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Las Curvas de esos Chicos - 1ª Parte

Una vez más me encontraba sola, después de haber despedido a mi último acompañante de travesuras, que por cierto ya se estaba poniendo algo complicado, y me encontraba como siempre debatiendo entre lo que hice, lo que quería y lo que debía hacer, y entre mi resaca moral y mi gusto físico, me volvió a dar hambre de sexo…

Cierto día una amiga lesbiana a la que no tuve oportunidad de conocer personalmente, (cosa que me habría encantado) no entendía por que mi necesidad de aceptar las oportunidades que se me presentaban para disfrutar de una buena sesión de sexo, la verdad le daban bastantes celos por mi persona, así que traté de explicárselo lo mejor que pude…

Cuando una persona que fuma, consume el último cigarrillo de la cajetilla, obtiene cierto sosiego hasta que surge la necesidad de fumar de nuevo y entonces ¿Qué hace?, sale a la tienda y compra una cajetilla nueva, algo así es lo que me pasa a mi con el sexo, no sé si lo entendió pero logré arrancarle una sonrisa y evitarme el sermón…

Pues ya se me antojaba un “cigarro” o como dicen en la madre patria un “pitillo” cuando me apareció cierto ingeniero no mal parecido, pero nada extraordinario, ya había conversado con el lo suficiente para saber que era divorciado y que tenía una hija, la edad no la recuerdo, pero él era mas o menos de mi edad, cosa que me dio curiosidad ya que sigo teniendo predilección por los hombres maduros y ya saciada mi curiosidad por los menores, quise saber como funcionarían las cosas con alguien más cercano a mi generación (pertenezco a la generación X por cierto)…

Sin decirme nada un día se presentó en mi oficina, precisamente yo esperaba al nuevo equipo de soporte técnico, que no era él precisamente, pero Julián aprovecho la confusión y no me reveló su identidad hasta un día después de conocerme, cuando me saludó de mano, noté que le temblaba, pero hasta ese momento no imaginé la razón…

Al día siguiente me llamó, ya le había entregado mi tarjeta el día anterior y me confesó que tenia mucha curiosidad por conocerme y aprovechó cierto evento en el mismo edificio para ese efecto, pero le dio temor que no estuviera o que quizá yo no quisiera verle por lo que prefirió hacerlo por sorpresa…

Una de las cosas que me llamó la atención es que curiosamente éste individuo también tenía una cama en su oficina, igual que un amigo anterior, por lo que analizándolo detenidamente, quizá cuando monte mi propia oficina, yo misma instale una recamara allí mismo, por aquello del cansancio…

Como ya llevaba un buen tiempo sin “fumar” decidí aceptar la invitación para comprar los cigarrillos que ya para esos días me hacían mucha falta, así que acordamos vernos en su oficina…

Los nervios de siempre y la ansiedad de la primera vez no podían faltar en esta ocasión, así que con todo y la temblorina de las manos me dirigí a su oficina ubicada también en el sur de esta ciudad…

El me recibió muy afectuoso, entramos al edificio, la oficina era un poco más pequeña que la mía pero si mucho más privada, y con pocos muebles, un escritorio sencillo de cristal con herrería, un archivero y un librero pequeño con algunos manuales y libros técnicos pero en general vació, un colchón sin sábanas y un baño muy limpio, una laptop, de buena capacidad, un mouse inalámbrico y un gran cenicero lleno de colillas, el mismo estaba fumando, yo no acostumbro fumar antes de una sesión de sexo, no me gusta contaminar los sabores que pretendo disfrutar, además me parece un detalle respetuoso de mi parte cuidar el olor de mi perfume y mantener el olor de mi piel limpio de tabaco más aún cuando no sé si la gente con la que estaré fuma o no, sin embargo no me molestó del todo…

En cuanto entramos en la habitación, me tomó de las tetas y me las comenzó a sobar por encima de la ropa, me quitó el saco, la blusa de satín naranja y el brasiere, y se deleito con mis rosados pezones, (ya le había dado algunas pistas de lo que me gustaba) yo por mi parte antes de pedir a gritos la penetración, palpé su paquete por encima de la ropa y con mucho cuidado bajé el zipper y la ropa interior para dejar salir ese ansioso miembro de su prisión…

Cuando salió de su encierro, me quedé sorprendida, no es que fuera de esos de gran tamaño como los que hacen gala en los relatos que circulan por la red, quizá un poco mayor que la media pero nada extraordinario, lo que me sorprendió fue la curvatura, si, era curvo, como gancho, hacía arriba, no es que haya visto ni muchos ni pocos penes, solo que no había visto y menos aún tocado o sentido uno curvo…

Obviamente la forma de mi amigo preferido me elevó la libido aún más de lo que ya estaba si es que eso es posible, ya moría de curiosidad de sentirlo, supuse de inmediato que habría una sensibilidad diferente…

Así que preparando a mi dulce y jugoso agresor lo deposité en mi boca, lo lamí y lo mamé con mucho gusto, preparándolo para lo que esperaba de el, obviamente no dije nada al respecto, me guardé mi sorpresa, pero lo disfruté mucho en mi boca, tanto que casi de inmediato recibí la primera descarga de la salada lechita de mi preferencia, ante los gemidos de su dueño, que delicia, excitar tanto a mi pareja, regalarle los tan deliciosos segundos del placer del éxtasis…

Yo estaba a mil, Julián me pidió unos minutos para reponerse, contrario a todas las gratas experiencias que he tenido, supuse que se dedicaría esos minutos a elevar aún más, si era posible, la ya muy alta temperatura que tenía…. Gran error, lo que hizo, mi satisfecho amigo fue revisar sus correos!!!, si, queridos lectores, a revisar sus correos electrónicos, mientras que mi vaginita estaba que se quemaba sola!!!...

Pasada la segunda impresión, (recuerden que la primera fue la forma de su soldadito) decidí volver al ataque, así que volví a depositar en mi boca tan curioso ariete para ponerlo de nuevo tal y como me gusta…

No me fue difícil lograr ponerlo de nuevo erecto y caliente, y pensando en el colchón que estaba a nuestra disposición me despojé de la ropa que me quedaba, a lo que mi extraño amigo solo me inclino sobre el escritorio, haciéndome sentir el frió cristal de su escritorio en mis tetas, y me penetró sin más ni mas, comenzó con un suave vaivén en mi chorreante y necesitada vagina, poco a poco incrementó la velocidad, y antes de que yo pudiera vislumbrar siquiera el umbral del placer, todo acabó…

A lo que me levanté de la mesa, me vestí pausadamente y salí de allí, Julián insistió en acompañarme, yo lo rechacé herida en mi ego y con más ganas de cuando llegué, me despedí con un beso que me supo a Marlboro Lights, tan light como mi primer y único encuentro con la curva de ese chico…

Espero que lo disfruten tanto como yo… bueno la verdad es que creo que me generé demasiadas expectativas, tantas como mis propias ganas….

Dark Cherry

dark_cherry2004@yahoo.com.mx FOTOS

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