INICIOS
Llegaba del trabajo un dia lluvioso de verano, toda mojada, asi que decidi bañarme lo mas rapido posible para evitar resfriarme, me quite la blusa, el brasier, falda y por ultimo la tanga, al terminar de bañarme me diriji al cajon que contenia la ropa interior, y para mi sorpresa estaba vacio, olvide por completo que en la mañana habia lavado la ropa y que esta se encontraba en el techo del edificio donde radico, (vivo en un apartamento de interes social, en el segundo nivel, el edificio consta de 5 niveles y donde todos lavamos la ropa es en el techo del edificio) no le tome importancia puesto que podria dormirme así y mañana que dejara de llover a primera hr iria por mi ropa para irme al trabajo de nuevo, para mi mala suerte desperte 4 hrs mas tarde y con mucha hambre, la lluvia aun no paraba y esta vez tendria que ir por mi ropa para poder ir a una de esas tiendas que estan abiertas las 24 hrs,( ya que por motivos de higiene no me gusta ponerme ropa sin llevar al menos tanga), me envolvi en la toalla dispuesta a ir hasta el techo por mi ropa interior y me di cuenta que esta no me tapaba por completo, me tapaba los pechos o mi vagina y las pompis, y opte por taparme la vagina y las pompis, pensando que si alguien salia me podria tapar los pechos con ambas manos, (quiero mencionar que en ese tiempo aun no practicaba exhibicionismo ni algo parecido)
Sali del apartamento con paso suave pero rapido, puesto que por motivos de delincuencia en la zona los vecinos estan alertas, en cuanto escuchan un ruido salen todos, asi que camine lentamente descalza para no hacer ruido, subi poco a poco los escalones hasta llegar al techo donde se encuentran los tendederos de ropa, para esto, el techo del edificio se encuentra descubierto, solo hay un pequeño tejado que es donde colgamos nuestra ropa, me dirigi con paso lento hacia mi ropa y pense que ya habia pasado el problema, cuando estaba a pocos metros por debajo de los lavaderos salto un perro de esos de pelea ladrando y dirigiendose lentamente hacia mi, solte un grito de espanto, y me hacia lentamente hacia atraz de vuelta a los escalones que me llevarian de regreso a mi apartamento pero el animal aun me seguia, se escucharon unos pasos que subian a prisa las escaleras hacia donde yo estaba, el perro seguia acercandose y yo seguia retrocediendo, cuando escuche los pasos a pocos metros de mi, gire la cabeza y vi que era mi vecino (divorciado) el sr Alfredo, corri hacia el y perro corrio tras de mii, me lanzo una mordida pero solo pesco la toalla y con la velocidad que yo llevaba me despojo por completo de lo unico que llevaba puesto, quedando completamente desnuda frente a mi vecino, lo abraze por lo aterrorizada que estaba que perdi por completo el status de mi desnudez con el, mi vecino dijo, katy que haces aqui arriba, yo de lo aterrorizada no podia contestar, estaba temblando aun del miedo, el sr Alfredo grito Rufus tranquilo, vete de aqui, el perro retrocedio hasta donde la oscuridad lo cubrio por completo.
Aun abrazada de mi vecino, no podia moverme con libertad puesto que me temblaban las piernas del miedo, mi vecino me cargo en brazos bajandome por las escaleras, cuando escuche mas pasos de los vecinos que se acercaban a nuestro encuentro por las escaleras, vi a los vecinos que contemplaban mi desnudes, aunque ponian mas atencion a mis pechos que a otra cosa, yo aun atemorizada no me importo nada, solo queria estar a salvo de Rufus, la esposa de otro vecino le dijo al sr Alredo que me llevara hasta su apartamento que ella se encargaria de mi, el sr Alfredo me recosto en uno de los sillones de la vecina, aun completamente desnuda, la vecina le dijo a su esposo que se fuera de alli que se le iban a salir los ojos, la vecina me cubrio con una toalla, y me dio un te, para tranquilizarme.
Pasaron unos minutos y me dijo que le explicara que hacia alla arriba desnuda, le platique un poco de mi historia y me dijo que tuviera mas cuidado por que ademas en ese edificio vivia gente decente y no permitirian que anduviera desnuda, le explique que esa no era mi intencion y que jamas volveria a pasar, le pregunte que hacia un perro alla arriba, me dijo que el sr Alfredo lo habia llevado para combatir a los ladrones que hay por esa zona y evitar que nos robaran, que todos habian quedado de acuerdo esa tarde, lamentablemente no me entere por que estaba trabajando, el sr Alfredo dijo que el ya se retiraba a dormir le dije que si me podia acompañar a la puerta de mi apartamento y me dijo que si, la vecina me dijo llevate la toalla mañana me la regresas, asi fue, salimos del apartamento de la vecina que se encontraba en el 4to piso y decendimos lentamente por las escaleras , mi vecino me tomaba de la cintura despacito para no resvalarme, por que iba descalza, escalon por escalon bajamos hasta llegar a mi apartamento, le di las gracias a mi vecino y este se retiro a su departamento que es en el primer nivel del edificio, al dia siguiente lo recompensaria de otra forma.
Es poco exhibicionismo, pero solo quiero que sepan en como me inicie, ahora soy mas extrovertida.
FOTOSel trasero de mamá 2
Celos, rabia, combinado con algo de excitación... esos eran los sentimientos cuando veia como los hombres se le quedaban viendo a mi madre cuando saliamos a cualquier parte- Hola quemi nombre es Roger y esta es otra historia que les contare acerca de mi mamá Yadi, quizás recuerden mi primer relato llamado "el trasero de mama" y bueno sin más narrare otro de los dias de puta de mi mamá espero y les guste.
Era una mañana algo calurosa cuando me dirigia hacia la escuela si no mal recuerdo estaba en segundo de secundaria cuando al abrir mi mochila antes de salir de la casa un recordatorio de una reunión de padres de familia hizo que regresará con mi mamá para darsélo y decirle que la reunión era a las 12 de dia y que era obligatorio asistir. Ella algo molesta por no avisarle antes solo dijo que en un rato nos veriamos entonces, el día trancurrio sin más ni más cuando se acercaban las 12 del día empezarón a llegar los primeros padres de familia se cumplieron las 12 y la mayoria de los padres de familia ya estaban dentro del salón siendo las 12:07 el profesor comenzo la reunión yo algo preocupado por que mi mamá aun no llegaba simplemente sali al pasillo, me sente tome mis audifonos y puse un poco de música para relajarme siendo las 12:11 de pronto escuche un silbido de un muchacho de tercero haciendo alusión cuando se ve una mujer "buena" decimos acá en Jalisco de pronto mi madre aparecio con unos jeans ajutadisimos, una blusa que jamás habia visto haciendo resaltar sus redondos pechos, tacones altos y unos lentes que cubrian sus ojos, pelo suelto y basatante arreglada, la verdad es que se veia impresionante su culo se veia gigantesco.
Ella al verme me dijo perdon Roeger se me hizo algo tarde, me dio un beso en la mejilla y entro a la reunión de inmediato podia ver las miradas enfermas sobre mi mamá desde el los padres de mis compañeros, hasta el profesor que no podia dejar de verle el escote y tambien algunas miradas de señoras menos agraciadas criticando la forma de vestir de mi madre.
Finalizó la junta y salimos rumbo a la casa, ella no tenia nada preparado de comer así que decidimos salir a un pequeño restaurante a un par de cuadras de la casa, llegamos y nos sentamos en una mesa en el jardin. Repito el calor era insoportable asi que mi mamá desabotono otro boton de su ya de por si escotada blusa, estabamos comiendo muy aguso pero algo que me molesto es que los meseros solo veian a mi madre y murmuraban en el ricncon de restaurant de pronto senti ganas de ir al baño, así que me levante mi madre ocupada con su celular dijo que no me tardará por que tenia que regresar a la oficina. Al llegar al baño que estaba a unos cuantos metros de la cocina pude escuchar a dos meseros platicando dicendo:
-No mames bro ya viste la vieja que esta en la mesa con el morro en el jardín...
-Ya se we pinches tetas así como para una rusa, biscochito
-Deja de las tetas, cada vez que se empina se le acanza a ver la tanga, che vieja puta pa mi que le encanta la verga.
Yo entre enojo y algo de excitación al ver que efectivamente se le salian los hilos de la tanga roja que traia se escapaban por encima de sus jean, simplemente decidi regresar a la mesa, mi mamá ya solo e esperaba para irnos, pagó y nos retirams de ese lugar.
Ella de camino a casa noto que estaba algo serio, ¿me pregunto que tenia? a lo que conteste que nada simplemente estaba cansado y queria acostarme un rato, ella me dejo en la casa y continuo rumbo a la oficina mientras que yo me recostaba en mi cama y empezaba a dormitar, se acercaban las 8 de la noche que era la hora que comunmente llegaba mi mamá entre semana yo tome una ducha y me puse a ver television eran poco más de las 8:30 y mamá abrio la puerta de la casa, me pregunto que como estaba y que si ya habia terminado mi tarea a lo que yo simplemente conteste asentando la cabeza. Ella dijo que prepararia algo para cenar pero que primero se cambiaria pues ya estaba muy cansada de los tacones, dejo su bolsa en el comedor y se dirigio a su habitacion al llegar ahi escuche como aventaba los zapatos y abria cajones para cambiarse no le di mucha importancia y segui viendo television, empezo a sonar el celular y ella grito desde la habitacion que se lo pasara así que lo saque de su bolsa y me dirigi hacia el cuarto al llegar vi que tenia puesto ya unos shorts muy cortos negros que utilizaba para andar en la casa y unas sandalias, y aun tenia la blusa de la tarde mientras se acomodaba una cola de caballo le entregue el celular y regrese a la sala, ella preparo la cena y me pregunto que si no me bañaria, yo me dirigi hacia el cuarto y de pronto veo que la regadera estaba tapada y no salia agua caliente, le comente a mi mamá y ella solo dijo que entrará al baño que estaba en su cuarto y que ya mañana ella mandaria quien lo arreglara.
Cuando me quite la ropa, pude ver el cesto de la ropa sucia y vi un sin fin de bragas de distintos colores tamaños, sostenes, playeras, shorts pants, jeans, faldas, pero lo que llamo mi atencion es que ahi hecha una especie de bolita estaba la tanga roja que tenia mi mamá hoy, la saque y desde que la saque note una textura alg pegajosa y un olor bastante fuerte de pronto en la parte que da exactamente con su vagina note una mancha blanca con una textura rara. La verdad no sabia que pensar pero la solte y me meti a bañar, me acoste en mi cuarto me masturbe y cai dorido profundamente.
A la mañana siguiente mi mamá dejó una nota sobre el refrigerador que decia "Roger me hablaron de la oficina temprano, te dejo dinero para que compres tu desayuno, nos vemos en la tarde"
Me vesti para ir a la escuela y algo que se me hizo extraño es que el celular de mi mamá lo habia dejado en la mesa, lo tome y empece a revisar mientras caminaba a hacia mi escuela, entre a sus mensajes y no tenia ninguno al parecer los borraba constantemente, me fije y tenia abierto sus e-mails y tenia uno que le habia llegado a los 5:46 am que decia:
Mi putita extraño verte como te comes mi verga ven lo más rápido que puedas... y algo que no podin creer mis ojos debajo del mensaje una foto de mi mamá con un pene en la boca, ahora si estalle rapidamente regrese a la casa entre al baño y tome la tanga que traia el dia de ayer mi mama y me empece a masturbar viendo la foto.
senti como mi cuerpo se estremecia al ver esa foto, pero a partir de ese momento entendi que mi mamá era una puta empece a buscar entre sus cosas, algn video o más fotos cualquier cosa mi excitación estaba a mil y la verdad es que solo pude encontrar lenceria, algunas fotos pero nada bueno, así que se me ocurrio idear una forma de verla en plena acción tome la cuenta de mi mamá y la abri en mi computadora así cuando le llegará un mensaje de ese tipo yo sabria y la podria seguir para ver quien era.
Y así fue pasaron días y no llegaba nada cada día era un manjar ver salir a mi mamá ya sea al gimnasio en lycra, en jeans o en vetidos cortos, pero nada de los emails así pasaron los dias hasta que de pronto sin más un viernes por la noche llego un mensaje que decia :
mañana a las 9:00 en la oficina, te tengo una sorpresa. y de bajo una foto de mi mamá en ropa interior,recuerdo que me excite me alegre,además era sabado así que la escuela no impediria que la siguiera.
La verdad es que dormi poco o casí nada me desperte 7;15 y escuche la regadera sonar mi mamá ya estaba despierta me puse un pants y deje una nota que decía "mamá hoy tengo que hacer una tarea en la biblioteca de la escuela regreso más tarde"
Sali corriendo rumbo a su oficina deseando que el mensaje que recibi realmente se refiriera a la oficina de mi mamá, la ventaja de ser nieto del dueño de la oficina es que no tienes que pedir permiso al guardia y además conoces donde estan las camarás de seguridad de cada oficina, entre solo dije buenos dias al guardia y seguí mi camino me dirigi hacia la sala de camáras y entre mi reloj marcaban las 8;32, observe todas la camarás y empece a imaginar a mi mamá con aque pene en la boca y cuando eran las 9;00 observe la camára de la entrada a mi mamá saludando al guardia, vestia algo extraño llevaba una especie de saco pero muy grande y solo alcanzaba a ver que tenia un peinado como de coletillas la verdad es que nunca la habia visto de esa forma y me senti extrañado.
Entro a su oficina, después a la de mi abuelo (para aquellas fechas mi abuelo se encontraba en la D.F. arreglando unos asuntos) saco un carpeta y se dirigio al lugar donde se sacan las copias, y empezo a sacar unos papeles yo la verdad me sentia algo decepcionado y empezaba a juzgarme si que demonios hacia ahi... De pronto paso algo extraño entro un hombre bajito, gordo, y algo calvo recorde que alguna vez en una fiesta de las que organizaba mi abuelo en la compañia lo llegue a ver a ciencia cierta no recuerdo su nombre, mi mamá saco su celular como si sonara hablo y solo salio y se dirigio a una de las oficinas que estan hasta la orilla, al ser sabado la empresa estaba casi desierta, abrio una puerta y con la ultima camara del pasillo note que entro y se sento en el ecritorio, un par de minutos entro aquel hombre y lo que vi en ese momento despues de 5 años todavia me masturbo con ello:
El hombre se puso detrás de mi mamá y comenzo a tomarla de los hombros mi mamá solo sonreia y veia como crecia el bulto de aquel hombre por encima de su pantalon de pronto el señor hizo que se levantará y con destreza desabrocho el saco enorme que cubria el cuerpo de mi mamá mi pene practicamente explotó al ver como vestia e intentare ser lo más especifico posible: Ella como lo mencione vestia dos coletillas como si fuera una niña, una blusa que le llegaba al ombligo que solo tenia abotonados dos botones debajo un brasier negro que no cubria ni la mitad de su teta bajando una diminuta tanga que mostraba las nalgas de mi mamá en todo su esplendo mientras que por delante un pequeño pedazo de tela con un moño cubria su vagina, unos tacones blancos altisimos que hacia que el señor de viera aun más bajito.
El hombre al ver tal monumento tomo a mi madre y la puso de rodillas mientras le pedia que con una mano tomara su bulto y comenzara a desabrochar su pantalon, saco un pene gordo no muy grande la verdad pero si muy ancho, mi mamá sin mas ni más lo introdujo en su boca y comenzo a mamarlo como si fuese una profesional de esas que se ven en las peliculas porno, continuo así por unos minutos el hombre se canso y la puso empinada y le dijo que se sostuviera en la silla, hizo el hilo de la tanga a un lado y comenzo a insertar su pene en la vagina de mi mamá ella por los gestos que hacia note que sentia dolor pero al mismo tiempo empujaba su trasero hacia atrás para sentir más, así siguio durante unos minutos, de pronto de canso y se tiro en el piso de la oficina y le pidio a mi madre que se montará sobre el y empezará a brincar a lo que mi mama inmediatamente cumplio tal fantasia, siguieron así durante unos minutos hasta que el hombre con una seña le dijo que se arrodillara frente a él y abriera un poco la boca, nuevamente empezo a chuparselo y finalmente el hombre saco el pene de la boca de mi madre solo para jalarselo el solo y en un par de minutos venirse sobre la boca de mi madre, esa que tantas bese me habia besado a mi en la mejillla ahora estaba llena de semen y veia como sin mas mi mama lo tragaba sin objesión alguna el tipo se levanto la beso en la frente y le entrego un sobre se vistio y se despidieron yo por mi parte tenia mi pantalon lleno semen, espere a que salieran ambos de la empresa tome un taxi a casa y vi a mi mamá sentada con un pants para hacer ejercicio ya bañada acostda en en la sala con ese tresero respingon de frente preguntadome ¿como te fue en la biblioteca amor? a lo que yo conteste bien gracias mamá
Continuará...
FOTOSdeliciosa cena con los amigos
Bueno pues primero que nada déjenme decirles que esta historia tuvo lugar hace poco mas de tres años, bien primero describiré a mi esposa a quien llamare: "Tanya" una sabrosísima mujer de 23 añitos morena chaparrita con unas maravillosas tetas, grandes y redondas coronadas por unos pezones muy sabrosos, con un culo muy sabroso (por cierto fanática del sexo anal) y una panochita muy sabrosa, rasurada con tan solo un pequeño corazón en su pubis o a veces completamente depilada exponiendo sus deliciosos labios bastante pequeños y pegados a su vulva, que la hace un manjar para los que gustamos del sexo oral, y como todas las mujeres bastante putita (Pongo unas fotos para que la conozcan).
Bien una vez descrita la susodicha pasemos a la historia, sucedió que la mejor amiga de Tanya se acababa de casar hacia tan sólo unos cuantos meses atrás y para nuestra gran fortuna ella y su esposo a quien llamaré "Cesar" se cambiaron a unas cuantas cuadras de nuestra casa, lo que permitía que tanto "Tanya" como "Erika" pudieran mantener un mayor contacto ya que se reunían de forma periódica y aun que en las primeras ocasiones yo no era invitado "Tanya" se quedaba unas cuantas horas en casa de "Cesar" y "Erika" platicando con ellos.
Después de unos cuantos meses sucedió un fin de semana "Cesar" y "Erika" nos invitaron a su casa a cenar, a lo que "Tanya" aceptó sin ningún problema, y una vez que estábamos listos "Cesar" le pidió a "Tanya" que lleváramos unos naipes lo cual no pudimos hacer pues no encontramos ningunos, sin embargo cruzó por mi mente el pensamiento de: "¿Para qué unas barajas ni que fuéramos a jugar de a prendas?" sin embargo no le di importancia y llegamos a su casa, ya ahí nos recibieron ambos muy alegres, por un lado "Cesar" con un pantalón blanco y una camisa y por otro lado "Erika" quien se veía BUENISIMA!!!! la verdad siempre me había gustado la "amiguita" de mi vieja pues era un bombón moreno de estatura mediana con unas TETAS mucho mas grandes y redondas que las de mi vieja y con un culito que no pude sacarme de la cabeza, estaba riquísima y eso que solo la había visto vestida, ese día nos recibió con un pequeño short negro que resaltaba su hermosísimo trasero y una blusa rayada con la que mostraba su hombro de vez en cuando, verdaderamente cachonda.
Pues bien una vez en su casa cenamos y como es costumbre comenzamos a hacer juegos de bebidas y variábamos las bebidas ya que tanto "Cesar" como yo conocíamos varios cocteles con los que fuimos empedando poco a poco a nuestras parejas, y comenzaron los juegos de preguntas mismos que empezaron a subir de tono cada vez más y más calientes al grado que nos confesaron nuestros amigos que tenían ganas de asistir a una fiesta SW lo que a mi me empezó a poner a MIL!!!!! Tan sólo de imaginarme a mi vieja y a Erika en una fiesta de este tipo y mi verga comenzó a ponerse extremadamente dura, con esas imágenes.
Una vez ya bien entonados y bastante desinhibidos observé como Cesar comenzó a sobarse la verga por encima del pantalón y de reojo vi a la putita de Tanya que no perdía detalle de las maniobras de Cesar, así que propusieron un striptease de nosotros para ellas y así lo hicimos, lo que provoco que Tanya se mojara como loca, y aprovechando que la luz era tenue y que Cesar y Erika estaban en lo suyo metí dos de mis dedos en su puchita, tan sólo para confirmar mis sospechas estaba que le escurría la panocha a la muy puta, de pronto y al alzar la mirada para ver que era lo que seguiría a continuación, observamos a Erika con la verga de Cesar en la boca dándole una mamada de aquellas, y Tanya ni tarda ni perezosa agarro mi verga y la metió de golpe en su boca dándome una mamada como nunca lo había hecho antes, estaba como loca, jugueteando con mi verga hasta el fondo de su garganta, de pronto la saco y me dijo: “Vámonos, vamos a la casa para que me metas la verga” y le dije que: “qué onda con sus amigos” y me respondió: “les inventamos algo pero quiero que me la metas bien duro, que me trates como una puta, que me la metas en el culo papi”.
Puf ya se imaginaran como estaba sentía que los huevos me iban a estallar, y justo cuando les íbamos a decir que ya nos íbamos, Cesar propuso que era el turno de ellas de hacernos un striptease, lo que me prendió muchísimo más, con tan solo pensar en ver a Erika desnuda, y Cesar y Yo nos fuimos a su cuarto esperando que llegaran nuestras “PUTITAS” a bailarnos sin ropa, pero después de unos minutos no pasaba nada así que salimos a ver qué pasaba, y lo que pasó fue que Tanya y Erika se estaban quedando dormidas de lo pedas que andaban, y al querer despertar a mi vieja me salió con que se sentía mal, que quería ir al baño a vomitar, la lleve y perdí de vista a Erika y a Cesar, pero mientras Tanya trataba de devolver el estómago, un ruido capto mi atención, y es que el abrir y cerrar de una puerta me pareció muy raro, así que me asome para ver qué pasaba y lo que vi fue lo más maravilloso que pude imaginar jamás, la puerta estaba abierta y era la de la recamara de nuestros amigos, y Cesar tenía a Erika de perrito sobre el borde de la cama y le estaba dando unas arremetidas que morí de envidia, ya que quería ser yo quien estuviera atrás de Erika dándole esas metidotas de chorizo, al ver que Cesar me vio pensé que cerraría la puerta pero nada de eso…
Cesar estiro su mano y me llamo a su cuarto y al acercarme recostó a Erika en la cama, con sus impresionantes pechos, hacia arriba y su redondo y delicioso culo, de lado, cuando llegue me dijo: “Tócala” y ni tardo ni perezoso comencé a acariciar esos enormes y deliciosos senos de Erika mmmmm estaban deliciosos duros y firmes, pase mi mano por su espalda y fui bajando lentamente hasta sus nalgas redondas y carnosas, sentía que estaba soñando, pero desperté al sentir su panocha toda depiladita y caliente sin embargo cuando ya me saboreaba el poder introducir uno de mis dedos en tan delicada y hermosa cueva, Cesar me quito y me dijo que me masturbara mientras el volvía a penetrarla, esta vez la volteo y alzo sus nalguitas, para meterle la verga en la panocha, mientras con un dedo le penetraba el culo, yo tan solo pude sacar mi verga del bóxer que ya asomaba la cabeza y comencé a masturbarme deliciosamente imaginando que era yo quien penetraba una y otra vez a Erika, después de un buen rato logre mi objetivo y me corrí en el piso, imaginando como se vería la carita de Erika llena de mi esperma, y después Cesar me dijo: “vamos a dormir ya canijo” y cerro su puerta yo fui por Tanya y la acosté en la cama del cuarto que nos habían prestado nuestros amigos, ella estaba semi desnuda con las tetas al aire y sólo tapada con su diminuto bikini, pero lo que pasó después es parte de otra historia, así que si les agrado esta historia califíquenla bien, y compartiré más historias, Gracias y hasta la próxima.
FOTOSDías antes de su boda
ESCRITO POR: Arandi
PRIMERA PARTE
Hace un mes un antiguo compañero de preparatoria hizo una reunión a la que acudí. En la tertulia saludé a varios de mis ex compañeros que no veía desde hace una década. Muchos de ellos ya estaban casados y algunos incluso ya tenían hijos. Yo, para mi fortuna, aún no me enredo en tal compromiso y lo digo pues noté que la mayoría de los que sí lo han hecho (tanto hombres como mujeres) son quienes más han cambiado físicamente, quedando casi irreconocibles. Por tanto, fue grata mi sorpresa cuando vi el arribo de Lorena.
Parecía que su silueta no había cambiando en lo más mínimo. Un entallado y corto vestido cubría su cuerpo tal y como usualmente lo hacía en aquellos años de bachillerato. En esos días, cuando atravesaba la explanada de la escuela, llamaba la atención de muchas miradas. No era para menos pues Lorena era de las pocas chicas que tenía, y aún tiene, una buena razón para usar tales prendas. Sus piernas y muslos mantienen buena forma y firmeza, sus redondeadas caderas llaman de manera natural la mirada, y sus nalgas destacan por su buen tamaño y perfil.
En esos pensamientos estaba yo, viéndola de abajo hacia arriba, cuando me miró y se acercó a saludarme. Nos abrazamos y de esta manera pude sentir sus senos aplastándose sobre mi pecho, a la vez que disfruté del delicioso aroma que emanaba de su largo cabello.
Lorena y yo conversamos; en la plática salió el tema de su próximo matrimonio. Según me contó, su futuro esposo era un compañero de trabajo y ya tenían cinco años de novios. Me invitó a su boda y le prometí asistir.
De regreso a casa no pude despegar de mi mente la imagen de Lorena. Tenía dieciséis años cuando ambos estábamos en el mismo grupo durante nuestros estudios de preparatoria. Sin ser la chica de rasgos más finos del salón, sí era la de mejor físico. De tez morena, sus bien torneadas piernas habían ganado popularidad gracias al frecuente uso de muy cortas minifaldas y vestidos tan entallados que acentuaban perfectamente las curvas naturales de su cuerpo.
En ese tiempo era demasiado tímido y nunca me acerqué a ella tanto como me hubiese gustado. Me conformaba con; y a decir verdad era para mí ya un gran deleite; conseguir alguno que otro roce aparentemente accidental. Fue así que furtivamente llegué a tocar algunas partes de su cuerpo como sus nalgas o sus bien formados pechos.
No obstante mi mayor logro, en aquellos años de colegio, fue durante una visita a un museo que un pequeño grupo de compañeros hicimos por encargo escolar. Cinco de nosotros, entre los cuales también iba Lorena, acudimos al Museo Nacional de Antropología viajando hasta allí en Metro. Dado que fuimos en día y horario laboral, tuvimos que enfrentarnos a las grandes masas de gente, de tal suerte que, mientras mis otros tres compañeros alcanzaron lugar en uno de los vagones, Lorena y yo quedamos rezagados y debimos esperar al siguiente convoy. Éste venía casi tan repleto como el anterior pero como había más gente a nuestras espaldas, una vez que se abrieron las puertas, tales personas nos empujaron precipitadamente al interior del vagón quedando Lorena justo enfrente de mí y tan apretados que no nos podíamos ni mover. Mi sexo quedó prácticamente incrustado entre sus nalgas y sólo la tela de nuestras ropas separaba mi pene de sus bien formados glúteos. En tales condiciones me fue inevitable tener una erección que estoy seguro ella también percibió, aunque nunca dijo nada. Ese momento quedó tan grabado en mi memoria que aún hoy disfruto al recordarlo.
Al deleitarme con aquel recuerdo de hace diez años; rememorando detalles como: el rico olor de su cuello, mi miembro deliciosamente atrapado entre sus perfectas nalgas, y aquel placentero calor entre nuestros cuerpos; mi miembro, tomó tal firmeza bajo el pantalón que me incomodaba mientras conducía.
Froté mi erección sobre mi pantalón, aprovechando el alto de un semáforo en rojo. Tardíamente, me di cuenta que, desde la ventanilla de un microbús, un pequeño grupo de chicas colegiales de instituto podía verme y se reían de mí al observar cómo restregaba mi miembro. Avergonzado, me aleje tan rápido como pude una vez la luz cambió a verde.
Al llegar a casa no pude esperar más y busqué a Lorena en el facebook. Por este medio nos mantuvimos en contacto y días más tarde pude ver unas fotos en las que aparecía junto a su novio y futuro marido, un tipo llamado Álvaro. Aún sin conocerlo, no pude evitar sentir celos de quien tendría la envidiable fortuna de compartir la vida con aquella maravillosa mujer.
Con aquel sentimiento en mi interior decidí proponerle a mi antigua compañera de estudios llevarla de despedida de soltera antes de su boda. Pese a su inicial resistencia, le propuse ir a un sitio que conocía bien, pues un amigo trabajaba allí. Ella se sorprendió de que tuviera un amigo stripper y le expliqué que lo conocí en un gimnasio hace algunos años. Le prometí que se lo presentaría y que de seguro le agradaría, fue así que logré convencerla.
Nos citamos en un café. En el lugar tuvimos la oportunidad de platicar; por la conversación pude notar que, más que por amor, Lorena se casaba por presiones de sus padres quienes, chapados a la antigua, temían que se quedara soltera sin alguien que la respaldase cuando ellos faltaran. Yo por mi parte le expresé que, desde mi punto de vista, una mujer, al igual que un hombre, no necesitaba forzosamente del matrimonio para realizarse en la vida, pero claro que si en verdad amaba a su futuro marido le deseaba lo mejor en su unión. Ella sólo esbozó una sonrisa tras oír mis palabras.
Posteriormente nos fuimos al antro en dónde ella se mostró muy divertida al ver el show de algunos strippers. Luego de aquello le presenté a mi amigo Roberto quien, en prendas propias de su oficio, dejó impresionada notablemente a Lorena. La verdad es que su musculatura está bien trabajada, aunque lo que más llamó la atención de mi amiga, según pude darme cuenta por los breves pero constantes vistazos que le daba, era el tremendo paquete que se guardaba en el interior de su tanga. Por más que ella quería disimular no podía evitar revelar el interés que aquel bulto le provocaba.
Bebimos unas cuantas copas, lo que animó a Lorena para mantener una amena conversación con Roberto. Mientras tanto en mi mente calenturienta, alejada de aquel diálogo, rumiaba la idea que había tenido desde el día en que se me ocurrió llevarla a ese antro. Sin pensármelo más interrumpí la plática entre aquellos dos para pedirle a mi amigo uno de sus servicios especiales para Lorena. Ella, por un momento, se quedó boquiabierta pues no se lo esperaba y un poco avergonzada, o por lo menos aparentándolo, dio un par de negativas las cuales Roberto terminó por vencer al decirle que su servicio sería bastante soft. Además lo haría en un lugar reservado, lejos de miradas indiscretas pues estarían sólo ellos dos. Enfatizó que yo la tendría que esperar en la mesa donde hasta ese momento estábamos. Lorena me vio como si necesitara de mi respuesta a tal condicionante y por supuesto que yo asentí.
Una vez hecho lo anterior, Lorena se fue acompañada por mi amigo. Mientras él la conducía, sin que ella se diera cuenta, me hizo una seña que yo supe interpretar por lo que poco después llamé a un camarero.
Hacía tiempo Roberto me había confiado que en los privados, a donde llevaban a la clientas que solicitaban un servicio de esa índole, había manera de espiar. Los privados eran pequeños cubículos ubicados detrás de la bodega, y estaban separados de ésta tan sólo por un muro que no llegaba hasta el techo, de tal suerte que, trepándose en algunas cajas, uno podía asomarse. Las clientas pocas veces miraban hacia allí, por lo que no notaban que eran espiadas e incluso grabadas mientras disfrutaban del servicio. Roberto me mostró unos de esos videos en su celular y me había prometido que algún día me invitaría a mirar personalmente, así que pensé, qué mejor ocasión que ésta.
Roberto se había puesto de acuerdo con el camarero que nos atendió aquella noche para que me llevara a la bodega a cambio de una suma de dinero. Suma que le pagué al joven y después de eso se marchó dejándome solo en aquel cuarto. Con cuidado coloqué unas cajas sobre otras y trepe hasta poder asomarme hacia los cubículos. Cuál sería mi sorpresa al ver que Lorena y mi amigo ya estaban en plena faena sexual. Es cierto que había fantaseado con aquello pero creí que mi amigo sólo la pondría a punto y que no llegaría a tanto. Roberto estaba sentado en una silla plegadiza y sobre él Lorena lo cabalgaba como verdadera jinete. Me asombró el desenvolvimiento de mi antigua compañera, nunca me lo habría imaginado, se movía con mucha agilidad e ímpetu. Los gemidos de mi amiga llenaban el lugar, el cual, por sus características, creaba una reverberación de esos sonidos que los hacían aún más cachondos y sensuales. Escucharla gemir de esa manera y verla menearse de tal forma me hizo pensar: «Vaya que aquella mujer apetecía una cogida como esa».
Poco después, vi cómo Roberto, tomándola de su cintura con ambas manos, la levantó hasta que su pene salió de la vagina. Lorena se quedó parada frente a él contemplando atónita aquel instrumento que le acababa de brindar tal placer. Parecía como si ella no pudiera asimilar, aún, cómo aquel pedazo de carne, tan largo y grueso como el brazo de un niño pequeño, hubiese podido entrar todo en su estrecha cavidad.
Mientras, de forma ágil y resuelta, Roberto acomodaba a Lorena sobre sus cuatro extremidades en aquella pequeña silla (de tal forma que pudiera fallársela de a perrito) alcancé a escucharla diciéndole que era la primera vez que cogía con alguien a quien apenas había conocido unos minutos antes. Roberto sólo se limitó a levantarle la falda (que Lorena ni siquiera se había molestado en quitar) y la comenzó a penetrar.
Debo reconocer que el cabrón de mi amigo sabe su oficio pues desde las primeras embestidas ya la tenía gimiendo de placer. Los embates eran cada vez más brutales mientras que las manos de él se aferraban a la estrecha cintura de mi ex compañera con tal fuerza que no le permitían escapar de tan frecuentes y feroces penetraciones.
Pese a los varios minutos él no parecía agotarse, la bombeaba duro y constante, al mismo tiempo que Lorena expulsaba gemidos cada vez más agónicos de placer. Parecía que Roberto podría seguir así durante horas y horas pero mi amiga, después de tan sólo veinte minutos, ya no aguantó más y gritó: “¡Ya… ya por favor para, para!”. Después de una última y contundente estocada, y sin siquiera haber eyaculado, mi amigo sacó su largo y carnoso miembro del cuerpo de Lorena, a quien ayudó a incorporarse.
Supongo que el haber estado en aquella posición durante todo ese tiempo la había engarrotado pues al ponerse en pie se dio un estirón para desentumecerse expulsando una especie de gemido bastante sensual. Durante aquel movimiento por poco me descubre, pues miró hacia arriba, pero me guarecí a tiempo. Aún sin volverme a asomar los oí charlar detrás del muro. Lorena le decía que ni su novio, quien dentro de poco se convertiría en su marido, la había colmado de tanto placer como él lo acababa de hacer. Roberto, en tono guasón, le dijo que él estaría a sus órdenes cuando lo necesitara, ya fuera soltera o casada. Ella rió en respuesta.
Cuando los volví a espiar, Roberto sostenía con ambas manos las pantaletas de mi amiga a quien caballerosamente ayudaba a colocárselas. Ella introdujo primero uno y luego otro pie en dicha prenda y él la subió cuidadosamente hasta acomodársela. En agradecimiento, Lorena le dio un tierno beso al mismo tiempo que una de sus manos se topó con el miembro erecto de mi amigo. Al notar que seguía tan firme como al principio, ella froto aquel pedazo de carne comentándole: “¿A poco te vas a quedar así?” Roberto, a la vez que le acariciaba el rostro, le respondió: “Si quieres me vengo aquí, en tu hermosa carita”. Lorena bajó la mirada un poco chiveada e incluso se sonrojo, después respondió que no, pues al salir yo me daría cuenta de lo ocurrido ya que, aunque se limpiase, quedaría oliendo. Roberto maliciosamente le pregunto: “¿A qué quedarías oliendo?” A lo que Lorena respondió más sonrojada que nunca: “Pues a qué va ser, a semen”. Roberto rió y le dio otra opción, le dijo que se le vendría en su boquita y así ella podría lavársela posteriormente, pues él disponía de enjuague bucal. Lorena lo besó en señal de asentimiento y se dispuso a hincarse para estar a la altura del miembro de mi amigo. Roberto colocó una pequeña colchoneta para que ella no se lastimara las rodillas.
Después de quitarse el condón, que hasta aquel momento había cubierto su pene, Roberto acercó su miembro a los labios de Lorena y se masturbó hasta conseguir el clímax. Eyaculó tanto esperma que parte del líquido se le escapaba por las comisuras de los labios a mi ex compañera. Lorena se levantó buscando un lugar donde escupir pero al no encontrarlo terminó por tragárselo de una sola vez.
Cuando los vi irse también salí. Pese a mis esfuerzos ellos me ganaron. Lorena trataba de localizarme viendo a su alrededor por lo que me acerqué explicándole que había ido al sanitario. Pícaramente les pregunté sobre su experiencia a lo que ella, sin evitar sonrojarse, sólo respondió que había estado bien. Yo ya no quise insistir en el tema y guardé silencio mientras veía que Lorena entrelazaba los dedos de una de sus manos con los de Roberto. Pensé que de seguro aquel no sería el único encuentro entre ellos dos. Casada o no casada ese cabrón seguramente se la volvería a coger. Fue inevitable sentir un poco de celos ante tal posibilidad, sin embargo, no podía dejar de lado que yo mismo lo había provocado. Yo los había presentado.
Durante el trayecto en el auto, y mientras contemplaba la sonrisa tan plena en mi amiga, reflexioné y me di cuenta que no debía apesadumbrarme, de hecho comencé a sentirme orgulloso de haber acercado a mi antigua compañera a tal experiencia, pues era una mujer hermosa que se merecía disfrutar de su cuerpo y, esa noche, sin duda lo había hecho. Me sentía feliz por ella.
Al llegar a su casa se despidió dándome las gracias. Antes de bajar del auto me dio un beso muy cerca de mis labios y yo alcancé a oler, proveniente de su boca, un cierto tufillo que sin duda provenía del esperma de mi amigo. Percibir aquel aroma me produjo una mezcla de sensaciones; por una parte me causó repulsión pues sentía como si me hubiera embarrado dicho líquido en mi cara, pero también me llevó a recordar la lujuria expuesta por Lorena apenas unos minutos antes.
Mientras veía a Lorena caminando hacia la puerta de su casa, contoneando aquella sugestiva figura, una erección crecía bajo mi pantalón. Sabía que por el momento no me quedaría más que masturbarme en honor a mi amiga así que encendí mi auto para irme a casa inmediatamente.
FIN
FOTOSEl Trasero de Mama
Su nombre es Yadí tiene 33 años mide 1.72 es de piel blanca, pelo castaño claro, nariz respingada, ojos marrones y su cuerpo es fantastico desde que recuerdo a sido fanatica del ejercicio dandole un cuerpo estupendo un abdomen plano unos senos hermosos bastante grandes mas de lo normal y por su puesto la dedicación de mis masturbaciones un trasero hermoso y ese par de piernas que son muy sexys.
Acompañado este hermoso cuerpo de su forma provocativa de de vestir hacia que cualquier hombre volteara a verla en la calle, ella se divorcio de mi padre un par de años después de que yo naciera asi que viviamos solo ella y yo. Ella trabaja en la empresa de mi abuelo aunque ciertamente pues al ser hija del jefe podria hacer lo que quisiera. Desde pequeño me encanta el futbol y mi madre cada 15 dias me llevaba al estadio a ver los partidos cuando era niño no me molestaba en lo absoluto pero al llegar a la adolescencia me desagradaba bastante y no porque fuera ella si no por la forma en que la miraban los hombres recuerdo un partido en la que ella llevaba la playera del equipo que le llegaba hasta el ombligo unos jeans blancos bastante ajustados haciendo que de inmediato se le notara la tanga negra que llevaba y sus zapatos de tacon alto, con ese atuendo de inmediato le empezarón a gritar cosas obscenas ella lejos de molestarse solo se reia.
Me enojaba pero ella lejos de cambiar por el contrario buscaba ropa cada vez mas sexy ahi me fui dando cuenta que a mi mamá le gustaba exhibihirse. Recuerdo que al llegar de ese partido me masturbe pensando como esos hombres se cogerian a mi madre.Pero no paso mucho tiempo antes de que mi sueño se hiciera realidad era verano yo iba a salir de vacaciones con mis primos a NY pero antes ibamos al DF un par de dias, mi madre se quedaria sola en Jalisco "trabajando" segun dijo ella.
Al llevarme al aeropuerto vestia un vestido bastante ajustado que hacia mostrar las curvas de su cuerpo parecia que sus tetas y su trasero iban a reventarlo. Al llegar ahi nos bajamos desde que entramos los hombres no dejaban de mirarla viendo aquel respingado trasero pero al momento de despedirse de mi se cayó mi cartera ella se agacho para darmela se empino y los montacargas tuvieron el espectaCULO de su vida aquellos tipos miraron con asombro el hermoso trasero de mamá casi de frente yo me excite y a la vez me enoje me despedi y me subi al avion.
Al llegar al DF uno de mis primos se enfermo gravemente tuvieron que internarlo en el hospital asi regrese a Jalisco pero para mi mala fortuna mi madre no contestaba ni el telefono de la casa ni el movil ni el de la oficina asi que al llegar a Jaslico decidi tomar un taxi a casa. Al llegar entre todo parecia muy tranquilo subi las escaleras cuando de pronto empiezo a escuchar unos ruidos que me parecieron algo extraños estabá la puerta de la recamara de mi mamá entreabierta me asome despacio y de pronto encuentro a mi madre con dos tipos rapidamente retrocedi para que no se diera cuenta de que estaba ahi, mi corazón latia rapidamente volvi a asomarme pero esta vez estuve mas tiempo vi con certeza como mi madre estaba a cuatro patas siendo penetrada por un tipo qué jamás habia visto en mi vida mientras le chupaba el pene a otro, ellos le decian cosas sucias y le preguntaban si lo queria mas duro ella totalmente excitada contestaba que si que lo queria mas fuerte mas duro.
Yo por mi parte jamás habia tenido una erección de ese tipo traia los boxers manchados de semen victima de mi excitación sali de la casa con todo y mi maleta y fui con mi abuelo. Llegue a su casa algo agitado. Me pregunto mi abuelo ¿qué donde estaba mi mama? a lo que le conteste que habia ido a la casa y nadie estaba asi que preferi regresar con él. Cuando se hizo un poco mas tarde hable por telefono a la casa y logre localizar a mi madre ella paso a la casa de mi abuelo por mi pero estaba algo molesta como si la hubiera interrumpido y no era para menos le habia arruinado su verano de puta. No dije nada de lo sucedido pero esa fue una de las tantas veces que e visto coger a mi madre despues si veo que les agrada les relatare más.
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Calentando al Papa de mi Amiga
Paloma salio a ayudarme con la maleta, lo mismo hizo su padre. Notaba algo extraño en la forma que tenia de mirarme pero no le di importancia. Antes de cargar mis maletas en el coche les dije que esperaran un momento que queria sacar mi mp3 para escuchar algo de musica durante el viaje. Deje el equipaje en el suelo y me agache en cuclillas para buscar el aparato, no lo encontraba y estube en esa posicion bastante rato. Levante la mirada y encontre la del padre de mi amiga clavada en mi entrepierna, no me habia dado cuenta hasta ese momento que en esa postura le estaba dejando una vista excelente de esa zona de mi cuerpo. Me quede muy avergonzada y poco a poco fui cambiando de posicion para no seguir mostrando mi ropa intima sin dar a entender que me habia percatado de todo. Por fin encontre el dichoso aparatito y me levante. Durante el viaje todo fue normal, yo iba hablando de cosas sin importancia con mi amiga pero en mi cabeza aparecia una y otra vez la mirada de ese hombre, que ahora tenia delante, clavandose en todos los rincones de mi cuerpo, no podia pensar en otra cosa y la verdad es que lejos de molestarme notaba algo en mi interior que me gustaba, me estaba excitando.
Asi trascurrio todo el trayecto hasta que en un par de horas llegamos a la casa. Era una de dos plantas, en la de abajo estaba la cocina, al lado de esta una cuarto de aseo, tambien una sala de estar con dos sofas dispuestos en forma de ele y una mesita en medio, al lado una mesa grande de madera y varias sillas. Desde aqui, a traves de una puerta de cristales se accedia al jardin donde estaba la piscina. En la planta de arriba habia dos habitaciones, una de matrimonio y otra mas pequeña con una litera donde ibamos a dormir mi amiga y yo, y en medio de estas otro cuarto de aseo mas grande y completo que el del piso inferior. A eso de las tres del mediodia la comida estaba hecha y nos sentamos a la mesa, a un lado Jose y Rosa, y al otro Paloma en frente de su madre y yo frente su padre. Durante la comida hablamos y reimos mucho pero las miradas de Jose hacia mi parecian estar desnudandome a cada momento, yo me comportaba como si nada mientras sus ojos se clavaban en mi escote. Cada vez me excitaba mas esa situacion y decidi darle un regalito. Me levante con la excusa de ir al aseo. Alli me puse frente al espejo y mire mis pechos, me coloque la camiseta pronunciando aun mas mi escote y me acaricie los pezones durante un rato. El resultado fue el esperado, ahora estaban totalmente marcados en la fina tela blanca. Durante el resto de la comida mis pezones no volvieron a la normalidad si no que cada vez estaban mas duros debido a la excitacion que llevaba mi cuerpo.
Despues de comer nos pusimos un rato a ver la tele yo me sente con paloma en un sofa y Jose en el otro, Rosa estaba en la cocina recogiendo la mesa y fraegando los platos. Las miradas del padre no cesaban y ahora se centraban en mis piernas intentado ver mas alla de lo que mi falda tapaba pero no lo conseguia. Yo me di cuenta de esto y decidi seguir con mi jueguecito. Esto me estaba gustando de verdad nunca me habia sentido tan deseada. Poco a poco deje que mis piernas se fueran abriendo hasta que el triangulito blanco de mi tanga quedo a la vista de aquel hombre, no contenta con eso, comenze a acariciarme la parte interior de mi muslo casi hasta la ingle en un intento de incitarle a que imaginara que esa mano era la suya y no la mia. Yo le miraba de vez en cuando para hablar con el y el apartaba la mirada. Al cabo de un rato note un tremendo bulto en su paquete que trataba de disimular cruzando las piernas pero dificilmente lo conseguia. LLego su mujer y se sento a su lado entonces tuve que detener mi jueguecito por que no queria provocar una situaciom embarazosa para el. Asi estubimos un rato viendo la tele.
A las dos horas de haber terminado de comer Paloma me dijo que nos fueramos a la piscina, me encanto la idea porque hacia mucho calor pero tambien porque me permitiria mostrarme a su padre en bikini. Subimos a la habitacion para cambiarnos. Baje con el traje de baño ya puesto y la toalla en la mano. Para salir al jardin habia que pasar por donde estaban Jose y Rosa. Me entretuve alli un rato fingiendo que me interesba algo que estaban poniendo en la tele en ese momento para que el padre de mi amiga me pudiera apreciar bien. Llevaba un bikini rosa con florecillas blancas la parte de arriba se ataba a la espalda y la de abajo a cada lado de la cadera. Luego bajo Paloma y nos fuimos a bañarnos. Estabamos jugando con una pelota en el agua pero yo no dejaba de pensar en como seguir con mi exhibicionismo. Queria dar un paso mas. Paloma salio del agua y se puso a tomar el sol, yo estaba aun dentro de la piscina cuando Jose salio al jardin y se puso a leer el periodico en una tumbona a la sombra de un arbol. De repente se me ocurrio. Me coloque la parte del bikini que tapaba mi rajita de tal forma que esta quedara a la vista y sali del agua. Hice un comentario sobre lo bien que se estaba en la piscina para llamar su atencion y que viera lo que le estaba esperando. Los ojos se le abrieron como platos pero yo me hice la despistada. Cogi mi toalla agachandome de espaldas a el y el espectaculo fue completo, le estaba ofreciendo todo mi sexo que en ese momento estaba completamente humedo y no solo del agua de la piscina. Me tumbe al sol con las piernas abiertas hacia el para que se recrease todo lo que quisiera. Coji el bote de bronceador y puse un poco en mi mano para untarmelo lo mas sensualmente que pude por todo mi cuerpo. Mientras hacia esto metia las yemas de mis dedos por debajo del bikini para tocarme los pezones, despues baje por mi vientre hasta llegar a mis piernas. Me incorpore para empezar por los tobillos e ir subiendo poco a poco hasta las rodillas y luego los muslos.
Llevaba puestas unas gafas de sol bastante oscuras lo que me permitia ver lo que hacia Jose sin que supiera que lo estaba mirando. No me quitaba ojo de encima. Ya era hora de darle un escarmiento por tanta poca vergüenza que mostraba al mirarme. Cuando llegue a las ingles dandome bronceador me di cuenta (o fingi que me daba cuenta) de que tenia mi sexo a la vista, me quite las gafas, le mire a los ojos, me levante y coloque bien la braguita dando a entender que estaba muy avergonzada, aunque era mentira. Me di la vuelta y me meti de nuevo a la piscina. Al rato el se fue. La tarde paso y se hizo la hora de cenar. Me habia quitado el bikini llevaba un pantalon y una camiseta cortos que uso para estar en casa y dormir, no me puse nada de ropa interior para estar mas comoda. Durante la cena y despues viendo la tele Rosa estubo todo el tiempo presente asi que no me decidi a hacer nada mas. Nos fuimos a la dormir. Yo me habia pedido la parte de arriba de la litera y nos acostamos. Despues de un rato hablando de chicos y de otras cosas Paloma se durmio pero yo no conciliaba el sueño. Despues de haber estado todo el dia excitadisima tenia ganas de conseguir un orgasmo. No queria despertar a mi amiga asi que me levante y fui al aseo. Se me ocurrio que seria excitante que Jose me viera masturbandome y decidi dejar la puerta sin cerrar del todo. Me sente el la taza del WC y baje mis pantalones hasta que calleron al suelo. Comence a acariciar mis pechos con una mano mientras la otra se posaba en mi sexo, estaba caliente y humedo. Separe mis labios vaginales con dos dedos mientras un tercero acariciaba mi clitoris proporcioandome un salvaje placer que ponia en tension todos los musculos de mi cuerpo. Mi sexo estaba completamente abierto, primero entro un dedo, luego dos, finalmente tres. Entraban y salian cada vez mas rapido y mas fuerte y cada vez que salian volvian a entrar mas adentro. Los dedos de una mano hacian esto mientras los de la otra acariciaban frotaban y pellizcaban mi clitoris salvajemente. Fuera del aseo estaba oscuro. No veia nada tras la rendija de la puerta pero me gustaba imaginar que alli se encontraba Jose, mirandome desde donde yo no podia verlo disfrutando ver a una jovencita masturbarse para el. En esto pensaba cuando el ritmo de mis manos se acelero y mi cuerpo se convulsiono en un orgasmo increible, un orgasmo como nunca una mujer tuvo uno en su vida. Quede alli sentada, casi en trance, hasta que me recupere. El sudor recorria todo mi cuerpo y los flujos vaginales descendian por mis piernas. Me asee como pude y volvi a la cama. Me dormi.
Unos ruidos me despertaron, abri los ojos, mire mi reloj, eran las diez y media de un nuevo dia. Los ruidos provenian del piso de abajo. Mire a mi amiga, seguia dormida. Me quede unos minutos tumbada mirando al techo y recordando lo del dia anterior. Recorde algo que dijo la madre de mi amiga, hoy temprano iria al pueblo cercano para hacer unas compras, con lo cual, los ruidos estaban producidos por Jose. Me invadieron unos pensamientos lujuriosos. Me levante y me vesti con una camiseta larga pero que apenas tapaba la zona de mis braguitas que eran azules y baje a la cocina. Alli estaba el, desayunando sentado en una mesita pequeña. Le salude con un buenos dias mientras me desperezaba levantando los brazos y dejando al descubierto mis braguitas. Le pedi algo para desayunar y me respondio que cojiera lo que quisera de la nevera. Desayune con el y le dije que me iba a duchar y que luego tenia que dejar a lavar algo de ropa si no le importaba. Cuando termine de ducharme me enrolle la toalla mas pequeña que encontre y volvi a donde estaba el. Deje que parte de mis pezones quedaran a la vista, por debajo a penas llegue a taparme el comienzo de mis nalgas. Cuando me vio vi en su cara un tremendo deseo. Queria poseerme y la verdad es que yo estaba empezando a querer que me poseyera. Al pasar por su lado llevando mi ropa en las manos en direccion a la lavadora para dejarlas alli deje caer intencionadamente el tanguita blanco que ayer habia llevado puesto, pero segui andando como si no me hubiera dado cuenta. Me agache de espaldas a el como el dia anterior en la piscina para poner a lavar mi ropa dejandole a la vista de nuevo mi preciado tesoro. Me retrase un poco en esa postura metiendo una a una mis prendas en la lavadora y cuando me gire me lleve una sorpresa, el tanga ya no estaba en el suelo. Mi plan habia resultado. Subi a vesirme y mi amiga estaba ya despierta estubimos un rato hablando hasta que decidimos bajar a tomar un poco el sol, nos pusimos los bikinis. Jose no estaba alli y le dije a Paloma que iba a la habitacion a ponerme crema para el sol. Al pasar por en frente del cuarto de aseo escuche unos ruidos. Pegue mi oido a la puerta, eran unos ruidos delatadores. Se escuchaban unos pequeños suspiros y jadeos. El padre de mi amiga se estaba masturbando. Estube un buen rato escuchado hasta que dejo de oirse nada supuse que habia terminado y me meti a mi cuarto y me desnude dejando la puerta abierta.
El salio del baño y me encontro poniendome el protector solar completamente desnuda sentada en la cama. Tarde un poco en reaccionar como si no lo hubiera visto hasta que levante la mirada. Me sobresalte, fingiendo, me levante deprisa y lo unico que escuche fue una timida disculpa antes de cerrar la puerta. Le conteste que no pasaba nada, que era culpa mia. Ahora ya estaba completamente decidida. Iba a tener sexo con el. Sali del cuarto, pensando que habria sido de mi tanguita, se me ocurrio que estaria en la lavadora, fui alli a mirar. Ahi estaba, con el resto de mi ropa. Lo cogi y me di cuenta de que estaba completamente manchado. Era semen. Se habia masturbado con mi tanga y eso me excito muchisimo. Lo lleve de nuevo al cuarto y lo guarde. Fui a la piscina con paloma y alli estubimos toda la mañana bañandonos y tomando el sol hasta que llego su madre. cuando estubo hecha la comida nos vestimos. Yo me puse la falda mas corta que encontre y arriba me deje puesto el bikini. Tambien me puse el tanga aun mojado de semen, me gustaba ese contacto humedo con mi sexo. Esta vez, cuando nos sentamos a comer lo hice al lado de Jose y Paloma y su madre en frente. Al sentarme subi mi falda casi hasta la cintura. Me miro sorprendido al ver el tanga que levaba, se veia claramente la mancha de semen, le sonrei de forma muy lasciva. Durante la comida yo no paraba de tocarme por encima del tanga masturbandome muy disimuladamente mientras le acariciaba la pierna con mi pie desnudo. Decidi ir mas alla, me acomode la falda y fui al aseo, me quite el tanga y volvi. Al sentarme subi de nuevo mi falda y abri mis piernas todo lo que pude. El pobre hombre no podia mas, tenia una tremenda ereccion bajo el pantalon. Se me ocurrio algo, no me importaba que su mujer y su hija estubieran delante, deje caer la servilleta al suelo y al agacharme a por ella le baje con un rapido movimiento el pantalon liberando su miembro y me lo meti un segundo en la boca. Nada mas hacer esto Rosa se levanto y empezo a recoger la mesa. Yo baje mi falda y Jose se guardo lo suyo. Paloma dijo que iba a la piscina y su madre decidio ir con ella.
Subieron a las habitaciones a ponerse los bañadores y yo me quede sola con Jose. Aun estabamos sentados en la mesa mirandonos a los ojos sin decirnos nada cuando el volvio a sacar su pene. Le sonrei y se lo tome con la mano pero el me la aparto diciendome que no que queria que se la chupara. Entonces me agache y comence a pasarle mi lengua por todo su miembro, primero de la base a la punta, y luego a la base otra vez. Cada vez que subia me la introducia un poco mas en la boca hasta que lleque a tenerla dentro en su totalidad y entonces con su mano me sujeto del pelo y comenzo a moverme la cabeza arriba y abajo pero sin dejar que me la sacara de la boca. Caba vez el baiven de mi cabeza era mas rapido y su enorme pene golpeaba fuertemente en el fondo de mi garganta. Notaba como palpitaba cada vez mas intensamente dentro de mi boca, sabia que en un momento iba a tener un orgasmo e intente separarme pero no me dejaba, le mire a los ojos y comprendi lo que queria, desisti de zafarme, me deje llevar y continue comiendosela a un ritmo aun mas frenetico hasta que por fin derramo toda su leche en el interior de mi boca justo en el momento en que escuchabamos como bajaban Rosa y Paloma por las escaleras. A Jose le dio el tiempo justo de taparse, yo tambien me baje la falda pero no habia querido tragar el dulce elixir de mi amante y ahora me caia por la barbilla hasta el cuallo. No tenia nada a mano para limpiarme asi que me meti al cuarto de aseo antes de que me vieran. El resto del dia paso con aparente normalidad aunque habia empezado el verano mas excitante que habia tenido hasta el momento. Espero que esta historia les este gustando y seguire contando lo que ocurrio los dias siguentes en otro relato. CONTINUARA...
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Morbo en la Academia - La Esposa
Mi esposo y yo disfrutamos de muy buena comunicación, pues nos contamos casi todo ya que no es celoso la confianza es mutua por ese motivo puedo contaros mi morbosa experiencia con su consentimiento pues él está al corriente de todo y disfruta mucho. Ocurrió la semana pasada, en la academia de quiromasaje a la que asisto. La clase estaba bien concurrida, 16 alumnos casi todo mujeres, pero 4 chicos jóvenes, además del profesor, un hombre bastante serio en su trabajo.-El profesor solicitó como de costumbre un cuerpo para realizar los temas de masaje y estiramientos que se debían tratar. Como suele ocurrir no se ofrecía nadie debido al reparo al ser la mayoría mujeres. Me fastidia mucho que ocurra esto y vayan de puritanas. Ya que suelo ser muy lanzada y nada retraída, y mejor así ¡La verdad! A mi esposo le encanta le gusta que sea más bien fresca, y lo soy ¡Vaya si lo soy! me encanta que ser así de golfilla, es más mi esposo me incita a que sea mucho mas dice que a ver si así se despierta y exploto mi lado súpergolfo pues cualidades no me faltan. Sería para los dos muy morboso y excitante.
Bueno, al tema, Sin pensarlo dos veces me ofrecí y sin ningún reparo me desnudé delante de todos, ante la perplejidad de los asistentes. Quedando solo un minúsculo tanga negro me tumbé en la camilla con una toalla pequeña cubriéndome las tetas.Después de varios minutos de masaje y explicaciones, el profesor iba con bastante cuidado por la zona de las tetas, tapadas con la toalla para no hacerme sentir incomoda, ¡Nada más lejos de la realidad! Al percatarse de la limitación del profesor, firmemente y sin vergüenza quité la toalla sobre mis grades tetas para que pudiera trabajar mejor, quedando al descubierto debido a la diferencia de temperatura mis tiesos y grandes pezones.Ante el nerviosismo del profesor lo tranquilicé, diciendo sin reparos que no hay problema, adelante con la clase. Ahora sí que podía el profesor masajear sin contratiempos.Después de varios masajes sobre mis tetas y estiramientos de la parte superior, seguí las instrucciones del profesor, me situé de espaldas y en cuclillas, sobre la camilla y flexionaba el tronco abajo estirando los brazos al frente, estirando todos los músculos de mi espalda y mis glúteos, permitiendo así que mis tetas al colgar y presionar sobre la camilla sobresalieran en gran parte por los lados. Al mismo tiempo que se elevaban y abrían mis nalgas de mi moreno culazo.
A parte del profesor, nadie hablaba, el silencio era total. Después de varias explicaciones sobre los estiramientos y músculos implicados de las que ningún tío seguro ni se enteró, pues ya debían estar todos con la poya a reventar. Dándome de nuevo la vuelta sobre la camilla el profesor llego a la parte inferior, mis piernas. Soy muy flexible debido al ejercicio que con frecuencia realizo. El profesor ya entusiasmado y con toda confianza sobaba y masajeaba, estirando, abriendo a tope mis muslos, estirado mis músculos abductores al máximo, abriendo mis piernas totalmente dejando en primer plano el diminuto tanga que apenas podía contener mis abultados y carnosos labios de mi coño depilado que fácilmente se percibía a través de la fina tela .Nadie habla el silencio continua. El espectáculo está servido. Allí estaba yo de golfa, abierta a tope de piernas exhibiéndome delante de varias personas 5 de ellos tíos, ¡seguro que babeaban!, sus poyas deberían estar a punto de estallar, ¡que morbo!.Seguro que todos se masturbaron después del espectáculo y creo que continuaran así por mucho. En fin, después de haber contado todo a mi marido pues se que le excitan mucho estas historias mías no pudo hacer otra cosa que follarme en la mesa de la cocina, abierta de piernas, tal cual le explicaba, aunque no me duró nada debido al re calentón, jodeeerrr ¡Menuda corrida pegó.!
PD: El golfo de mi marido dice que vez que le da vueltas al asunto y recuerda el tema siempre acaba de la misma forma, cascándosela.Un besoDruuna.
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Morbo en la Academia - El Marido
Para que os hagáis una idea de lo buena y maciza que está la comparo con la heroína del comic erótico DRUUNA tiene bastante parecido físico, ya podéis imaginar cómo está je je. Ella es muy buen profesional en su trabajo y está al día en su trabajo a pesar de los muchos títulos que posee siempre está aprendiendo algún curso nuevo.Disfrutamos de muy buena comunicación, ella me suele contar casi todo ya que no soy celoso y sabe que disfruto con ello, la confianza es mutua por ese motivo puedo contaros de su propia voz la morbosa experiencia.
Ocurrió la semana pasada, en la academia de quiromasaje a la que asiste. La clase estaba bien concurrida, 16 alumnos casi todo mujeres, pero 4 chicos jóvenes, además del profesor, un hombre bastante serio en su trabajo.
El profesor solicitó como de costumbre un cuerpo para realizar los temas de masaje y estiramientos que se debían tratar, como suele ocurrir no se ofrecía nadie debido al reparo pues la mayoría son mujeres. A mi mujer le fastidia que ocurra esto y vayan de puritanas. Ya que ella es muy lanzada y nada retraída, y mejor así ¡La verdad! me gusta que sea más bien fresca, y lo es ¡Vaya si lo es! me encanta que sea así de golfilla, yo la incito a que sea mucho mas a ver si así despierta y explota su lado súpergolfo pues cualidades no le faltan.
Sería muy morboso y excitante.Bueno, al tema, ella sin pensarlo dos veces se ofreció y sin ningún reparo se desnudo delante de todos, ante la perplejidad de los asistentes pues seguro con diferencia es la más guapa atractiva y macizorra de todas. Quedando solo con su minúsculo tanga negro se tumbó en la camilla con una toalla pequeña cubriéndose las tetas.Después de varios minutos de masaje y explicaciones, el profesor iba con bastante cuidado por la zona de las tetas, tapadas con la toalla para no hacerla sentir incomoda, ¡Nada más lejos de la realidad! Ella al percatarse de la limitación del profesor, firmemente y sin vergüenza quito la toalla sobre sus grades tetas para que pueda trabajar mejor, quedando al descubierto sus tiesos y grandes pezones.
Ante el nerviosismo del profesor ella lo tranquilizó, diciendo sin reparos que no hay problema, adelante con la clase. Ahora sí que podía el profesor masajear sin contratiempos.Después de varios masajes sobre sus tetas y estiramientos de la parte superior, siguió las instrucciones del profesor, se situó de espaldas y en cuclillas, sobre la camilla flexionaba el tronco abajo estirando los brazos al frente, estirando todos los músculos de la espalda y glúteos, permitiendo así que sus tetas al colgar y presionar sobre la camilla sobresalieran en gran parte por los lados. Al mismo tiempo que se elevaban y abrían sus nalgas del impresionante y moreno culazo.
A parte del profesor, nadie hablaba, el silencio era total. Después de varias explicaciones sobre los estiramientos y músculos implicados de las que ningún tío seguro ni se enteró, pues ya debían estar todos con la poya a reventar je je je.Dándose de nuevo la vuelta sobre la camilla el profesor llego a la parte inferior, las piernas. Ella es muy flexible debido al ejercicio que con frecuencia realiza. El profesor ya entusiasmado y con toda confianza sobaba y masajeaba, estirando, abriendo a tope sus muslos, estirado sus músculos abductores al máximo, abriendo sus piernas totalmente dejando en primer plano el diminuto tanga que apenas podía contener los abultados y carnosos labios de su impresionante coño depilado que fácilmente se percibía a través de la fina tela .Nadie habla el silencio continua. El espectáculo está servido, la golfa y macizorra de mi mujer, abierta a tope de piernas exhibiéndose delante de varias personas 5 de ellos tíos, ¡seguro que babeaban!, sus poyas deberían estar a punto de estallar, ¡que morbo!, me hubiera gustado estar allí ¡de incognito, observando! Esto va a repercutirme mucho y costarme muchas muchas pajas.Seguro que todos se masturbaron después del espectáculo y creo que continuaran así por mucho tiempo, pues ya veis yo la tengo en casa todos los días y no me acostumbro a su fantastico cuerpazo.
En fin, después de haberla escuchado no pude hacer otra cosa que follarmela en la mesa de la cocina, abierta de piernas, tal cual me explicaba, aunque no le dure nada debido al re calentón, jodeeerrr ¡Menuda corrida.!
PD: Cada vez que le doy vueltas al asunto y recuerdo el tema siempre acabo de la misma forma, cascándomela je je je
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Me Manosearon en el Cine Porno
Por otro lado, espero que no les moleste el hecho de que haya cambiado nuestros nombres reales, esto por razones obvias; más sin embargo, toda la información contenida en este texto es verídica y si ustedes tienen alguna duda, pregunta o quieren hacerme algún tipo de comentario, con gusto lo recibiré en mi correo y daré respuesta tan pronto me sea posible. Gracias.
Somos una pareja que tenemos seis años de casados, mi nombre es Artemia y tengo 25 años, él se llama José Luis y tiene 32 años y vivimos una relación sin conflictos, sexo regular y placentero, creo que fuimos creados el uno para el otro. Vivimos en una provincia de México, donde algunas prácticas sexuales son consideradas todavía como un tabú, más sin embargo, nosotros vivimos como queremos.
Desde hace algún tiempo, José Luis y yo comenzamos a comprar revistas del movimiento Swinger, gente que hace intercambio de pareja y en ocasiones todo eso termina en formidables orgías, cosa que cada vez que cogíamos nos calentaba más y más hasta desear tener a un tipo o a una chica más en la cama, hasta que un día José Luis fue a la ciudad de México y compró un consolador. Cada vez que cogíamos, simulábamos con el consolador a otro hombre más con nosotros, fantaseábamos con mucha gente o situaciones enormemente eróticas para llevar nuestra excitación a niveles insospechados; por ejemplo, que yo me vestía de puta y me paraba en cualquier esquina y alguien me preguntaba cuanto le cobraba por cogerme, o que trabajaba en un bar como teibolera o simplemente como mesera, entonces los clientes me manoseaban y me llevaban a la cama, etc.
Fue entonces cuando comenzamos a visitar bares nocturnos, quizás las primeras veces me daba mucha pena entrar a esos lugares, ya que la educación que recibí de pequeña era muy estricta, pero poco a poco me fui acoplando, lo hacíamos cada viernes o sábado. Íbamos vestidos de forma normal y cómoda, pero poco a poco fui vistiéndome de forma más provocativa, hasta verme muy puta, falditas muy cortas que cada vez que me sentaba o paraba, se me veía todo mi culo y mi panocha, con tanguitas o sin ellas, pero siempre con pantimedias. Pienso que realmente me veía vestida como una real puta, pero mis movimientos y mis acciones no eran como tal, por eso llamaba más la atención de los hombres, me veían constantemente y cada vez que lo hacían, ligeramente abría más las piernas para que me pudieran admirar todo, eso me gusta mucho, al grado que siempre que regresábamos a casa llegaba súper mojada, muchas veces me vine en plenos bares mientras era observada por alguien y manoseada por José Luis, que él siempre me decía que me comportara como una puta, porque realmente eso era.
Increíblemente sus palabras y sus acciones encendían en mi interior un fuego y una necesidad de coger que siempre me dejaba temblando no solo del deseo de ser vista como puta, sino de los múltiples orgasmos que me provocaba y me sigue provocando hasta la fecha.
Así transcurrimos gran parte de nuestra vida sexual durante mucho tiempo, pero siempre existió el gusanito por parte de ambos de hacer mucho más cosas, cosas más atrevidas y cachondas.
Fue un día que por situaciones de trabajo, llegamos a una colonia de la ciudad donde vivimos; colonia de clase media baja donde vimos ubicado un cine porno. Por la misma ubicación del cine, vimos que la gente que lo frecuentaba eran en su mayoría hombres de bajos recursos (pero eso sí, muy calientes). Pero fue grande nuestra sorpresa al ver que al cine entraba precisamente ese día una parejita, cosa que nos dio valor para llevar a cabo una de nuestras tantas fantasías.
José Luis me insistió mucho en que entráramos al cine precisamente ese día, lógicamente me negué rotundamente (aunque por dentro, la idea de estar ahí me excitaba). No paso mucho tiempo cuando me volvió a insistir, pero en esta ocasión estábamos cogiendo, yo le respondí que sí, que si me gustaría estar en el cine pero que me vistiera de puta para que todos los hombres me vieran y me desearan.
Finalmente llegó el día, me bañe y me cambie. Una tanga de hilo dental fue la primera prenda que me puse, un brasier, unas pantimedias satinadas, unos tacones altos y una faldita negra, y no obstante de estar muy chiquita, tenía dos aperturas, una en cada extremo de las piernas. Por eso ya sea al entrar o al salir del coche y abrir las piernas dejaba al descubierto toda mi panocha, es más hasta el momento de sentarme la falda se me subía tanto que sentía mis nalgas hasta frías al momento de sentarme en cualquier lugar.
Todo esto me sucedió la primera vez, en otra ocasión les platicaré más de lo que me sucedió ese día.
Ahora les narrare lo que me sucedió hace poco más de un mes.
Decidimos ir al cine un miércoles, ese día me fui vestida de manera más recatada, una falda larga y una blusa holgada. Llevaba puesta una tanguita de color blanco y doble pantimedia.
Al entrar al cine, nos sentamos como a la mitad de las butacas y en una zona donde, por la falta de luz, apenas y nos veíamos el uno al otro, excepto cuando la película nos presentaba alguna escena con demasiado brillo. Frente a José Luis se sentó un tipo de gorra, quizás de unos 35 años o menos. No le dimos la mayor importancia.
Comenzaron a pasar en la pantalla escenas muy eróticas que me llevaron a imaginarme que yo era la protagonista de esa película. Al voltear a ver a José Luis, note que se estaba excitando porque al tocarle su pito estaba poniéndose duro, el tipo de enfrente casi había volteado su cabeza como la chica del exorcista, me estaba viendo descaradamente, lentamente hacía movimientos para que mi falda se fuera abriendo poco a poco y cada vez que yo lo hacía, el tipo volteaba más tratando de verme las piernas. Le susurré al oído, pero algo fuerte para que el tipo me lograra escuchar; "¿Pepe, me molestan las pantimedias, me das permiso de quitarme unas?". La sola idea de quitarme las pantimedias frente a un extraño y en esas condiciones me excito tanto que me moje solo de pensarlo.
Como ya lo habíamos planeado, Pepe me dijo que sí y sin más ni más me abrió completamente la falda. Para no verme muy obvia y que la demás gente no viera mi espectáculo, me fui bajando y quitando las pantimedias poco a poco hasta que logré quitármelas completamente. Y aún cuando me quita las pantimedias, me deje la falda completamente abierta, el tipo de enfrente no hacía otra cosa más que mirar, al poco rato, vi como se abrió su pantalón y sacó su pito, se lo comenzó a jugar de una manera muy rápida y excitante. Se me ocurrió hacer algo en ese momento, hice bolita las pantimedias y se las aventé a la butaca que estaba a un lado de él. Las tomó con sus manos y se las llevó a su nariz para olerlas, después, las extendió un poco, cubrió su pito con ellas y siguió jugándosela hasta que se vino en ellas. Nuevamente las hizo bolita y me las aventó. Se cerró el pantalón y se fue.
Pepe al ver lo sucedido y como ya se había ido el tipo, extendió las pantimedias y cuando nos dimos cuenta, estaban llenas de semen fresco, olían delicioso. Al ver el semen en gran cantidad, tomé las pantimedias y me las llevé a la boca, el semen se sentía calientito y rico, me llene la boca de semen y también me unte un poco en los labios, tenía una sensación pegajosa. Después de llevarme el semen a la boca y antes de tragármelo todo, nos besamos Pepe y yo, así es que él también trago un poco de ese delicioso semen. Tuve entonces un orgasmo riquísimo. A los 5 minutos encendieron las luces, había terminado la primer película y ni siquiera supimos de que se trato.
Cuando comenzó la siguiente función, Pepe y yo estábamos súper calientes y estábamos a punto de salirnos, cuando nuevamente llegó el tipo de enfrente y nos quedamos un rato más.
Para ese momento, estaba yo tan, pero tan caliente que estaba dispuesta a hacer cualquier cosa. Yo misma me abrí la falda y también me abrí de piernas, me estiré lo más que pude y cruce mis piernas como las cruza cualquier hombre, entonces mi rodilla quedaba cerca de su cabeza y ya era más descarado al voltear a verme. Pepe no dejaba de acariciarme las piernas cuando las tenía abiertas, su mano no solo recorría todo mi muslo, mi rodilla y llegaba su mano hasta mi tobillo, sino que también me acariciaba la panocha de una manera muy descarada, como invitando al tipo de enfrente.
Ligeramente el muy atrevido estiró una de sus manos y logró tocar parte de mi rodilla, al sentir sus dedos, traté de acercarme más a él, lo cual noto de inmediato. Por su parte Pepe también al darse cuenta, más me apretaba mi pierna y más me excitaba yo. No paso mucho rato cuando el tipo estiró perfectamente sus dedos y comenzó a acariciarme la pantorrilla; primero muy despacio, luego más y más rápido, subió sus dedos a mi rodilla y avanzó quizás hasta medio muslo.
Pepe me incitaba a que no quitara mi pierna, pero yo en cambio no quería que solo me jugara una pierna, así es que constantemente cambiaba yo las piernas, es decir, bajaba una de ellas y cruzaba la otra. Fue un momento eróticamente placentero y grandioso. Eso si, no duró más de 15 minutos, yo estaba que reventaba de excitación y Pepe también.
Nos paramos intempestivamente de las butacas, salimos del cine y nos dirigimos a casa. Ya estando ahí, apagamos completamente las luces, nuevamente me puse un vestido semitransparente, unos tacones altos e hicimos el amor en una ventana que da a la calle principal. No se si alguien nos pudo ver, pero aso también nos excita mucho, cogíamos poco y nos venimos en orgasmos que todavía al recordarlos, siento el mismo escalofrío.
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¿ Y si Pedimos una Pizza ?
Hola amigos lectores, primeramente quiero agradecer a todos ustedes por enviarme todos los correos que he recibido hasta el momento, aunque debo también disculparme por todos aquellos que no he respondido por falta de tiempo. Más sin embargo agradezco su tiempo por enviármelos y por tomarse un tiempo para leer mis relatos. Mil gracias.
El día de hoy, quiero platicarles uno de tantos juegos que hacemos José Luis (mi esposo) y una servidora.
El sábado pasado, mientras yo hacía la comida, José Luis fue a la tienda por un par de cervezas, hacía un poco de calor y éstas estaban súper frías, así es que decidí tomarme una yo y una él. Por cierto, ya casi eran las 5 de la tarde, ya que por ser sábado habíamos desayunado muy tarde y la verdad es que no teníamos mucha hambre. Al terminarnos estas cervezas, mi esposo fue por otras dos; así transcurrió la tarde hasta que comenzó a obscurecer.
Mientras tomábamos las cervezas, él me acariciaba mi cuerpo y me decía muchas cosas que comenzaban a despertar mi lívido sexual. Finalmente terminó convenciéndome de que me vistiera como a él le gusta. Me di un buen baño y me arreglé para él. Me vestí con una tanga de hilo dental, una blusa muy delgada y sin sostén, una falda semitransparente, unas medias con silicón en el encaje y por cierto de encaje muy bonito y muy grueso, unas zapatillas de aguja, me maquillé a la perfección y lista.
Cuando terminé de arreglarme, me senté junto a él y seguimos tomando cervezas. Cada vez me sentía más y más caliente por la forma de tocarme, de hablarme y de todo lo que me decía, parte de sus fantasías y parte de lo que hemos pasado juntos, recordamos muchos momentos agradables, las veces que hemos ido al cine, las veces que hemos estado en el metro o en el micro y muchas otras cosas más.
Como yo no había terminado de hacer la comida y ya teníamos un poco de hambre, le pedí que me invitara una pizza de salami, ya que, por estar con él se me había ido el tiempo como agua; por supuesto que no se negó y me dijo: "Vamos a hablar a la pizzería para que nos traigan una pizza y no tengamos que salir de casa".
Marcamos a los teléfonos correspondientes para pedirla y nos dijeron que llegaba en menos de media hora, de lo contrario, la pizza sería gratis.
Colgando el teléfono a José Luis se le ocurrió la idea de exhibirme con la persona que trajera la pizza, así es que de inmediato nos pusimos a arreglar la sala para el momento esperado, él me pidió que yo hiciera lo necesario para que el muchacho que llegara, me viera y probablemente hasta me tocara, pero solo eso, sin llegar a tener sexo con él. Por su parte él estaría en la cocina y me iba a estar viendo desde la mirilla que tiene la puerta de la cocina, sin que nadie lo pudiera ver desde la sala.
Dicho y hecho, pasaron como 25 minutos y sonó el timbre de la puerta, me asomo por la mirilla para preguntar quien era y si, era un muchacho, no muy alto ni muy guapo, pero al fin un extraño. Pidió por mi marido ya que a su nombre la habíamos pedido; le abrí la puerta y le dije que él había salido a la tienda, pero que pasara. Yo me di la vuelta para tomar el dinero que estaba en un cajón del trinchero y me hice un ratito la loca, para hacer tiempo, y que al mismo tiempo el chico me viera perfectamente. Bueno tal fue el caso que tuvo el tiempo necesario para quitarse el casco y siguió mirando, supongo yo; ya que al darme la vuelta, no me quitaba la vista de las piernas y de mi colita.
Le pagué y al momento de darme el cambio, le pedí que me ayudara, tenía que cambiarle la pila a un reloj de pared, que solo me detuviera una mesita de centro para que no me cayera, argumentando que el reloj era nuevo y era un regalo para mi marido, que quería aprovechar que había salido a la tienda para ponerlo en un lugar visible. Por supuesto que no se negó.
Se acercó a donde le pedí, tome una silla y me subí primero a la silla, después me apoyé en su hombro y me subí después a la mesita. En lo que yo nuevamente me hacía la loca aparentando que no podía ponerlo, moví mis piernas de tal forma que pareciera caerme de ésta. Al sentir éste movimiento mi acompañante, no dudo en tratar de sujetarme de las piernas, primero me sujeto de las rodillas, y poco a poco fue subiendo su mano hasta llegar al encaje de las medias en ambas piernas, eso me excito mucho, si solo con pensar que él me estaba viendo ya me había excitado, imagínense como estaba yo cuando el me estaba acariciando.
No voy a negar que en ese momento, lo único que quería, era ser poseída por él, pero colgué finalmente el reloj, y al tratar de bajar de la mesita, me incliné un poco hacia delante, en ese momento sentí un beso en mis piernas y otro en mis nalgas. Bajé rápidamente y le di las gracias, que ya había terminado. Él por su lado trató de abrazarme y de sujetarme de la cintura, le pedí que se fuera, porque en cualquier momento llegaría mi marido. Me soltó, me dio un beso en la mejilla y me anotó su teléfono en una servilleta, le dije que gracias, que si lo necesitaba, que yo me comunicaría con él.
Tomó su casco y salió del departamento. Al cerrar la puerta, salió José Luis de la cocina súper excitado con su pito de fuera; comenzamos a hacer el amor en la sala y recordando lo que había pasado momentos antes; de cómo me vio el muchacho, de cómo me sujetó de las piernas, de los besos que me dio en las piernas y en las nalgas y de todo lo sucedido.
Como a los 5 minutos de lo que les platico, sonó nuevamente el timbre de la puerta, me asomé por la mirilla y era nuevamente el muchacho de las pizzas. José Luis me tenía bien ensartada por atrás y así vi por la mirilla; pregunte que qué deseaba, dijo que tenía un problema.
Al escuchar esto José Luis me dijo, ponle la cadenita a la puerta (una cadenita que va por dentro de la puerta para que no se abra en su totalidad, solo lo necesario para apreciar mejor al exterior) y asómate, pero sin dejarme de cogerme. Así lo hice, abrí la puerta hasta donde me permitió la cadenita y me asomé, mientras José Luis me cogía, yo hablaba con el muchacho con una voz cortada por la excitación y el deseo. El chico me dijo, que él también hacía servicios de plomería, que cuando se me ofreciera algo, que le llamara.
Por supuesto que el muchacho se dio cuenta de lo sucedido y lejos de irse, más se acercaba a la puerta. Me dijo mi esposo, toma su pito si se deja. Entonces le dije al muchacho que no había problema, que cualquier cosa nosotros nos comunicaríamos con él, o que él me llamara en una semana, anoté mi celular en un papelito y se lo di, pero no en su mano, sino le pedí que se acercara a la puerta y se lo metí en la bolsa de su pantalón. Después de depositarle el papelito en una de sus bolsas, puse mi mano en su pito, pero sobre la ropa, increíble, lo traía paradísimo, bien duro. Le pedí que me lo enseñara y sin dudarlo, abrió su cierre del pantalón y saco su verga, toda llena de pelos.
Pero no hubo mucho tiempo porque se escucharon unos pasos que subían por las escaleras, de inmediato se guardo su verga de nuevo y le cerré la puerta. Como a los 10 minutos volvió a tocar, pero ya no le abrimos la puerta.
Hicimos el amor riquísimo ese día, terminando nos comimos la pizza y nos acostamos a dormir.
Este es uno de nuestros juegos favoritos, espero que les haya gustado y espero también que nos hagan saber sus opiniones al respecto. Como siempre, ya conocen mi correo y esperaré cualquier comentario. Gracias por tomarse el tiempo necesario para leer mi relato y que tengan todos ustedes un bonito y excitante día. FOTOS
Un Vecino muy Cercano
El día lunes por la mañana José Luis tuvo que presentarse al trabajo como de costumbre; por mi parte, tuve que hacer las labores rutinarias de casa. Dando las 6 de la mañana me levante a prepararle el desayuna y en cuanto se fue que recosté en la cama para terminar de ver el noticiario matutino. Terminando el noticiario me di un baño, y después de arreglarme tomé un poco de cereal con leche y me preparé para salir.
En una casa de esta unidad habitacional, casi llegando a la glorieta de vaqueritos hay un Café Internet muy cómodo y muy agradable. Son como 12 o 15 computadoras y cada máquina se encuentra ubicada en una mesa con un taburete para dos personas, una mesita a un costado para ubicar el café o té y finalmente tienes un poco de independencia, eso es muy importante tomar en cuenta cuando una asiste a ese tipo de lugares.
Ese día había vestido algo muy sencillo, un short falda de mezclilla, una tanguita de color blanco (el color blanco me encanta y tengo muchas tangas de ese color, así como negras), unas calcetas y unos tenis, una blusa sin mangas y lista.
Cuando llegué al Café me ubicaron en un taburete que está cerca de una ventana y su vista da a calzada Miramontes. Debieron haber pasado más de 30 minutos cuando note que un chico afuera del local platicaba con otra chica, y casi estoy segura de que eran novios. Se despidieron con un beso muy prolongado y después la chica subió por el puente para cruzar de acera. Los perdí de vista mientras yo seguía revisando mi correo.
Yo estaba tan metida en mis mensajes que no me di cuenta quien estaba en un taburete exactamente en el lado contrario al mío. Lo único que escuche fue la voz de la niña que atendía el lugar diciéndome que un amigo me había invitado un refresco. Por supuesto que lo rechacé.
Pasaron cinco minutos de lo sucedido cuando llegó el muchacho éste con el refresco de lata en la mano. Me pidió que por favor lo aceptara, y que si podía platicar conmigo un segundo. No tuve ningún problema en aceptar ya que su carita se me hacía muy familiar, no lo ubicaba bien, pero sabía que lo conocía.
Comenzamos a platicar y terminamos por reconocernos, era un chico como de 22 años que estudia en una universidad que está por esta zona y se aloja en una de las recamaras de una vecina de mi mismo edificio. Él estudia ingeniería y tiene poco más de un mes que había llegado a vivir ahí. Por supuesto que le paga una cantidad por concepto de renta a mi vecina, doña Fernanda. Por cierto, me dijo que se llamaba Manuel.
Estuvimos platicando casi por una hora. Debo decir que no es un tipo guapo, pero es muy agradable. Durante todo ese tiempo que platicamos no dejo ni un momento no solo de verme las piernas, sino de decirme lo linda que me veía.
Desde un principio le advertí que yo era casada, pero según él solo quería conocerme porque desde el primer día en que me vio, yo le había gustado mucho, especialmente mi forma de vestir y que no me había querido decir nada ya que casi siempre me había visto cerca de mi esposo. También me dijo muchas cosas, especialmente lo que doña Fernanda hablaba de todo el edificio, especialmente de nosotros y bueno, ustedes ya se imaginarán que tantas cosas dijo. Finalmente no me interesa. Así soy y así seré siempre.
Mientras platicábamos y nos reíamos de tantas tonterías, él no perdía de vista el movimiento de mis piernas, por ende yo hacía todo lo posible por moverlas de un lado a otro cada vez con más desfachatez, y esto a él le gustaba. Indudablemente quería algo. En cada movimiento que yo hacía, noté que casi desde el principio de la plática había posado una de sus manos en su rodilla y la acercaba cada vez más a mis piernas, entendí que lo que él quería era rozar mis piernas y le di esa oportunidad casi a cuenta gotas.
Cuando intenté despedirme, me dijo que también iba para su departamento, así es que nos fuimos juntos. Antes de llegar al edificio me pidió que me sentara un rato con él en una banquita, me tomo de la mano y se apoyo en mis piernas, me dijo que le diera una oportunidad para conocerlo mejor y me invitó a tomar un café. Probablemente lo haga, todavía no lo se. Pero al despedirse me dio un beso igual que el que le dio a la chica con la que había estado afuera del internet.
Esto que les acabo de contar, quizás no tiene nada que ver con sexo, pero no dudo que lo haya en nuestra próxima cita, él fue quien me lo propuso, solo quiere tener sexo. Ya les platicaré que sucederá. Gracias por haberme escuchado. Adiós. FOTOS
Solucione el Problema de un Amigo
Se notaba que realmente se sentía mal porque en cierta oportunidad, en que estaba su esposa presente, se preguntó en tono risueño ¿cuál era el motivo por el que su "amiguito" si había nacido con él se había muerto antes? (en alusión a su falta de erección) y su mujer se rió, como asintiendo sus palabras y eso me puso mal, porque comprendí realmente por lo que estaba pasando mi amigo.
Fue entonces que me preocupé por ayudarlo y le propuse cambiar de médico y fue entonces cuando me contó que en realidad un psicólogo al que había acudido le habían sugerido probar tener sexo con otra mujer, ya que con la suya debido a la rutina con la que practicaba el sexo le sería imposible verificar si tal situación mejorabaones, ya que no tendría las motivaciones adecuadas.
Me contó que le costaba un poco buscar una mujer que fuera trabajadora sexual porque tenía miedo de contagiarse alguna enfermedad y luego trasmitírsela a su esposa, por lo que prefería seguir sufriendo con su problema hasta que pudiera comprobar si estaba o no con problemas, con alguna otra mujer, que no fuera su esposa, y con la cual tuviera confianza de que no iba a tener complicaciones futuras.
Fue así que se me ocurrió una idea que me venía rondando la cabeza desde hacía bastante tiempo.
Siempre tuve la fantasía de que mi mujer tuviera sexo con otro hombre y si fuera posible en mi presencia pero ella sistemáticamente se oponía a ello cada vez que se lo insinuaba y hasta me contestaba de mal modo.
Pensé, si lo convencía de ello, que Héctor podría ser el amante que había soñado en mis fantasías y empecé a elucubrar el plan para ello.
Hablando de bueyes perdidos con mi amigo le sugerí que debía tener sexo con alguna mujer conocida, que si fuera del grupo de amigos mejor, pero él, con buen criterio preguntó cómo haría para encarar a alguna de sus amigas ya que todas estaban bien casadas y cuando les insinuara algo lo mandarían a pasear, como se dice vulgarmente.
Fue así, que medio en broma para que no sospechara, le dije que de darse la oportunidad de tener sexo con alguna de ellas cuál o cuáles eran las que lo atraían más.
A la primera que nombró, y pidiéndome disculpas por ello, fue a mi mujer y ahí me empezó a facilitar las cosas.
De hacerse realidad cumpliría mi fantasía y podría solucionar también el problema que aquejaba a mi amigo.
En otra charla que tuvimos le conté que no lo divulgara, pero que no daba abasto con mi esposa en la cama. Que como ya no era tan joven me costaba recuperarme más que antes y que ella, que era toda una máquina sexual, pedía más y más y hasta que tenía miedo de que un día me engañara con algún compañero de trabajo (los que la acosaban bastante según me había contado en confidencia una vez).
Que, aunque disimulara y pareciera una mina recatada, le gustaba mucho coger y que hasta sospechaba que lo podía estar haciendo con otros.
Fue entonces Héctor el que se compadeció de mi y comprobé que el plan estaba por llegar a buen puerto.
Le dije que no me disgustaría que fuera él el que me ayudara con mi mujer ya que lo consideraba un muy buen amigo y sobre todo discreto. Que ella quedaría satisfecha y yo sabría con quien cogía.
Se sorprendió con mis palabras y en principio se negó, aunque no rotundamente y hasta le pareció mal que la ofreciera como si fuera una puta.
Me disculpé por hacerle tal propuesta aunque percibí que sus ojos brillaban y no le debía parecer nada mal tener sexo con mi mujer así que seguí adelante con el plan.
Le dije que quedaba extenuado cabe vez que hacían el amor porque era una hembra insaciable. Que me la chupaba hasta hacerme acabar, que quería que tuviera dos o tres polvos porque es multiorgásmica y que muchas veces me pedía que la cogiera también por el culo porque a ella le gustaba mucho ello.
Pude observar que mi amigo se estaba entusiasmando y hasta se le escapó (luego me pidió perdón) que siempre le tuvo ganas.
Y creo que no es para menos porque mi esposa tiene un buen par de tetas, un culo admirable, muy buenas piernas y es muy simpática.
Héctor se entusiasmó y largo su lengua, contándome que no dejó de pensar en ella nunca más desde que una vez que nos fuimos de vacaciones juntos la vio con su baby-doll transparente y pudo comprobar la belleza que era y lo bien formada que estaba. Me confesó que en esas vacaciones cuando tenía sexo con su mujer pensaba que era la mía y que tenía una acabada brutal.
Eso me hizo poner un poco celoso aunque me halagó mucho a la vez.
Con ello me confirmó que podría cumplir con mi fantasía y por ahí solucionar su problema, si es que realmente existía.
Ahora quedaba pendiente cómo preparar el terreno ya que ella no accedería a tener sexo con él.
Le propuse que fuera un día sábado a la tarde, ya que sale a trabajar con su taxi y su mujer no sospecharía de nada. Yo, por mi parte, trataría de que mi esposa estuviera preparada para el encuentro.
Tendríamos que, además de fijar el día, comunicarnos luego con nuestros celulares para determinar el momento preciso, porque le dije que ella no debería saber que él se la había cogido, porque por más que fuera "una máquina sexual" no iba a tener sexo con él, sobre todo porque era el esposo de una muy buena amiga.
Llegó el fin de semana y puse en práctica el plan que había elaborado. Además de almorzar con una buena cantidad de vino le mezclé en su café de sobremesa un par de pastillas sedantes, las que sabía que no le iban a producir daño alguno pero la tendrían semiinconsciente. Que actuaría como si estuviera despierta pero tendría los ojos entrecerrados y no recordaría luego nada de lo sucedido. Me había asesorado bien y hasta se lo había hecho un par de días atrás para ver cómo reaccionaba y habíamos tenido sexo de manera espectacular, reaccionando a todos mis estímulos y más.
Después del almuerzo nos recostamos y al ratito nomás había entrado en ese estado "tan especial". Aproveché para sacarle la poca ropa que llevaba puesta y la cubrí apenas con la sábana de la cama.
Lo llamé a mi amigo, el que ya estaba bastante cerca de casa y acudió de inmediato.
Le dije que podía hacer con ella lo que quisiera en materia sexual, que no tuviera en cuenta que yo estaba ahí presente. El plan incluía también la filmación del hecho y como se realizaría en penumbras, aunque la cámara de video lo permitiera, trataría de preservar las identidades para evitar problemas futuros y él estuvo de acuerdo.
Cuando Héctor ingresó en el dormitorio se quitó la ropa y al retirar yo la sábana que cubría a mi mujer tuvo una erección que me hizo exclamar que ya se había curado y que no necesitaba tener sexo con ella.
Me miró desconsolado y le dije que era una broma y tuvo una sonrisa de oreja a oreja y no era para menos, no podía perderse un bocadito como ese.
Al ver la situación y pensar en lo que se venía me hizo tener a mi también una erección.
Cuando él se metió en la cama, ella que parecía estar dormida reaccionó al sentir el miembro de mi amigo sobre su cuerpo y sin más empezó a acariciárselo. Luego, empezó a mover la mano de abajo a arriba dejando que la piel descubriera la cabeza de la verga y suavemente se la introdujo en la boca y comenzó a succionarla.
Recorría íntegramente la pija de Héctor con su lengua húmeda y un suspiro escapó de mis labios. Utilizaba su lengua lentamente hacia arriba, hasta llegar al glande, metiéndola en el agujerito de la punta y luego volviendo nuevamente a la base. Llegaba hasta los testículos y los mordía muy suavemente.
Parecía que mi amigo no aguantaba más. Tal vez su mujer nunca se la había chupado o nunca de tal manera.
Por los movimientos me di cuenta que él estaba por eyacular y quería retirar el miembro de la boca de mi esposa, la que no lo dejó y empezó a acelerar los movimientos de succión.
Ella chupaba de tal manera que él no se pudo contener y empezó a acabarle en la boca. Mi mujer se tragó el primer chorro de semen, después la sacó y siguió pajeándolo con la mano recibiendo la leche caliente sobre su cara y pelo. Luego, lamió las últimas gotitas que quedaban en la verga y se recostó, sin dejar de sostener entre sus manos el miembro ya fláccido y pareció quedarse dormida.
Luego de un instante Héctor comenzó a acariciarle suavemente los pechos al tiempo que le besaba su oreja y su pija comenzó a crecer, con lo que me dio la impresión que se había curado de golpe.
Lentamente ella fue abriendo sus piernas como para recibir el miembro y él la penetró desde atrás en su vagina al tiempo que tomaba sus pechos y le acariciaba los pezones con la punta de los dedos mientras que la besaba en su su cuello, oreja o boca indistintamente.
Los dos parecían estarla pasando muy bien y yo, a pesar de mi excitación, no dejaba de filmar nada.
Hasta me pregunté el por qué lo estaba haciendo y no tuve respuesta, aunque pensé que cualquiera podía llegar a considerarme un degenerado si se supiera.
El de pronto se empezó a mover cada vez más rápido y parecía que estaba pronto a acabar. Ella se sacudía y estremecía ante cada embestida y pedía por favor más.
Mi amigo no pudo aguantarse y la sacó rápidamente para acabarle sobre la cola aunque yo le había anticipado que no había problemas en que lo hiciera dentro de ella.
Parecía que ahí se acababa todo pero Héctor, que ya estaba curado y cómo (parece que el psicólogo tenía razón en que le había dicho de cambiar de monta) se recuperó pronto (hasta creo que más rápido de lo que me sucede a mi) y con una erección bastante pronunciada se acercó la verga al rostro a mi esposa, la que, sin abrir los ojos comenzó a masajearla para luego incorporarse y metérsela en la boca una vez más y empezó a chupársela suavemente.
De pronto se la sacó y algo le dijo al oído porque él la hizo girar, se agachó y puso su boca en el agujerito del culo de mi mujer y lo lubricó bien con saliva metiéndole la lengua dentro, provocando que ella exhalara un suspiro.
Luego, acercó su pija y comenzó a penetrarla. Ella parecía rechazarla al principio pero luego el orificio se nota que se fue dilatando poco a poco favorecido por los movimientos que ella realizaba.
Esto permitió que el miembro entrara casi todo. Mi mujer gimió una vez más pero le pidió que empezara a moverse al tiempo que ella también lo hacía con sus glúteos, los que apretaba cuando el pedazo entraba y aflojaba cuando éste salía.
La escena era inenarrable y parecía que yo estaba por acabar junto con ellos.
Alentado por las palabras de ella mi amigo derramó furiosamente su eche dentro y luego se quedó recostado sobre ella, pero no por mucho tiempo.
Se bajó a chuparle la concha y ella no se resistió al embate, más bien lo recibió con mucho agrado por la expresión de su cara y por la forma en que le sujetaba la cabeza y le pedía que no se detuviera, que quería acabar y empezó a tener -gracias a los lengüetazos intensos- fuertes convulsiones llegando al orgasmo.
Cuando sus líquidos empezaron a fluir llevó su cuerpo hacia abajo y quedando cara a cara con él abrió bien los ojos y le dio un beso que duró una eternidad, saboreando de esa manera también sus propios jugos. Luego giró y se puso a dormir.
Ahí si, mi amigo que estaba extenuado empezó a retirarse y luego de vestirse me dijo que tenía razón, que mi mujer era una verdadera máquina sexual, que la había pasado de maravillas, que ojalá se repitiera ya que él estaba dispuesto a ayudarme.
Parecía ahora (y en realidad era así) que el favor me lo había hecho él a mi. Creo que de esta cogida no se olvidará jamás y hasta me dijo que le hiciera una copia del video que había filmado.
Cuando mi mujer despertó, cerca del anochecer dijo estar cansada, como si hubiera estado teniendo sexo toda la tarde (y en realidad lo había tenido), pero estaba feliz y eso me puso feliz a mi también.
A la noche fuimos al cine y a cenar afuera y cuando regresamos tuvimos sexo en forma espectacular. FOTOS
Sofia y Angel
Restaurante de Carretera - 1ª Parte
Como he dicho, cuando yo ya era un jovencito el restaurante empezaba a dar escasos ingresos. Sólo atendían el negocio mi padre y mi madre, y yo, que de vez en cuando echaba una mano. He de decir que fui un niño mimado y no me faltó de nada nunca; además mis abuelos tanto maternos como paternos me enviaron siempre y muy a menudo toda serie de juguetes y caprichos, pues decían que un niño sólo viviendo en un restaurante de carretera se aburriría mucho, y no les faltaba razón.
Últimamente me interesaba mucho la electrónica y gracias a los regalos y al dinero que me daban mis abuelos monté todo un equipo de sonido, microcámaras, altavoces de escucha miniaturizados, pantallas de televisión, grabadoras, videos, etc. Mis padres no se metían mucho en lo que yo hacía con este equipo y además no entendían una sola palabra de cómo funcionaban o para que servían. Es fácil imaginar que uso le di, porque el negocio, además de restaurante también funcionaba como motel y se alquilaban habitaciones. Así que coloqué cámaras de video y equipos de escucha en todos los dormitorios del motel, incluido el de mis padres. De ese modo despertó mi curiosidad y mi interés por la sexualidad. Pronto me convertí en un voyeur empedernido.
En el motel se detenían algunas parejas (desgraciadamente pocas para satisfacer mi vouyerismo y para ganar dinero en el negocio familiar). Yo grababa en video lo que hacían aquellas parejas y me parecía magnífico; era increíble lo que se podía hacer en el terreno sexual. El material grabado lo archivaba y he de decir que años más tarde lo empleé para realizar cine porno amateur, negocio del que vivo y muy bien por cierto, pero eso es otra historia.
Me masturbaba contemplando aquellas imágenes pero vuelvo a repetir que eran escasas las parejas que se paraban allí a pernoctar, fue por eso que me centré en las relaciones sexuales de mis padres, las cuales, en comparación con las que había tenido ocasión de contemplar en otras parejas, dejaban mucho que desear. Mis padres eran muy sosos en la cama, pero poco a poco me di cuenta que mi madre no era la responsable de ello; al que le faltaba vigor y pasión sexual era a mi padre. Yo me contentaba con ver desnuda a mi madre, que por entonces tendría unos treinta y cinco años y estaba muy bien de cuerpo.
Morena, guapa, de buenas tetas, de un tupido coño pleno de vello púbico... Era la ninfa de mis pajas. Aunque oía las conversaciones de mis padres, nunca escuché a mamá echarle en cara a papá la falta de vigor sexual, pero no tardé en comprobar que la mayoría de las veces quedaba insatisfecha, pues papá la sometía a practicar un sexo convencional y carente de morbo. Me excitaba ver cómo, después de que papá le echase un polvo rápido y vacío de gozo, mamá se retiraba a otra habitación para masturbarse en solitario. Esa costumbre en ella me fascinó: ver cómo se introducía en su vágina un plátano o un pepino me volvía loco. A pesar de que papá y mamá follaban muy de tarde en tarde, ella se quedó embarazada y a partir de ese momento papá dejó de mantener relaciones sexuales con ella, aunque estaba bellísima con su barriguita. Aunque a mi madre le apetecía hacerlo, papá le explicaba que en su estado no convenía follar.
Todo eso lo escuchaba yo gracias a mis micrófonos ocultos. Papá y mamá estaban preocupados; el negocio iba mal y otro hijo venía de camino, más gastos aún. No sabían qué hacer. Entonces un día llegó al restaurante un camionero con su camión cisterna lleno no se qué líquido industrial y se detuvo a cenar. Pidió también una habitación para pasar la noche. Era un hombre alto, fuerte, guapo, rubio de ojos azules y tendría más o menos treinta años. Noté que mi madre le miraba casi constantemente y él a ella. El camionero era un hombre educado y de buenos modales y llamaba a mis padres señor y señora.
Esa noche no había nadie en el restaurante y yo me retiré a mi habitación a entretenerme con mi equipo de imagen y sonido. En una pantalla observé lo que ocurría en el restaurante: el camionero quiso hablar con papa en privado y yo lo oí todo. Goyo, que así se llamaba el camionero, preguntó a papá si podía contratar los servicios de una prostituta y traerla consigo ala dormitorio del motel; que si hacía falta pagaría más por poder utilizar el dormitorio para esas necesidades. Mi padre se negó rotundamente diciendo que en su casa ese tipo de cosas no estaban permitidas. A mi me fastidió mucho porque quería ver a aquel hombre de apariencia de semental en acción con una hembra y además, según dijo, estaba dispuesto a pagar una fuerte suma de dinero, y eso hubiera venido fenomenal a mi familia. Todos se retiraron a dormir. El camionero salió al balcón de su dormitorio a fumar un cigarro.
El pobre hombre tenía unas ganas terribles de follar, lo había dejado claro. Papá y mamá estaban en su cama, lo veía en uno de mis monitores. Papá se quedó dormido muy pronto y mamá aprovechó la ocasión para ir al despacho de papá y masturbarse como a veces tenía por costumbre. Su embarazo la hacía más bella y apetecible. Me dije a mi mismo que la situación era curiosa: por un lado Goyo el camionero con ganas de follar y por otro mi madre masturbándose.
De repente tuve una idea y no dudé en llevarla a cabo. Salí afuera y vi a Goyo en el balcón; no tuve timidez y le pregunté que si tenía ganas de follar y qué cuanto pagaría por ello. A él le extraño mi pregunta pero su deseo era tan fuerte que sintió interés por el asunto. Me dijo la suma de dinero que ofrecería. Regateé y pedí más, consiguiendo que elevase la cifra hasta convencerme, entonces le dije donde estaba el despacho de papá y le animé a ir pues mi madre le esperaba. Eso era mentira, claro, mi madre no le esperaba, pero era un riesgo que debíamos correr. Así que Goyo me pagó el dinero convenido y fue hacia el despacho. Yo me fui inmediatamente a mi pantalla a ver que ocurría allí. Tenía la esperanza de contemplar un bello espectáculo..., pero lo que ocurrió lo contaré más adelante FOTOS
Me manosearon en el Metro
Esa vez se me estaba haciendo tarde y para no llegar más retrasada aborde en el vagón que pude, no alcance el de mujeres. Al principio iba un poco apretado el vagón pero resistible para mi humanidad. Iba vestida con mi uniforme, falda negra, blusa blanca y saco gris. Usualmente uso la falda a la altura arriba de la rodilla pero a veces por la necesidad de la promoción debe ser un poco más corta, y ese día era así y no muy justa porque a mi esposo no le gusta.
Después de tres estaciones iba más lleno el convoy y al llegar a la Raza podía sentir como insistentemente una mano pasaba por mis nalgas, había levantado discretamente un poco mi saco para acariciarme, y disimuladamente de vez en ves se posaba en ellas, rozando mis piernas y recorriendo mi anatomía con movimientos circulares, no alcanzaba a ver quien era el que me tocaba así, trataba de moverme de ahí pero no pude, así que tuve que tratar de esquivar esas caricias clandestinas.
Para llegar a las dos siguientes estaciones se demoró el metro cerca de diez minutos por lo cual se empezó a llenar más el convoy, sintiendo como me apretaban contra los pasajeros de atrás, aprovechando eso ya no sentía una mano, ahora eran dos las que se atrevían a acariciarme, pero sin descararse. Creo que mi cara era de desesperación por no saber que hacer y me comencé a poner roja y a sudar, aparte del calor que hacía en el metro.
Avanzamos y las caricias se hacían más audaces, empezaban a recorrer mis nalgas por arriba de la falda con más insistencia, me recorrían los pliegues de mi pantaleta, subiendo y bajando por los bordes, empujando poco a poco mi cuerpo con sus caricias hacia delante, incluso una de esas manos se apoyo en mi pierna sobándome mi muslo, primero por arriba de la falda y después alargándose hasta tocar mi piel, dejando ahí su mano y sintiendo su calor.
Lo único que pude hacer fue apretar mi bolsa contra mi pecho con mis dos manos, y ante mi nula resistencia me seguían manoseando mis nalguitas, hasta ese día y desde que me case nadie más que mi esposo me había tocado así.
Cando llegamos a Guerrero la estación era un desastre, había mucha gente en el anden y al abrirse las puertas la multitud de afuera se nos abalanzo hacía adentro y entre esos apretujones una de las manos que me acariciaba me apretó la nalga derecha y me la sobaba con descaro, apoderándose de mi trasero, hundiendo sus dedos en mi carne protegida sólo por mi ropa, mientras que otra mano también me apretó la nalga izquierda, el manoseo era inevitable, mi estatura y los empujones no me dieron oportunidad de hacer mucho y tuve que poner mi brazo a la altura de mi pecho para evitar ser aplastada, parecían horas pero fueron segundos de intenso ajetreo, mientras que mis nalgas recibían trato especial de dos desconocidos que se deleitaban tocándome el culo a su antojo.
Al cerrarse las puertas el apretón fue mayor y al avanzar una de esas manos se metió por debajo de mi falda y me estaba acariciando sobre la pantaleta, y de pronto ya no era una sola fueron tres las que por debajo de mi falda me tocaban insistentemente, un tipo que iba a mi lado y de frente al notar que yo no protestaba por el singular manoseo de mi trasero y complaciente con su mano derecha se introdujo bajo mi falda y comenzó a tocar mi cosita.
Abrí los ojos y volteaba para todos lados tratando de que alguien me auxiliara, pero nadie había, puras personas de rostros fríos e inexpresivos que iban ahí. Introdujo sus dedos por un costado de mi pantaleta un me empezó a tocar mi cosita, y los de atrás ya trataban de meter un dedo en mi ano pero lo aprete y eso basto para que sintiera como me jalaban mi pantaleta y ésta casi resbalara por mis piernas.
Ya me encontraba húmeda y creo que un poco excitada. Tenía cuatro manos por debajo de mi falda satisfaciendo sus deseos sexuales reprimidos, manoseando a una desconocida que no ponía resistencia, los apretones en mis nalgas eran más duros y atrevidos, me acariciaban a tres manos o quizá más, no se, y al enfrenarse súbitamente el metro y sentí como un tipo se ponía justo detrás de mi y me repegaba su pene erecto, caliente en mis nalgas, empujando su cuerpo contra el mío para hacerme sentir el esplendor de su verga erecta y firme, era una erección tremenda, yo creo que ni con su esposa el tipo ese había tenido semejante parada de verga, por eso me acomodo en el justo medio para poder sentir esos empujones de verga en mi cola, estaba desean que acabara pero también que me pusiera su pene desnudo entre mis nalgas, ahí justo delante de todos, si me lo hubiera hecho me habría hecho venirme, con sus repegones imaginaba que me estaba dando verga por el culo, que me estaba enculando, que me estaban cogiendo como a una perra, como una puta, realmente deseaba que me llenaran con semen, semen de otro macho.
Avanzo y antes de llegar a Hidalgo un señor acercó su brazo a la altura de mis senos y “accidentalmente” se apoyaba para sentirlos, no los podía tocar pero posaba las yemas de sus dedos sobre mis pechos, ya para ese entonces el manoseo estaba en su punto candente, yo me sentía sin calzones, con la vagina húmeda, con un pene entre mis nalgas, con una mano insistente tocándome la vagina, un tipo tratando de sobar mis tetas, era de locura.
Si mi marido me hubiera visto pensaría que era una puta, y en realidad lo era en ese momento, en ese lugar, si me hubieran cogido ahí en el vagón, no hubiera puesto resistencia porque ya estaba muy caliente, por eso cuando llegamos a Hidalgo salieron muchos pero no me moví para no dejar de sentir y entraron más pasajeros, no me importo seguir sintiendo esos empujones en mis nalgas, la excitación me embargaba, imaginaba que era la mujer perfecta para cualquier hombre, que me deseaban, que destilaba sexo por mis poros, yo misma me hubiera quitado los calzones y hubiera pedido a gritos verga, mientras más sucio fuera el tipo mejor, más puerca me hacía sentir, por eso cuando el de al lado se masturbo delante de mi, tapándose con su periódico y salpicando su semen en mi falda no me importó por desgracia no lo echo en mis piernas, hubiera sido delicioso.
Tenía que bajar en Balderas, así que me acomode para salir, me dieron la última cachondeada, le pregunte al de enfrente que si bajaba en la siguiente echando mis nalgas hacia atrás, lo que permitió que me tocaran el culo al antojo de quien quisiera, poco falto para que empezara a bajar cierres y masturbar a cuanto hombre me lo pidiera, si me hubieran obligado a tener sexo hubiera tenido como diez orgasmos; en ese momento hubiera mamado todos aquellos penes que me ofrecieran, hubiera dejado que me tocaran todo mi cuerpo, que chuparan mi cosita, que me metieran los dedos en mi culito, que me chuparan mis pezones, me hubiera dejado someter por todos o uno por uno, desebaba que me llevaran al fondo del vagón, que me desnudaran y que me sometieran todos, que me dieran por todos los orificios de mi cuerpo, que me llenaran de semen la cara, mis manos, mis senos, mi boca, pero nada de eso paso y la cachondeada que me estaban dando sólo me calentó y llegamos y me baje discretamente el saco y acomode mi falda, antes de bajar sentí un manoseo impresionante, una gran cantidad de manos se apoderaron de mis nalgas, me acariciaban desesperadamente, lo que sentí fue como una mano introdujo algo en la bolsa derecha de mi saco. Cuando bajamos no quise voltear a ver a nadie para no perder el encanto del anonimato. Cuando revise mi pantaleta estaba húmeda y olía a semen, alguien se había masturbado y me había salpicado FOTOS