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La Emperatriz

 Es increble como la gente pierde el control y se enferma con los juegos de azar. Nunca dejar de sorprenderme al escuchar la apuesta de un hombre desesperado, de un hombre que sabe que ya casi todo est perdido pero no lo quiere aceptar, y en un intento adrenalnico e insensato de recuperar todo lo perdido, pierde mucho ms de lo que tiene. Yo estoy muy metida en ese mundo, pues soy la colaboradora ms cercana de una mujer muy adinerada, cuya pasin y ms amado pasatiempo son las apuestas... pero ms cobrarlas.


Primero me presentar. Mi nombre es Andrea Cceres, soy perito contador y estudio en la U. auditoria. Todos me llaman Andy de cario. Mido 1.60 mt. y soy muy delgadita, razn por la que me apodan la flaca. Mis medidas son 80 de busto, 85 de caderas, pero tengo 55 de cintura. Y a pesar de estas medidas tan diminutas lo tengo todo bien puesto y muy bonito. No por nada me han dedicado varias veces La Flaca de Jarabe de Palo. Soy de piel blanca como la nieve, pelo negro liso y ojos cafs claros, casi miel.


Soy de pocos recursos econmicos, por lo que cuando consegu hacer prcticas con la que es todava mi jefa, me esforc mucho para ver si quedaba contratada por ella. Para mi sorpresa, no solo qued contratada, sino de una vez como su asistente con un sueldo bastante alto para una muchacha de mi edad. Tengo apenas 20.


Mi jefa, Beatriz Arz, es una dama de alta sociedad de 50 aos. Alta y delgada, aunque nada flaca. Su piel es morena clara y su cabello negro, con asomos de cana que ella sabe llevar con mucha dignidad. Mide 1.78 mt. y tiene un par de senos gigantescos, naturales (ya lo comprob). Sus ms allegados la apodamos la Emperatriz, ya se darn cuanta por qu. Ella es propietaria de ms de 35 empresas en Guatemala, algunas de ellas bastante, bastante grandes. Adems, posee otras 3 en EE.UU. y acciones de otras tantas en otros pases. Vive sola pues su trabajo nunca le dio tiempo para una vida sentimental. Por ello es que me tom bajo su ala protectora. De alguna manera, creo yo, ella trata de prepararme para algo. ¿Me ir a dejar su dinero y propiedades? Yo no lo s, ni me interesa mucho. Yo siempre he sido partidaria de ganarme las cosas por mi esfuerzo, y si estoy pensada en su testamente, tambin me lo ganar a base de mritos propios, bien ganados.


Pero bien, lo que les cont arriba es solo para que se den una idea de cmo soy, y de cmo es mi jefa, la que tiene un papel destacado en esta historia y en todas las otras que les mandar. Ahora empiezo:


Como les dije anteriormente, las apuestas son una de las pasiones ms grades de la Emperatriz. Ella no apuesta, no, ella tiene un casino en donde hombre adinerados y pobres, van a dejar todo su dinero. No se como consigui la autorizacin para un casino, hasta donde yo se son prohibidos en Guatemala. Pero como saben billete mata carita.


Les voy a contar lo que ocurri cierto da en el que una pareja joven lleg a jugar. El se puso medio borracho, y ella perdi el control y comenz a hacer apuestas arriesgadas y tontas. Su esposo, en estado etlico, no la par, sino que se puso de su lado. Para las 11 p.m. ya no tenan ni para el taxi.


El esposo comenz a vociferar, que los haban robado, que no era justo, que iba a demandar a todos. Yo me encontraba con la Emperatriz en el segundo piso, desde donde se poda ver perfectamente todo lo que all pasaba.

Andy, ve con Ernesto y habla con esas personas. Me irritan mucho lo borrachos... No, mejor invtalo a recuperar su dinero... si, llvalo a la sala oval. Dile que jugar contra la casa, y que le daremos la oportunidad de recuperarse. T ya sabes para qu.


Cumpl con mi mandado al pi de la letra. Esa pobre pareja no saba a lo que se meta y yo no quera engatusarlos, siempre he tratado de ser lo ms honrada que puedo. Creo que eso es algo que doa Beatriz a precia mucho de mi.


Ernesto, Neto, me acompa. El es uno de los guardias de confianza de la Emperatriz. Llegu hasta donde la pareja y los abord:

Seores, buenas noches. Me parece que hay un problema aqu, ¿no es as?

Si, que nos robaron.- dijo la mujer hipcrita, pues ella perdi todo.

Si... ladrones...- intervino el hombre, apenas pronunciando bien las palabras.

Me doy cuenta que perdieron mucho dinero, pero...- lo pens por un momento- pero la casa les dar la oportunidad de recuperarse... pero...

Órale pues...- respondi la mujer, envalentonada y confiada.

Pero debo advertirles que la casa no les dar ningn crdito para las apuestas. Ahora ustedes apostarn con ustedes mismos.- se me quedaron viendo con aire de sorpresa, yo quera que se echaran para atrs- Si pierden ahora, tendrn que pagar con sus cuerpos.- se hizo un tenso silencio en donde yo ya casi cantaba victoria, pero nuevamente la mujer estpida esa abri su bocota.

Pues vamos que ahorita ando con fuego y no voy a perder.

¡Siiii!... mi gorda va a ganar... ella es mi suerte...


Suspir profundamente y volte a ver a Neto, que tena una sonrisa burlona en la cara. Los llev al saln oval, una habitacin muy amplia donde la Emperatriz acostumbra a recibir a sus vctimas. Al entrar, los que son inteligentes se echan para atrs, pues el lugar est lleno de cadenas, potros y todo tipo de artilugios de tortura y dominacin. Pero muchos, quisiera saber qu tienen en la cabeza, no se echan para atrs. No porque ven que todo estaba perdido lo hacen, y despus se quejan y dicen que no es justo, idiotas.


La Emperatriz ya estaba sentada en su trono, una silla grande y muy lujosa. Detrs de ella se encontraba su Jennifer, su perrita faldera, su mascota adorada. Ella es una bella muchacha rubia de EE.UU. Mide lo mismo que yo, y su complexin fsica es similar a la ma tambin. Es rubia y de ojos celestes. La Emperatriz la tena sujeta de una cadena de perro al cuello. En sus manos traa una baraja sellada, o sea sin abrir. Vesta una baby doll rosado semi transparente, sin brasier y con una tanguita blanca diminuta. En cuanto llegamos la Emperatriz les advirti:

Presumo que Andy ya les advirti sobre las apuestas... y que tambin trat de disuadirlos de venir, as es ella de buena... Solo les dir lo siguiente: solamente hay 3 reglas ahora. La primera: deben pagar cuando yo lo determine, si es que pierden; la segunda es que apostarn cualquier cosa menos dinero, pues este ya lo perdieron en mi casino; y la ltima es que las trampas se pagarn muy caro, tanto de su lado como del mo. El juego durar una hora, despus de eso, el ganador se cobrar.

La estrategia de la Emperatriz era sencilla, jugar sin mucha pericia las primeras dos manos, para luego poner toda su experiencia y habilidad el resto. Si le ganaban, pues pagara, ella siempre paga sus deudas. Pero si gana, se cobrara con creces.


Jugaron pokar. A la hora ella era la ganadora indiscutible. Al marido se le puso blanca la cara, pues al final, en un arranque de desesperacin y de valenta estpida, su esposa se haba apostado a si misma. La emperatriz sonri y se relami los labios, a pesar de que la mujer no era de su gusto. A ella le gustan las mujeres chaparritas y delgaditas como Jenny o como yo.

Neto, por favor, dispone de todo para poderme cobrar.


Rpidamente, Neto sujet al esposo, inmovilizndolo. Le fue fcil pues el tipo no era muy corpulento, y el mide 1.79 y es bastante cuadrado y macizo. Amar al esposo a una silla, por los pies y por las muecas, mientras la esposa daba de berrido y somataba intilmente la puerta, firmemente cerrada.


Neto se acerc a ella y la agarr. Rpidamente la desnud y le espos las muecas tras su espalda. La puso de rodillas frente a la Emperatriz. Esta la vio con displicencia y fastidio y le dijo framente:

Nia, si vas a estar as, no me voy a poder divertir mucho contigo hoy, y eso no te conviene. Si me das todo el placer que te pida, tu deuda quedar saldada rpidamente, pero si no, voy a tener que... tardarme mucho ms en darme por satisfecha... ¿entends nia?

¡Djeme! ¡Maldita loca djeme! ¡Ahhh! ¡AAAAAAAHHHHHHHHH!

Te lo estoy advirtiendo nia, te lo estoy advirtiendo.


Le hizo una seal a Neto, y este tom a la gritona y la amarr a un potro, los pies a las patas de este, dejndola totalmente abierta de piernas. Con un collar de perro, la amarr de la cabeza, dejndola con las quijadas sobre el potro. Las manos se las dej amarradas como estaba. Pude contemplar muy bien como temblaba. Sus nalgas, 2 gruesos pedazos de carne que sobresalan atrayentemente de su trasero, se estremecan. Esas 2 hermosas nalgas era su principal atractivo. Piel morena, pelo negro rizado, y cara normal, no fea, pero tampoco nada fuera de lo comn. Los senos no eran demasiado grandes, y tenan un oscuro pezn.


La Emperatriz, por su parte, se preparaba para darse un gran festn. Jenny la asista mientras se cambiaba de ropa frente a la aterrada mujer. Se despoj de su elegante vestido gris, que Jenny recoga enseguida del suelo. Luego la ayud a enfundarse en un complicado traje de tiras de cuero rojo. Tratar de describirlo: 3 tiras gruesas salan de una mayor que pasaba por la espalda baja, para formar el sostn del traje, dejando los pezones oscuros de sus senos gigantes expuestos, y sus senos sujetos a medias. Por el centro, en medio de sus senos, pasaba otra tira, que se una a las 3 anteriores; esta se una otra ms que rodeaba el cuello de la Emperatriz a manera de collar de perro, y sostena el sostn. Del collar sala otra tira que se enlazaba con la de la espalda baja. Luego, solo traa un calzn negro, de esos pequeos por atrs, sin ser hilo dental, que se mete un poco entre las nalgas, que por cierto, las de la Emperatriz eran grandes y duras a pesar de la edad. Por ltimo botas negras de cuero hasta las rodillas.


La mujer lloraba desconsoladamente mientras mi jefa se daba vuelta y la encaraba.

¿Cul es tu nombre?

c,c- la tipa no poda contestarle.

Dije, ¿Cul es tu nombre?- La mujer comenz a abofetear a su esclava de esa noche. Cada bofetada se escuchaba como un aplauso fuerte. Los dedos de mi jefa quedaron marcados en varios puntos de su cara.- ¿Cul es tu nombre?- volvi a preguntar.

M... M... Mari-Marisel...- dijo la mujer sollozando.

Marisel, de ti depende si esto se vuelve agradable para ti. Y tal vez ya no deban apostar tan alocadamente la prxima vez.


Y empez todo. La Emperatriz la comenz a azotar en el culo con una vara larga de bamb. Cada golpe dejaba una larga marca de piel enrojecida. La mujer aullaba del dolor y la desesperacin.

¡AAAHHHH! ¡AAAHHHH! ¡AAAHHHH! ¡AAAHHHH!- gritaba a cada azote.

¿Te duele perra? ¡¿Te duele?! ¡Contestame perra asquerosa!- le gritaba la Emperatriz.- ¡Contestame!

¡SSIIIII! ¡SSIIIII! ¡SSIIIII, ME DUELE!

¡Pues aprend a gozarlo que hay mucho para la noche todava!


La sigui azotando sin piedad. Le dio no solo en las nalgas, sino en la espalda, sobre los brazos, en las piernas... la mujer no poda hacer nada, nada en absoluto. Si trataba de agacharse, el collar lastimaba su cuello, y si se haca para adelante, le daba ms espacio a los golpes de mi jefa.


Despus de un tiempo, comenz a frotar la punta de la vara sobre la vagina de la infeliz. La punta era redonda y lisa, por lo que no la raspaba, pero poco a poco iba apretando. La vulva de la mujer no estaba mojada ni hmeda, pero con estas caricias fue cediendo. La mujer aunque no quisiera se estaba humedeciendo y excitando. La Emperatriz volte a ver al hombre, y luego lanz sendas miradas a m y a Jenny. Comprendimos de inmediato y nos dirigimos hacia el tipo.


A pesar de lo asustado, se le notaba perfectamente un abultamiento bajo el pantaln. Jenny se fue caminando en 4 patas hacia el. Me ofreci su collar de perra y yo la llev. En cuanto lleg, comenz a lamer y morder sobre el bulto. Tipo dio un suspiro profundo. Yo de pi, me empec a quitar el traje de trabajo que tena. No me gusta llevar a las personas a las garras de la Emperatriz, pero a la larga, son ellas las que se lo buscan. A nadie de los que he visto bajo el dominio de Beatriz Arz, se le neg la oportunidad de echarse para atrs antes de hacer la fatdica apuesta, ellos mismos. Y por otro lado, me excitaba ver estas escenas, por lo que despus de una temporada de negrmelo a mi mismo, empec a participar.


Desabroch lentamente mi saco gris, que qued tendido sobre otra silla. Baj el zipper de mi falda sastre, gris tambin, y la dej caer de forma sexy, meneando la cintura para que se deslizara por mis muslos. Muy despacio comenc a desabotonarme la camisa blanca, impecablemente blanca, que traa. Cuando la estaba bajando sobre mis hombros, volte a ver de reojo, pero con una sonrisa pcara, a mi jefa, que me observaba atentamente, excitndome ms de lo que ya estaba. Yo saba que ella me vera con atencin, y yo me estaba desvistiendo para ella. Tambin dej la camisa sobre la silla.


Qued solo en ropa interior, regalo de la misma Emperatriz. Un sostn negro pequeo y delgado, de fino encaje; un calzoncito pequeo, no hilo dental, de encaje tambin. Adems, llevaba medias oscuras y liguero, y mis zapatos, negros tambin. Estos eran bajos y se amarraban en mis tobillos.


Avanc lentamente hasta donde se encontraba el hombre. Jenny ya haba liberado su miembro de su prisin, y se encontraba chupndolo. Lo sac y lo chupaba sin usar las manos, tal y como su ama le ense. Me arrodill a su lado, y me lo ofreci, acept gustosa. Era un pene respetable. Casi 17 cm., duro y medianamente grueso, nada fuera de este mundo. Su atractivo eran las venas que serpenteaban por su superficie.


Lo chup con esmero, metindomelo hasta el fondo, y sacndolo despacio mientras Jenny le chupaba las bolas. El hombre no aguant mucho, pues tambin presenciaba lo que le hacan a su mujer, y termin rpido. Me tom por sorpresa y tuve que tragar un buen chorro. La Emperatriz estaba violando con fuerza a la mujer con la caa de bamb, mientras esta rogaba por piedad.


Jenny y yo lo chupamos apasionadamente durante un buen rato. Lo hicimos acabar otras 3 veces ms, dejndolo totalmente seco. La Emperatriz le hizo de todo a la mujer, que berre mucho al principio, pero luego comenz a gemir, como una puta siendo cogida por su macho de turno. Y es que lo que le gusta a mi jefa es hacer que sus vctimas terminen gozando mientras ella las viola salvajemente, y lo logr con Marisel.


La viol con la caa de bamb, haciendo que chupara de ella todos sus fluidos despus. La puso sobre una cama de parto, esas que separan las piernas de las parturientas. All puso a Neto a violarla, y este se agasaj. Practicaron una doble penetracin, pues mientras Neto la penetraba como un toro desbocado por la vagina, mi jefa la violaba por el ano con un consolador negro muy largo.


La Emperatriz hizo que Neto la violara en todas las posiciones, con las manos esposadas a la espalda ella no quedaba ms que como una marioneta. La sodomiz hasta el cansancio y eyacul 2 veces sobre su cara. Luego la Emperatriz vio al marido, con su pene flcido e inconsciente entre mi boca, y se le ocurri un idea.

Si logrs que tu marido se ponga duro otra vez, y lo hacs acabar en tu boca, habr terminado todo. Tambin quiero que te tragus su semen.


Neto puso de rodillas a la mujer, y Jenny coloc el pene del hombre dentro de su boca. La infeliz trataba de darle la mamada de su vida al tipo, pero este estaba fundido ya, lo habamos dejado seco. La emperatriz le dijo a Neto que volviera a sodomizar a la mujer, y este lo hizo encantado. La penetr de un solo empelln y le comenz a dar dursimo. La pobre Marisel apenas si poda mantener el pene de su marido dentro de su boca, pues el dolor causado por la tranca de Neto la haca berrear a todo pulmn.


Marisel estuvo as, sufriendo la gota gorda arrodillada, con el pene flcido e inconsciente de su marido entre la boca, y la poderosa verga del guardia taladrndola por atrs. Grit, peg de alaridos y de estruendosos lamentos, y en medio de ellos maldijo al impotente de su marido.


Frente a esta escena, Jenny y yo pusimos el trono de la Emperatriz para que esta pudiera ver a gusto. Sentada cmodamente devoraba mis senos, los lama y chupaba despacio pero con fuerza, a la vez que les pegaba pequeas mordidas que me volvan loca. Yo sostena uno de sus senos gigantes con una mano y lo acariciaba lo mejor que poda, ya traa abierto su raro vestido. A sus pies y entre sus piernas, Jenny se afanaba por brindar la mayor cantidad de placer posible a su ama, hacindola lo que a ella ms le gustaba hacer (despus de chuparle las tetas), lamerle el sexo. Jenny idolatraba ese sexo, y lo cuidaba con esmero y con mucho amor. Ella amaba profundamente a su ama.


Marisel fue sodomizada repetidamente por Neto, y cuando este estuvo vaco, la Emperatriz mand a Jenny a violarla con un largo consolador. La pobre mujer no descans durante largas 4 horas. Al final logr hacer que su marido se pusiera duro otra vez, haciendo que terminara en su boca. Se trag religiosamente hasta la ltima gota de semen.


La Emperatriz, como haba prometido, dio por pagada la deuda y su apetito sexual por saciado. La mujer no poda ni levantarse del piso. Esas 4 horas de dominio y de sexo la fundieron, solo la mantuvo de pi la adrenalina.


Entre Neto y su marido se la llevaron. La Emperatriz se cambi de ropa por algunas ms presentables (asistida por Jenny naturalmente) y parti hacia su casa al lado de su hermosa esclava. Me invit a terminar la fiesta bajo sus muslos, pero yo tena un examen de contabilidad al otro da y tena que llegar descansada. Lo ltimo que vi esa noche fue a mi jefa desapareciendo por la larga puerta de la entrada, con su amada perrita llevada de la cadena, con su baby doll puesto. Le deca al odo cosas dulces, al tiempo que contoneaba sus grandes y majestuosas caderas.


Fin.


Gran Jaguar


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