como me volteo yo ya tenia mis manos sobre su escritorio, y el hincado empezo a hundir su lengua en mi culito, lo lamia, besaba , chupaba, mientras yo estaba en el paraiso, sentia que mis piernas se doblaban, su lengua estaba dilatando rico mi culito, me lo ensalivaba muy sabroso. Yo estaba con las nalgas abiertas, a todo lo que daba recibiendo esas majestuosa lengua, de repente paro y me dijo , dejame desvestirme, se quito la ropa y mmm descubrio un cuerpo de macho varonil marcado, pero lo mas delicioso fue ver su tremenda verga, 19 cm, cabezona , muy gruesa, y unos testiculos enormes, abri la boca y le dije, guau, tienes tremendo tronco el sonrio y me dijo, quiero que seas mio, quiero estrenar ese culito tan sabroso.. le dije , no espera . a lo cual el hizo caso omiso a mis peticiones y me dijo, vas a ser mio,, quiero oirte gemir como una puta ardiente,, sus palabras surtieron un efecto tremendo, me puse asi, como puta, me calente tanto que le dije, que siiii, que queria ser eso.

Me agarro de las nalgas y las abrio aun mas, senti la punta de su cabezota apuntarse hacia mi culito estrecho, y empezar a presionar para abrirlo y penetrarme, senti un tremendo dolor punzante, le dije, no espera me esta doliendo, esta muy grande
, me dijo pareces una vieja , aguantate, que falta mucho, siguio empujando, yo gemia de dolor,, hasta que logre que su cabeza hinchada entrara, el dijo , mm papacito me la aprietas durisisismo, estas mega estrecho y apretado, yo resoplaba de sentir tremendo tronco. siguio empujando y deslizando cada centimentro de verga , hasta que lo senti completo, pegado a mi espalda, su pecho duro , sus testiculos entre mis nalgas.

El gozando, y yo ya no sentia tanto dolor, empece a gozar, se quedo asi unos minutos con toda esa delicia de verga adentro de mi culito ardiente y palpitante. Me manoseaba de una forma frenetica me mordia el cuello y me decia al oido, ya no eres mi puta, eres mi puto,, siempre fantaseaba con hacerte maricon, me fascinas, tus nalgas me encantaban, muchas veces quise tocarlas,, pero ahora eres mio, asi que muevete, empieza a gozar de mi tronco, y empezo el mete y saca , me daba duro, sin piedad, hasta que lo senti que se puso mas dura, se hinchaba y me la clavo sin piedad con todo me abrazo fuerte y mordio mi hombro y gritando de placer empezo a venirse, a soltar tal cantidad de leche en mi culito. senti su venida ardiente, caliente , chorro tras chorro inundarme , empece a sentir como escurria en mi entre pierna, era demasiada leche,, termino ese frenesi y el seguia aferrado a mi, abrazado resoplando de placer en mi cuello, yo tambien termine, me vine de una forma impresionante,derrame mi leche sobre su escritorio. Despues de unos minutos me dijo al oido, a partir de hoy mi verga es tuya, y te voy a coger diario papito, te hare mi puto.. y me cumplio a partir de ese dia empezo mi vida sexual de hembra de otro macho...

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Mi inicio Bi - Lo mejor de los dos Mundos

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Pues a mí me encanta ser bisexual. Todo empezó cuando yo tenía 18 años y mi novia Sofía tenía 17 años. Ella es una chica que mide 1.70 cm. de tez blanca, pelo café claro, ojos verdes, pechos pequeños pero muy paraditos y pezones entre rosaditos y marrón claro, con las aureolas como hinchaditas, pequeñas y lindísimas, sus caderas un poco anchas, piernas bronceadas y muy lindas y nalgas paraditas como de muñeca y una sonrisa divina y labios carnosos. Teníamos un año de tener relaciones sexuales y ella era muy caliente y muy abierta en cuanto al sexo aunque no habíamos experimentado muchas cosas nuevas todavía. 

Después de unos meses de novios se empezó a rasurar toda y yo hice lo mismo, su vagina se ve muy apetitosa toda afeitadita. Un par de veces me contó que una de sus fantasías era de hacer el papel de hombre y que yo hiciera el de mujer. Al principio no presté mucha atención y no entendí bien todo lo que se refería. Me contó también que había tenido relaciones con una prima de ella y yo también le conté las curiosidades de mi juventud y algunas aventuras que había tenido con un par de amigos y un primo con quien me había masturbado y tocado varias veces. Le encantaba que le contara mis “secretos” y hacia todo lo posible para que le tuviera confianza y fuera tan abierto como ella en sus intimidades. Decía que le gustaba imaginarse todo lo que le contaba.  
En el verano, sus padres iban a salir por una semana y ella decidió quedarse sola en la casa ya que era nuestra oportunidad de estar solos y vivir esos días nuestra pasión. Al llegar a su casa el viernes, me dijo que tenía una sorpresa y me dijo que para hacer algo especial y fuera de lo común, había comprado un poco de cocaína y pastillas de éxtasis para ver que locuras se nos ocurrían y poder pasar un fin de semana fuera de lo común. A veces habíamos fumado marihuana pero yo nunca había probado nada más, al principio me puse un poco nervioso pero ella me convenció y pues era mi oportunidad de probar cosas nuevas así que acepté.  Eran como las 7pm cuando nos tomamos una pastilla de éxtasis cada uno y nos pusimos a besarnos y acariciarnos. Después de unos minutos ella se levantó y puso una película porno y nos pusimos a platicar, cada vez nos poníamos más calientes. Como a la media hora nos echamos unas cuantas líneas de coca la cual inmediatamente me hizo sentir sus efectos muy libertadores. Nos sentamos en el sofá enfrente de la televisión mirando una doble penetración que le hacían dos muchachos a una joven chava muy cachonda. Sofía empezó a respirar fuerte y me empezó a acariciar mi pene sobre los shorts que yo traía puestos. Me saco mi pene erecto que mide 7.5 pulgadas y me lo empezó a chupar deliciosamente.

Después de unos minutos me empezó a sacar toda la ropa y me dijo que si ya estaba listo para obedecerla en todo lo que me dijera y que me encantaría.
Con los efectos de la coca y la pastilla se me quitaron las inhibiciones y sintiéndome muy caliente, acepté sin saber en realidad que esperar. Ella me tomó de la mano y me llevo al baño donde saco una bolsa para hacer enemas(lavados). Me dijo que si me había hecho alguna y yo le dije que no. Me explico que era para limpiar mi interior y así poder jugar y divertirnos más libremente. Me dijo que me pusiera en cuatro patas y alzara mis nalgas. Yo estaba muy caliente y dispuesto a hacer lo que ella me dijera así que acepté. Se puso detrás mío y saco un rastrillo y me dijo que me depilaría todo. Me abrió las nalgas y me puso jabón y empezó a rasurarme. Me dijo que abriera las piernas para rasurarme hasta los huevos.  Si no hubiera estado bajo el efecto de lo que habíamos ingerido posiblemente estaría muerto de vergüenza ya que nadie me había visto ni tocado tan abiertamente en esa posición. Después me dijo que me pusiera de pie y me rasuro alrededor de mi verga que aunque estaba muy excitado ya no estaba parada pero tenía liquido pre seminal cubriendo la punta lo cual ella chupo con gusto. Cuando terminó me dijo que me pusiera en cuatro de nuevo y tomó una botella de jabón líquido y la unto en el aplicador del tubo que salía de la bolsa de agua tibia. Después me abrió las nalgas y me lo fue metiendo lentamente. 

El hecho de que por primera vez me estuviera metiendo algo por mi ano, me dio una emoción y excitación fuera de lo común.
Ya no sentía vergüenza y solo la dejaba que hiciera lo que quisiera conmigo y gozaba cada momento. Después que evacue todo mi interior, repitió el enema. Cuando termino conmigo me mando a bañar y me dio uno de sus calzones que apenas cubrían mi verga cuando se me paraba por ratos y que dejaban la parte inferior de mis nalgas al descubierto. Cuando salí ella había terminado de rasurarse y de hacerse el enema y me dijo que me veía hermoso con su calzón. Me dijo que no tardaría y se metió a ducharse. Yo me fui a la sala a seguir viendo las películas porno. Mi verga se paraba por ratos y aunque yo seguía muy excitado y mi respiración era agitada y sentía mucho placer, mi verga por ratos se bajaba quedando pequeña y como estaba rasurado totalmente al verme parecía que veía a un niño de 12 o 13 años, sin embargo no me daba vergüenza. En la tele estaba el mismo trio que antes pero la mujer le estaba metiendo un dedo a uno de los muchachos y le chupaba el ano haciéndolo gemir mientras el muchacho le chupaba la verga al otro. Yo me quede como hipnotizado con la excitante escena y empecé a acariciarme el ano con mi dedo con saliva, apenas me lo estaba empezando a meter cuando noté que Sofia estaba detrás de mi viendo lo que hacía. Se paró enfrente mío totalmente desnuda y me dijo que ella continuaría con la diversión y que yo me dejara. 

Me pidió que me acostara bocabajo en un colchón que había puesto anteriormente ahí. Una vez acostado empezó a darme un masaje y cuando llego a mis nalgas me bajó el calzón
, sentía muy rico cuando me abría mis nalgas y me tocaba el ano. Era algo nuevo para mi pero muy rico. Tomó el lubricante y empezó a meterme un dedo que poco a poco metió completamente y lo empezó a mover estando todo adentro. Me toco algo que me hizo gemir por el placer que sentí. Mi verga se puso muy dura y mientras más me acariciaba mi interior más cachondo me ponía.  Empezó a sacar y meter su dedo siempre dándome un placer nunca antes vivido. Tomó media línea de coca en su dedo y me sobo la entrada y después metió su dedo hasta el fondo de nuevo. Mi verga estaba muy parada y las sabanas estaban mojadas con mi líquido pre seminal. Sentía que me venía pero nada salía de mi verga. Fue algo extraño poder tener varios orgasmos sin eyacular. Estaba en las nubes gimiendo cada vez que me penetraba. Me preguntó con una sonrisa si me gustaba que me cogiera así y yo le dije que me encantaba. Se lubricó sus dedos y me metió dos, yo gemía de placer y después me metió tres y sin darme cuenta me metió hasta cuatro dedos. Su respiración se agitaba cada vez más y note que se estaba excitando mucho haciéndome gemir al penetrarme con sus delicados dedos. Yo me sentía en otro mundo con la primera violada que le estaba dando a mi trasero. Sacó sus dedos y empezó a chuparme el ano metiéndome la lengua hasta donde podía. Nunca me habían hecho eso y nunca había sentido ese placer increíble. Mientras me metia la lengua fuertemente me acariciaba los huevos y me los apretaba masturbándome por momentos. Empecé a sentir la sensación de un gran orgasmo y aunque fue de nuevo sin eyacular y con mi verga ni siquiera parada, me hizo gemir fuertemente, estaba en un éxtasis nunca antes alcanzado y al parecer ella también. Por primera vez sentí el orgasmo en todo el cuerpo que duró como dos minutos después del cual le pedí que parara un poco. 

No quiso parar por mucho tiempo y solo fue por uno de sus consoladores en forma de pene y me dijo que lo chupara como si fuera una verga de verdad. Lo chupamos juntos y después me acostó boca arriba y empezó a chupar mi verga que no estaba nada erecta midiendo solo 3 pulgadas más o menos, en otra ocasión me hubiera dado vergüenza que la viera tan pequeña pero en ese momento no me importaba y solo obedecía a sus ordenes. Se la ponía toda en su boca y hasta mis huevos los metia en su boca. Me abrió las piernas y las levanto diciéndome que las agarrara para mantenerme en esa posición. Me metió tres dedos con bastante lubricante y empezó a meterme el consolador. Lo metió y lo siguió metiendo y sacando mientras con una mano me sobaba los testículos y mi verga.  Ella se puso sobre mí como si el consolador fuera su pene. Sus movimientos duros parecían que me estuviera ella cogiendo. Me dijo que gimiera y empezó a masturbarme, mi verga se empezó a parar y sentí de nuevo sensaciones nuevas. Al fin mi verga se puso durísima y ya midiendo las 7.5 pulgadas que me gustaba mostrarle. Me siguió masturbándome y metiendo el consolador hasta que me hizo venirme (eyacularme) como nunca. Chorro tras chorro, yo no sabía que podía salir tanto semen en un solo orgasmo. Después de eso, me chupo la verga ya que seguía bien parada y en realidad puedo decir que el placer del orgasmo se había extendido de nuevo por todo mi cuerpo. Por primera vez la eyaculación no hizo que se me quitara lo duro de mi verga. Nos besamos y pude sentir el sabor de mi semen y mi verga lo cual me excito mucho y la cambiamos de posiciones y le empecé a chupar su vagina y meter los dedos por el ano. Le chupe el ano y le metí la lengua hasta donde pude tal como ella me lo había hecho. Todo estaba riquísimo y muy excitante. Finalmente la puse en cuatro y la penetre con mi verga bien parada. Lo hice despacio para que no le doliera pero me dijo que se la metiera toda y así lo hice. Después de varios minutos metiéndosela hasta el fondo y ambos sudando, se escuchaban como cachetadas cada vez que se la metía fuertemente al chocar mi cuerpo con sus nalgas. Tomé el consolador en forma de pene y se lo introduje por su vagina y ella gemía locamente al alcanzar numerosos orgasmos, le introduje el pene artificial totalmente en su vagina y la empecé a coger por el ano. Se sentía mas apretado y ella estaba vuelta loca. Gritaba de placer como nunca, Cuando estaba a punto de venirme, la abracé tomando ambas pechos con mis manos y apretándole sus pezones y sus pechos. En ese momento explote dentro de ella y ella mordía la almohada y gemía fuertemente mientras su orgasmo disminuía de intensidad y el mío también. Nos fuimos a bañar ya que estábamos sudando como si hubiéramos salido de una piscina, yo la bañe a ella y ella a mí disfrutando de la calentura que parecía no querer irse. 

Mientras nos bañábamos me dijo que había sido el mejor sexo que había tenido en su vida
y yo le confesé que para mí también. Me dijo que había tenido varios orgasmos mientras ella me cogía y había perdido la cuenta de los que tuvo mientras yo me la cogía a ella. Me dijo que le encantó verme así y que le había excitado mucho nuestra nueva actividad. Me dijo que el haber hecho que gozara mi lado femenino había sido espectacular y que le excitó mucho el tenerme como mujer pero gozando mi buena verga y mi cuerpo de hombre. Ya eran las 3 de la mañana, no podíamos creer que el tiempo hubiera pasado tan rápido, nos fumamos un churro(marihuana) para relajarnos un poco y seguimos conversando y acariciándonos hasta que nos dormimos cuando el sol estaba saliendo. Fue mi primera experiencia de ese tipo y nos unió mas como pareja, como amantes y descubrimos algo que no todos han podido gozar.


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Mi primera vez por el Culo

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Hola mi nombre es... bueno Ivan. Soy un chico de 18 años de Mexico y siempre me han gustado las cosas relacionadas con el sexo desde que me empeze a masturbar no deje de experimentar con mi cuerpo y no lo niego lo he disfrutado de lo lindo. Desde el principio aunque me gustan las chicas siempre me llamo la atencion que se sentirian ser cogido como toda una putañera una idea que no me dejo por mucho tiempo. Aunque al principio intentaba negarlo despues fui haciendo a la idea,de que... si ya tenia un culo de hembra debia usarlo... como debia ser al fin y al cabo para eso era.

Desde mi adolecencia me he cargado un culo enorme y cabe mencionar que puede a ser la envidia de muchas mujeres. Ssi me vieran de espaldas con unos jeans no notarian la diferencia con el de una nena. Le seria increible la cantidad de hombre que les atrae un chico con un culo asi. Por años me imaginaba siendo penetrado salvajemente por un chico, pero no me animaba . Que dirian de mi¡¡ despues me fui quitando el miedo me empeze a comprar tanguitas, falditas, medias !que me encantan! hacen lucir mis grandotas piernas increibles.

Asi paso el tiempo y en un viaje que hice a otra ciudad, me tope con una sexshop, una de esas que rentan cabinas para ver porno. Me di la libertad de entrar, solo veria un rato pelis y me iria, (segun yo). Entre pedi cambio y pase a la zona de cabinas, Habia muchas despues de un recorrido, elegi la mia. En la pantalla una una rubia mamaba verga de lo rico, vaya que la envidiaba. Pero en mi distraccion no habia notado al tipo de junto, un hombre de unos 27 años, era gay,y se quedaba mirando a mi verga que ya habia sacado yo para pajearme, en su rostro una mueca de lujuria, y con una gesto me dio a entender que si me gustaria que me la agarrara asi que lo deje no lo creia el primer hombre que me tocaba; Despues se sento un tipo junto a el con el que hizo lo mismo, me pare y me anime a tocarle el pene no era muy grande pero me exite mucho, pero al final me fui de ahi.

Acepto que me asuste, y me dije que jamas lo volveria a hacer. Algun tiempo despues me volvio la comezon de intentarlo y me acorde de aquel dia en las cabinas, asi que decido a volver a hacerlo o incluso llegar mas lejos. Fui a una sexshop donde rentaban cabinas, pero eran diferentes eran cerradas y muy apenas habia gente. Cuando entre al local me recibio un hombre como de 25 no era muy  atractivo pero ami eso no me importaba pero en ese momento no le preste atencion. Me dirigio a la cabina y sentia su mirada clavada en mi culo, pero en mi inseguridad me retuve, que tal si no era asi y me golpeaba por un malentendido. Bueno asi fue como pues vi la pelicula y pues lo usual, la chica se la mama, se la coge,y asi se me acabo el tiempo y decidi irme, al querer salir del local el chico que me habia recibido, cubrio gran parte de la pequeña pueta de entrada asi que tratando de salir me roze el culo contra el.

Cuando camine por el pasillo de salida el no dijo, ni hizo nada, solo me miro. Durante varias semanas a partir de ese momento me atacaba la idea de volver,de cogerme a ese chico, de mamarle la verga, como una gran puta, la idea no se fue, asi que cedi ante mi deseo, ese dia como hacia ya varios la calentura me mataba era incontenible, espere a que obscureciera y me decidi a ir, me puse unos jeans apretados , una playera, y una sudadera, unos lentes y una gorra, nada sospechoso, pero por debajo llevaba calzones cacheteros que me lucian fantasticos, unas medias blancas me luci ese dia, me encantaba como me veia, mi piel recien depilada y humectada lucia muy apetecible. En mi camino hacia ese lugar no me aguantaba las ganas cada minuto era insufrible.

Cuando llegue a ese lugar ahi estaba el, el mismo tipo, esta vez mi mirada cambio a muy sugerente, el sabia para que estaba ahi,- ¿Quieres una cabina ?- Me dijo- - si _- ¿Para ti solo?- era por demas obvio ya que no iba con nadie. -Pues no tengo con quien entrar- le respondi con un gesto muy coqueto- eso se puede arreglar, si quieres yo te acompaño -me quede sonriendole y el supo que me agradaba la idea asi que me puse en camino hacia la cabina y el me siguio, muy de cerca, casi abrazandome, me agarraba el culo muy suavemente, como debe de ser, al principio. Cuando llegamos a la cabina lo pegue contra la pared, yo estaba de espaldas a el. El estaba sintiendo mis nalgotas en todo su pene, y yo lo estaba gozando, me voltee y sobre su pantalon me puse agarrar su pene y el me agarraba las nalgas con mas fuerza que antes. Entonces lo invite a sentarse en la silla de la cabina que solo era iluminada por el resplandor de la television ahi le empece a mostrar mi culo, me baje los jeans, lentamente, mostrando mis calzoncitos y mis medias. El en ese momento sabia que estaba de suerte, se saco el pene y yo como toda una teibolera empeze a menear mi culo sobre el. El estaba ansioso de penetrame, pero este era mi juego y todo seria a mi tiempo. Ahi me gire y me puse de rodillas y mire ese pene, era grande, bueno, jamas habia tenido uno frente a mi cara, tenia miedo pero me dije aqui estoy y ahorita soy una puta, abri mi boca y chupe la cabeza de aquel miembro, me senti tan bien,se que no da tanto placer fisico el mamar una verga, pero lo que siente por dentro al hacerlo es magnifico,empece suavemente tramo a tramo me la fui metiendo mas y mas a la boca, fue un gran rato el que estuve mamando esa verga me encanto.

Despues de un rato me pare y decidi que era hora de estrenar mi culo, que si no era en ese momento nunca lo seria, me quite el calzon y me deje las medias, resaltaba mis grandes piernas.y y fui bajando lentamente mi culo hasta sentir la punta de su pene en mi cola, hize presion y poco a poco fue entrando en mi ano, que muy rapido se acostumbro al tan esperado miembro, mi sube y baja era muy ritmico, en el local solo se oia mi respiracion agitada, y la de el. Cuando en ratos paraba mi movimiento, teniendo su verga dentro de mi, me ponia a apretar mi ano con la verga aun adentro el gemia, debio sentirse muy bien, por que a mi si me gusto. Segui y segui hasta que el tipo no pudo mas, y se vino con la verga aun dentro de mi, sentia como palpitaba y palpitaba ese miembro era maravilloso. Cclaro que llevaba puesto un condon, no iba arriesgarme tanto por mi calentura. Al irme parando se fue saliendo lentamente de mi ese pene, que ya habia perdido su fuerza de antes,le quite el condon, lo tire , y le limpie su miembro.

Me agache y se la mame, ya flacida pero el todavia lo sentia rico. Despues me pare y me sente en sus piernas, de frente a el, alzandome la playera , y sin pedirselo me chupo los pezones, algo que ya ansiaba mucho tiempo atras, asi durante un muy buen rato, agarrandome el culo, el no le importo mi ereccion, le pedi que me dejara solo, me masturbe hasta venirme tremendamentela calentura se habia calmado, aunque sabia que despues volveria, pero, ¿seria capaz de volver a hacerlo? enseguida me vesti y me dispuse a retirarme, el me pregunto que si volveria, yo no lo dije nada, cuando iba salir cubrio la entrada como aquel dia, y me agarro con una mano el trasero, y con la otra mis pezones,besandome el cuello, hasta que decidi irme, el no hizo nada me dejo irme, sabia que tal vez algun dia volveria, bueno espero que le haya gustado mi relato, que bueno es una gran vivencia para mi,y... quien sabe, quizas ustedes sean los proximos. Si les gusto vontenlo  porfa.

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Le Rompieron el Culo a mi Esposa

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Le rompieron la cola a mi esposa y …   Realmente nunca pensé que escribiría esta historia. Creo que tome el coraje de hacerlo porque es una forma de desahogarme. Me llamo Gustavo y tengo 33 años, de buen físico y de 1,83 mts de alto, pelo y ojos marrones y tez blanca. Estoy casado desde hace 3 años con Viviana de 24 años y un cuerpo divino, con dos hermosas tetitas y una cola paradita que es la admiración de todos los que la conocen. Lo que les relatare ocurrió un sábado hace apenas 2 meses.

El sexo con mi esposa era hasta ese momento normal, tradicional y, porque no decirlo, bastante aburrido. Me da vergüenza confesarlo pero siempre desde chico tuve el vicio de masturbarme, cosa que hago por lo menos una vez al día, o sea soy lo que comúnmente se llama “un pajero” Por supuesto Viviana desconocía esta condición o por lo menos fue así hasta ese día. Las historias que imaginaba para masturbarme siempre rondaban en la infidelidad de mi esposa. Me excitaba terriblemente pensar que alguien le admiraba la cola y que ella se la entregaba con gusto, cosa que ni a mi me la había dado. Con el tiempo eso se me transformo en una obsesión, a tal punto que cuando estaba con ella y notaba que alguien le miraba el culo, tenia una erección solo fantaseando como ese tipo se montaba a mi esposa.

Así trascurrían nuestros días hasta ese sábado, el momento que cambio nuestras vidas para siempre. Amaneció como un sábado como todos; nos levantamos a eso de las 9 de la mañana y mientras yo me ocupé de ir a lavar el auto a un lavadero que se encuentra a 2 cuadras de mi casa, Vivi salió para el gimnasio. Al llegar al lavadero me encontré con un montón de gente, cosa que no era tan habitual, por lo que me sorprendí y busque al encargado para saber que pasaba. Lo encontré enseguida    - Hola Oscar, lo saludé    - Hola Gustavo como estas, me respondió amablemente.   Oscar era un tipo de aproximadamente 55 años muy grandote y fornido y aunque tenía aspecto de una persona no muy culta, tengo que destacar que conmigo y con mi esposa siempre había sido amable.    - Que pasa que hay tanta gente?, le pregunté    - Es que me faltaron 2 empleados, pero no te hagas problema, déjalo que cuando cierro al mediodía te lo alcanzo a tu casa, así de paso saludo a tu mujer, me dijo mientras se sonreía    - Bueno, se lo agradezco, le dije medio sorprendido, por la mención que había hecho de Vivi.  

Mientras caminaba hacia mi casa sospeché que querría ver a mi esposa porque le tenia ganas y fue entonces que en vez de enojarme, me imaginé la imagen de ella mostrándole la colita desnuda a Oscar y eso me excito terriblemente, al punto que los últimos metros fue muy difícil disimular la erección que tenía. Llegue a casa como pude, me desnude, me tiré en la cama y me masturbe frenéticamente imaginando como Oscar con su actitud animal le destrozaba el culo a Vivi y como a ella le gustaba. No tengo que decirles que termine rápido debido a la calentura que tenía. Pero noté que no había sido como otras veces, no me había calmado. La idea me había gustado demasiado como para parar la calentura con una paja. Tenía que hacer que eso pasara en la realidad y yo pudiera verlo en vivo, pero como. Como un juego empecé a planear como hacerlo. Imagine miles de formas, lo que me ponía cada vez mas caliente. Interiormente sabía que no me iba a animar a hacer nada, pero me excitaba de solo pensarlo. Así llego el mediodía y como esperaba me toco el timbre Oscar para entregarme el auto. Sin pensarlo, lo invite a subir al departamento. Sabia que mi esposa llegaría en cualquier momento con sus calzas de gimnasia y quería ver su cara de deseo cuando la viera. Lo invite a pasar y a tomar algo para agradecerle el favor.    - No quisiera molestar, me dijo.    - Para nada Oscar pase por favor, que desea tomar le pregunte?    - Agua esta bien, gracias   Mientras fui a la cocina a servir el agua, Oscar se sentó en un sillón del living.    - Tu esposa no esta, me pregunto   Esa pregunta simple les confieso que me excito un poco.    - Ya debe estar al llegar, le respondí mientras le acercaba el vaso con agua.    - Si se queda un rato seguro la puede ver, proseguí para ver su reacción.    - Si no te molesta la espero, tengo ganas de verla un ratito.    - No, está bien, le respondí    - No te molesta que la espere o que la mire, me preguntó riéndose    - No dije nada, solo me sonreí. Eso lo animo a seguir    - Porque la verdad, no lo tomes a mal, pero tu mujer tiene un culo bárbaro, da gusto mirarlo, dijo cesando con su amabilidad y dejando salir su lado rudo.  

Una reacción normal hubiera sido de bronca y echarlo de mi casa por desubicado, pero no, en vez de eso, me calentó tanto escucharlo que me produjo una erección inmediata. Por mi silencio y expresión se dio cuenta que tenía vía libre para seguir    - Y a ella le debe gustar mostrarlo no, porque siempre anda caminando con el culito parado?   Yo solo lo escuchaba    - Que suerte que tienes de meterla en ese culo, prosiguió    - Porque ese culo esta hecho no, se rió.   Estaba tan caliente que quería pajearme ahí mismo, por eso tal vez le conteste.    - No, a ella no le gusta.    - Que no le va a gustar pibe, a todas las minas le gusta por el orto, no te puedo creer que no se lo partiste todavía. Yo soy un especialista el culos cuando quieras me avisas., rió.  

Termino de decir esto y se escucho el ruido de la llave de la puerta de entrada. Vivi mostró sorpresa en su cara al ver a Oscar, pero también se noto que no le disgusto ya que con una sonrisa se acerco a saludarlo.    - Hola Oscar, como le va? Se agacho para darle un beso.    - Hola nena, como te va? Le dijo Oscar mientras la miraba de arriba abajo.   No era para menos. Estaba vestida solo con una remera blanca y con unas calzas azules de gimnasia que le marcaban terriblemente la cola.    - Permiso, voy a servirme algo de tomar que estoy muerta de sed, dijo mientras se dirigía hacia la cocina moviendo el culo.    - Como me calienta ese culo, me dijo por lo bajo Oscar mientras lo miraba como se iba.   Yo seguía mudo y cada vez más excitado.    - Te calienta que lo desee no? Me preguntó intuyendo lo que me pasaba.   No dije palabra, solo asentí con la cabeza. Ya estaba entregado. La calentura era más fuerte que la cordura.    - Te gustaría ver como le rompería el culo a tu esposa no?   Volví a asentir. En ese momento volvió Vivi y se sentó en el brazo de mi sillón.    - De que hablaban preguntó?   Oscar me miro fijo y muy sueltamente le respondió.    - De tu cola.  

Vivi me miro con desconcierto mientras se sonrojaba.    - No te pongas mal nena, solo le decía a tu esposo que tienes una cola maravillosa.    - Gracias, dijo ella, todavía sorprendida, pero con una sonrisita como si le hubiera gustado el piropo.   Yo a esa altura era un espectador. Estaba ahí pero ero como si no estaba.    - No te enojes  pero me decía tu esposo que todavía es virgencita esa cola? Le Pregunto como si nada.    - Si, le respondió, La mire a los ojos y ví un signo de excitación en ellos.    - Tienes miedo que te duela? Siguió Oscar    - Si, dijo ella    - Perdona, si te molesta que hablemos del tema lo dejamos acá. A tu marido se nota que al contrario le gusta, dijo, mientras se acerco a mí y me levanto la remera que tapaba la erección que tenía debajo del pantalón.   Había hecho una buena jugada. Poniéndome en evidencia le daba vía libre a mi esposa para decidir por ella si quería continuar con el jueguito. Se hizo un silencio nervioso. Los dos la miramos y ella miraba mi erección.    - No está bien, no me molesta. Contesto mientras ponía la mano sobre mi pantalón.   Esa conducta hizo que Oscar pusiera su mano en su miembro como tratando de parar la erección que le venía. A mi me estallaba el pene y me falto poco para acabar.

A Vivi se le encendió la cara de deseo y las calzas azules mostraban signo de humedad entre las piernas.    - Te puedo asegurar que haciéndolo bien no duele, al contrario te va a gustar. Le decía a tu marido que gracias a la experiencia que me dan los años soy un especialista en abrir colitas vírgenes. Dijo Oscar acariciándose ya sin disimulo su miembro por arriba del pantalón.   Como sentí que Vivi ya no podía hablar de la calentura que se había agarrado decidí intervenir.    - Es que tiene el hoyito muy chiquito, dije.    - A ver nena, mostrame ese culo divino que tienes, dijo Oscar.    - Puedo? Me pregunto ella.    - Si amor mostrale, dije yo casi sin poder hablar.   Vivi se levanto, camino unos pasos y se paro de espaldas a nosotros sacando la cola para afuera.    - Que pedazo de culo tiene tu mujer, y me parece que tiene ganas que alguien se lo rompa, no nena?   Vivi asintió con la cabeza.    - Bueno, entonces sácate todo y mostrame bien ese orto, pendeja, dijo ya sacado Oscar.  

Note que Vivi se asusto un poco por la forma agresiva que él se dirigió. Me miro como buscando que hacer. Pensé en parar todo pero el cuerpo me pedía más, así que le hice un gesto para que continuara. Vivi se saco las zapatillas y siempre de espaldas a nosotros se saco las calzas dejando ver una tanga blanca metida en su cola.    - Dije todo putita, insistió, mientras se sacaba los pantalones.    - Vos también pibe sácate todo, que te voy a enseñar como se hace un culo, continuó.   En un segundo estábamos los tres desnudos. Mi esposa seguía parada de espaldas ya con su cola al aire y parada, Oscar en el mismo lugar con su miembro totalmente parado en la mano y yo me puse de frente para no perderme nada y me masturbaba a un ritmo frenético.    - Nena, mira como se pajea tu marido, se ve que le gusta que seas una putita y que me muestres el culo.   Vivi dio vuelta la cara para mirarnos y se mordió el labio inferior. Oscar se paro y fue hasta donde estaba ella y le empezó a manosear el culo. Yo trataba de aguantar a no acabar.    - Que culo duro nena que tienes, decime la verdad, en serio que esta virgen? Le pregunto mientras le incrusto un dedo en el hoyito.   Vivi pegó un gritito.    - A tu marido le podes mentir pero a mi no, este culo esta muy abierto para ser virgen mientras le insertaba el segundo dedo.   Ella me busco con la mirada y dijo lo que nunca imaginaría.    - Perdón.    - Uyy mira que puta resultaste, así que no le entregabas el orto a tu marido y te lo rompen otros por ahí. Dijo Oscar ya sacado de la calentura y metiendo y sacando los dedos a un ritmo infernal.  

Yo estaba sorprendido de no estar enojado. Al contrario me excitaba mas la idea de saber que era cornudo.    - Vamos al dormitorio puta que quiero comerme este orto divino, ordeno Oscar.   Camino al dormitorio Oscar iba al lado de Vivi y yo caminaba detrás viendo como seguía con los dedos en el culo de ella.    - Tirate en la cama en cuatro, culo para arriba que no aguanto más. Le ordenó.   Vivi se puso en cuatro, paro la cola y pego su cara en la almohada. Oscar se arrodillo atrás, me miro y dijo:    - Pedime que le abra la cola a tu mujer, mientras le golpeaba la cola con el miembro.   Yo no decía nada    - Puta, hasta que tu marido no me lo pida no te la meto, continuó.   Vivi me miro y dijo    - Por favor, pedile.    - Oscar hágale la cola a mi mujer por favor.   Ahí vi como el miembro de Oscar se perdía en el culo de mi esposa. Ella pego un grito y comenzó a hamacarse. Oscar le entraba con todo. Rebotaba en la cola de ella. Le agarraba las tetas que parecía que se las iba a arrancar. Vivi solo gemía.    - Anda pibe, dale un beso a tu mujer que se esta portando muy bien, me dijo.   Me puse de rodillas al lado de ellos para buscarle la boca a Vivi.    - Lindo culo tienes vos también pibe eh, escuche mientras sentía como me sobaba la cola.  

Yo me di vuelta y lo mire. Pero me había gustado y lo deje hacer.    - Jaja, me parece que me voy a hacer dos culitos hoy, dijo, mientras me metía un dedo.   Vivi  al escuchar eso se estremeció y le regalo un terrible orgasmo.    - Epa parece que la putita quiere ver como le rompo el culo al marido no? preguntó   Ella asintió con la cabeza mientras me miraba con cara de deseo incontrolable.   Oscar saco el miembro del culo de Vivi y lo apunto a mi culo. Empezó a empujar despacio y de pronto me encontré con un gran pedazo de carne dentro. Me dolía un poco pero me encantaba. Me daba con todo mientras le entraba tres dedos al culo de Vivi. Me preguntaba si me gustaba, yo le pedía más. Estuvo así un rato y volvió al culo de mi esposa y los dedos al mío. No se cuanto tiempo paso, pero Vivi acabo como seis veces y yo ya iba por el segundo. Oscar era de hierro. No había acabado nunca y la tenía dura como al principio.     - Quien de los dos culos quiere la primer lechita? Preguntó mientras me bombeaba a mí.    - Désela a mi esposa le grite yo descontrolado.    - Como no puto, dijo y la saco del mío y la metió de un golpe en el de Vivi que recibió una oleada de semen que ella agradeció con otro orgasmo.   Oscar se vistió y se fue satisfecho con la promesa de volver con algún amigo para pasar toda una noche. Yo me quede con Vivi tratando de recuperarnos y entendernos por lo que habíamos pasado. Pero eso es otra historia.   Si les paso algo parecido o tienen ganas que les pase agréguenme al MSN y nos contamos historias mientras nos masturbamos. gusaboitis@hotmail.com


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La Prostituta

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Este relato viene muy calentito no solo por su contenido, también por haber pasado hace tan solo un par de días, me he puesto a escribirlo en cuanto he tenido un momento.

Sali de marcha con mi grupo de amigos y amigas, como casi todos los fines de semana. La noche trascurría como una más. Botellón en la plaza de costumbre y luego un par de pubs. Después de esto lo que hacemos normalmente es ir a alguna discoteca pero esa noche, los chicos no teníamos muchas ganas, asi que nos separamos. Ellas se fueron a la disco y nosotros nos quedamos en una terrazita tomándonos una copa tranquilos.

Cuando me termine la copa dije que me iva para casa pero entonces fue cuando surgió la idea. Uno de mis amigos dijo de ir a tomarnos la penultima copa a un club bastante grande que hay a las afueras de la ciudad. Ya habíamos ido varias veces antes, aunque ami no terminan de convencer estos sitios. De todas las veces que habíamos ido antes, yo solo había entrado con una prostituta una vez. No tengo ningún perjuicio, simplemente es que a mi me gustan tanto disfrutar yo como hacer disfrutar a la otra persona y eso con una de estas mujeres es imposible, o casi.

Pero bueno era temprano asi que accedi al igual que el resto del grupo.

Al poco tiempo de llegar al local yo fui al servicio y al regresar mis amigos ya estaban emparejados charlando y magreándose alegremente con sus respectivas, asi que eche una ojeada al rededor mirando las mujeres. Yo no tenia pensado entra a la habitación, pero bueno, por lo menos quería alguien con quien hablar. Entonces fue cuando me llamo poderosamente la atención una de las mujeres porque no vestía como el resto. Allí todas las mujeres van con la minima expresión en lo que a ropa se refiere, minitangas, mallas muy ajustadas, sostenes super pequeños.... ya hos podéis imaginar. Pero ella sin embargo vestía un pantalon de chándal con zapatillas y un top deportivo.

Era alta, muy alta, con una oscura piel mulata, muy tersa y con pinta de ser extremadamente suave. Yo no diria que era especialmente guapa, pero si que tenia una cara muy enigmatica, con unos marcados rasgos indios y una negra melena muy lisa que casi le llegaba al final de la espalda. Su top le marcaba perfectamente unos pechos bastante grandes y muy rectos, muy subidos, pese a que claramente se notaba que no usaba sujetador. - operadas – Me dije.

Ella se percato de que la miraba y se me acerco sinuosamente.

Nos presentamos y yo lo pregunte el porque de su indumentaria y ella me contesto que ese tipo de ropa ponía cachondo a muchos tíos y ademas asi resaltaba entre las demás, que en semejante jungla era esencial. Charlamos un ratito de la tonterías típicas asta que ella soltó la pregunta inevitable –¿vamos a follar?- Yo le conteste con evasivas, realmente no estaba muy animado, pero tampoco quería que se fuera y me dejara solo. Ya un par de colegas se habían perdido y el que quedaba con migo esta totalmente absorto con una rubia de esas de "caerte pa tas" lo que me hacia sospechar que tampoco tardaría mucho en perderse.

Pero de repente todo cambio. Ella empezó a tocarme por todas partes, incluido el paquete, mientras me decía cosas al oído. Yo la imite, primero las tetas (efectivamente eran operadas) y luego fui bajando por la cintura asta su entrepierna sin que ella pusiera el mas minimo impedimento pero....

-¡COÑO!, ¡Eres un tio! Lo dije flojito para que no lo escuchara mi amigo.

-Si, bueno, si quieres me voy. Creía que te habías dado cuenta.-

Pero como me iva a dar cuenta, realmente ni se me había pasado por la mente, Era toda una mujer con mayúsculas, no tenia, para nada, rasgos masculinos ni en la cara ni en el busto, incluso su voz era dulce. Nada que ver con los transexuales que yo había visto asta ese momento.

Eso lo cambio todo. De pronto ya si tenia ganas y ella lo noto en la erección que empezaba a notarseme. Era perfecto, toda una mujer pero con polla. Pero aun me quedaba una duda.

-¿Se te pone dura con los clientes?- Le solté a saco.

-Eso dependo, hay clientes y clientes.- Esto lo dijo mientas con los dedos hacia el simbolo del dinero. -Pero vamos tu estas muy bien, no me costara trabajo.

-Eso no es problema, pero yo necesito dos cosas para entrar. No quiero problemas de tiempo y tu tienes que disfrutar tanto como yo.

-Lo primero no es problema, seras mi ultimo cliente de hoy asi que asta que tu quieras y lo segundo depende de ti...

Dos minutos y 100€ más tarde estábamos entrando en la habitación. Me quite toda la ropa y ella se quedo solo con un tanga rojo bajo el que se le notaba un enorme miembro.

-Eres gay, ¿verdad?. Por eso has aceptado a follar solo cuando me has tocado la polla.

-No exactamente, soy bisexual.

Cuando dije eso ella ya estaba con mi polla metida en su boca, yo aun en pie. Me la chupaba con la cara de lado, mirándome a los ojos con su larga melena a un lado casi tocando el suelo. Me encantaba verla asi, yo de pie y ella de rodillas delante mia, metiéndose y sacando mi polla de su boca.

-Tócate la polla, quiero que te empalmes y me la metas por el culo- Le dije. Ella sonrió y se metió la mano en el tanga.

-Me parece que esto me va a gustar.- Dijo ella.

Poco después dejo de chupármela y se incorporo ya sin el tanga. Me quede perplejo. Tenia una polla muy negra, mucho mas que el resto de su cuerpo y de un tamaño descomunal, es la más grande que he visto en mi vida. Yo rondo los 22/23 cm, que creo que no esta mal, pero la suya era casi el doble y estaba super dura, aun hoy me parece mentira que semejante miembro pudiera ponerse tan dura. Empece a dudar de que pudiera darme por culo, era demasiado.

Me sente en la cama quedando su enorme miembro justo delante de mi cara, le empece a lamer los huevos y le fui chupando todo el tallo asta llegar al glande, totalmente despellejado y un poco más claro que el resto del pene, me metí todo lo que pude en la boca, no fue ni la mitad asi que a la vez también la pajeaba , como me había enseñando un buen amigo. De vez en cuando yo echaba una mirada hacia arriba y realmente parecía que estaba disfrutando con aquello, no dejaba de acariciarse las tetas con una mano mientras me sujetaba la cabeza con la otra marcándome la velocidad de mis chupadas.

Tras un rato asi, me deje caer en la cama y ella se agacho, me la chupo un poco y luego paso al ano, me lo lamia y penetraba con su lengua mientras no dejaba en ningún momento de menearmela. Pronto regreso a chuparme la polla, pero ahora también empezó a meterme primero un dedo, luego dos y asta tres, yo gozaba increíblemente sintiendo como me iva abriendo, pero ¿dilataría lo suficiente como para que entrara ese tronco?

En ese momento se levanto y fue a la mesita de noche, trasteo un poco y regreso a la mismo posición que había dejado. Senti de nuevo sus dedos en mi ano, pero esta vez estaban fríos y húmedos, me estaba untando algo, una especie de gel.

Se incorporo y se puso un condón luego enfilo su polla con mi culo, ya sentía su glande tocándome, levante mis pierna tomando la postura que más abierto me dejaba y entonces empezó a empujar.... Aaaaahhh, dolio, maravilloso dolor. Poco a poco fue entrando su prepucio, yo sentía cada milímetro penetrándome y mi recto estirándose como nunca. El dolor fue pasando rapidamente a un enorme placer y senti como un taponado cuando la punta de su pene logro entrar del todo, lo mas difícil ya esta echo, siguió penetrándome lentamente asta que ya no entro más, el notar esa gran polla dentro de mi era indescriptible, sentía todo mi interior relleno.

Luego vinieron las envestidas, primero lentas pero cada vez más rápidas, el dolor fue desapareciendo asta difuminarse dejando paso a un placer cada vez mayor. Mi vista era magnifica, toda una mujer, toda una mulata me estaba follando, sus pechos grandes y firmes se movían a cada entrada y salida de su gran polla.

De repente senti que el placer me corría por la polla, pero, no podía ser, como me iva a correr si ninguno de los dos estábamos tocando mi polla.... No me dio tiempo a pensar más el placer se agudizo y mi peno soltó un primer pistoletazo muy fuerte que no se ni donde fue a caer y luego un par de ellos más que ella dirigió a sus tetas. Joder me había corrido sin que nada ni nadie tocara mi polla, solamente con el placer de la penetración.

Pero hay no termino la cosa, ella había dicho que estaríamos mientras yo quisiera y yo seguía queriendo, ademas mi buen dinero me había costado. Asi que le quite el preservativo y empece a chupársela otra vez de la misma manera que había echo antes, asta que senti mi polla de nuevo preparada para la acción, le dije que se tumbara en la cama, y se la puse entre las tetas. Comencé a ir arriba y abajo entre sus bonitos pechos mientras ella las apretaba con sus manos, de vez en cuando también se la metía en la boca para lubricarla con saliva y regresaba a meterla entre sus tetas. En una de esas ella se metió un preservativo en la boca y al yo metersela me lo puso con una habilidad que me dejo perplejo....

-Métemela- Dijo. Y yo obedecí.

Mi polla entro sin ningún esfuerzo, a la primera, nada que ver con cuando me la metió a mi. Fui entrando y saliendo mientras sentía sus huevos cuando se la metía asta el fondo, su polla y sus tetas se balanceaban al compás de mis embestidas, todo su cuerpo se estremecía.

Pronto se cogió la polla y empezó a pajearse el prepucio muy fuerte, muy rapido mientas se tocaba las tetas, era una escena genial, se masturbaba como una mujer, pero en vez de meterse el dedo tenia una enorme polla entre sus manos y todo ello mientras yo me le follaba por el culo. De repente aumento el ritmo de su paja y empezó a gemir y a estremecerse. Dirigo su polla hacia mi y senti el calor de su semen salpicándome por todo el cuerpo lo que me izo correrme a mi también dentro de su culo.

Después de esto nos duchamos juntos y hablamos un buen rato, incluso la invite a un porrito. Intente que me diera su telefono o que quedáramos fuera de allí, en plan amigos y no profesional y cliente, pero ella se nego.

Cuando sali mis amigos ya se habían largado, me dejaron un mensaje en el móvil diciéndomelo, asi que tube que volver a casa en un taxi... no veas que vergüenza ;-)

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Mi Amiga Intima

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La sentí apoyada en mi hombro, el olor de su perfume me cautivó, era mi amiga y confidente y sus cálidas manos acariciaron mi pelo, estaba triste y sin ánimos, pero me convenció que la acompañara a su casa, vivía sola y su bar nos ofreció un sin numero de tragos deliciosos, los cuales agradecí enormemente en aquel momento de tristeza.

La noche se hizo presente y mi cabeza dio muchas vueltas, por momentos creía verla entre nubes y reía intentando descifrar lo que le decía, mas tarde quise volver a mi casa, pero me convenció de quedarme a alojar con ella, llamo para avisar a mis padres que estaba bien y me instalo en la habitación de alojados.

Me presto su camisón nuevo y la sentí diferente, no se si fueron los tragos, pero de pronto sus hermosos ojos verdes me miraron impúdicamente, lo que, en el momento, atribuí a mi intemperancia, recostadas en la cama charlamos de mi despecho y sin darme cuenta, me dormí, desperté sobresaltada sintiendo sus labios en los míos besándome ardientemente, pude reconocer las uñas de sus manos incursionando en mis partes intimas y quise escabullirme de aquella escena, pero me rendí al sentir su recorrido por el jardín de mi pubis y un cosquilleo interminable me recorrió completa, en ese momento, decidí vencerme a los deseos de mi amiga.

Rozó su cuerpo con el mío y sentí la suavidad y frescura de su piel, su lengua recorría cada centímetro de mis curvas ardientes, sabia exactamente que hacer y como estimularme, lo que me envalentono a probar de su sabor, lamimos frenéticamente nuestros labios íntimos y creí sentir sus fluidos chorrear por mi cara, estábamos poseídas una por la otra y brotábamos mares de sabrosos néctares sensuales, era mi profesora, cada sensación que me provocaba, yo se la devolvía con deleite, su lengua escarbaba dentro de mi como queriendo encontrar mi alma y yo formaba círculos escalofriantes alrededor de su clítoris, con el calor de mi lengua extasiada de cada uno de sus sabores.

Detuvimos nuestro numero solemne, pero solo por un momento, el que ella aprovecho para recostarme suavemente en la cama y buscar ayuda, yo estaba consternada, sentía millones de espasmos recorriéndome, quise aplacar la espera estimulando mis pechos grandes y deseosos de ser mordidos, toque mis pezones y los sentí maravillosamente erguidos, como torres buscando placer, me miraba complacida mientras amarraba a su cintura nuestro instrumento de placer.

La libido casi podía palparse con las manos, nuestros cuerpos estaban entrelazados y su boca me regalaba pequeños mordisqueos en mis pechos, los que me electrizaban increíblemente, beso mi cuello, mis labios y mi vientre y me sumergí en una cadencia que me hacia desear cada vez mas sentir la grandeza de una fibrosa y profunda puñalada dentro de mi, ambas declamábamos millones de gemidos intensos y su papel en nuestra obra maestra cambio de giro cuando cabalgo como un jinete enloquecido dentro de mi, mis piernas arqueadas le daban la bienvenida a ella y su instrumento, la sentí mas ardiente y eso me enloqueció, besaba mis labios con fuerza, su lengua se instalo en mi boca y se conjugo con la mía volviéndose dos buenas amigas.

Su cadencia era ideal para mi deleite y sus constantes gemidos en mi oído le daban el toque perfecto a mi pasión, ambas decidimos jugar a ser jinetes y cambiamos turnos, me vi sobre de ella incrustando nuestro aliado en su fuente de pasión y la oí dar un grito lujurioso y ardiente y puede sentir como mis piernas eran regadas por mares de fluidos que afloraban lívidos producto del goce que ella sentía, al unísono gemíamos felices y extasiadas y la cabalgata me pareció placentera, creí que terminaríamos nuestra incursión recostada sobre ella, pero me dejo tocar el cielo con los ojos cerrados cuando su boca se instalo en mis labios íntimos y succiono mi clítoris con pasión, quise gritar, nunca había experimentado tanta lujuria y sentido tanto placer, llegue al nirvana con su lengua haciendo círculos en mi y mi orgasmo fue único, intenso, mi cuerpo se electrifico completamente y caí rendida en la cama, exhausta, satisfecha y sobretodo muy tranquila.

Al otro día, desperté desmadejada en su cama, la encontré hermosa, sintió la fuerza de mi mirada y abrió los ojos, hablamos, nos confesamos y me ofreció su abrigo, la bese en los labios en señal de agradecimiento, tome mis cosas y me marche, hace unos días la volví a ver y volvimos a ser las mismas. FOTOS

Amigos para Siempre

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Hola, siempre me he considerado una persona sexualmente abierta, no cuestiono a las personas que tienen relaciones sexuales con las de su mismo sexo, ya que yo me he acostado con dos y hasta tres lesbianas a la vez, lo que nunca pensé que me sucediera algo parecido a lo que les contaré.

Por aquellos días cursaba el 4to año de la carrera de derecho en la universidad y era uno de los más carismáticos de mi facultad. Practicaba béisbol y marciales, lo que me obligaba a pasar varias horas al día en el gimnasio, por lo que mi cuerpo estaba bien formado, enloqueciendo a las mujeres, llevándome a tener sexo con algunas compañeras de estudio y profesoras.

Conmigo siempre andaba Sandor, mi amigo desde el primer año en la facultad, quien al igual que yo jugaba béisbol y me acompañaba al gimnasio.

Éramos muy amigos, muchos nos llamaban los inseparables, a veces hacíamos competencias sobre quien se acostaba con mas chicas en la semana, así eran las cosas.

Sandor estaba por mudarse a un apartamento en el centro de la Capital, pero aún no estaba listo, lo que lo obligaba a trabajar en su arreglo el fin de semana junto a su padre.

Uno de esos fines de semana su padre salio de viaje al exterior y su madre pasaría esos días con la abuela, así que Sandor me pidió que el viernes después de las clases me fuera hasta el domingo para su casa, el sábado por el día lo ayudaba con los trabajos de arreglo y esa noche haríamos una fiesta. A mi la idea me pareció genial y accedí.

La tarde del viernes nos fuimos al apartamento y arreglamos algunas cosas de la electricidad y al caer la noche nos bañamos.

En la sala solo había un sofá, un televisor y una video casetera, donde Sandor veía uno que otro filme mientras descansaba de trabajar, mientras que en uno de los cuartos había una cama bastante grande, donde dormiríamos los dos (sin complejos, éramos amigos).

Después de comer nos sentamos a ver la televisión y Sandor sacó una película pornográfica que un amigo le había prestado.

Nos pusimos a ver la película, donde aparecían rubias, trigueñas, asiáticas y mas mujeres, teniendo sexo entre ellas, con hombres y de todas las formas inimaginables, estaba bastante bueno el video, hasta que de repente la cinta cambió y apareció el rostro de un hombre sintiendo placer, alguien la mamaba el pene.

Cuando la cámara se desplazó vimos aquello, era "otro hombre quien le mamaba el pene", ambos nos asombramos, era la primera vez que veíamos ese tipo de escenas.

Sandor y yo no nos movimos viendo aquella cosa y hasta creo que nos pusimos algo calientes ante aquella imagen. Luego el que se la mamaba al otro se puso en cuatro patas y el otro se la metió hasta lo último por el culo, así estuvieron un rato hasta que sacó el pene y le echó toda la leche en la cara al otro, luego repitieron lo mismo pero al revés.

Sin darme cuenta me estaba amasando mi pene por encima del short y me percaté de que Sandor me miraba, pero, el hacía lo mismo.

Que va – dijo – creo que me voy a masturbar con esta película tan rara.

Yo también – sonreí.

Ambos nos sacamos el pene y comenzamos a masturbarnos lentamente mirando la cinta (debo aclararles que había visto a Sandor desnudo en los baños del gimnasio pero nunca que aquello parado y les aseguro que era bastante grande y grueso, pero el mío no se quedaba atrás). Sentía un gran placer al masturbarme viendo una película de gays, lo cual era raro para mi que siempre me he considerado heterosexual.

Lentamente Sandor se me acercó y no se por qué me besó en el cuello, lo que me erizó tremendamente, ambos nos miramos y no dijimos nada, nuestros rostros se acercaron y nuestros labios se juntaron, suave al principio y luego nuestras lenguas empezaron a jugar entre ellas.

Sin darme cuenta Sandor estaba sobre mí besándome y yo a el, nunca había probado los labios de un hombre, pero esto me volvía loco. Mientras el estaba encima de mí nuestros penes chocaban e intercambiaban fluidos preseminales. Para ese entonces ambos estábamos totalmente desnudos.

Sandor tomó su pene y el mió y comenzó a pajearlos al mismo tiempo. Mientras hacía eso yo le acariciaba las nalgas y una que otra vez pasé un dedo por su culo, pero no me atreví a entrar.

Los dos eyaculamos prácticamente al mismo tiempo y nuestros semen se mezclaron y cayeron sobre nosotros.

Aquello fue como volver a la realidad, Sandor me miró a los ojos.

¿Qué hemos hecho? – preguntó.

No se – contesté aun jadeando.

No dijimos nada, yo tome mi pulóver y me limpié, Sandor hizo lo mismo.

Sin mediar palabra entre nosotros apagamos el televisor y no metimos en la cama dándonos la espalda. Lo sucedido me mantuvo despierto casi toda la noche, y por momentos se me paraba el pene pero hacía los posible para que el no se diera cuenta, auque Sandor estaba despierto.

Al otro día al despertar me di un baño y al salir me crucé con Sandor, quien no me dijo nada, desayuné y me puse a clavar algunas cosas en la pared sobre una pequeña escalera.

Mientras hacía esto Sandor llegó hasta mí.

Quería decirte que siento mucho lo de anoche – me dijo.

No te preocupes no tienes que disculparte – dije sin bajar la vista de lo que estaba haciendo – no pasó nada que al parecer ambos queríamos.

Pero yo nunca he sido así, siempre me han gustado las mujeres, en este momento se que me gustan, pero contigo es distinto, son las mujeres y luego tu, ningún hombre más.

A mi me pasa los mismo – lo mire desde la altura de la escalera – se que me gustan las mujeres, pero después de lo de anoche también siento lo mismo.

Quieres decir que te gustó.

Mucho.

Al decir esto fue como echar gasolina al fuego, Sandor se acercó más (subido en la escalera mi short le quedaba justo a la altura de su rostro), con la yema de sus dedos me acarició el abdomen y luego me bajó lentamente el short y después los calzoncillos.

Mi pene salió disparado hacia el frente y Sandor lo retuvo con una mano. Con curiosidad acercó sus labios al glande y lo besó, luego se lo metió completo en la boca.

Al sentir el calor del interior de su boca pensé que me desmayaría del placer pero me contuve.

Sandor me la mamaba como no lo había hecho ninguna mujer hasta el momento. Me lamía el pene, succionaba el glande, me chupaba los testículos y a la vez me acariciaba las nalgas, me pasaba sus manos abriéndomelas y tocándome el culo.

Por un momento apartó su boca de mi pene y te ensalivó el dedo del medio de su mano derecho, para después volver a comerse mi rabo. Su dedo húmedo llegó hasta mi culo y me lo mojaba como preparándome para lo que venía, como sabía que no era suficiente yo también llené de saliva mis dedos y le ayude. Su dedo se colocó a la entrada de mi agujero listo para entrar. Sandor alzó la vista buscando mi consentimiento y yo asentí con un movimiento de la cabeza.

Su dedo comenzó a abrirse paso por mi virgen culo, causándome un poco de molestia al principio pero luego todo fue placer. Sandor me mamaba deliciosamente y ya tres de sus dedos me partían el culo. Mi orgasmo no se hizo esperar, disparé un gran chorro de leche, la que Sandor no pudo contener en su boca y sacó mi pene para que el resto de mi eyaculación le cayera en la cara. Tragó toda la que tenía y siguió chupándome hasta dejarme el pene limpio.

Lentamente baje de la escalera y lo besé en la boca sintiendo el sabor de mi leche, lo que me calentó aún más.

Lo tomé de la mano y lo llevé al cuarto, lo tiré sobe la cama y le quité toda la ropa, dejándolo desnudo boca arriba. Me coloqué sobre el juntando nuestros cuerpos desnudos y sentía su erección.

Le besé los labios, el cuello, fui bajando chupando sus tetillas, lamiendo su exquisito abdomen de gimnasio, su ingle, el interior de sus muslos, hasta que al fin me abalancé como lobo sobre su presa a chuparle su pene. La sensación de tener aquel trozo de carne en mi boca me provocó otra erección.

Mientras chupaba su pene y sus testículos mis dedos acariciaban su culo, moje uno de mis dedos y se lo metí por el oscuro camino y sus gemidos no se hicieron esperar.

No había pasado un minuto y ya iba por cuatro dedos en su culo y sus gemidos se hicieron más fuertes. Me llenó la boca de leche, pero yo si pude retenerla toda, su sabor no me grado mucho al principio pero luego me gustó, así que me la tragué toda.

Como ya tenía otra erección no lo pensé más, levante sus piernas y su culo quedó abierto ante mi pene parado. Sandor aguantó sus piernas y las abrió aún más, gracias a la elasticidad por el deporte.

Lentamente le fui metiendo el pene en el culo, aunque ya había tenido cuatro de mis dedos en el, logré meterlo hasta lo último, esperé unos segundos para que su culo se adaptara al tamaño y empecé a bombear. Sandor aguantaba sus piernas y gemía sin parar, llegando a soltar en ocasiones uno que otro gritillo.

Me embestida se fue poniendo más y más fuerte hasta que mi pene entraba y salía sin problemas de su culo. Noté como su pene comenzaba a pararse. Sandor soltó una de sus piernas y empezó a pajearse. Todo aquello me volvía loco hasta que le llené el interior de su culo de leche.

Al Sandor sentir aquel líquido caliente en su interior se separó de mi aún derramando soltando leche por el culo, yo lo aguanté y se lo lamí con gusto, aquel culo chorreante de semen hasta limpiárselo. Sandor se colocó detrás de mí y me puso en cuatro, me abrió las nalgas y me escupió el culo, regó la saliva con su lengua y luego comenzó a meterme el pene.

No era nada parecido a sus dedos, sentía dolor y placer al misma tiempo, era la sensación de que me estaban rompiendo el culo pero mis deseos eran mayores, así que comencé a moverme para facilitarle trabajo.

Sandor me cogió en cuatro durante varios minutos, dándome palmadas en la nalgas como si fuera su puta, y en realidad en eso nos habíamos convertido, cada uno era la puta del otro. Yo mientras el me hacía todo aquello me masturbaba debido a mi tercera erección. Su bombeo se hizo más fuerte y reventó un río de leche dentro de mi culo, al mismo tiempo yo eyaculé sobre las sábanas y cuando Sandor sacó su pene caí sobre mi propia leche.

El se recostó a mi lado sofocado (al igual que yo) y me acarició las nalgas y el culo, regando por mi espalda la leche que se salía.

Nos abrazamos, nos besamos y quedamos allí tendidos, durmiendo los dos desnudos, pegajosos de toda nuestra leche, pero felices de haber descubierto el verdadero sentido de nuestra amistad.

Es raro, pero estoy totalmente segura que no me gustan los hombre, he probado y no, no me atraen, solo me gustan las mujeres y Sandor.

Despertemos cerca de las cinco de la tarde y nos apresuramos en bañarnos (lo hicimos juntos pero nada sucedió) porque en cualquier momento llegarían nuestros amigos para la fiesta en medio de aquel apartamento semiarreglado y vendría Silvia, con quien tenía pensado pasar esa noche.

Pero la historia de lo que sucedió esa noche entre Sandor, Silvia y yo se la cuento en otro momento, ahora tengo una cita con un mi jefa en el trabajo, una mujerona a quien follarme hasta desfallecer. FOTOS

Mis dos Amigos Negros

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Me llamo Lina y tengo veinticuatro años. No había pensado nunca en contar esta aventura, sobre todo porque mis amigas siempre se creen que estoy contando una película, pero a mi me da igual. Yo sé lo que pasó con Toni y Fabián. Esos no son sus nombres auténticos, ya que son nigerianos, pero aquí les llamamos así. Son una pareja gay, pero de vez en cuando...

Yo había quedado con ellos para ir de fiesta, como muchas otras veces. Aquella noche era jueves, y no había demasiado ambiente. Así que después de un par de copas, decidimos irnos a su apartamento para seguir bebiendo y jugar unas partidas de cartas. Estuvimos jugando durante un buen rato, y vi que a ellos les había entrado un poco de calentura. No quería irme tan pronto a casa, así que les propuse jugar un streap poker. Les pareció bien.

Poco a poco íbamos perdiendo ropa. Hubo un momento en que yo estaba sólo con el sostén y el tanga, y ellos sólo en calzoncillos. La verdad es que me pareció una situación de lo más excitante, aunque sabía que ellos eran gay y que no pasaría nada, o eso pensaba yo...

A los pocos minutos perdí dos veces, por lo que me tuve que quitar el sostén y el tanga, con lo que me quedé con mis tetas y mi coñito al aire. Me fijé en sus calzoncillos y vi que estos crecían, así que pensé que la noche podría resultar bien al final. Eso también me excitó un poco a mi, pensar que podría pasar la noche con dos negros, que podría meterme en la boca sus vergas.... Me puse cachonda.

Después perdieron ellos, primero uno y después el otro. Quedé boquiabierta al ver aquellas descomunales vergas. Era verdad que la tenían grande, y tanto. Estaban a media erección, pero ya se podía distinguir un considerable tamaño. Fabián la tenía un poco más pequeña que Toni, pero aún así le colgaba casi hasta medio muslo. Los testículos eran muy oscuros, totalmente depilados. El pene era enorme, con una cabeza gorda, un tronco lleno de venas gruesas, y oscura como ellos. Se dieron cuenta de que les miraba, porque su erección empezaba a ser considerable.

La siguiente mano se la perdió Toni a Fabián.

            -¿Y ahora con qué jugamos? Ya no nos queda ropa -dijo Toni.

            -A mi me encantaría ver con qué le pagas a Fabián -dije intentando pincharle.

            -¿Tú qué sugieres, Lina? -preguntó Fabián.

            -Quiero ver cómo te la chupa.

Toni empezó a hacerle a Fabián una mamada alucinante. Me senté a su lado observando cómo se movía su lengua sobre el glande de Fabián, cómo recorría sus testículos, duros, que debían estar cargados de leche, mmmm.... Sin darme cuenta fui abriendo mis piernas y empecé a acariciarme mientras observaba. Estaba muy excitada y mojaba la silla. Sólo pensaba en ser yo quien tuviera aquel tremendo aparato dentro de la boca. Y como leyendo mis pensamientos, Toni me preguntó:

            -¿Quieres probar la polla de Fabián? Está muy buena.

No me lo pensé dos veces. Me aferré a ella, intentando que cupiera entera en la boca, pero eso era imposible. Mientras tanto Toni lamía sus huevos llegando de vez en cuando al aro anal, que también tenía depilado. Fabián empezó a arquear el cuerpo.

            -¿Queréis leche? -preguntó.

            -Sí -contesté-, toda la que tengas.

            -No seas avariciosa -dijo Toni-, yo también quiero de su leche. Pero puedo             conformarme si me dejas penetrarte.

            No sabía si me cabría aquella verga, y me dio un poco de miedo.

            -Tranquila, no te haré daño.

Se puso bocarriba y me senté encima. Con la cantidad de flujo que había estado soltando, no tuve problema en metérmela. La cogí desde la base, mirándole a él, en el suelo, y me fui empalando lentamente. Sentí su calor y sólo quería ser follada por aquel aparato.

De repente sentí la lengua de Fabián en mi culo. Lamía los huevos de Toni y se paseaba por mi culo mientras yo cabalgaba a Toni. Sentí primero un dedo, luego dos, luego tres..., pensé que su falo no entraría en mi agujerito, pero lo había dilatado muy bien. Apoyó el glande en mi agujerito y empezó a empujar despacio. Fue entrando poco a poco, me sentía llena, mis dos agujeros llenos con aquellos pedazos de carne dura y venosa. No podía más del gusto y me corrí. Empezaron a follarme los dos como locos, sentía las embestidas de aquellos dos negrazos que me estaban follando como a la putita en la que me había convertido. Noté que Fabián aumentaba el ritmo dentro de mi culo y me pegué a él.

Noté un trallazo fuerte dentro del recto, y muy caliente, y su polla resbalando más suave. La sacó de mi culo de inmediato, muy rápidamente, sintiendo mis buslos leche resbalando. Inmediatamente se puso delante de mi y casi no me da tiempo a abrir la boca para recibir un segundo trallazo de leche caliente. Me metió la poya bien adentro, así que me tragué toda aquella leche, que noté cómo bajaba caliente por mi garganta. Toni le lamía los huevos.

            -Me corro -empezó a decir Toni-, me corrrrrroooooo.

Me quité de encima rápidamente, no quería desperdiciar ni una sola gota de aquella leche que estaba a punto de tragarme, ya loca de lujuria. Me aferré a su polla con la boca mientras aferraba sus huevos con fuerza para que no se escapara nada. Casi no podía tragármelo todo, de la cantidad de leche caliente que manaba de aquella verga negra y venosa que parecía una fuente. Lo tragué todo, sin parar, dejándola limpia como la patena. Entonces vi que Toni le estaba haciendo a su vez otra mamada a Fabián.

Fabián tenía de nuevo la polla lista. Qué gran imagen me pareció. Toni se levantó, se puso a cuatro patas dándole el culo a Fabián, y este no tardó en enterrar su poderoso miembro dentro del esfinter de Toni. Yo no podía más, me puse bien abierta de patas, como una perra en celo, ofreciéndole mi coño a Toni, que con las embestidas de Fabián y su lengua golpeando contra mi clítoris hizo que me corriera de nuevo.

Fabián se estaba corriendo otra vez en el culo de Toni, y yo que seguía hambrienta de leche, rápidamente la saqué del culo de Toni y chupé la verga de Fabián hasta dejarla reluciente. Luego empecé a lamer el culo de Toni hasta sacarle toda la leche que le salía de aquel ano enorme, imaginándome que el mío debía estar en condiciones parecidas.

Al final descansamos los tres. Me quedé a dormir esa noche en su casa, con ellos, en la misma cama.

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Vacaciones en la Playa

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Esto que voy a contarles es algo que nos ocurrió a mi esposa y a mí en un hermoso verano en el cual estábamos disfrutando unas reparadoras vacaciones por las playas del departamento de Maldonado.

Hacía un buen tiempo ya, que cuando teníamos sexo lo hacíamos volando con fantasías de cada uno que le ponían un picante adicional a nuestro encuentro que siempre fue bueno, pero con esos adicionales de fantasía, se hacían sumamente excitantes.

Nuestras fantasías iban por tener un tercero en la cama, ya que muchas veces usábamos consoladores y ella se sentía doble penetrada, pero también iban por el lado de tener a otra chica en la cama ya que algunas veces yo había alquilado algún video en el cual hubieran escenas en las cuales dos mujeres y un hombre gozaran todo lo posible en ese maravilloso trío.

En esas estábamos cuando una noche yo estaba con una excitación brutal que se traducía en tener la pija sumamente dura y dispuesta a romper con cualquier obstáculo que impidiese la entrada a la concha o el culo de mi mujer, cuando ésta se pone a chuparme la pija de una forma excelente, tal cual lo hace ella siempre, y no solo la pija sino también los huevos, mojándome con su lengua y provocando que la saliva corra por mi entrepierna.

Tanto corrió por mi entrepierna que llegó a mi culito, y ella desesperadamente comenzó a lamerlo provocando en mí la más dura erección que recuerde en mi vida entera, yo estaba totalmente extasiado y nunca creí que pudiera haber placer tan grande como ese. Hasta que casi sin darme yo cuenta, sentí que su dedo índice estaba totalmente metido dentro de mi culo y desde allí lo movía con un ritmo que me hizo acabar y soltar toda mi leche en su cara y en mi estómago, en todos lados.

Pero no conforme con ello, y viendo que mi erección continuaba un poco menos rígida pero continuaba al fin, me metió otro dedo por el culo y continuó haciendo la gimnasia del mete saca para lograr que me calentara de nuevo.

Me costó dos minutos y ya estaba de nuevo al repalo, mientras me chupaba la pija y me lamía las bolas con sus dos dedos dentro de mi culo.

En un momento le dije que quería cogerla y ella me sacó sus dedos, pero inmediatamente sentí que me estaba introduciendo algo un poco más grande que los dedos y con solo levantar la cabeza vi su cara de desenfreno y en su mano el consolador que estaba ya con la punta dentro de mi culo.

Les cuento que el consolador es de esos de latex, con tamaño real y forma de pija real, aunque a mí me encantaría tener la pija de ese tamaño.

Me toco con mis dedos y me doy cuenta de que tenía la cabeza del consolador adentro y más allá de tratar de retirarlo o decirle algo a ella, la dejé que continuara por propia curiosidad mía y más que nada porque estaba sintiendo un placer hasta ahora desconocido.

No demoró mucho la cosa cuando sentí contra mis nalgas el tope del consolador que es ni más ni menos que la imitación de los huevos.

Tenía como veinticinco centímetros por ocho de pija artificial dentro mío y lo mejor estaba por venir.

Lo encendió y allí comenzó la locura.

No soy un tipo muy gritón a la hora de gozar, pero esa vez fue como si me hubieran puesto en una tribuna del estadio a gritar por mi cuadro favorito. Era una expresión de placer y susto que nunca en mi vida había sentido y que terminó como corresponde, con un polvazo de aquellos, llenando de leche todo lo que hubiera cerca.

Pero tampoco terminó la cosa por ahí, ella me empezó a chupar la leche y luego vino a besarme y allí me descargó toda mi propia leche en mi boca. Les cuento que al principio me vinieron ganas de vomitar, pero enseguida las cambié por compartir con ella ese sabor fuerte pero algo dulzón, que era nada más ni nada menos que mi propia acabada.

Fue muy fuerte, en la misma noche perdí la virginidad con los dedos, luego me pusieron el consolador, lo prendieron, me acabé como una puta y encima me tragué mi propia leche caliente, fue mucho para una sola noche.

Y claro, todo esto tuvo sus consecuencias que hasta el día de hoy las vengo arrastrando….

Me hice bisexual, ya que me encantan las mujeres, siempre me gustaron y me gustarán, pero también me gustan los hombres y los disfruto siempre cuando estoy con mi esposa delante, jamás lo hacemos ninguno de los dos, sin el otro. Compartimos todo.

Entonces acá venimos al inicio de la historia, cuando nos fuimos un verano a disfrutar de las vacaciones en playas del este, en Maldonado y en Rocha.

Ya habíamos tenido el examen teórico entre nosotros dos, tal cual lo relaté antes y el verano se prestaba para tener el examen práctico.

En una revista de contactos que se edita en Montevideo, hice yo un contacto con una pareja que más o menos tenía las mismas características que nosotros en cuanto a edad y gustos sexuales, así que arreglamos un día para encontrarnos en Punta del Este y conocernos visualmente para saber si existía feeling entre nosotros cuatro y tal vez buscar una aproximación para tratar de pasar un buen momento de placer entre los cuatro.

Nos encontramos, fuimos a charlar a un boliche, tragos mediante y con un buen ambiente cálido y relajado, comenzamos a charlar del tema que nos reunía y la temperatura individual de cada uno de los cuatro paso de 36º a 45º en media hora.

Nos fuimos a bailar porque si seguíamos en el loft, íbamos a matarnos allí mismo, así que en la pista comenzamos a hacer aquello que habíamos soñado tanto tiempo atrás.

Bailamos un rato con poquito contacto, salvo algunas caricias accidentales cruzadas con la mujer del otro y eso fue un factor detonante, ya que mi mujer tiene por costumbre no usar ropa interior cuando sale a bailar (siempre lo hizo y a mí me excita terriblemente), y no tardó en darse cuenta de ello el hombre de la otra pareja. Mi mujer vestía una blusa tipo hindú, que estaba cerrada pero bastó tirar de una piolita para que se abriera el escote y dejara ver las hermosas tetas que tiene, pero además llevaba una pollera de tela muy liviana por encima de la rodilla que con solo tocarla o rozarla te dabas cuenta que estaba desnuda bajo esa ropa.

Allí comenzó un acercamiento del otro hombre con mi mujer, al principio no me agradó mucho, pero después me excitó al punto que se me paró la pija de una forma que la otra mujer se dio cuenta y para que no quedara yo en evidencia frente a la gente en el boliche, hizo lo único que podía haber hecho, se me pegó como una garrapata.

Como yo era más alto que ella, mi pija le quedaba apenas por debajo del ombligo y con gran calidad, consiguió meter su mano en mi bragueta y me empezó a pajear como pudo por lo apretado que estábamos.

A esa altura yo le había agarrado las tetas, le había tocado el culo, la concha, todo. Me olvidé que habían 400 personas más en el boliche y supongo que alguien tiene que habernos visto.

Cuando veo para el lado en donde estaba mi mujer con el marido de mi compañera ocasional, veo que estaban bailando juntos y me llamó la atención la forma del pliegue de su pollera, y no podía ver bien por la distancia y por la oscuridad reinante en el boliche, pero en un par de movimientos nos acercamos a ellos y mi mujer, retirándose un poquito para atrás me muestra que el tipo había sacado su pija por la bragueta y la estaba refregando a ella en la concha.

Casi me enloquezco, primero de celos y después de la calentura. Me parecía mentira ver a la mujer con la cual compartimos veinte años de vida en común, refregándose a una pija en un boliche y delante de mis ojos. De veras, fue shockeante.

Pero lo superé, al punto que yo ya había cerrado mi bragueta y les dije para irnos, a lo cual todos estuvieron de acuerdo. Creo que era una decisión cantada, no?

Le hicimos una cortina para que pudiera sacar la pija de debajo de las polleras de mi esposa y recién en ese momento tuve conciencia del tamaño de aquel aparato.

Nunca había visto algo igual, y eso que siempre fui a clubes deportivos y además salimos con amigos y amigas en partuzas, pero aquello me dejó con una cierta preocupación.

Habíamos ido en auto ambas parejas, por lo que optamos por seguirlos hasta su domicilio en nuestro coche.

Casi no hablamos una palabra en el corto viaje, y lo poco que dijimos fue: "Te gustó?", a lo que ambos respondimos casi a la vez que SI. No cabía otra respuesta.

Llegamos a su apartamento, tomamos un par de whiskies casi por compromiso y enseguida estábamos todos desnudos besándonos y chupándonos como enloquecidos.

En un momento estaban las dos mujeres chupándome la pija y al rato estaban con él. Nos fuimos a la cama y enseguida ella se me trepó y comenzó a refregarme la concha por todo el cuerpo, mientras mi mujer le estaba haciendo una deliciosa mema en su enorme palo.

Yo sabía que mi mujer no iba a perder tiempo y se iba a montar enseguida en esa pija enorme y tal cual lo imaginé, lo chupó dos minutos y ya empezó a buscar los condones en la mesita de noche.

Se lo puso y se sentó encima con una cara de placer que creo nunca se la había visto antes. Primero fue muy suavecito el movimiento porque supongo que estaba adaptándose al tamaño o estaba lubricando con sus jugos el condón, pero en cuanto pudo, hizo uso del peso de su cuerpo y dejó que esos casi treinta centímetros se metieran hasta el fondo.

Había que verle la carita de placer con una mezcla de dolor, que belleza!!!!

Como no podía ser de otra manera, si el tipo se estaba cogiendo a mi mujer, yo me tenía que coger a la de él.

La puse en cuatro patitas, me puse el forro y adentro, meta bola contra esa conchita dulzona y toda peladita.

Pero de repente me da por mirarle el culito y como que me estaba haciendo una guiñada, entonces sin decirle agua va, para no avivar giles, hice un movimiento brusco para que se saliera de la concha y me escupí la mano, me agarré la punta de la pija con la mano mojada y se la puse en la puertita del culo.

La verdad, yo creí que por ser la primera vez me iba a rechazar con calidad, sin mediar palabras, pero por el contrario, cuando vi que se acomodó y levantó la espalda, me dí cuenta de que era todo para mí ese pavito. Se la mandé despacito y la dejé que ella empujara para atrás permitiéndole que se acomode a su ritmo y no al mío. Cuando quise acordar había desaparecido totalmente. Que mujer, por dios!!!! Que bien que cogía!!!!!

Y por si fuera poco, ella adelantaba un poquito la cadera provocando que se saliera del culo y me ponía la concha para que le hiciera un saca y pone concha y culo, una hermosura, y más todavía mostrándoselo a mi mujer y al marido de ella.

Increíble, el tipo le dice en un momento, "che, conmigo nunca hiciste eso."

Demás está contarles que nos acabamos como reyes los cuatro y casi en simultáneo ya que la excitación fue tan grande que era imposible aguantar mucho rato.

Casi de casualidad, las mujeres marcharon para el baño, y nosotros quedamos tendidos en la cama descansando y prendiendo un pucho.

En una de esas me paro y voy hasta la cocina a buscar una cerveza, y cuando paso por la puerta del baño, siento algo como un quejidito y una conversación en susurro.

Me arrimo a la puerta y ahí si pude comprobar que las dos se estaban refregando o besándose o tocándose entre ambas y lo llamé al loco para que viniera a escuchar también.

Se arrimó pegadito a mí y mientras escuchábamos los quejidos y nos mirábamos uno al otro comentando en voz baja lo que podría estar pasando allí adentro, se me empezó a para la pija de vuelta, cosa que mi amigo no dejó pasar por alto y sin decir ni siquiera "permiso", me empezó a hacer una paja que consiguió que se terminara de parar en medio segundo.

Fue sin pensarlo, que yo le agarré la pija a él también, fue la primera vez que tocaba una pija que no fuera la mía y por si fuera poco, era muy grande, que lo parió.

Se agachó y me empezó a chupar, y ahí fue cuando ellas salen del baño y nos encuentran en el pasillo en esa tarea.

Imaginen lo que sigue, nos fuimos otra vez a la cama y ahora las parejas eran del mismo sexo.

Fue una de las cosas más bonitas que me pudieron ocurrir. Hicimos de todo. Nos chupamos el uno al otro, la pija, los huevos, él me hizo un beso negro, pero yo no me animé, nos metimos los dedos en el culito y final de fiesta, el me puso el condón con la boca (casi me muero de placer) y lo entubé delicadamente hasta que no pude más y me acabé adentro de su cola, ya que él me lo pidió así, no quería que derramara afuera o en su espalda.

Como corresponde a un buen caballero, y al ver que su enorme pija estaba dura de nuevo después que yo me lo cogí, lo empecé a chupar, le puse el condón y me quedé boca arriba y levanté las piernas para que me cojiera de frente y de esa forma podía robarle algún centímetro para que no me rompiera todo.

Fue una maravilla la forma en que el loco me la puso, despacito fue moviéndose para atrás y para adelante hasta que cuando hubo lubricación suficiente, empezó a serrucharme con todas sus fuerzas y yo lo único que hacía era pedirle más y más.

Si me habré puesto putito, que en un momento se le salió de mi culo y yo me moví y le pedí que se acostara boca arriba y me le senté arriba de la enorme pija, tal cual lo había hecho antes mi mujer con él.

No demoró mucho en acabarse, lástima, pero fue un polvo excelente desde donde se lo mire.

Las mujeres estaban todavía cogiendo cuando nosotros ya nos habíamos acabado los dos y lo que hicimos fue ir donde estaban ellas y cada cual se enculó a su propia mujer y tuvimos un final decente, cada cual con su esposa.

Nunca pensé que podría llegar a algo tan fuerte como esto, pero les aseguro que después de esa experiencia hemos tenido unas cuantas más y en cada una se aprenden cosas nuevas y se perfecciona el arte de gozar con el sexo, disfrutando cada centímetro de piel que se pone delante de ti.

Me gustaría que hubiera una forma de certificar que este relato es absolutamente cierto y que no se trata de una frondosa imaginación que cuenta una fantasía loca de alguien que está atormentado por sus ideas. Créanme, todo lo que aquí se dice es 100% verdad.

Espero que alguien tome nota de lo que yo he aprendido con este nuevo estilo de vida y cuanto ha aportado el mismo a la seguridad de mi matrimonio, el cual el sólido como una roca y a prueba de balas.

Si tienen la oportunidad, no lo piensen mucho, si no, nunca se van a decidir.

Besos y ojalá algún día me encuentre con alguien que me diga que leyó un relato y después de eso se decidió a ser bisexual.


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