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Sirenas en el Agua


El verano aquél en la mansión de mi tío fué muy instructivo para mí, un adolescente todavía virgen.Mi tía y el ama de llaves me iniciaron en los misterios del sexo.
Mi tía era (y es ) rubia y jovencita y el ama de llaves morena y también joven, pero más tenebrosa, con más misterio.
Viéndolas siempre pensaba que una era como Blancanieves y la otra como su madrastra,hermosa y perversa.La verdad es que no sé si era mala o no, pero sé con certeza que era una mujer viciosa, muy viciosa.¡Doy las gracias por ello!
Nunca me follaron:yo era menor entonces, y tampoco creo que les gustaran mucho los tíos.Su rollo era lésbico, y me lo mostraron abiertamente.Me tenían sobornado con dinero, regalos y salidas al cine y a todo tipo de atracciones, y si me chivaba perdería mis privilegios.Por otro lado, nunca me atrajo el viejo tío Moisés,con su barriga prominente, sus manchas de huevo en la corbata y su tos de fumador empedernido...Y si él nunca había hecho mucho por mí, ¿por qué iba a hacerlo yo por él?
Nunca olvidaré un día de pleno verano, estábamos en julio, creo recordar,y hacía un calor que derretía hasta las piedras.
El viejo se había ido hacía ya muchos días, tantos como los que yo llevaba escuchando murmullos, jadeos y risitas tras la puerta de la habitación de tía Marga.Ella y Ágatha se metían juntas en la habitación y emitían esos sonidos durante horas y horas.Pero aquel día no se podía estar en casa, y las dos fueron a remojarse a la piscina.Era la hora de la siesta y solo estábamos en la casa las dos y yo,que vagabundeaba por el jardín, embotado por el calor y planeando dormir a la sombra de un pino.
Oí unas risas y las ví:venían hacia la piscina abrazadas y totalmente desnudas.Me agazapé intentando que no me viesen,pero era tarde.Ya lo habían hecho y me señalaban, riéndose.
-Mira el pequeñajo, ¡qué gracioso!vamos a enseñarle las partes del cuerpo femenino, por si en la escuela no se las han enseñado-Ágatha cogió un voluminoso pecho de Marga con una mano que no llegaba a cubrir ni la tercera parte del mismo-esto es una teta,Marcos, y esto-siguió pellizcando el pezón que se puso duro bajo sus dedos-es un pezón, o mugrón, y lo chupabas cuando eras pequeño para alimentarte.Pero se puede chupar¿ves?para dar placer y para sentirlo-chupeteó la zona que se irguió aún más...Marga gimió de placer y avanzó el pecho aplastándolo contra la mano del ama de llaves.
-Hmmm, sí que da gusto...ni te lo imaginas, Marcos.Cuando seas mayor lo entenderás.
Se metieron en la parte baja de la piscina, donde el agua les llegaba apenas a las rodillas, y os aseguro que parecían dos sirenas acariciándose cada vez más ardientemente...Las delicadas manos frotaban las tetas, se deslizaban por las cinturas, resbalaban por las caderas y llegaban a las gordas y redondas nalgas,y allí la cosa se volvió más tórrida.Agatha, que siempre llevaba la iniciativa, metió toda la mano en la raja del culo de Marga, y luego usó la otra para abrirla.La abrió tanto que desde mi sitio pude ver el coño sin pelo, una protuberancia rosa donde se abría una grieta de bordes sinuosos y más allá el agujero pequeñito del culo.Ví cómo metía un dedo por la almeja y lo sacaba, y lo enterraba de nuevo, repitiendo y repitiendo el movimiento que parecía enloquecer a mi tía.
-Más, más fuerte,¡más rápido!urgía ésta moviendo las caderas como si bailara un hula hula...sus manos volaron al sexo de la otra, y comenzó a hacerle lo mismo.
Pronto las ví convulsionarse y gemir cada vez más fuerte, y al principio me desconcerté,no sabía si les estaba doliendo o les gustaba...
La morena se calmó antes que la otra y se estiró sobre el borde de piedra de la piscina, abriendo mucho las piernas y mostrándome el coño totalmente dilatado y mojado.
-Esto¿ves, Marcos? Es un coño que ha tenido un orgasmo...si te lo montas bien cuando seas un poco mayor que ahora, podrás lograr que una mujer experimente placer y llegue a correrse metiéndole tu minga ...Sólo si te lo montas bien, no como la mayor parte de los hombres.A las mujeres nos gusta que nos rellenéis la vagina con vuestra carne...pero si no la sabes mover, una vez que la has metido, de nada vale...
-Por eso, dijo mi tía Marga continuando el discurso, tenemos recursos que reemplazan al hombre-cogió un objeto que flotaba en el agua, una réplica de mi verga pero en rojo y más grande, y se lo metió por la raja a su amiga Ágatha., que arqueaba el cuerpo pidiendo más y más centímetros en su interior-como este consolador.Yo lo uso a menudo porque tu tío Moisés es impotente,y también porque me gusta...Se lo meto en el chichi a ella,(y su mano lo sacaba y lo metía) y también en el culo.Y lo enterró en el agujero trasero del ama de llaves, que dió un gritito de dolor...
-También yo se lo meto a ella- dijo Ágatha incorporándose y haciendo tender en su lugar a mi tía-por el coño y por el culo, pero le gusta más que la chupe mientras se lo inserto...¿ves?asíiii
Y le metía y sacaba el aparato sin parar hasta que Marga empezó a gemir y a decir
-¡Me corroo, me corrooo!y se corrió,poniédose de inmediato a chupar la vulva de la morena, que de pie en el agua, abría al máximo las piernas para que la lengua pudiera hallar su camino sin problemas.Yo la veía lamer y lamer, hasta que Ágatha se corrió también, clavando los dedos en los hombros de su amiga...
Las dos se pusieron a nadar de espaldas, lentamente.
Mi tía dijo, mirándome:-ven al agua, Marcos, que hace mucho calor...por hoy ha terminado tu lección de anatomía.
Y me fuí a nadar con aquellas dos sirenas que me habían ofrecido mi primera ración de sexo.
PETER P. FOTOS

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