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Mis dos Amigos Negros

Me llamo Lina y tengo veinticuatro años. No había pensado nunca en contar esta aventura, sobre todo porque mis amigas siempre se creen que estoy contando una película, pero a mi me da igual. Yo sé lo que pasó con Toni y Fabián. Esos no son sus nombres auténticos, ya que son nigerianos, pero aquí les llamamos así. Son una pareja gay, pero de vez en cuando...

Yo había quedado con ellos para ir de fiesta, como muchas otras veces. Aquella noche era jueves, y no había demasiado ambiente. Así que después de un par de copas, decidimos irnos a su apartamento para seguir bebiendo y jugar unas partidas de cartas. Estuvimos jugando durante un buen rato, y vi que a ellos les había entrado un poco de calentura. No quería irme tan pronto a casa, así que les propuse jugar un streap poker. Les pareció bien.

Poco a poco íbamos perdiendo ropa. Hubo un momento en que yo estaba sólo con el sostén y el tanga, y ellos sólo en calzoncillos. La verdad es que me pareció una situación de lo más excitante, aunque sabía que ellos eran gay y que no pasaría nada, o eso pensaba yo...

A los pocos minutos perdí dos veces, por lo que me tuve que quitar el sostén y el tanga, con lo que me quedé con mis tetas y mi coñito al aire. Me fijé en sus calzoncillos y vi que estos crecían, así que pensé que la noche podría resultar bien al final. Eso también me excitó un poco a mi, pensar que podría pasar la noche con dos negros, que podría meterme en la boca sus vergas.... Me puse cachonda.

Después perdieron ellos, primero uno y después el otro. Quedé boquiabierta al ver aquellas descomunales vergas. Era verdad que la tenían grande, y tanto. Estaban a media erección, pero ya se podía distinguir un considerable tamaño. Fabián la tenía un poco más pequeña que Toni, pero aún así le colgaba casi hasta medio muslo. Los testículos eran muy oscuros, totalmente depilados. El pene era enorme, con una cabeza gorda, un tronco lleno de venas gruesas, y oscura como ellos. Se dieron cuenta de que les miraba, porque su erección empezaba a ser considerable.

La siguiente mano se la perdió Toni a Fabián.

            -¿Y ahora con qué jugamos? Ya no nos queda ropa -dijo Toni.

            -A mi me encantaría ver con qué le pagas a Fabián -dije intentando pincharle.

            -¿Tú qué sugieres, Lina? -preguntó Fabián.

            -Quiero ver cómo te la chupa.

Toni empezó a hacerle a Fabián una mamada alucinante. Me senté a su lado observando cómo se movía su lengua sobre el glande de Fabián, cómo recorría sus testículos, duros, que debían estar cargados de leche, mmmm.... Sin darme cuenta fui abriendo mis piernas y empecé a acariciarme mientras observaba. Estaba muy excitada y mojaba la silla. Sólo pensaba en ser yo quien tuviera aquel tremendo aparato dentro de la boca. Y como leyendo mis pensamientos, Toni me preguntó:

            -¿Quieres probar la polla de Fabián? Está muy buena.

No me lo pensé dos veces. Me aferré a ella, intentando que cupiera entera en la boca, pero eso era imposible. Mientras tanto Toni lamía sus huevos llegando de vez en cuando al aro anal, que también tenía depilado. Fabián empezó a arquear el cuerpo.

            -¿Queréis leche? -preguntó.

            -Sí -contesté-, toda la que tengas.

            -No seas avariciosa -dijo Toni-, yo también quiero de su leche. Pero puedo             conformarme si me dejas penetrarte.

            No sabía si me cabría aquella verga, y me dio un poco de miedo.

            -Tranquila, no te haré daño.

Se puso bocarriba y me senté encima. Con la cantidad de flujo que había estado soltando, no tuve problema en metérmela. La cogí desde la base, mirándole a él, en el suelo, y me fui empalando lentamente. Sentí su calor y sólo quería ser follada por aquel aparato.

De repente sentí la lengua de Fabián en mi culo. Lamía los huevos de Toni y se paseaba por mi culo mientras yo cabalgaba a Toni. Sentí primero un dedo, luego dos, luego tres..., pensé que su falo no entraría en mi agujerito, pero lo había dilatado muy bien. Apoyó el glande en mi agujerito y empezó a empujar despacio. Fue entrando poco a poco, me sentía llena, mis dos agujeros llenos con aquellos pedazos de carne dura y venosa. No podía más del gusto y me corrí. Empezaron a follarme los dos como locos, sentía las embestidas de aquellos dos negrazos que me estaban follando como a la putita en la que me había convertido. Noté que Fabián aumentaba el ritmo dentro de mi culo y me pegué a él.

Noté un trallazo fuerte dentro del recto, y muy caliente, y su polla resbalando más suave. La sacó de mi culo de inmediato, muy rápidamente, sintiendo mis buslos leche resbalando. Inmediatamente se puso delante de mi y casi no me da tiempo a abrir la boca para recibir un segundo trallazo de leche caliente. Me metió la poya bien adentro, así que me tragué toda aquella leche, que noté cómo bajaba caliente por mi garganta. Toni le lamía los huevos.

            -Me corro -empezó a decir Toni-, me corrrrrroooooo.

Me quité de encima rápidamente, no quería desperdiciar ni una sola gota de aquella leche que estaba a punto de tragarme, ya loca de lujuria. Me aferré a su polla con la boca mientras aferraba sus huevos con fuerza para que no se escapara nada. Casi no podía tragármelo todo, de la cantidad de leche caliente que manaba de aquella verga negra y venosa que parecía una fuente. Lo tragué todo, sin parar, dejándola limpia como la patena. Entonces vi que Toni le estaba haciendo a su vez otra mamada a Fabián.

Fabián tenía de nuevo la polla lista. Qué gran imagen me pareció. Toni se levantó, se puso a cuatro patas dándole el culo a Fabián, y este no tardó en enterrar su poderoso miembro dentro del esfinter de Toni. Yo no podía más, me puse bien abierta de patas, como una perra en celo, ofreciéndole mi coño a Toni, que con las embestidas de Fabián y su lengua golpeando contra mi clítoris hizo que me corriera de nuevo.

Fabián se estaba corriendo otra vez en el culo de Toni, y yo que seguía hambrienta de leche, rápidamente la saqué del culo de Toni y chupé la verga de Fabián hasta dejarla reluciente. Luego empecé a lamer el culo de Toni hasta sacarle toda la leche que le salía de aquel ano enorme, imaginándome que el mío debía estar en condiciones parecidas.

Al final descansamos los tres. Me quedé a dormir esa noche en su casa, con ellos, en la misma cama.

FOTOS

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luis on

me gustaría a mi también jugar ese poker
pero no se si me animaría a comerme esa tranca
..yo también soy bix..pero me gustan mas bien chicas
pero si se da porque no ..suerte y seguir así

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