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Fui Infiel en la Playa

Hola chicos y chicas que leen los deliciosos relatos eroticos de la red.   Ahora me ha tocado a mi ser la redactora de una caliente historia que me sucedió hace poco.   Soy Alexandra, me dicen Ale,  de 26 años, soy morena tipo latina, de hecho tengo sangre latina en la sangre y eso me hace una mujer muy caliente en la cama.  Mi mayor atractivo es mi trasero que tiene una forma de corazón y que llama al amor.  Además tengo cabello negro, ojos cafés, mis senos son medianos y me gusta cuidar mucho mi figura.   Me casé a los 22 con  Frank, quien tiene raices anglosajonas, lo cual lo hace un poco frio en la cama, sin embargo yo lo pongo loco en la cama y me hace gozar casi siempre.  

Sucedió que habíamos aceptado alquilar conjuntamente con otras dos parejas de amigos,  una casa de playa,  uno de los hombres, es uno de los ejecutivos de una marca de restaurante conocida de comida rápida en este país
y su esposa,  y el otro era el hermano de mi esposo y también acompañado de su mujer.   Pero resulta que días antes de ese viaje, había encontrado evidencias de una aventura entre mi esposo y una secretaria de la empresa donde trabaja, le hice un escándalo en casa, pero el no cambió su posición de que ésto era falso.  Como nos habíamos comprometido a ir a ese paseo tuvimos que hacerlo a pesar de estar enfadados.   El viaje fue largo de cuatro horas, llegamos casi anocheciendo y  mientras nos acomodabamos en las habitaciones, llegó la persona que nos había alquilado la casa, al cual solo conociamos solo por teléfono, por su anuncio en la web. 

Era un hombre de unos 40 años muy guapo, era atletico, con muy buenos biceps y triceps, se dejaba ver que se preocupaba de su físico y buenas ponpas.   Su nombre era Javier.   Llegó con un traje de baño y una camiseta.  Les explicó a nuestros maridos algunos pormenores como el agua caliente, el jacuzzi, la luz eléctrica y otras cosas.  En mi caso, yo me había puesto unos pantaloncillos cortos apretados, que resaltaban más mi trasero.  Yo veía que a cada rato el volteaba  y miraba esta parte de mi cuerpo, me sentí un poco incomoda, porque era evidente que yo le llamaba la atención.  Bueno, creo que la atracción fue mutua.   Nuestros maridos,  lo invitaron a cenar (a Javier), asi que se quedó con nosotros otro buen rato, las tres parejas nos sentamos en el recibidor y  me tocó sentarme frente a Javier, no dejaba de ver mis piernas y mis curvas, asi tambien yo le miraba sus buenos brazos y piernas, además el traje de baño, que mostraba un buen tamaño de paquete.   En uno de los momentos, yo fui a traer más hielo para las bebidas  a la cocina, no me percaté que Javier se fue atrás de mi.   Me ayudó a sacar el hielo, y nos quedamos un rato platicando en la cocina.  Javier tenía una personalidad fuerte y posesiva.  Durante la conversación me dijo que si yo trabajaba de modelo o algo parecido, yo me sentí halagada, pero le dije que no era asi.   Y siempre en la plática trato de halagarme, algo que las mujeres somos muy suceptibles.  Mas tarde Javier se marchó a su rancho.   En la noche nuestros maridos hablaban de salir a alta mar en una lancha que Javier les había prestado.  Como ya lo sabía Frank, mi marido, a mi no me gusta navegar en el mar, porque me mareo con mucha facilidad y la paso muy mal, asi que le pedi que no se fuera, que se quedara conmigo en la piscina y en la playa, pero como estabamos enfadados, dijo que prefería ir, ya que no todos los días podía compartir con su hermano.  Esta decisión aumentó nuestras diferencias, al grado que preferí dormir en una cama distinta a donde durmió mi marido esa noche.  

Por la mañana temprano, los oí levantarse, prepararse y salir de la casa (incluyendo las otras dos parejas).  Frank  salió y ni siquiera se despidió de mi,  lo cual agrandó mi colera.   Asi es que ellos partieron con rumbo a alta mar, yo me levanté una hora  y media después, en eso sonó el teléfono, atendí y era Javier, quien preguntó si habíamos pasado bien la noche en la casa.  Yo le contesté que -bien, gracias por preguntar-, el me dijo que había visto salir a algunos temprano.  Yo le dije que habían sido ellos y que me había quedado debido a que me mareo con facilidad.  –O sea que estas solita?, -que tonto tu marido, yo con una mujer como tú, me quedaba siempre a tu lado, no sea que me pudieran robar-, a pesar que el comentario fue una especie de coqueteo, me cayó bien. -Que vas a hacer tu sola?-, me preguntó. -Saldre a tomar el sol a la playa, mientras ellos vienen!-  le contesté, luego el se despidió.   Mi intuición femenina me decía que lo volvería a ver pronto.  Asi que pecando de atrevida, me puse el bikini más sensual que tenía, era minusculo, dejaba poco para la imaginación, apenas un hilito taparía mis agraciadas nalgas, mi cuca sería tapada también con un pequeño espacio de tela, era tan pequeño que tuve que depilarme todita mi vulvita.  Mi sujetador era también pequeño.  Asi salí a la playa, había un par de palmas que me darían cierta frescura, asi que me puse en medio de ellos, tiré un par de toallas grandes y me puse a tomar el sol.   No había pasado media hora de eso, cuando oí la voz de Javier.   -Hola,  puedo sentarme por aquí?- -Hola!- contesté,  -Claro javier sientate por aquí- Javier también llevaba puesto un minusculo bañador, tipo bikini masculino, se le notaba un tremendo bulto. 

Dándole una mejor perspectiva de mi cuerpo me voltee y me puse boca abajo, dejándole todas mis nalgas para su vista.  Aunque estaba de espaldas, yo sabía que él estaba admirándo todo mi cuerpo, es especial mis nalgas. Eso me gustaba.   Al rato me dijo,  –Para que no te quemes, te deberías hechar un bronceador en el cuerpo, en ésta epoca el sol es demasiado fuerte aqui-.   Yo sabía que su intención era, que yo le pidiera que me untara el cuerpo de bronceador, asi que le di gusto, sin imaginar que eso podía ser el detonante que necesitabamos para llegar a más.   -Me puedes echar un poco de bronceador?- Javier tomó el bote y vació un poco en su mano y empezó a untarme  la espalda, lo hizo lentamente, como degustando cada centimetro de mi piel desnuda.  Sus manos eran fuertes y delicadas a la vez.  De mi espalda fue bajando, tocó una de mis nalgas, como probando su dureza, luego echó más bronceador en su mano y la empezó a untar friccioando mis dos nalgas, lo esparcía con lentitud y en ocasiones las apretaba, luego se detenía para ver si yo decía algo,  luego volvía a repetirlo, todo eso me fue calentando, pude haberlo evitado, pero queria llegar al límite.  Luego sus manos bajaron por mis muslos, pantorillas y mis pies, los cuales friccionó dedo por dedo, lo hizo muy sensual.   En todo momento estuve boca abajo, con los ojos cerrados, degustando el masaje que me daba Javier.   En eso, sentí que Javier me levantaba uno de mis pies, luego sentí una sensación viscosa entre mis dedos del pie, era él lamiendome los deditos con su húmeda lengua, la pasaba entre mis deditos,  era una rica sensación, no volví a decir nada, dejé que el siguiera.  Luego él se metió la mayoría de mis dedos a la boca, los chupó suavemente con sus labios, después lo hizo indivualmente con cada dedito, nadie me había hecho tal cosa antes, era muy sensual.  Se sació.  Levantó ahora mi otro pie para darle el mismo tratamiento, lamiendolos y chupándolos indivualmente por turnos.  Los colocó de nuevo en su lugar cuando terminó.  Sin bronceador ahora masajeó mis muslos y llegó a mis nalgas, las friccionó y las apretó con deseo,  ahora fue abriendo con lentitud las carnes de mis nalgas, debió haber visto el hilito que apenas tapaba mi orificio anal y  vaginal, pasó su mano entre mis nalgas acariciando mis partes sobre mi bikini, lo repitió varias veces. 

Yo empezaba a ronronear, como diciendole que su masaje era una delicia y que quería que siguiera, además ya tenía mojadita mi cuquita.   Poco a poco su masaje iba aumentando de tono, su manoseo era evidente.  Yo sabía que Javier ya estaba excitadisimo, lo decían sus manos y el deseo que ponía en cada caricia.  No dejaba de jugar con mis nalgas,  como yo permitía todo, Javier decidió abrir mis nalgas con sus manos e hizo a un lado mi hilito, y dejando descubierta mi raja y mi culito, musitó, -esto es una belleza!!-  para si.   Sentí sus dedos acariciar mi ano y mi cuca,  como inspeccionándolos, sus dedos se habran embarrado de mis líquidos vaginales, porque oí como se chupaba los dedos con los cuales me había tocado el sexo.   Ahora más descaradamente sus dedos jugaban con mis partes íntimas.  Yo ya no ronroneaba, sino gemía de todo lo que me daba.   Luego sentí que me abría las piernas y luego su aliento cerca de mi trasero,  nuevamente sentí la sensación viscosa, solo que ahora en mi culito, su lengua jugaba con los pliegues de mi ano, lo hacía en forma deliciosa y sensual,  que rico sentír su lengua jugando en mi culo!.   Javier metió sus manos bajo mi vientre y me levantó unos centimetros del suelo para que su lengua tocara mi cuquita de forma más comoda,  pasó su lengua varias veces en mis labios vaginales, luego la metió entre mis pliegues  y lamió mi pre-eyaculación, lo sé por el ruido que hacía su boca succionando.  Yo me estaba chorreando, sabía que estaba siendo infiel a mi marido, pero la verdad es que no quería detener a Javier.  Es más, experimenté un rico orgasmo, tuve que morderme la mano para no gritarlo.   Acto seguido, Javier sacó toda la parte inferior de mi bikini, dejándome solo con el sujetador puesto.  Luego me fue besando toda la espalda, lo cual me daba pequeñas cosquillas eroticas, y mojaba más mi raja;  llegó a mi cuello  y lo chupó todo, mientras él lo hacía, sentí su bulto enorme pegado a mis nalgas y queriendose meterse entre ellas, su verga se friccionaba contra mi cuca y mi ano, luego, con su mano guió su verga a mi vagina, lo frotó un par de veces contra ella, antes de que su glande abriera mis labios vaginales y entrara en el interior de mi vagina mojada,  después él se movía hacia delante y hacia atrás, su glande terminó de entrar totalmente y luego me penetró su tronco, su verga era gruesa y me abrió al máximo todo el cuello de mi cuquita.  Gemí, patelee y le dije que se detuviera, como última defensa contra la infidelidad, pero él aceleró sus movimientos de cadera y su tronco me penetró hasta la matriz.   Javier se movía rico sobre mi espalda, diciendome: -tienes un coño rico!-.  Sus movimientos me estaban volviendo loca allí en la playa, me faltaba poco para venirme por segunda vez, el tuvo que presentirlo porque me empezó a follar por pequeños empujones secos de su verga, gemí y me quejé, solté otro mar de liquidos vaginales.  Ahora el gemía mientras me penetraba sin cesar. 

Después de varios minutos follandome en esa posición (él sobre mi, yo de espaldas), él me sacó su rico pene y con delicadeza se dio vuelta y me comenzó a besar el cuello, luego con habilidad me quitó la parte que me quedaba de mi bikini, en ese instante quedé desnuda completamente.  Su boca se posó en mis tetas y las chupó una por una, a la vez que se volvía a acomodar entre mis piernas para penetrarme una vez más, lo recibí abriendo más mis piernas para que no le costara mucho trabajo,  su verga entró toda de dos empujones,  lo abracé con mis brazos y piernas mientras me iniciaba a  follar la cuca y me comía los senos con intensos chupones.  En ese momento ya no me importaba nada, solo quería satisfacer a este hombre y que me cogiera con todo su ser.   Protno sus embestidas me daban un placer inmenso, nunca había sentido una verga tan profunda en mi cuerpo, sus bombeos eran cargados de mucha experiencia en el arte de follar, me producían un intenso gozo.  Le jalé la cabeza para separarlo de mis tetas, yo quería besar a este hombre que me estaba llevando al cielo.  Asi que nos besamos sin dejar de movernos sexualmente.  Javier soltó mi boca, estaba a punto de explotar, lo apreté con mis piernas y  unos segundos después sentí dentro de mi coño un chorro de esperma caliente, y su verga con intensos espasmos, Javier gimió y cerro los ojos mientras se venía y sacaba hasta la última gota.   -Vamos a mi casa!-  fue lo primero que dijo Javier después de despegar nuestros sexos, me puse mi bikini, recogí mis toallas y me fui con él a su rancho.  Lo primero que le pedí fue entrar al baño, quería lavarme la evidencia, es decir  quitarme todo el esperma que todavía tenía dentro de mi vagina.   Cuando salí, el me esperaba con una cerveza bien helada,  la bebí como si fuera la última.   Traté de disculparme por lo sucedido, pero el rapidamente me cortó, me dijo que no había nada que disculpar y que nadie era culpable.  Terminamos nuestra cerveza, me dijo que porque no nos bañabamos juntos para quitarnos la arena y la sal,  yo accedí.  Fuimos a su ducha, me abrazó y nos volvimos a besar,  nos quitamos nuestros trajes de baño para quedar de nuevo desnudos.  Yo tenía razón, su verga era larga y gruesa.  Seguimos besándonos y nuestras lenguas parecían serpientes en celo.   Durante la ducha, el me volvió a besar los senos y luego se hincó y puso su lengua entre mis labios vaginales y empezó a darme sexo oral de nuevo.   Puso mi pierna sobre su hombro para poder abrir mejor mi cuca y poner su lengua hasta lo más profundo, nuevamente me excitó mucho todo eso, solo que ahora yo tomé la iniciativa, le dije que quería devolverle el favor,  me hinqué y tome su verga erecta y la lamí de arriba abajo varias veces, luego la metí en mi boca para degustarla, la mamé con lujuria, Javier se estremecía allí parado en la ducha, le llegué a mamar también las bolas peludas.  De alguna forma le estaba devolviendo el placer que me dio en la playa. 

Javier me sacó de la ducha desnuda y me llevó a su habitación, se acostó el primero y me hizo montarmele sobre su boca y me dio otra excepcional mamada de coño y culo,  luego me puso en cuatro y me dijo que me la metería en ese culo tan  lindo que yo tenía,  a este hombe no podía negarle nada, me deje poner como el quiso y tomando su verga me la metió por el culo lentamente, tuve que relajarme para dejar entrar esa enorme verga,  hasta que la sentí toda adentro, su verga era más gruesa que la de mi marido, asi que algun dolor me hizo sentir cuando me la ensartó toda, pero luego de eso logró que tuviera un memorable orgasmo con su verga en mi recto.  Y no es que fuera virgen de ese orificio, es más todos mis novios antes de Frank me gozaron el culito. Javier estuvo embistiendo duro mi ano, era rico tener ese duro pedazo de carne metido en mis entrañas, me volvía loca.   -quiero que me saques la leche con tu culo!-  me dijo Javier.  Ahora él se puso sentado en la orilla de la cama y me orientó para que me sentara sobre su verga de espaldas a él. Mi culito fue penetrado por su verga dura, pero ahora yo llevaba el control de los movimientos sentada sobre su erección, me moví como si estuviera destripando su verga con mi culito, lo hice varias veces, el me abrazaba por la cintura, hasta que lo oí gemir y llegar al climax, soltó de nuevo un chorro de esperma, solo que ahora en mi recto, me lo llenó todo de leche.    Habiamos estado mucho tiempo juntos, era casi el medio día, asi que me vestí, me envolví en una toalla y con un sentimiento de culpa y semen en la cuca, salí de la casa de Javier y corrí hacia la nuestra, para mi suerte no habían llegado todavía ninguno.  Una hora después cuando llegaron yo tenía listo el almuerzo, lo cual me agradecieron todos.    Por la noche, repasaba en mi mente lo vivido en la playa y en la casa de Javier.  Que clase de fornicada había experimentado, fue mi primera vez infiel.  Ya no volví a ver a Javier.  Y a la vez me vengué de las indiferencias de mi marido.  Aun sueño ese episodio de mi vida y aún me moja recordar dos años después.


FOTOS

1

andres on

Que bonito, me ha excitado.

2

alex on

Que rico y que disfrute de todo yo quisiera experimentar algo similar que suerte.

3

jorge on

Que relato mas exitante, lujurioso y apasionado, si quieres un amigo para intercambiar comentarios estoy a la orden.

4

jovan on

Hola Ale!!!
Encantador y húmedo relato. Me alegro de que te animaras a hacerlo, espero y deseo que siguas haciendolo con la misma intensidad y placer.
Un besazo!!

5

kkkkkk on

mmm me gusto mucho ese relato lastima que solo tengo 18 años y no me atrevo a cositas asi

6

Susana Montecinos Escamilla on

Hola tu relato es muy interesante y te felicito por hacer lo que te gusta,para eso son los hombres para que nos satisfagan y nos llenen de placer y sobre todo que nos den placer en nuestro trasero que tambien se siente riquisimo,besos y cuidate amiga

7

leo aquiles on

disfrutalo

8

romero on

ufffffffff que rico es coger

9

kendry on

mi amor ese relato esta de lo mejor aparte q tu descripcion me imagino lo sabrosa q debes d d estar , despues de leer tu relato termine con mi verga bien viscosa y con ganas de tenerte para follarte

10

felix on

esa rolo de cojida que te dio ese tipo me dejo exitado que tube q ir a buscar a mi mujer.entendi q tienes un cuerpo q vuelves loco a cuarquier humano si puedes mandame una foto desnuda

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