Inicio » Relatos de Bisexuales » Mi compañero fue el Primero en Cogerme y en que Forma

Mi compañero fue el Primero en Cogerme y en que Forma

No había experimentado antes la relación sexual con otro hombre, ni siquiera un acercamiento. Aunque me había sentido interesado por la experiencia, también me daba miedo que me doliera y que se supiera, así que no era algo fácil y pensé que nunca sucedería. Pero estaba equivocado.

En mi trabajo tengo compañeras y compañeros. Con uno llamado “Ber” me empecé a llevar particularmente bien, aunque no éramos de la misma área, en el almuerzo o en las capacitaciones coincidíamos. La verdad no me parecía muy atractivo, pero era simpático y finalmente tiene lo mismo entre las piernas. Además, estaba casado y eso era un indicio de que no pasaría nada. Con la convivencia diaria me di cuenta que en algunos momentos aprovechaba para poner su mano cerca de mi trasero o tocarlo accidentalmente de manera que supuestamente yo no me diera cuenta. Hacía como que no me daba cuenta, pero entonces empecé a pensar que podía haber posibilidades.

Un día le dije que por qué no íbamos al cine, Ver aceptó y nos pusimos de acuerdo.
Le decía en broma que si me asustaba, que me abrazará, él (también en broma) decía que sí.Llegamos al cine, compramos palomitas y refresco y entramos. Era una película de intriga, así que no había razón para asustarse, pero le dije que ya tenía miedo, que si no me iba a abrazar. Lo hizo, con poca confianza, pero como ninguno de los dos dijo nada, cada vez me rodeo con sus brazo con más fuerza y con su mano empezó a acariciar la mía, podía sentir su sudor y nerviosismo. De pronto le llamaron por teléfono y me dijo que se tenía que ir. Me pidió que le diera un beso, lo volteé a ver sorprendido y dijo que en la mejilla. Dude un poco y cuando me acerque a darle el beso, él giró la cabeza y me lo dio en la boca.

Se despidió con naturalidad y dijo que necesitábamos hablar después. Me quede en el cine, pensando mucho en qué iba a hacer después, tal vez fingir que nunca pasó era lo mejor, pero por otra parte era algo que también deseaba experimentar y ya tenía la oportunidad.Cuando nos encontramos en el trabajo, todo fue normal, pero yo no me sentía cómodo con la situación. Unos días después, me llamó en la noche a mi casa, estaba lloviendo, eran como las 9:30 pm. Me dijo “Voy por ti, para platicar”, sabiendo el tema le pregunté “pero ¿dónde?”, respondió “en mi coche, manejo dando vueltas por ahí o vamos a una calle poco transitada”. 15 minutos después pasó por mí.

Seguía lloviendo, empezó a manejar y mientras hablábamos de cualquier cosa del trabajo. Ya tenía el plan hecho y se fue por una calle obscura y sin tránsito. Por la lluvia se habían empañado un poco los cristales y sentía un calor húmedo adentro. Entonces habló claro: “tengo que preguntarte qué piensas de lo del otro día en el cine”, no sabía decir que me gustó o todo lo contrario, qué esperaría Ber como respuesta. Le dije que había sido algo extraño, inesperado, pero un poco interesante. Ver contestó que pensaba lo mismo y que le gustaría sentir más. Hizo el asiento un poco para atrás y empezó a tocarse su bulto en los pantalones. Estiro lentamente su mano para ponerla sobre mi bulto, con temor que me negara. No dije nada y seguí platicando, de hasta dónde podríamos llegar y de qué pasaría si nos descubrieran. Ber seguía tocándose y tocándome. Estaba teniendo una erección y él también, nuestra respiración se empezó a agitar.

Se quitó el suéter y se levanto la playera que llevaba. Vi su pecho y vientre desnudos, con un poco de vellos, después desabrochó su pantalón y se lo bajó. Llevaba un calzón blanco, con elástico a los costados y podía ver todo su muslo. Su pene estaba erecto y podía notarse sus testículos y la forma de su miembro hasta el glande. Sin pensarlo me eche sobre él y le bese el vientre, estaba sudando. Luego baje mis besos hasta su paquete, olía a limpio pero un poquito a almizcle, me exitó mucho. Ya nadie hablaba, sólo dejábamos sentir el calor del otro y nuestras partes. Me incorpore otra vez. Sacó su pene de los calzones y me siguió tocando.

Me desbroche el pantalón y metió su mano, me los bajó con todo y bóxer, mi pene babeaba.
Se acercó y le dio unas pequeñas chupadas, yo sentí un enorme placer que me hizo estremecer sin control. Después jaló mi cabeza hacia su pene, comprendí lo que quería, pues yo también deseaba probar por primera vez el pene de un hombre y Ber me lo estaba dando. Hizo mi asiento para atrás y me empujo sobre él, yo estaba muy caliente e inmediatamente me hinque en el asiento y recargue boca abajo sobre el respaldo hecho para atrás. Ber no perdió el tiempo y se montó atrás de mí, también hincado. “Me da miedo que me lastimes” le dije “No te preocupes, te va a doler un poquito, pero va a ser muy despacio”“Pero mejor sólo un poco, no todo”“ Sí, hasta donde tú me digas”“Usa palabras vulgares, Ber” le pedí.

Inmediatamente comprendió “Entonces dame tu culito para mi verga, cabrón” Con una mano recorría mi espalda y mi trasero, tratando de ir abriendo mis nalgas, con la otra mano me masturbaba. Me echaba un poco de saliva por mi culo y azotaba la cabeza de su verga, era como de 15 cm y muy gruesa, un poco curva hacia un lado. Se quitó la playera y me subió la camisa, podía sentir todo su torso sudando caliente sobre mi espalda.Me metió el dedo y empezó a abrirme, después puso su gran verga y la empezó a empujar hacia dentro. “Me duele Ber, más despacio”, le dije “Tranquilo, duele la primera vez” y seguía lenta pero continuamente penetrándome. De golpe sentí un gran dolor “me lastimas” le grite, se detuvo un poco y me dijo “es para que sientas quién es tu dueño”. Eso me exitó mucho y me abrí lo más que pude para que siguiera, pase mi mano para su trasero y lo empuje hacia mí.

Entró toda, hasta dentro, sentí sus guevos en mis nalgas. Estábamos bañados en sudor y los vidrios totalmente empañados.
Empezó suavemente y después con más vigor, los dos jadeamos como perros (por cierto, estábamos en esa posición) “Que rica verga tienes Ber, es enorme, que hombre eres” aunque era paradójico que le alabara su masculinidad, pero eso lo calentó más. “Es toda tuya” me decía. Echó todo su cuerpo sobre mí, me mordisqueaba las orejas, y de pronto se vino dentro. Sentí su leche caliente a presión recorrer mi ser. Los dos gritamos de placer.Después sacó su verga lentamente y con klinex limpio la leche que escurría del culo. Se pasó a su asiento y se vistió sin decir nada. Me sentí un poco confundido, lo goce mucho, pero me sentía culpable. Me vestí y me llevó a mi casa. Quede dolorido por una semana. En el atrabajo nos veíamos menos y se sentí tensión.  Después de un par de semanas, me abordó y me dijo que qué opinaba de ir a un hotel para pasar un largo rato juntos. Sabía que las cosas iban a funcionar y que esa maravillosa cogida que me había dado en su auto en una noche lluviosa era sólo el principio…Ber fue el primer hombre con el que estuve y me abrió a nuevas posibilidades.


FOTOS

Escribe un comentario







Código de Validación:

Introduzca el Código de Validación:




Estadisticas Usuarios

  • Online: 63

Categorias

Articulos Relacionados

Articulos Mas Vistos

Nuevos Comentarios

Recomienda Superrelatos a Tus Amigos

Tu Nombre:

Correo de Amigo:

Código de Validación:

Introduzca el Código de Validación: