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La Descartuchada

La Descartuchada Soy Mia una mujer común, casada hace 23 años, cuatro hijos, me diagnosticaron una enfermedad psiquiatrita (de la cabeza) y me obligan a tomar remedios. El tema es que mi marido se aburrió de mi. Y bien merecido lo tengo le cargue siempre la mano en todo. Consecuencia me dieron el ultimátum o me pongo las pilas o se divorcia. Y yo no he trabajado nunca fuera de la casa.Acepté la condición, total solo se trata de un trabajo “part time” y en mi currículo puse que estoy disponible desde las 15 a las 21 horas de martes a sábados.Después de entregar mi CV en media ciudad durante un par de meses. Me llamaron de varias partes a entrevistas, pero no quedaba por la edad y la falta de experiencia. Un día me llaman de una multitienda de construcción. Me entrevistó una señora y al parecer le caí simpática así que quedé a prueba.Llevaba trabajando como una semana y me llamaron de la oficina en el segundo piso. Ahí me entrevistó un señor, por lo del contrato. El tipo me ponía nerviosa sobre todo cuando me miraba fijo. Me pidió que me cambiara las ropas que tenía puesta por el uniforme. Como no vi ningún closet le pregunté donde me podía cambiar?. Y me contestó que allí mismo. O acaso tenía algún problema? De mala gana me quite la blusa y el pantalón quedando en ropa interior, supongo que no estoy tan mal de físico, por que sentí los ojos del tipo en todas mis partes intimas. Me puse el uniforme que es una especie de bata como de hospital, claro que con los colores corporativos y mas gruesa ahí me sentí mas tranquila. Después de eso me hizo firmar el nuevo contrato y proseguí el día normal haciendo de reponedora, el aseo y cuanto me mandan.Ese día llegue ganosa y quería tener algo con mi marido, pero el anda de malas conmigo y eso me tiene muy frustrada así que me serví un pan y una bebida y me bañé para enfriarme. Me metí a la cama, él ya estaba dormido, igual le corrí mano, me gusta pasarle la mano por su lomo y si está en posición le agarro el paquete como que no quiere la cosa.Así pasaban mis días cuando me mandan a buscar de la oficina de arriba nuevamente. El tema era que el tipo fue ascendido y ahora era el jefe del área y entre otras mi jefe también. Se fue de chachara un rato y me tenía latea, de repente se paró de su asiento y me acosó, yo tan nerviosa que no cache na’ lo que decía. Lo que pretendía era lo que cualquier hombre con poder. Si quería progresar y ganar más lucas tenía que estar dispuesta. Yo seguía turbada y sin entender. Dispuesta a que? Pensaba para mi y se me salió en voz alta. Y que tendría que hacer? Y ahí no me dijo nada, con una mano me tapo la boca y con la otra me manoseó las bubys y el trasero… comentando que estaba bueno. Se separó de mi cuerpo, me miró fijo a los ojos y me dijo nos estamos entendiendo? Yo sólo atiné a mover la cabeza afirmativamente. Salí de la oficina colorada no se si por el bochorno o calentura. Me fui al baño, me refresque y disimule siguiendo con mis actividades.Fin de mes… me pagaron y al revisar mi cheque venía con un bono…no mucho pero para el trabajo estaba bueno.Ese lunes me fui contenta, me sentía algo eufórica, era mi primer sueldo. Ya el mono de mi marido no podría palabrearme o sacarme encara que soy una mantenida. Esa noche llegue tarde a casa con regalos para mis hijos y también para mi. Toño se había dormido, las noches se habían tornado cada vez más calidas y yo sin poder sacarme las ganas. Y eso me hacia mal dormir y para remate en la mañana entraba a trabajar, así que me desnudé y le sobé el pene, el que no tardó en estar a punto. Toño tiene un buen trozo de herramienta cuando lo tengo dentro de mi conejo lo disfruto cualquier cantidad hasta acabar. Con todos los años de servicio lo sigo gozando, por lo que me subí a horcajadas sobre él y me lo introduje, yo ya estaba muy caliente y mojadita. Me movía lento para no despertarlo… iba rebien y no se despierta y me saca de encima y ahí quedé con las ganas. Para no hacer escandalo me quedé calladita y no molesté más.Seguí el día normal y me fui al trabajo. De repente se me pasaba por la mente que me llamen o subir a la oficina. Ese día no pasó nada. Nunca en mi vida me había masturbado pero esa noche me metía al baño y me la toque estaba agarrando velocidad y al Toño se le ocurre entrar al baño y me pilla… No me dijo nada. La noche la pasé mal, con cuarenta años encima y con ganas sin apagar.El día me pasé haciendo las cosas de la casa y de la pega hasta que me llamaron de la oficina. El jefe me informó en el momento que había un reclamo por contestar mal… yo pedí disculpas pero no sabia quien podía ser porque había trabajado sola. El jefe se me fue encima y me dijo esto hay que arreglarlo inmediatamente. Me puso sus manos encima, me reclinó sobre el sillón, me levantó el uniforme y me dio una feroz nalgada a la altura de mi conejito.Me miró y a mi se me salieron las lagrimas. No estaba llorando, eran sentimientos confusos, impotencia, dolor, que se yo. Al verme así me abrazó y me consoló, me decía palabras suaves y me acariciaba. Volvió a levantarme el uniforme para verificar el daño y efectivamente su mano estaba marcada en color rojo en mi piel blanca. Él se levantó echo seguro a la puerta buscó una crema en su cajón. Yo comenzaba a sollozar… no se porque… se me acercó me puso en sus piernas con la colita hacia arriba, ni me preguntó cuando siento que me baja el calzón y me unta con la crema las nalgas. Sus manos eran grandes pero suaves y recorrían masajeando cada una y de paso un roce a mi conejito desnudo. La crema se asimiló en mi piel y dejó de arder. Claro que ahora ardía mi concha. Un extraño me había manoseado (pensaba) y eso no era todo. Escucho en artefacto eléctrico como una rasuradota y me volteo a mirar… efectivamente era una de esas maquinas para afeitar la barba.Otra vez sin mediar un permiso me la mete en el conejo con cuidado y lentamente empieza a rasurar centímetro a centímetro mi conejito. El proceso me hizo electrizar y aumentar mis deseos. El meticulosamente siguió en su faena hasta conseguir dejarme bien desnudo mi sexo. Mientras yo ya mostraba señales notorias de la excitación provocada. Seguido de la limpieza se acomoda y me mete su lengua por la rajita unas pocas veces… lo escucho saborearse y decir algo con una voz ronca y baja. Luego se vuelve a su nueva tarea y con toda la confianza se pierde en mi sexo. Yo empecé a disfrutar de una manera. Sentía su lengua gorda, larga y caliente y me estaba dando un placer y sacándome todo el fuego retenido casi dos meses. Ay!!! Que cosas mas ricas…ya mi respiración era un jadeo, mis manos apretaban la cubierta del sillón, se me salían gemidos como perra en celo y me vino un orgasmo fuerte y profundo y él se dio a la tarea de tomarse todo el néctar de mi fuente. Que satisfacción. Me limpió con unos pañuelos y me agradeció confesando que hace años que no se comía un coño. A lo que agregó, que el mío estaba delicioso, buen olor y buen sabor, tal como a él le gusta.Me subí el calzón me abrió la puerta y me retiré prácticamente no quedaba nadie. Llegué en taxi a casa todos descansaban mire la hora 23:30 no era tan tarde, pensé.Me metí al baño y me revisé si habían marcas de la nalgada y me vi la desnudez de mi conejito, me lo había dejado fantástico, realmente me gustó el trabajo de peluquería, algo tendría que inventarle a Toño para explicarlo. Aunque no fue necesario, cansado todos los días era imposible… con alguna mina me debe estar cagando, me dije a mi misma.Curiosamente no me percaté que yo también lo había hecho, no sentía ningún remordimiento, culpa o vergüenza por lo de hoy. Mi cabeza estaba relajada y me acosté durmiendo como tronco.La semana iba pasando casi en su totalidad y en el trabajo normalidad. El sábado me vuelve a llamar a la oficina. Ni se notaba porque todo el día llamaban a alguien fuera hombre o mujer. Cierra la puerta tras de mi y me comentahas sido una buena mujer??? En tono de pregunta.Si, respondo con algo de timidez.Creo que si…vindica y añade, no he escuchado ningún chisme de lo que aquí ocurrió el otro día. Eso me gusta, habla bien de ti, así me gusta la mujer, ubicadita.Sigue en pie mi oferta de que te irá bien si sabes hacer tu trabajo.Se paro de su asiento y se me acercó tal como en las otras oportunidades, con esa mirada de depredador frente a su presa y yo quieta como el animal que sabe que hasta allí llegó. Me rodea y me levanta el uniforme hasta la cintura, baja mis calzones (yo no uso colaless) baja a mi sexo y no le gustó porque ya habían crecido su poco de bellos, sin mediar palabra me indica que me recline sobre el sillón con la cola hacia él, saca su rasuradota y me la vuelve a dejar como potito de guagua.Después se posiciona y me faena la concha y el ano con esa lengua mágica. Estaba a punto del clímax cuando decide intencionalmente retirarse dejándome encendida como caldera. Se saca su pene y me lo introduce se siente como el de Toño. Pensé que sería algo más espectacular, en todo caso no era malo y lo estaba disfrutando bastante. Su mete saca al principio era lento y eso me provocaba más. Sentir la longitud de inicio a fin y como se lubricaba milímetro a milímetro. Con sus manos me tomaba de las caderas, me acariciaba las nalgas. Luego el ritmo se aceleró un poquito y atiné a relajarme un poco llevando mis dedos a mi clítoris. Mientras él se puso osado y me acaricio el anillo anal. Eso causo más provocación. Ya Toño me había poseído en muchas ocasiones por ahí y me resultó rico. Lo dejé hacer, quería acabar en un orgasmo como el del otro día. Al rato su dedo había violado la seguridad del anillo y me follaba cuidadosamente el ano. Lo introducía tal cual lo había hecho su pene en mi conejito. Yo lo estaba pasando de lujuria. Seguía dándole tratamiento a mi clítoris mientras que el me saca el pene de mi conejo y me lo posiciona en la entrada del ano empujando con suavidad para penetrarlo, yo me relajo lo mas posible para permitirle ingresar. Estaba un poco grueso y eso lo hacia más interesante. El invasor anal logro penetrar la tensión del anillo y sus centímetros investigaban la profundidad de mi recto. Curiosamente no me dolía. Además pronto sus dedos estaban dando un buen masaje a los labios exteriores e interiores. Eso sumado a la situación misma extramarital me tenía al borde de la locura y placer. Sin darme cuenta me empecé a mover y mi ano se apoderó de ese pene como niño a su chupete. Sentía gran placer anal, un hambre anal, un hormigueo que me obligaba a clavarme lo cada vez mas profundo. Sin sacármelo de mi ano giré y lo senté y yo me acomodé de manera de tener el control de la clavada. Entonces miré como me lo metía yo misma. Me auto enculaba en ese pene grande y largo, subía y bajaba hasta sentirlo bien profundo y sin ningún apuro. Con una mano lo tocaba para sentirlo y acariciaba los huevos todos peludos con rizos muy negros. Que calentura tan grande!!!….Como pudo metió nuevamente sus dedos para darle masaje a mi coñito. De mi fuente chorreaban los néctares del placer por las paredes interiores de mis piernas. Seguro que estaba en un orgasmo de esos suaves pero largos. Estuvimos así bastante, lo suficiente para que se derramara en mi interior la lechita. Mantuvimos nuestra copula hasta que su pene volvió a su estado relajado natural. Al igual que las veces anteriores salí de la oficina como si allí no hubiera pasado nada. Me fui al baño y me limpié. En casa miré a Toño que descansaba y las imágenes de lo que había pasado me volvieron la exitación. Que me estaba pasando? Como tan caliente? Ah! Para que me casé pensé… como seguía con mucho ardor en mis entrañas y una comezón anal inexplicable…me desnudé y después del respectivo levantamiento de la herramienta de mi marido me la clave por el ano. Con la leche del jefe lubricando mi ano la penetración no fue difícil y el placer anal volvió a apoderarse de mi. Mis movimientos empezaron lento gustando de la longitud del falo masculino y hundiéndolo hasta mis más profundos deseos. Luego cabalgue como una posesa hasta que mi placer se expresaba en sonidos guturales y bramidos roncos. Mi calor era como fuego, me sentía afiebrada, lujuriosa, estaba sudando, mi piel brillaba en la oscuridad con los reflejos de luz de mi ventana. Aproveché bien el tiempo. Seguro que Toño se hacía el dormido. Menos mal que su pene no…finalmente masaje mi vulva chorreante y me llegó mi orgasmo tan deseado. Este fue diferente no tengo palabras en este momento para describirlo. Entiendo que fue el famoso orgasmo anal. Mis orificios se contraían desordenadamente. Mi ano desalojo el pene y me recosté de espalda a los pies de la cama y me quede profundamente dormida. FOTOS

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