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Tu Vecinita, Bea

Mis amigos varones empezaron a llamarme la atención sobre mi vecinita en la primavera del año 2000, esa época en que las mujeres empiezan a quitarse ropa, mostrando más carne, y los machos vamos un poco más salidos que de costumbre, por el calorcillo del ambiente y el ejemplo de los pajarillos, los gatos y el reino animal en general ,que sintiendo la llamada de la especie se dedica a corretear por los tejados y las calles, practicando o intentando practicar la fornicación.
Es curioso, supongo que a todos los hombres nos ha pasado: ver cómo una niña que conoces desde que tomaba el biberón va creciendo.De golpe la miras y ya no es una niña.Es algo así como un proyecto, alguien a medio camino entre lo que ha dejado atrás y una mujer hecha y derecha, que se atisba en los huesos, en la nueva altura,en bultitos donde antes estaba todo liso.De golpe, un día la vuelves a mirar, y ¡joder! Un ser precioso te devuelve la mirada con adoración.Te sientes un dios dorado que recorre el mundo en una carroza reluciente, aunque tu carroza sea un cacharro y tú seas feo, o canijo, o el rey de los torpes.A veces sucede que ni siquiera has caído en cuenta de la transformación porque eres un poco distraído, como yo, y quienes te sacan del limbo de los tontos son tus amigos varones: como buitres en la rama de un árbol, están siempre al acecho de una presa...Eso me pasó a mí en la primavera de ese año.
-Ostras, macho,¿has visto cómo se ha puesto tu vecina?
-¡Qué vecina?¿La señora Carmela?
-No, enfermo,Bea, tu vecinita, la rubita.
-¿Qué le pasa?
-Eres más ciego que un topo, o estás tonto:está
b-u-e-n-í-s-i-m-a.
-Pero si es una niña.
-Debe tener dieciséis o diecisiete años, no es un niña.
Días después de que saltara la alarma, la encontré llevando de la mano a su hermanito pequeño.
-Hola, Bea, dije.No te había reconocido.Estás muy cambiada.Muy guapa.
Era verdad:se había transformado en una lolita que hacía volver las miradas.
Todavía no manejaba el fenómeno.Se puso colorada y respondió tímidamente:¿tú crees?.Me alegro.
Cuando entré en casa, le dije a mi madre:acabo de ver a Bea.Está muy bonita.No la había reconocido.Le he dicho que está muy guapa...Se ha puesto toda colorada.
-Eso es porque siempre ha sentido adoración por tí.Estaba enamorada de tí desde los cinco años.Siempre te seguía y tú no sabías cómo sacártela de encima.¿no te acuerdas?
-La verdad es que no, y con eso de los cinco años me parece que exageras.
-No, si su madre y yo lo comentábamos siempre y nos reíamos.Decíamos:estos dos, cuando sean grandes, se casarán.
La vida da muchas vueltas y la mía dió unas cuantas.Dejé la universidad, me embarqué, y me pasé dos años y pico navegando.Hace poco volví a casa, decidido a montar un negocio con el dinero ahorrado, y a establecerme por lo menos un tiempo, en un lugar donde el suelo no se moviera continuamente, y donde tu habitación fuese un poco más grande que una cabina llena de tíos con olor a tigre.Alquilé un apartamento cerca de la casa de mi madre.Me apaño bien con la colada,y con la limpieza,pero mi madre cocina como nadie, y me encantaba ir a comer casi todos los días.
Empecé a ir a un pub cercano.Allí veía a los amigotes y a algún que otro ligue.
Una noche ví a una rubia impresionante bailando rodeada de tíos intentando ligarla.Mi amigoHumberto siguió la dirección de mi mirada y me dijo:¿no la reconoces?..es Bea, tu vecinita...aquella que te señalé una vez hace unos años.Te dije ya entonces que estaba buenísima...pero no te hagas ilusiones...ésta se irá del barrio cuando se reciba.Estudia periodismo y tiene muy buenas notas,y con ese físico seguro que hace carrera rápido.
Nunca se sabe, dije, y me acerqué a mi vecina.
-Hola, le dije, te acuerdas de mí?
-Hola Rafa, claro que me acuerdo...y me plantó dos besos sonoros en las mejillas.
Era tan cordial que me quedé a su lado.Bailamos, charlamos, y en un momento en que estábamos muy cerca, me dijo:¿sabes que yo de pequeña estaba enamorada de tí?Te seguía a todos lados y tú te enfadabas...Y cuando te embarcaste lloré días seguidos.No había quien me consolara.Creía que conocerías a alguna hawaiana guapa y te quedarías a vivir en su isla con nativas que bailarían el hula hula para tí todos los días.
-Jajaja, de veras pensabas eso?Y ahora que me tienes al lado, ¿qué piensas?me acerqué tanto al decirle esto al oído que pude sentir el olor de su perfume, parecido al aroma que sueltan algunas flores cuando cae la noche...
Sin rehuir mi mirada y sin reírse contestó:¡Adivínalo!
Alguien, tal vez un hada madrina empezó a poner música lenta,y sin pensarlo la atraje hacia mí.El mundo desapareció de un plumazo desde que sentí su cuerpo flexible pegado al mío.La apreté contra mi sexo que ya estaba duro y no se apartó.Yo sentía las piernas como de gelatina,todo era sensualidad y sexo, olor y volumen a cámara lenta...Por eso, cuando me dijo:
-Cuando supe que volvías, decidí conquistarte-la besé.
Entré en su boca con mi lengua y nos fundimos, literalmente.Aquello fué tan tórrido y tan nuevo que me pareció que me licuaba, y creo que a ella también, porque se aflojó tanto dentro de mi abrazo que casi se cae.
-¡Uf!, dijimos los dos al separarnos un poco...¡Qué fuerte!
-Viene a buscarme mi padre, dijo.Tengo que irme, pero sé dónde vives.Iré a verte lo antes posible.Me dió otro beso y me dejó como tocado por una varita mágica, y con la polla visiblemente tiesa.Intentaba escabullirme, cuando me atajó Humberto, diciendo:¡tío, que suerte tienes!te has ligado a la tía más bonita de la ciudad.¡Enhorabuena!
Me fuí a dormir y después de una noche de dar vueltas y vueltas, salí a correr, me dí una ducha, y estaba desayunando cuando tocaron el timbre y sin mirar, ya supe que era ella.Abrí la puerta, la cogí de la mano y la metí de un tirón dentro de casa.
-Hola, marinero, me dijo abrazándome mientras yo me sentaba en una silla y la sentaba encima.Me besó.Otra vez sentía que me fundía con su boca,y que perdía los límites del cuerpo.Lo único concreto era mi polla y un ascensor caliente que subía y bajaba a lo largo de mi columa vertebral, conectándome la boca y los testículos.
Metió la mano por debajo de mi camiseta, y yo metí la mía por debajo de la suya...Sus pechos eran tersos y firmes y cabían en la palma de mi mano.Moví la mano en círculo y se agitó.El pezón se puso duro contra mi piel.
-Besarte es mejor que imaginarlo, dijo...y cuando la imaginé pensando en mí, o soñando conmigo en su cama el ascensor inició un loco recorrido cargándome como una pila atómica.Cargó mis huevos y mi polla hasta que sentí dolor de tanta calentura.De pie frente a mi silla empezó a desvestirse, mostrándome sin pudor alguno su piel dorada y su cuerpo curvilíneo y perfecto.
-Por si tienes alguna duda, soy mayor de edad, dijo.Y soy virgen.Siempre quise que el primero fueras tú.
-Tragué saliva y la atraje hacia mí.Yo seguía con la ropa puesta, y ella metió su mano sorteando la cintura del chandal,y llegó hasta mi polla..La ayudé a bajarme los pantalones,y volvió a cogerla con su mano delgada de largos dedos.
-Es perfecta, dijo...tienes una polla perfecta,tal como la había imaginado...¡Quiero que me la metas!Pero primero quiero chupártela...Nunca he chupado una polla y quiero que la tuya sea la primera ...y la última.
Yo me senté en la silla con la verga apuntando al cielo raso,y ella se arrodilló frente a mí y empezó a mamármela.
-Cógela con la mano y frótala, le indicaba yo...
-¿Así te gusta?
-Siii, coge con la otra mano mis pelotas...asíii, métetela en la boca y dale con la lengua.Chúpame el glande...¡más despacio, más despacio que vas a hacer que me corra!
La senté sobre mí de modo que mi tranca le quedaba justo frente al clítoris.Sentía su sexo, mojado y caliente sobre mi pubis.Cogí la polla y empecé a frotarla contra su clítoris, y ella puso su mano sobre la mía para acelerar el movimiento.
-Ohhh, sí, qué maravilloso...decía tirándose contra mi cuerpo....sigue, sigue...
Le dí con la punta de la polla hasta que se puso tensa y empezó a correrse.Noté como los jugos que salían de su coño intocado todavía me empapaban el pubis.
Cuando se terminó su orgasmo, la estiré sobre el suelo de la cocina, y me puse a lamer su coñito con la maravillosa certeza de que era el primer macho que hurgaba en aquel territorio.Me daba un morbo increíble.Abrió las piernas a tope y pude ver y oler su sexo.Su raja estaba entreabierta y palpitaba.Me metí por allí, lamiendo los labios de la vulva,y comiéndome sus jugos, y la empecé a penetrar con la lengua, tratando de llegar lo más hondo posible...Cuando no pudo más, me pidió con voz ahogada
-¡Por favor, méteme tu polla dentro de mi coño...quiero que me folles por primera vez!...
-¿Estás segura?pregunté.
-Siii
Entonces cogí el miembro con mi mano, y se lo fuí metiendo despacito por el chochito intacto, hasta que , después de vencer una pequeña resistencia y de notar que se tensaba, entré por completo.
Me quedé quieto un rato, el pene en su interior, dejando que ella sola iniciara el movimiento.
-Relájate, le dije...No haré nada que no quieras.Si te duele, la saco.
-Nooo, dijo empezando a mover las caderas lentamente.
Su coño era una gozada.Prieto, cálido,aferrado a la polla.Empezó a mecerse y a follarme, y ella solita aceleró el ritmo:al poco rato yo la montaba furiosamente y ella me seguía, apretándome las nalgas con las manos.
-Me voy a correr, dije yo incapaz de aguantar más...¿me corro fuera?
-Córrete dentro, que tomo precauciones, dijo.Sabía que follaríamos .Yo también estoy a punto de correrme...dale, no pares, no pares...
-Te voy a llenar de leche, vecinita, dije medio hablando medio besándola en la boca...quiero que te corras por primera vez con una polla dentro...Ohhhhh, siii, siento que te corres, sii, yo también me corrooo, ohhh...
Y la llené de leche que se mezcló con sus fluídos porque su corrida también fué de campeonato.
La follé por segunda vez de pie, entrando en su coño por detrás,y tocándole el clítoris mientras la follaba.
Luego me la llevé a la bañera, y le hice el amor metidos en un mar de agua y espuma...
Al final, después de unos días de delirio, se ha venido a vivir conmigo.Las piernas se me siguen transformando en gelatina cuando la beso.Resultó que su madre y la mía tenían razón:ella y yo acabaríamos juntos.

silvia FOTOS

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Hugo adrian on

Valla que buena cojida. D kmponato lo mejor es cuando dsquintas a una vieja. Eso es todo a ver cuando escribes otro.

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