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El Encuentro

Llevaban meses de hablar por telefono, meses de encontrarse cada noche para divertirse, para enojarse pero casi siempre, para gozarse.
No se habian visto frente a frente nunca pero conocian cada detalle de sus gustos y preferencias sexuales. Habian fantaseado en mas de una ocasión con lo mismo y con mas. Habian hecho el amor y, en identica proporcion, habian cogido de las formas mas salvajes que el medio les permitia.
Casi sin decirlo sabian que en ese terreno estaban hechos a medida. Podian ser los mas tiernos y los mas perversos del mundo, podian proyectar una cena romantica a la luz de las velas o una cogida monumental en un rincon oscuro de cualquier calle de la capital.
En el terreno sexual nada les era incompatible, extraño o insuficiente. Siempre iban por mas. Se dejaban mensajes eroticos en los celulares, en los contestadores, se llamaban a cualquier hora para enloquecer apasionadamente al otro y eso los mantenia cada vez mas calientes y excitados.
Planeaban verse, no sabian cuando ni como pero el encuentro tenia que darse ; el deseo de estar juntos ya iba mas alla de cualquier logica, de cualquier razon.
Conocian sus cuerpos como si siempre los hubieran tocado, sabian donde y como podian enloquecer al otro, como podian hacerlo llegar a la cumbre del placer solo hablando, solo dictando desde el otro lado de la linea como iban a recorrerse con manos, labios, lengua, piel a piel.
Asi, sin mas, en una noche algo fresca, el toco el timbre de su casa. Ella bajo sin sospechar lo que le esperaria y grande fue su sorpresa cuando se vieron alli, el en la vereda y ella sosteniendo el marco de la puerta de entrada a su casa.
Tantas veces se habian prometido comerse la boca en cuanto se vieran que a los dos los asombraba que ese hecho se demorara. Ella estaba en su casa acompañada por su hermano asi que eso dificultaba cualquier noche salvaje o romantica que hubieran planeado en cualquier momento anterior pero eso no queria decir que no tuvieran algo de todo lo que habian esperado durante tantos meses, a esta altura de las cosas, el lugar era lo de menos.
El perfume de ella a el lo estaba embriagando, esa mezcla de fragancia femenina con una ducha reciente y su proximidad, estaban mareandolo.
Quizas ella no era tan conciente de eso pero aun asi trataba de no mantener demasiada distancia de el, intimamente queria acercarse pero tal vez los nervios no la dejaban moverse mas alla de las dos baldosas en donde estaba parada.
Se miraban, se median y los amparaba la semi oscuridad de la entrada de la casa de ella, mas el ir y venir de gente en la vereda. Sin que el supiera, ella miraba su boca esperando que el la tomara por asalto, como tantas noches se lo habia prometido.
A pesar de todo, la charla entre ambos era tensa producto de los nervios, de la sorpresa de tenerse frente a frente, del conocimiento de que el no podria quedarse en la casa y de un par de detalles mas que impedian que ese encuentro fuera algo relajado.
Despues de casi veinte minutos de charla, habian decidido que el se iria y que se hablarian al dia siguiente, si es que ella estaba lo suficientemente desocupada como para poder encontrarse y vivir a pleno todo lo que habian sembrado durante esos meses por telefono.
Aun hoy no saben cual fue el disparador de lo que sucedió despues pero cuando estaba saludandose para separarse, el se acerco a ella y sin dejarla reaccionar, apoyo bruscamente sus labios sobre su boca.
La fuerza de este acercamiento la empujo nuevamente hacia el hall de su casa, arrinconandola contra una pared. La boca de el no perdono, sin necesidad de presionar demasiado encontro los labios de ella abiertos lo que dio paso a un beso entre sus lenguas que comenzo a excitarlos desde ese mismo momento.
La lengua de el era invasora, calida, suave. Recorria la boca de ella por dentro y buscaba su lengua para enredarse, para acariciarse, para sorberse una y otra vez. Para ella era delicioso sentir como la lengua de ese hombre que la habia enloquecido durante meses, ahora estaba comiendo su boca sin piedad.
Por momentos dejaban que sus lenguas resbalaran por los labios de ambos para despues volver hacia el interior de cada boca, los excitaba ver como sus lenguas salian y entraban y cogian esas bocas, ansiosas de ser cogidas, ansiosas de ser saboreadas.
El aliento fresco de ambos los llevaba cada vez mas lejos, los alentaba a seguir.
Cuando las sensaciones de ambos sobrepasaban la satisfaccion de ese beso, las manos comenzaron a elevarse por todos lados.
Las de el descendieron desde la cara de ella hacia sus pechos. Las de ella, desde los hombros masculinos hasta sus caderas, pegandolo a ella firmemente.
Cuando ella sintio las manos de el reptando por debajo de su buzo para tomar sus pechos, creyo que se desvanecia, cosa que podia hacer sucedido de no ser porque estaba encerrada entre la pared y el cuerpo de su hombre.
Las caricias de el sobre los pechos de ella fueron insistentes. Primero los tomo con ambas manos, los junto en el medio y encerro su cara entre ellos para poder olerlos, para poder absorber ese aroma a hembra que siempre sintio cada vez que escuchaba su voz del otro lado del telefono. Los apretaba, los masajeaba y cuando habia tomado nota de la dimension de cada uno, comenzo a pellizcar suavemente sus pezones a traves del raso del soutien gris que ella llevaba.
Mientras el se encargaba de esa delicia, ella no cesaba de gemir, de suspirar de pedir mas y pegar mas aun sus caderas a las de el, lo que le daba la posibilidad de poder dimensionar la excitación de ese hombre que la enloquecia.
- Te gustan ¿? Te gustan mis tetas ¿?
- Siiiiiii, son tan grandes, tan tibias, tan suaves ….
- Segui por favor, segui tocandome, no las dejes ¡!!!
Esas manos de dedos delgados y suaves no tardaron en endurecer los pezones con ligeros pellizcos, con toques magistrales que los excitaban cada vez mas.
- Mordeme, por favor, mordeme ¡!! Era el pedido desesperado de la mujer.
- Si ¿?? De verdad queres que te muerda las tetas ¿?
- Por favor, como siempre lo quisimos, mordemeeeeeeee ¡!
- No quiero lastimarte ¡!
- Si, si, quiero que me marques, quiero tu marca en mis tetas, por favor ¡!!
El primer orgasmo suave de ella sobrevino cuando sintio los dientes afilados de el mordiendole los pezones. Primero suavemente, despues con furia salvaje. No dolia, solo aumentaba la excitación de ambos. La calentura de esas tetas solo se calmaba con la saliva de esa lengua y la presion de los dientes sobre los pezones, solo ese remedio era el que las tetas de aquella mujer necesitaban.
Poco a poco el ambiente cerrado del hall de la casa fue llenandose del aroma a sexo que de esa mujer se escapaba, ella ya podia sentir su entrepierna humeda y sabia que su pantalon estaba mojado, mas aun teniendo en cuenta que no llevaba puesto nada sobre su piel, cosa que el aun no sabia.
El descenso de una de las manos masculinas hacia su entrepierna no se hizo esperar y, tal como tantas veces ella le habia dicho que le encantaba, comenzo a acariciarla por encima de la tela del pantalon, entre sus piernas, suavemente.
- Mi vida, estas muy mojada ¡!
- Estoy muy caliente, estoy empapada y es para vos, todo para vos.
- Hummmmmmmm, si ¿ ¿ de verdad me lo decis ¿?
- Probalo, intenta ver cuan caliente estoy ¡!!!
Fue suficiente este aliciente para que el se animara a meter la mano por dentro del pantalon y comprobar lo que ella le decia.
- No tenes ropa interior ¿??
- No, acaso te disgusta ¿??
- Noooooo, por Dios ¡! Me encanta ¡!! Que puta divina que sos ¡!
- Si, soy muy puta, soy TU puta ¡!!!
Mientras las manos de el comenzaban ese recorrido tan esperado, las de ella habian empezado a masajear lentamente la entrepierna masculina, descubriendo una ereccion tremenda, una dureza excitante que le prometia un momento de lujuria increible.
Los dedos de el acariciaron el pubis que se notaba recientemente depilado, un pubis casi adolescente, libre de vello, suave, tierno, humedo y caliente.
- Estas depilada, mi vida ¡!
- Si, sabes que lo hice para vos ….
- Como me gusta tu concha, es tan grande, tan caliente ¡!!
- Acariciala, no me hagas esperar, acariciala, quiero que te mojes las manos enteras con ella ¡!
Y las manos de el iban y venian sobre el monte de Venus, sin haber siquiera abierto los labios mayores e ingresado a la fuente del placer que ella le brindaba.
Las manos femeninas ya habian abierto el cierre del jean y lo habian liberado a el de la presion de su pene entre la ropa, momento en el cual se escucho el primer gemido masculino de placer, acelerando asi los de ella.
- Soñaba con tu pija, sabes ¿? Nunca pense que fuera tan suave ¡!!
- Es toda tuya mi vida, hace con ella lo que quieras ¡!!
- Quiero acariciarla, quiero chuparla, quiero comerla entera ¡!
Y ante cada palabra ella cumplia, acariciaba esa pija hermosa, tersa, muy caliente. Con sus dedos tomaba algo del jugo que la punta le ofrecia y lo extendia a lo largo y a lo ancho, sus manos subian y bajaban delicadamente a lo largo del pene, convirtiendolo en un mastil resbaladizo y tentador.
En un momento, mientras las manos masculinas ya habian abierto los labios de la concha de ella, una de las manos de esa mujer tambien se metio dentro de su entrepierna, tomo la del hombre, la acaricio, la lleno de flujo y con esa misma mano comenzo a acariciar la pija que la estaba tentando mas de lo esperado. Asi consiguio mezclar por primera vez los liquidos de ambos.
- Te gusta ¿? Te gusta sentir mi flujo en tu pija ¿?
- Siiiiiiiiiii, mucho ….. no pares, por favor, no dejes de acariciarme asi ¡!!
- Tenes la pija muy dura mi vida, muy dura ¡!!!
- Vos me calentas asi, vos y solo vos porque sos muy puta ¡!!
A ella la calentaba mas escucharlo hablar de esa forma y es que de verdad, se sentia muy puta en brazos de aquel hombre. Los dos parados en medio de ese hall, expuestos a cualquier persona que entrara a la casa, expuestos a cualquier mirada de quien pasara por la calle, y eso los calentaba mas todavia, no querian alejarse de donde estaban por mas que pudieran verlos.
Los manoseos de ambos eran impresionantes, alternaban las caricias con los besos de lengua que se habian prometido desde siempre. El nivel de flujo de ella era incalculable y la dureza de la pija de el, ingobernable.
- Quiero que me metas un dedo en la concha, por favor, no me hagas desear mas ¡!
- Si ¿? De verdad ¿? Queres que te coja con mis dedos ¿?
- Siiiiiii, siiiiiiiiii, meteme un dedo, por favor ¡!!
Sin esperar mas se acercaron a la escalera y apoyando una pierna de ella sobre el primer escalon para facilitarle la penetracion de su dedo a el, en forma casi violenta, ella sintio como el dedo de aquel hombre comenzaba a cogerla.
- Hummmmmm, asi, asiiiiiii. Mas, mas adentro ¡! Movelo, movelo mas fuerte ¡!!
Esa concha mojada y tierna parecia tragarse el dedo masculino sin piedad y el hacia cada vez mas fuerza hacia adentro para satisfacer los deseos de aquella mujer que se entregaba a el sin reparo alguno.
- Me calienta cogerte asi, sabes ¿? Me calienta mucho tu concha mojada, quiero probarla, quiero que los dos la probemos.
- Dame, dame mi flujo, meteme los dedos en la boca muy mojados.
En dos segundos saco el dedo empapado de flujo de su concha y se lo metio en la boca ansiosa de su hembra. La cara de placer de ella lo sacaba de control, asi como la forma que tenia de masturbarlo al mismo tiempo que gozaba de su liquido vaginal.
Despues de chuparlo, despues de empaparlo con su saliva se lo dio a el para que los dos pudieran degustar el interior de esa hembra caliente.
- Te gusta, mi amor ¿? Te gusta mi sabor a concha ¿? Asi te lo iamginabas ¿?
- Sos una puta tan rica ¡! Este era el gusto que sabia que tenias, tu flujo es riquisimo ¡
El no podia creer que esa mujer pudiera masturbarlo asi, refregarle contra su pecho esas teras inmensas y encima tener ese sabor tan exquisito, no podia de verdad creer que fuera tan perra, que lo calentara tanto.
Los gemidos de los dos habian alcanzado un tono bastante elevado, pero no tanto como el que dejo escapar el cuando ella en forma muy lenta, comenzo a descender con su boca hacia su pija.
- Si, mi amor, si … chupamela ¡!!!
- Hummmmm, damela toda ¡!
La lengua de ella comenzo lamiendo lentamente su punta, saboreando todo el liquido que el habia desprendido. Las manos de el sostenian la cabeza de aquella mujer que se encargaba magistralmente de elevarlo cada vez mas hacia la gloria.
Sin prisa pero sin pausa, el hombre comenzo a sentir que ella introducia su pija entera en la boca, el movimiento de esos labios alrededor de su pija lo estaban matando pero queria mas y lo obtuvo.
La lengua femenina no dejo rincon de su pija sin sorber, sin acariciar, sin recorrer. Era demasiado excitante ver como su enorme pija entraba y salia de la boca femenina con un ritmo acompasado y arrollador.
Que importaba donde estaban ¿? Que importaba que no hubiera una cama de por medio ¿? Estaban gozando como locos, era una salvajada cogerse asi, con manos, con dedos, con boca, era inquietante el olor a sexo que los envolvia, era estupendo sentir como ella nadaba en flujo y como su pija se llenaba cada vez mas de leche, que solo seria para esa boca deliciosa que lo envolvia.
- Me gusta tu pija, me gusta sentirla llena de leche ¡!!
- Es que sos demasiado puta mi amor, mas de lo que creia ¡!
- Queres que pare ¿?
- Nooooooooooo, por favor, no me dejes asi, chupala, chupala toda ¡!!
- Me vas a acabar en la boca ¿??
- Vos queres mi lechita mi vida ¿?
- Si, me la vas a dar ¿??
- La queres de verdad, puta ¿??
- Toda, la quiero toda ¡!!!!!!!!!!
El no podia ni queria hacerse rogar mas, asique mientras ella seguia lamiendo y chupando incesantemente su pija, el fue abandonandose a la sensacion de poder entregarle todo su semen en la boca.
Esa tremenda mujer que lo habia hecho acabar se trago toda la leche que el tenia, ahí, arrodillada frente a el, no dejo escapar ni una sola gota de semen. Despues de tragarse toda la acabada de el, se encargo de limpiar con su lengua la pija, la dejo impecable pero no por eso rendida.
Sin soltarle la cabeza, el la levanto y le dio un beso profundo en la boca, dejando que su lengua invadiera la boca femenina, buscando quizas algun rastro de su semen mezclado con la saliva de ella para poder seguir saboreando todo lo que ella pudiera ofrecerle.
De la misma forma en que ella se habia rendido a su entrepierna, el se inclino hacia su concha y bajandole el pantalon hasta los tobillos, se metio entre sus piernas, en medio de la escalera, encontrando el hueco justo para que su lengua pudiera hacer estallar en mil pedazos el placer en el cuerpo de su amante.
- Por Dios, move la lengua adentro, cogeme con la lengua ¡!!
Las palabras de ella apenas podian escucharse, su respiracion se entrecortaba y el equilibrio de ella solo se mantenia por sus manos apoyadas en las paredes, a ambos lados de la escalera.
La vision que el tenia de su sexo era esplendida. Su clitoris sobresalia por entre sus labios, tierno, empapado por ese flujo claro y dulce, el agujero por el que el metia su lengua no dejaba de emanar liquidos que el sorbia con deleite, con hambre.
Durante meses habia soñado con chupar esa concha y ahora que la tenia en su boca la iba a gozar de la misma forma en que estaba gozando esa mujer, convertida en una perra en celo como pocas veces el habia conocido en su vida.
La lengua de aquel hombre iba y venia desde su clitoris hasta el agujero de su culo, no le daba tregua y menos aun cuando sentia las contracciones de la concha de ella, que le anunciaban el placer que estaba viviendo.
- Si, meteme la lengua en la concha, asiiiiiiiiiii. Llename el culo de flujo, por favor ¡!!
- Que mas ¿?? Que mas queres, mi puta preciosa ¿??
- Todo, quiero todo ¡!! Cogeme por donde quieras ¡!! Cogeme ¡!!! Gozame ¡! Haceme acabar como una puta ¡!!
Como resistirse ante ese pedido ¿? No habia forma de decirle que no asique se puso a trabajar con mas intensidad.
Su boca chupo, mordio, su lengua vago del clitoris al culo, no dejo cm de piel sin mojar, sin conocer y mientras su boca se encargaba de eso, sus dedos la cogian una y otra vez.
Sus dedos cogieron su concha empapada y uno su culo, ya dilatado por su lengua.
La vision del agujero del culo de su puta abierto lo enloquecio mas de lo que pensaba y sintio que iba a acabar nuevamente, sin necesidad de que ella lo ayudara.
De esta forma, asi los dos en la escalera, asi ella sostenida solo por sus manos y el inclinado ante ella, tuvieron el orgasmo mas generoso de sus vidas.
El flujo de ella empapo sus mejillas, su boca, sus ojos pero no lo suficiente como para ver el momento exacto en el que, quizas producto de la fuerza de su orgasmo o de la inequivoca condicion de perra hambrienta, ella se inclino sobre el piso para recoger con su lengua algunas gotas de semen que el habia dejado caer en su segunda acabada.
Ver eso, ver como ella gozaba de su semen directamente tomado del suelo, le hicieron entender que esta no seria la ultima vez que estarian juntos, que los dos se merecian otro encuentro mas, otro momento mas de gloria como este.
Recomponiendose como pudieron y aun temblando por la fuerza del placer, se dieron un beso final por aquella noche, un beso lleno de todo el sexo que acababan de compartir.
Los dos sabian que volverian a verse, solo que deberian encontrar el momento justo en el que estuvieran lo suficientemente solos como para poder repetir y perfeccionar aque primer encuentro.


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