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El Marinero del Referendum

 Muchas personas que lean este relato ni se habrán
enterado que en Uruguay en el día de ayer estuvimos
de votación por un referéndum.
Todavía conservo el agotamiento y el placer que
unas horas antes me dio un marinero que conocí
en le día de ayer y con ese sabor en mis papilas
gustativas quiero escribirlo antes de que se
vaya disipando con el transcurso del tiempo.
Como toda vez que hay que ir a votar, almorcé
tranquilamente en mi casa sin saber lo que el
destino tendría deparado para mi.
Poco después de las 13:30 salí de mi casa para ir
al local donde me tocaba sufragar, que esta vez se
encontraba a dos cuadras de mi hogar.
Siempre que concurrí a votar los custodias del
lugar eran soldados, pero esta vez me sorprendió
que había varios marineros de uniforme negro con
el cuello y el sombrero blancos.
Al llegar al local de votación uno de ellos, bastante
alto, delgado y con unos lentes redonditos me
interrumpió el paso preguntándome si tenía el
número de la mesa donde me tocaba emitir el sufragio.
Le mostré el papel donde tenía apuntado ese número y
después la credencial, los miró y me dijo:
-Omar, está correcto le toca votar en esa mesa.
Me señaló cual era la mesa en la cual me correpondía
votar, ya que en ese local babía varias repartidas en
las cuatro plantas del edificio.
Le agradecí, entré al local, me dirigí a donde me había
indicado, hice la cola correspondiente, llegué a la
mesa, presenté el documento, me dijeron que tomara un
sobre, entré al cuarto secreto, puse en el sobre el
voto correspondiente y quedé sorprendido de que en
ese cuarto hubiese un gato!!!
Sí, como lo leen!! Supongo que vivirá en esa oficina
pública y quedó allí.
Salí, puse el sobre en la urna, me dieron la credencial,
saludé a los integrantes de la mesa y salí.
Ustedes dirán que eso es normal, que no tiene nada de
novedoso para andar contándolo acá???!!
Tienen razón, pero quise contarlo para que supiesen
como se desarrollaron los hechos.
Por todo el local había marineros vigilando y cuidando
el orden, no tuvieron que cuidar mucho porque todo
estaba tranquilo.
Cuando salí me encontré en la vereda con el marinero
que amablemente me había dicho hacia donde tenía que
dirigirme.
-Omar, que rápido que votó!!!
Me dijo eso y como respuesta le agradecí su asistencia
para ayudarme a encontrar el lugar.
-Desde las 8 de la mañana que estoy custodiando este
lugar... no me invitás con una cerveza?
Por primera vez me tuteó y me guiñó el ojo como diciendo
que la cerveza era una excusa para algo más...
Lo miré mas detenidamente, vi que era morocho y que
andaría por los 26 años.
-No te parece demasiado que por cumplir con tu trabajo
me pidas una cerveza?
-No se enoje Omar, tengo sed y ... aun no almorcé
tengo que quedarme todo el día acá...
Pensé un momento y le respondí:
-Como vas a tomar una cerveza conmigo si no podés
dejar tu puesto.
-Por un rato le pido a mi compañero que me suplante...
Quedé pensativo otro momento y me dije, total hoy
es feriado no hay nadie en casa y en el edificio
hay poca gente, que puedo perder? Me voy a divertir
un poco con este marinerito.
-Vamos, yo vivo a dos cuadras...
Llamó a su compañero y le dijo que se iba a almorzar
que cubriese su puesto por un rato.
En el camino me dijo que era de un pueblo llamado
Santa Clara de Olimar y que hacía diez años que
estaba en Montevideo trabajando en la marina.
Cuando llegamos a mi casa me dijo muy asombrado:
-Todo esto es tuyo? Que casa tenés!!!
Lo hice pasar al comedor diario, saqué una cerveza
de la heladera, serví dos vasos y brindamos por
que ganase el referéndum la lista de nuestras
preferencias.
Una vez que vació su vaso de cerveza, me dijo si
podía pasar al baño porque estuvo todo el día
parado haciendo guardia y no había podido ni
echarse una meada.
Le indiqué donde era, demoró bastante allí dentro
hasta que finalmente salió con la pija afeura de su
bragueta en total estado de erección!!
-Vení, chupámela un poco a ver si me baja, ando muy
caliente... ayer no pude salir a coger porque me
quedé de guardia y dormí muy mal pensando que hoy
tenía que estar todo el día cuidando el local de
votación.
Se la miré y vi que era un hermoso ejemplar de verga,
muy derechita, finita y larga con un color lacre que
daba ganas de cualquier cosa.
-Que te pensás? Guarda eso...
-Disculpame..., me gustaste y creí que podíamos pasar
un buen rato...
Me respondió medio avergonzado y cohibido, luego de un
segundo en silencio empezó a guardarla cosa muy
problemática dado el estado en que se encontraba su
espléndida verga.
Así por la abertura de la bragueta no pudo guardarla
dado su largura y rigidez, por lo que tuvo que bajarse
los pantalones y el boxer mostrándome una hermosa
barriguita muy redondita surcada de vellos negros muy
acaracolados.
No pude resistir esa panorámica, esa verga larga, color
lacre apuntando hacia adelante coronada por esos
enrulados vellos renegridos y esa barriga de ese color
ladrillo oscuro.
Cuando se agarró la pija para acomodarla hacia arriba
y subir su boxer para contenerla dentro no logró
subirlo porque mi boca esataba besando esa rendondez
de su vientre y mi nariz oliendo esos acaracolados
vellos que tenían un aroma a macho que estuvo todo
el día vestido.
Me agarró la cabeza con su manos y empezó a acariciarme
el cabello metiendo sus dendos dentro de él.
Mi boca descendió por ese vientre hasta que llegó a la
parte de la verga que se une al cuerpo donde los
caracoles velludos se intensificaban, desde allí mi
lengua fue recorriendo esa vara de carne hasta llegar
al glande que era un poco más gordo que el resto de
su instrumento.
Toda su verga estaba húumeda, no era precum porque
todavía ni rastros de este se asomaba por su ojo
fálico, era agua porque al ir a orinar se la había
lavado y no la habís secado.
Lamí toda su largura desde el ojo fálico hasta los
enrulados vellos unas cuantas veces de ida y otras
tantas de vueltas.
Sus pantalones cayeron hasta el piso y su boxer quedó
por las rodillas, y en ese momento me detuve.
-Seguí lo estás haciendo muy bien!!!
Le dije que allí no y lo conduje al dormitorio donde
se despojó de todas su ropas, pude verle unas bolas
perfectamente ovaladas cayendo hacia el piso y
cubiertas de esos enrulados vellos que impedían
verlas en su totalidad.
Mientras me desnudaba se me pasó por la mente que
quería verlas mejor y le propuse afeitárselas, cosa
que al principio rechazó, pero ante mi insistencia
aceptó pero que no le sacase muchos vellos.
Lo hice acostar boca arriba en la cama sosteniendo
con una mano su pija hacia arriba y con una máquina
de afeitar descartable procedí a sacarle pelos. Al
rato pude apreciar dos hermosa bolas ovaladas las
cuales eran ocultada por esa enmarañada cantidad
de pelos que fue a parar al inodoro.
Se puso muy impaciente porque el tiempo pasaba y
debía volver a su puesto de custodia.
-Dale, chupámela de una vez! Mirá que dura que está!
Mi compañero estará muy enojado porque no vuelvo...
Ante sus quejas empecé a lamer esa bolas ahora
visibles y deliciosas hasta que sus palabras se
convirtieron en gemidos de placer.
Le levanté las piernas y se las hice sostener con sus
brazos, pero no tuve suerte su ano era negrísimo, en
realidad su ano no sé como era porque lo ocultaba otra
interminable mata de abundantes pelos negros, por lo
que mi lengua empezó a recorrer desde la raíz de su
verga, se metió entre sus bolas, siguió hacia arriba
por el tronco de esa verga interminable hasta que
lleguó a pasar mi lengua por el frenillo que todavía
lo conservaba.
Se podían oir sus gemidos y si alguien hubiese mirado
también sus contorsiones hubiese percibido.
-No aguantooooooo mááááááááááás chupala prontooooooo...
Mi lengua estaba lamiendo ese glande que había
engordado por la excitación que mi lengua le había
dado a sus bolas y al largo de su verga hasta que de
a poco fui tragando la cabeza para luego ir bajando
centímetro a centímetro hasta que media verga o sea
más de diez centímetro desaparecieron dentro de mi ser.
El no aguantó más y con su manos empujó mi cabeza
hacia abajo hasta que me obligó a tragármela toda,
cosa que me produjo un ahogo y deseperadamente la
saqué de mi boca para poder toser y lagrimear.
Mientras yo tosía el se pajeaba corriendo el prepucio
lentamente y dejando al aire esa cabezota toda mojada
por mi saliva.
Mi pija estaba en el mismo estado que la suya, dura y
mojada por sus propios jugos.
Cuando me calmé lo suficiente me acosté sobre él
frotando mi pija sobre la suya, cosa que no le gustó
para nada y me empujó hacia un lado.
-Chupámela nomás no quiero que mezcles tu leche con
la mía, no me gusta eso que estabas haciendo...
Me puse de costado y mientras mi boca y lengua
siguieron recorriendo su herramienta de placer mi
mano iba y venía a apretando mi propia verga hasta
que se hizo inminente el estado de excitación
de ambos.
Su verga latió cada vez con más intensidad dentro de
mi boca y sus gemidos iban alternados con palabrotas
hasta que la saqué y me puse a morderle la raíz de
la pija, allí entre los huevos.
-AHhhhhhhhhhhh.......putoooooooooo seguííííííííí...
De esa incómoda posición, como pude miré hacia arriba,
su verga estaba en su máxima erección parecía
un obelisco!!!
Pero... los obeliscos terminan en una punta cerrada y
este empezó a largar unos chorros muy abundantes de
esperma que al caer se estrellaron sobre mis ojos
tapándome la visión.
Con los ojos empapados de semen, no pude ver nada más,
pero mi mano aceleró sus movimientos sobre mi verga
y esta al no poder soportar más tanta presión largó
el contendido que había depositado en el interior de
mi aparto reproductor mojando toda mi mano y parte
de las sábanas.
-Dale, chupala otro poco....no ves que todavía está
parada y latiendo...!!!
Me limpié los ojos con la otra mano y me quedaron
las dos llenas de semen en una el mío y en la
otra el suyo.
Al recuperar la visión, noté que era cierto esa vara
seguía apuntando hacia el techo, me extrañó mucho
porque el trabajo de chupada estaba bien hecho!!
-Dale, date vuelta, estoy apurado me tengo que ir
pero antes quiero sacarme la calentura y te la voy
a clavar toda.
Le dije que no, y de un empujón me la metió en la
boca hasta que logró tocar mi garganta. Por un buen
rato estuvo así, metiéndola y sacándola de mi boca
hasta quw empezò a gemir nuevamente y la sacó para
largarme otra gran cantidad de semen sobre la cara.
Una vez que sus espasmos y su agitación fue
desapareciendo, saltó de la cama directo al baño se
lavó y se vistió apresuradamente.
-Bueno... me voy, son como las cuatro de la tarde y
mi compañero estará preocupado y molesto porque
abandoné mi puesto de vigilancia por tanto tiempo.
-Sí, tenés razón... como pasó el tiempo....
-Me llamo Antonio, anotá mi teléfono por si algun
día querés repetirlo y querés que te la clave toda...
Esto me pasó ayer día del referendum y todavía
conservo el sabor de su verga en mi mente y la
sensación de su leche llenáandome los ojos.
No creo que lo llame, pero si la necesidad apremia...

OMAR
Espero comentarios como siempre en omarkiwi@yahoo.com FOTOS

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