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Ya no quedan Masajistas como los de antes

 Ese día andaba bastante caliente o cachondo como
dicen mis lectores españoles, no sé muy bien el
motivo a lo mejor era la primavera que había
empezado con mucho calor...
No quería llamar a un "masajista sexual", por eso
miré el periódico para ver que ofrecimientos había,
me encontré un aviso de un tal Pedro "masajes
virtuales" o algo parecido decía el anuncio que me
llamó la atención, por eso decidí llamarlo con la
esperanza de que mientras el me masajeara los
glúteos mi verga eyacularía silenciosamente entre
la cama y mi estómago.
Ahora casi no quedan masajistas, la mayoría son
taxiboys, antes era más disimulado, si llamabas a
un masajista venía a darte masajes y si se daba
algo más terminabas cogiendo con él o haciendo lo
que él te permitiese, porque no todos se prestaban
para eso, hasta algunos al vértela dura te
pajeaban para relajarte completamente como un
complemento del masaje pero nada más.
Era muy placentero sentir las manos del tipo untadas
con crema deslizándose por toda la espalda y cuando
se iba acercando a las nalgas y se vertía crema al
"descuido" sobre la raya y él ponía sus manos allí
para sacártela cuando se daba cuenta que no era
rechazado seguía dando unos masajes por ahí, que te
arrancaban suspiros de placer los cuales por lo
evidentes que era al masajista no podían dejarlo
ignorante de lo que te estaba haciendo gozar.
Luego tocaba el agujero, sin penetrarlo y bajaba
hasta que sus dedos encremados te tocaban las bolas,
haciéndote estremecer, seguía bajando por las piernas
y cuando se ponía a darte masajes en los pies te
apoyaba sobre ellos su bulto que lo tenía duro pero
no decía nada que él también se excitaba.
No sé si sería algun pacto de silencio o que la
gente antes era más inhibida que ahora, había muchos
casados bisexuales que para disimular su tendencia
se hacían dar masajes y terminaban siendo cogidos por
los masajistas que se aprovechaban de las debilidades
de sus clientes y les sacaban mucho dinero por esos
"trabajitos" extras.
Cuando terminaban su trabajo de la parte posterior
te hacían dar vuelta poniéndote con las manos bajo
la cabeza pero era imposible disimular, la verga
estaba a mil derechita apuntando al techo. muy
conocedores de su trabajo nos decían:
-No se preocupe Don Fulano de Tal, es normal que
se le ponga así, son los masajes...
El también estaba al palo y se le asomaba la cabeza
de su pija por una de las piernas del short que
generalmente se ponían par dar los masajes.
Se acercaban cada vez más hasta que terminaban
refregando su verga en la boca del cliente y si
este era bisexual terminaba mamando la verga
limpita que se asomaba por los pantaloncitos de
los masajistas.
La última vez que me sucedió eso fue con un masajista
deportivo, me lo había recomendado un amigo que
parecía hetero total, pero después de conocer al
señor que lo manoseaba con sus masajes, me dije este
es uno que aun está en el placard.
Fui al club deportivo donde ese señor daba sus
masajes, me presenté diciéndole de parte de quien
iba, me escuchó y luego me dijo:
-Ahora tengo un turno libre, querés pasar?
Como acepté porque estaba muy contracturado deseando
que se me fuese el dolor del cuello, me hizo pasar
a su "consultorio" y luego de cerrar la puerta con
llave me dijo:
-Como querés que te dé el masaje en short, slip o
desnudo?
Me sorprendió mucho esa manera de decirme en la
forma que quería el masaje, yo quería que se me
fuese el dolor lo demás no me importaba por eso le
dije que como quisiese él, yo quería que se me
fuese el dolor nada más.
-Bueno como hace calor, te lo voy a dar en bolas!
Me desnudé quedándome solamente con el slip, porque
yo esperaba masajes en el cueello y no en otro lado,
me puse boca abajo en su camilla,
El tenía una verga gruesa que le colgaba muy bien
sobre sus bolas ocultádolas parcialmente entre sus
pendejos oscuros, el tipo era cincuentón muy gordo,
no... más bien dicho macizo.
-Así no! Los masajes no se dan vestido esperá que
te saco el slip..
Quise protestar, pero antes de que lo hiciera dijo
que el dolor del cuello necesitaba masajes a lo
largo de toda la columna para que se fuese sino no
se me iba a pasaar.
-Este culito redondito ocultabas de mis manos!!
Estuvo casi ahorcándome con sus manos tirándome
del cuello arqueándome la espalda hacia atrás
siempre con sus manos húmedas por cremas y
ungüentos muy olorosos, su pija a veces me tocaba
la espalda y cuando él se ponía a caballo mio
para tirar hacia atrás mi espalda al mismo
tiempo podía sentir el calor de sus bolas sobre
mi raya y su verga que estaba a medio levantar me
golpeaba sobre mis glúteos con cada salto que
él daba sobre mi cuerpo haciéndome gritar de
dolor y de alivio.
Luego me puso crema en la raya, ésta fue cayendo
al derretirse hasta mojarme las bolas, él se puso
sobre mi y me empezó a pasar la verga entre mis
nalgas hasta que su verga se paró golpeándome las
bolas desde atrás con unos golpes fuertes, muy
violentos, pero nada dolorosos.
Su trabajo era de una hora, pero me tuvo casi tres
horas encerrado allí, al ver que su verga iba y
venía entre mis nalgas y que yo no protestaba
la sacó me la acercó a la boca y sin palabras me
la fui tragando ya que el dolor del cuello no lo
tenía más había que retribuirle al hombre que
había hecho el milagro eliminando ese dolor tan
molesto.
A continuación él se tragó mi verga e hicímos un
69 que duró una eternidad, en los cuales no sólo
nos chupamos las verga sino que nuestras ansiosas
lenguas se aventuraron y se retorcieron lamiendo
las bolas y llegando hasta nuestros hoyitos anales.
Me cogió porque no aguantaba más la excitación que
le había provocado mi lengua recorriendo todas sus
partes erógenas y luego de acabar como un loco,
bufando y gimiendo muy ahogadamente, me pidió que
lo cogiese yo porque le gustaba mi verga.
Así lo hice, lo penetré muy lento porque su esfínter
se resistía, se notaba que muy pocas veces lo había
usado para esos menesteres, se veía que él con sus
clientes "jugaba" de macho y no de pasivo, pero por
alguna extraña razón conmigo había cambiado su papel
y me había pedido que lo ensartara.
Al comenzar mi eyaculación mi verga se hinchó al
máximo, cosa que nos hizo gritar a ambos besándonos
como locos con cada expulsión de nuestros espermas,
nos dábamos un beso para no gemir más de lo audible,
para no despertar sospechas de que en su consultorio
estaba pasando algo diferente a una sesión de masaje
que ya había concluído un par de horas antes.
Mientras nos bañábamos me contó que era un código
que usaba con sus clientes eso de que les preguntaba
si querían el masaje en short, slip o desnudo, si
el tipo decía short, él sabía que era hetero y no
quería nada más, si decía slip algo podía pasar en
cambio si decía desnudo él sabía que ese tipo
quería sexo además del masaje, porque un hetero
nunca le diría que quería que él le diese masajes
desnudo.
Una linda forma de despistar a las esposas, estas
nunca iban a sospechar que sus maridos les estaban
siendo infieles porque ahí no había mujeres.
-Sabés Omar, los años y la experiencia que viene
con ellos me convirtieron en masajista para todo,
tengo mi clientela pero muy selecta, pagan bien
pasamos un buen rato, ellos quedan satisfechos
nadie sabe que son putos ocultos y yo me quedo con
su dinero...
Pero él muy ladino con todo lo que disfrutó
dejándome el culo abierto por un par de días, me
cobró la consulta de una hora, diciéndome:
-Las otras dos te las regalo. te cobro por el masaje
que es mi trabajo, pero por las chupadas y la cogida
no, van de yapa porque te mandó Aldo.
Le pagué con una generosa propina, me fui y nunca más
lo vi, pero Aldo me las pagaría por haberme mandando
a ese masajista, se había descubierto que a él le
gustaban las vergas por más macho que aparentase.
Pero eso es otra historia....
Ese día llamé al tal Pedro que se anunciaba en el
periódico, me aclaró muy bien que lo suyo era masaje
relax y no sexual.
Igual lo cité porque pensaba disfrutar de sus manos
recias moviendo mis músculos y mi carne.
Sucedió sólo eso me dio el masaje, me tocó un poco
las nalgas hasta que me hizo eyacular entre la cama
y mi estómago.
Al darme vuelta para que me masajease el pecho, vio
mi verga chorreante y exclamó:
-Como se excitó con el masaje,!! No creí que fuese
para tanto! Yo no hago masajes de esa clase, si
quiere vaya a lavvarse y luego termino de darle el
masasje en el pecho.
Cuando volví ya estaba más calmado, la calentura se
había ido y la leche tambien, Pedro terminó el
masaje le pagué y se fue.

OMAR
Como siempre espero comentarios en: omarkiwi@yahoo.com FOTOS

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