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Un Enfermero LLamado de apodo Coco

 Hace tiempo que venía sintiendo molestias en una rodilla, pero como todos los uruguayos que por tradición o costumbre dejamos al médico para lo último cuando no hay más remedio y para no ser la oveja negra entre mis compatriotas hice lo mismo que ellos.

Cuando fui al médico, éste me mandó radiografías, ecografías, tomografías y todas las "grafías" que se les puedan ocurrir.

Mi rodilla fue la que me lastimé en aquel "Accidente por felación" del cual escribí hace un tiempo y por eso no vale la pena volver a relatar lo que ocurrió hace tantos años atrás.

Esa rodilla hacía tiempo que me estaba dando problemas para caminar haciéndome renguear o detener por las molestias que me producía el intenso dolor, pero como esas molestias no sucedían todos los días como buen uruguayo las dejaba pasar y no fui al médico hasta que la molestia no se hizo más aguda y contínua.

El diagnóstico final fue que tenía adherencias y el hueso de la rodilla deformado por el esfuerzo de forzarlo al caminar mal, la única cura posible era la cirujía para remover todo eso que sobraba en mi rodilla.

Que linda Semana Santa!!!!

Me operaron antes de Semana Santa, por eso digo que tuve una Semana muy linda, no pude salir de viaje como lo hago todos lo años cuando se presenta esta semana, pero al mal tiempo buena cara dice un dicho popular...

Después de la cirujía me llevaron a mi habitación donde pasé bastante incómodo con la pierna enyesada para que no se moviesen los huesos recién restaurados, con calmantes me hicieron dormir hasta que me acostumbré a mi nueva situación.

De a poco se fue normalizando todo, comencé a ver TV hasta que me dormí, pero como a las tres o cuatro de la madrugada me vinieron deseos de orinar por lo que no tuve otra solución que apretar el timbre para que viniese algun enfermero/a a ponerme el violín para poder orinar allí dentro.

Apareció un enfermero que rondaría los cuarenta años, con el sueño que tenía, la molestia por sentir mi pierna inmoviizada ni reparé en su aspecto simplemente le dije que quería orinar a lo que él rápidamente fue al baño a buscar el violín para que yo orinase.

Cuando volvió me destapó para ponérmelo, tomó mi verga con sus dedos y antes de ponerla dentro del violín exclamó:

-Que olor tiene esta pija!!

Mientras yo orinaba fue nuevamente al baño, al volver traía una chata y una jarrita con agua tibia, me saco el violín me colocó la chata y me empezó a echar el agua sobre mi pija, luego me corrió el prepucio para lavar mi glande echándole agua y agua...

A pesar de lo molesto que estaba sentir esa agua tibia y esos dedos suaves me excitaron lo suficiente como para que mi verga comenzace a hincharse dentro de los dedos del enfernemro.

-Que linda verga tenés!!!

Con su voz muy amariconada me dijo ese piropo haciéndome sonreir por lo que lo que le contesté:

Léstima que estoy en esta situación sino te la podría prestar por un rato...

Ni tiempo tuve de reaccionar, me sacó la chata luego con una toalla me secó las bolas que estaban chorreando agua porque con su lavado ellas también habían recibido su cuota de agua.

Una vez que mis huevos estuvieron secos acercó su nariz a ella poniéndose a oler mi verga rozándome el glande con los bordes de su naso a la vez que exclamaba:

-UHHHhmmmmmmmm!!! Ahora si tenés olor a verga, pero a verga limpia, no el olor a verga llena de orínes descompuestos que tenías cuando te la agarré para ponerla en el violín!!!

Mi pija al sentir su nariz en el glande dio un movimiento empujando su nariz hacia atrás porque estaba creciendo y no tenía espacio suficiente para estirarse.

No hubo necesidad de decir nada el enfermero al ver que mi verga respondía al estímulo de su nariz y notar que yo no lo rechazaba se puso a lamerla secándola con su lengua hasta que estuvo lo suficientemente dura como para comenzar a tragársela con su boca acostumbrada a esos "trabajos".

Chupó un rato bastante prolongado, en el cual me hizo olvidar de las molestias que tenía por estar inmovlizado, me había desvelado y estaba sintiendo mucho placer con cada visita que mi verga hacía a las profundidades de su garganta.

Comncé a gemir lo más bajito que pude para no despertar sospechas fuera de la salita, ya que por suerte estaba en una habitación individual no tenía que preocuparme de que mi compañero de pieza se despertase y viese como estaba siendo chupado por un enfermero.

Creí que iba a acabar en ese instante cuando mi verga le llegó al final de la garganta porque mis vellos púbicos estaban sobre su nariz y mis bolas siendo masajeadas por sus dedos fuertes pero suaves.

El se dio cuenta de que mi verga latía mucho dentro de su boca y se apuró en sacarla antes de que le inundase su esófago con mi leche, la cual estaba guardada en mis vesícuals seminales desde hacía unos tres días en los cuales había tenido mi último encuentro sexual.

-Nooo!!!! No acabéééééssss! metémeeeela en el culo quiero la leche allí!!!!

Le dije que no porque estaba en una situación muy incómoda con la pierna dura y estaba muy cansado como para moverme al ritmo de una cojida.

Comprendió y se puso a chupármela nuevamente hasta que extrajo toda la leche que quiso salir por mi uretra para pasar directamente a su laringe y de allí supongo que habrá descendido hasta su estómago donde luego de los procesos de digestión quien sabe en que se habrá transformado.

Después que lamió mi verga dejándola libre de todo rastro de una sospechosa eyaculación extrajo de entre sus ropas una pequeña verga muy erecta, a la cual pajeó unos isntantes hasta que logró extraerle sus jugos los cuales quedaron dentro de su mano.

Inmediatamente desapareció diciéndome:

Hasta mañana. difruté mucho con tu verga!

Además de cansado estaba satisfecho por eso me dormí casi inmediatamente después de que él hubo abandonado mi habitación sin darme tiempo para analizar lo sucedido.

A la mañana siguiente indagué con otros enfermeros, si no había tenido un sueño de esos típicos que da el sopor producido por la anestesia y efectivamente me confirmaron que hubo un enfermero esa noche llamado Coco, pero como yo no conocía el nombre de mi visitante no pude llegar a ninguna conclusión concreta.

A la madrugada siguiente alguién me despertó, era el enfermero que me dijo que había venido a lavarme la pija porque sus copañeros del día no se molestaban en hacer eso y el tenía que velar por la salud del hermoso órgano que le había dado mucho placer la noche anterior.

Yo estaba muy cansado y sedado porque las molestias pos- operatorias se hicieron sentir por eso le dije lo que me ocurría, luego agregué que cuando él quisiese podía chupármela todo el tiempo que lo desease con toda la tranquilidad de mi casa.

Se puso a charlar muy explícitamente, en su conversación me contó que le decían Coco y como había sido la primera vez que le visitaron el culo con una verga muy gruesa haciéndolo gemir de dolor y de placer a pesar de haberle quedado el ano roto y sangrante.

Eso lo contaré en otra oportunidad, aunque han pasado varios días después de Semana Santa aun no he tenido la visita de Coco en la cual me haga disfrutar con su garganta golosa y según me dijo esa noche que quería probar mi verga dentro de su recto porque estaba seguro de que ella lo haría gozar inmensamente.

A pesar de estar en cama con la pierna inmovilizada y de no poder hacer ninguno de mis acostumbrados viajes esa Semana Santa la disfruté bastante, pero no quiero adelantar nada hasta que no lo escriba.

Solamente diré que Bibélico ahora se hace llamar Nahuel anunciándose en el Gallito y el Policía bisexual me hizo un visita inesperada cumpliendo su promesa.

OMAR

Como siempre espero comentarios y fotos en: omarkiwi@yahoo.com FOTOS

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