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Por ser Curiosa termine con el Culo roto

Mi nombre es Paula, tengo 20 años y mi amiga Carla y tiene 28. Nos conocimos por la red, tenemos gustos sexuales parecidos. Somos bisexuales y ambas tuvimos relaciones sexuales con nuestros tíos y tías y nos gusta contarnos nuestras experiencias y fantasías.

Ella estaba viviendo en casa de sus tíos y me contó que su primo de 18 años vivía alzado y que la excitaba muchísimo. Un día me contó que entró al cuarto de su primo y lo encontró masturbándose con sus tangas. Acabo en ellas y cuando las estaba tratando de limpiar lo sorprendió y le preguntó que hacia.

Se puso colorado y tembloroso y lo único que hacia era pedir perdón y que no lo acusara. Le preguntó si le gustaba hacer eso y dijo que si, así que le regaló sus tangas. Le pregunté si no le gustaría ver a su primo masturbarse con sus tanguitas puestas. Pensé que talvez el se excitaría de vestirse de esa forma. Luego coincidimos en que nos gustaría ver a dos hombres haciéndolo y mucho mas si esos hombres son adolescentes. Carla me dijo también que le encantaría hacerlo conmigo mientras uno o dos hombres nos miran, incluso que se masturben mientras nos observan.

Era una clara invitación a hacerlo con ella, era la primera vez que era tan directa conmigo. Estaba muy entusiasmada con la propuesta, así que acepté ir a la casa de sus tíos el fin de semana, aprovechando que ellos no estarían. El primo de Carla era virgen, y tenía un amigo también de 18 y también novato. Acordó que ellos harían lo que nosotros le pidamos y luego el premio sería que debutarían con nosotras.

Llegué a la casa de Carla, la encontré divina. Estaba esperándome con ropa interior de encaje color negro. Los chicos eran lindos también, muy jóvenes, parecían de 14, me dio no se que pensar que se acostarían con nosotras. Carla les pidió que se besaran en la boca, primero dudaron, pero luego lo hicieron pensando en el premio que les esperaba. Le pidió que se desnudaran, usaba un tono autoritario para referirse a ellos. Vamos, chicos, pónganse mis tanguitas, les dijo y saco dos tanguitas cavadas de color negro una y roja la otra. Estas, loca? Dijeron.

Carla los tomo las manos y las llevó a su pecho, quieren debutar o no?
Les dijo. Ellos se miraron y sin dudar se sacaron la ropa y se vistieron de mujer. Luego les pidió que se tomaran sus penes ya erectos uno al otro y que esperaran. Esta vez no hubo duda, lo hicieron de inmediato.

Yo me desnudé, llevaba un conjunto de ropa interior blanco de algodón.
Carla y yo nos acostamos, nos besamos en la boca, era una boca dulce, estaba transportada por el placer. Carla se sentó sobre el respaldo de la cama, yo comencé a chuparle la rajita, Carla miraba a su primo y su amigo. Ellos nos miraban y se hacían la paja uno a otro, tal como ella se los había indicado.

Luego les pedimos que se acerquen a nuestra cama. Nosotras nos metimos las manos en la rajita de la otra y acabamos enseguida como perras en celo. Luego con un dedo humedecido cada una, penetramos los culitos de los chicos. Ellos estaban a mil, se la chuparon entre ellos y acabaron enseguida. Nos mojamos las manos en la leche de ellos, nos llevamos las manos a la boca y nos dimos un beso de lengua con gusto a semen. Estábamos a mil, volvimos a meterle los dedos en sus culitos y parece que les gustó porque se les paró otra vez.

Yo les pedí a los chicos que queríamos ver como uno penetra a otro, al
que se dejara penetrar se la chupaba yo hasta que acabe en mi boca,
mientras tanto Carla me chupaba la rajita. El clima era tenso, ahora ellos debían decidir quien se dejaba cojer. El primo de Carla se ofreció, pero con 2 condiciones, la primera que yo se la chupe y la segunda que yo me deje penetrar el culo por el. Eso no estaba para nada en mis planes.

Carla me miraba, ella sabía que no quería entregar mi colita virgen, y ahora me lo hacía pedir cuando mas caliente estaba. Era como una estratega manejando todas las piezas a su antojo. Carla, me estas asustando con este juego, estoy caliente, pero no quiero que me duela, dije. Ella no me contestó, miró a su primo, esto pareció animarlo y le dijo a Carla, prima, quiero romperle el culo a esta puta.

Era el primer sonido que salía de su boca a excepción de los gemidos.
Su vos era gruesa, desentonaba con su aspecto de niño. Hasta ese momento me parecía un chico inexperto con quien divertirme, ahora parecía un hombre que me quería desvirgar. Todos miramos a Carla, ella tenía la autoridad, ella decidiría que hacer. Me miró sin expresar nada, es como que me dejaba decidir, pero al mismo tiempo adiviné que ella deseaba que lo hiciera. Carla, ayudame, le dije.

Relajate amor, mi primo te penetrara por la cola, no la tiene tan Grande, no te dolerá tanto, dijo Carla y continuó diciendo, para ayudarte yo pasare mi lengua por tu culo lubricándolo con mi saliva metiendo mi dedo para que te acostumbres mientras mi primo te coje a ti su amigo me coje a mi por el culo yo me pongo al lado tuyo las dos somos cojidas al mismo tiempo.

Ahí estamos todos mirándonos, me di cuenta que entre Carla y su primo había un acuerdo previo. Le prometió entregarle un culito virgen y estaba cumpliendo. Me doy cuenta que yo soy la carnada. Me enoja un poco el engaño, pero me excita que se hayan tomado todo este trabajo por mí. Carla trató de calmarme, diciendo que no la tiene tan grande, pero mis ojos me dicen lo contrario. Ahí estaba frente a un adolescente delgado, lampiño con un pene tremendo esperando para llevarse su trofeo, me estaban esperando, no me presionaban, pero se que no iban a aguardarme toda la tarde a que me decida.

No sabía que hacer, estaba caliente como nunca en mi vida, y estaba asustada también, sabía que me iba a doler, lo veía en la mirada de Carla, en la de el también. Tenía miedo, mucho miedo, estaba mojada, caliente. No sabía que hacer. Carla trató de calmarme, me beso apasionadamente, acarició mis senos, mi vagina mojada, la toco y luego paso su lengua por ella.



Me condujo hacia la cama, me hizo apoyar los codos sobre la cama, con mi cola algo levantada, tipo posición de perrita. Su primo me tomó de la cintura, besó mi cuello, paso su pene por mi espalda y luego acarició mis tetas, mis pezones duros, bajó hasta mi vagina que estaba completamente mojada y metió sus dedos para jugar con mi clítoris, mientras disfruto sus caricias, puso su pene en la entrada de mi cola y sin darme aviso lo mete un poco, doy un grito de dolor, pero antes que reaccione el da otra embestida y me lo deja casi todo dentro, Carla sujeta mis manos, acaricia mi pelo y me beso, el empieza a bombear el dolor se va transformando en placer, empiezo a seguir el ritmo, el esta tan caliente, que por sus gemidos noto que va a acabar y lo hace en mi culo, al sentir la leche llego a un orgasmo como nunca. Estoy feliz, feliz y agradecida. Carla me mira y nos besamos en la boca 

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